31 agosto 2016

Viviendo en el cono de un volcán



Terminé de editar la primera parte del registro de don Fausto Chavez Flores, que cuenta su vida en el Volcán Tacora y en la planta de Villa Industrial, donde se elaboraba el azufre. Le intercalé algunas imagenes que hice cuando fuimos al volcán, están bastante saltonas pero que diablos, el viento, frío y la inexperiencia tuvieron la culpa.

Cuenta don Fausto que hubo a lo menos tres tecnologías distintas para obtener azufre, la más antigua era usando hornos, luego se usaron autoclaves rotatorios y durante un breve tiempo se experimentó con unas peras de decantación, que no dieron buen resultado por lo que se volvió a los autoclaves. Habían varios puntos donde se obtenía azufre en la zona -debido a la cantidad de volcanes- pero el principal era el Volcan Tacora. En el volcán gemelo, el Chupiquiña que queda justo al lado, el azufre era de mucha mejor ley pero por alguna razón este volcán era mucho más frío que el Tacora y solo se podía trabajar unas pocas horas al día antes que se empezaran a congelar las manos.

El trabajo de don Fausto era de secretario del administrador y en el volcán, todos los días debía bajar a pié desde el crater hasta la línea del tren, a unos 8 kilómetros de distancia, a dejar el despacho con las cantidades embarcadas, después de eso tenía que subir al cono nuevamente.

La foto siguiente aparece en el libro "El Corregimiento de Arica" de Vicente Dagnino, que se publicó en 1905, debe ser una de las fotografías más antiguas de ambos volcanes que existen y narra que el azufre del volcán se venía explotando desde los tiempos coloniales.
La cima del Tacora está a unos 5.900 metros de altura y el crater mismo debe estar unos diez metros más abajo, don Fausto estuvo viviendo dos años en el cráter, que es una gran meseta donde se hacía toda la explotación. Yo no me explico como pueden haber vivido y trabajado seres humanos en ese lugar, pero como dice don Fausto "el ser humano a todo se acostumbra".

No es difícil subir a pie hasta el crater, al menos cuando hay buen clima, porque en la época de las lluvias y nieve estivales -entre enero y marzo- la temperatura de noche puede llegar a los 26 grados bajo cero y menos. Esos tres meses no se trabajaba y don Fausto se quedaba solo en calidad de rondín, con su rifle para evitar que se robaran las pocas cosas que había en el lugar. Toda la elaboración primaria, es decir las tronaduras y carga del caliche, se hacían en el crater mismo que es donde estaba físicamente la mina..Luego se metían en unas bateas que bajaban por un largo andarivel accionado por contrapesos: las bateas cargadas bajaban por gravedad y las vacías subían aprovechando esa fuerza. Al llegar al pie de los andariveles se puede ver el buzón desde donde se cargaba el calice en camiones, que los llevaban a un segundo sistema de andariveles y de allí se embarcaban en el tren hasta Villa Industrial.

Cuenta don Fausto que prácticamente no habían trabajadores chilenos, el 90% o más eran peruanos y bolivianos de la zona, los únicos capaces de hacer trabajo físico en esas condiciones. Dice que era la gente más correcta y respetuosa que ha conocido, aunque prácticamente no había ninguna interacción social con ellos. Vivían en ranchas y se alimentaban casi exclusivamente de harina tostada, coca y alcohol de caña 95º llamado "pusitunga" que en aimara quiere decir 94, o 40 según otras versiones.

En 1975, cuando terminé de estudiar para técnico electrónico hicimos una fiesta en la casa de un compañero, su papá trabajaba en el Ferrocarril Arica-La Paz y aparecieron las famosas latas, es una de las pocas veces que se me ha borrado la película, la resaca fue horrible. La cosa es que para los trabajadores del Tacora llegaban 60 tambores con hoja de coca y 60 barriles de pusitunga, que se tomaban con té para pasar el frío. Todavía se puede conseguir en la Feria Tripartita que hacen en Visviri los fines de semana.

En los años 50 la producción se fue al suelo, según don Fausto por desorden administrativo y robos de los encargados de distribuir los pertrechos y provisiones, especialmente la dinamita que era de mucha demanda y tenía un importante mercado negro.

En el volcán no habían entretenciones de ninguna clase, excepto conversar un rato antes de irse a dormir. En Villa Industrial en cambio se hacía cierta vida social, el tren dejaba el diario dos veces por semana, lo que les permitía estar al día en las noticias y hasta se hacían partidos de fútbol a 4.500 metros de altura. En la oficina de don Fausto hay un diploma en recuerdo de un partido de futbol jugado el 18 de septiembre de 1945, entre trabajadores de la mina en el volcán contra los trabajadores de la planta de Villa Industrial, el nombre de Fausto Chavez Flores aparece encabezando el equipo de la mina.


Pensar que si no se me hubiese ocurrido meterle conversación al viejito que nadie miraba, me habría perdido todas estas historias. Trato de imaginarme como habrá sido vivir en el cono del volcan y pasar dos o tres meses solo con un rifle, cuidando el lugar durante la temporada de nieve. ¿Que sentirá hoy don Fausto cuando se acuerda de esos años?  En fin, voy a seguir editando a ver que otra historia encuentro.


16 comentarios:

  1. Renato Aguirre Bianchi31 agosto, 2016 00:46

    Tomas: Permiso para hacer una aclaración muy necesaria porque hay una injustificada confusión al respecto:

    Los 2 alcoholes de caña que nos llegan de Bolivia son el PUSUTUNKA (40 grados de alcohol) y EL COCOROCO (entre 93 y 96 grados y lo omitiré de esta nota).

    Los números en aymara enpiezan por:
    1= maya
    2= paya
    3= kimsa
    4= PUSI
    5= phisqa
    6= suxta.
    el 7, 8 y el 9 se hacen sumamente interesantes por su composición compuesta y la aparente aparición de otra versión del 5, como se muestra y explica en http://www.aricaacaballo.com/arica_territorio_andino/arica_territorio_000290.htm (estoy seguro que esa página te va a motivar más de lo que supones).

    En fin, se llega al 10 (previo a un muy curioso 9) y las decenas son identificadas por "tunka", pero nunca como "tunga", tal como "Tignámar" no tiene ni "g" ni acento y es "Ticnamar" e Inka no es Inga como aparece en algunos escritos y la laguna es Chungara y no "Chungará" prque en aymara nunca se acentúa la última sílaba. Resulta que el aymara era ágrafo y su "ortografía" actual proviene de un concenso interncional, habiendo habido otros previos más informales y habiéndose generado numerosas perversiones "catellanizantes", como que la Quebrada de Carza que llega a Tímar figura en los mapas como "Garza".

    Tunka define decenas, de manera que:

    40 = 4 decenas, o sea, PUSI TUNKA y entonces,
    43 sería pusi tunka kimsa.

    Las centenas son definidas por 100 = pataka, de manera que:

    443 = pusi pataka pusi tunka kimsa

    Los miles son waranka, de manera que 2016 sería

    paya waranka punka sixta.

    En definitiva, harto más fácil y eficiente que los burdos números romanos y los andinos tuvieron que inventar todo eso de la nada, sin "la ayuda" de otras culturas.

    Un abrazo,

    Renato






    ResponderBorrar
  2. Interesantísimo el tema y la aclaración doctor tenía gran duda sobre el nombre ¿de donde vendrá cocoroco entonces? Había leído el artículo de matemáticas andinas hace años, es apasionante, es tiempo de releerlo!

    ResponderBorrar
  3. Excelente relato el de don Fausto. debió haber sido dificil estar como el personaje de "el hombre omega" solo con su rifle para echarse a cuanto ladrón andaba por ahi.

    Acá en santiago le escuché a algunos amigos de mi padre que cuando uno andaba "arriba de la pelota", en vez de decir eso decían "andaba cocoroco".

    ResponderBorrar
  4. Fe de erratas...

    43= pusi tunka quimsaNI
    443= Pusi pataka pusi quimsaNI
    2016= PA waranka tunka suxtaNI

    notese el sufijo "NI" que se traduce en algo asi como "con", ej: 43= 4 decenas con 3, tambien destacar la contraccion "PA" por PAYA, esto cuando expresa multiplos de 10. omitir estas y otras sutilezas del aymara sufijante, seria hablar como Tarzan en Nueva York.

    Pastelero a tus pasteles...

    ATT.

    INTIaymara.

    ResponderBorrar
  5. Fe de erratas...

    443= Pusi pataka pusi tunka quimsani.

    ATT.

    INTIriguroso

    ResponderBorrar
  6. Que extrema experiencia.
    Ahora recordé el uso del azufre en la industria azucarera. Llegaba en forma de polvo amarillo y se quemaba en unos hornos de hierro fundido. El gas que emanaba de ahí circulaba subiendo en unas torres de madera por las que caía, como lluvia, el jugo de la caña. Así se "sulfitaba" el jugo, un agente blanqueador importante, aunque la legislación argentina lo permitía y otras no. Algunos países usan un procedimiento llamado "carbonatación" para lo mismo.
    Aquel mineral vendría de algún desolado lugar como el que Ud. describe.

    ResponderBorrar
  7. Muy interesante el relato, un mentis a esa ingenuidad de todo tiempo pasado fue mejor.

    ResponderBorrar
  8. Pues sí que es una historia bien interesante y hablando de que el hombre se adapta a todo, recordé un video donde mostraban los lugares más peligrosos del mundo y uno de ellos era lo que llamaban el infierno en la Tierra, pues las condiciones naturales de dicho lugar eran demasiado hostiles como para vivir allí y aún así habitaba una tribu que se las arreglaba para extraer sal.

    ResponderBorrar
  9. Renato Aguirre Bianchi31 agosto, 2016 13:36

    Un recadito para el simpático Anónimo 1 (el anonimato en un ataque es una cobardía, en castellano y en aymara):

    Mi propósito era explicar de manera simple las bases más esenciales de la nomenclatura de los números con el objetivo de aclarar que el destilado de 93-96 grados no es el "pusitunga". Y bueno, para no enredar las cosas no me referí al sufijo NI, obligatorio cuando el número se refiere a unidades.

    Y lo de paya en vez de PÄ fue un error voluntario motivado por el intento de simplificar las cosas. Insisto, no se trataba de dictar una clase de aymara, sino que de mostrar lo más elementalmente básico.

    Ahora te ataco yo, pero firmando con mi propio nombre y apellidos, como buen varón. Si vas a escribir, escribe como la gente. PA no reemplaza a paya como escribiste. El vocablo que lo hace es PÄ y la cremilla es importante pues tiene implicancias tanto fonéticas como gramaticales ¿Sabías eso?

    P.S. El anonimato se acepta en un comentario, pero cuando se ataca a alguien hay que ser bien hombrecito para identificarse. Pero, en fin, hay gente que no entiende eso...

    ResponderBorrar
  10. Y que le dijo el otro?

    ResponderBorrar
  11. Inti, parece que no conoces esa expresión de "cortar un pelo en cuatro". Es muy desagradable pavonearse por detalles fingiendo erudición, lo tuyo daba apenas para un comentario complementario y tu última expresión suena última de pedante. Aprende a ser educado, hombre.

    ResponderBorrar
  12. Ulschmidt, no tenía idea que el alcohol de caña se sulfataba con azufre, no me lo hubiese imaginado. Igual, el humo del ácido sulfúrico no debe ser tan malo, don Fausto lo respiró por años (en la zona cercana al volcán hay muchos lugares donde el aire está saturado de ácido sulfúrico) y ahí está, tan fresco

    Frx, nosotros estamos malcriados por la civilización. La gente antes vivía lo más bien en condiciones que hoy nos parecen imposibles.

    ResponderBorrar
  13. Wilson, no creas, el caballero igual añora los tiempos aquellos jaja

    ResponderBorrar
  14. La sulfitación es para blanquear el azúcar y hay normas como la de USA muy estrictas con el residuo de azufre que pueda quedar en el cristal de azúcar así tratado.
    Las melazas finales del ingenio azucaro son la base de fermentación de la destilería, y creo que ahí el residuo azufre es menos importante y/o bien la operación de destilación volatiliza el compuesto azufre. Otra razón para beber por los beneficios para la salud. Salud !

    ResponderBorrar
  15. Hay tantas razones para beber hasta emborracharse que darían para escribir un libro. Con unos tragos encima no hay mujeres feas, solo por dar un ejemplo.

    ResponderBorrar
  16. EL dicho popularico: no hay mujeres feas,solo piscolas suaves. :-)

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"