Se murió don Nica

 A la casa del poeta
llega la muerte borracha
ábreme viejo que ando
buscando una oveja guacha

Estoy enfermo - después
perdóname vieja lacha

Ábreme viejo cabrón
¿o vai a mohtrar I'hilacha?
por muy enfermo quehtí
teníh qui afilame I'hacha

Déjame morir tranquilo
te digo vieja vizcacha

Mira viejo dehgraciao
bigoteh e cucaracha
anteh de morir teníh
quechame tu güena cacha

La puerta se abrió de golpe:
Ya - pasa vieja cufufa
ella que se le empelota
y el viejo que se lo enchufa
(El poeta y la muerte, Nicanor Parra)
Y en canción se puede escuchar aquí

Y a los 103 años se murió don Nica, una bellísima persona, excelente humorista y poeta algo fallido, según yo. Buena parte de su larguísima vida, Nicanor Parra tuvo que convivir con una fama abrumadora y una corte de groupies atraídos por su fantástica personalidad, grupos que se empezaron a agregar, más o menos en los años sesenta.

Yo he escrito en este mismo Templo del Ocio sobre don Nica, no siempre en términos muy amables. Por ejemplo ena vez escribí Nicanor Parra El Flojo donde comentaba sobre esa especie de demagogia poética que lo había hecho tan inmensamente popular en Chile, decía entonces que Parra estaba sobrevaluado y que siempre había preferido el camino fácil y efectista. Sigo pensando lo mismo.

Otra vez escribí Un Nuevo Escritor y Dos Bufones, una entrada que enfureció realmente a algunos amigos porque decía que Parra, justo con Jodorowsky eran unos bufones. Los que me conocen saben el aprecio que tengo por el papel de los bufones, para mí decir que alguien es un bufón no significa un menosprecio, de ninguna manera, todo lo contrario, puede ser mucho más importante ser bufón que ser poéta.

Parra era un humorista, pero de los buenos. Tenía un humorismo fino y al alcance de cualquiera, no era sofisticado ni tampoco burdo, tenía el toque justo, los chistes de Parra creo que fueron su mejor legado.También tenía gran talento retórico, uno de sus poemas tempranos, Es Olvido, escrito en perfectos endecasilabos, es tan musical como una canción de Los Jaivas

Juro que no recuerdo ni su nombre, 
mas moriré llamándola María, 
no por simple capricho de poeta: 
por su aspecto de plaza de provincia. 
¡Tiempos aquellos!, yo un espantapájaros, 
ella una joven pálida y sombría 

A mi me encanta, aunque no es una pieza para el Nobel ni mucho menos. Parra siempre fue muy inteligente, se dio cuenta desde el principio que las formas clásicas estaban agotadas y emprendió con la antipoesía tal como Picasso que, depués de ser virtuoso en las formas clásicas, se metió con el cubismo. Pero la antipoesía nunca cuajó lo suficiente, de allí Parra se puso a experimentar con artefactos, instalaciones y otras formas del arte flojo que son tan comunes en el Arte contemporáneo. Con su tremenda habilidad para armar juegos de palabras, retruécanos y cosa spor el estilo multiplicó su fama a lo largo de los años.

El peor error de Parra -pienso yo- fue dedicarse a hacer crítica social, eso lo distrajo de hacer su trabajo en serio. Claro que fue un "error" entre comillas porque eso le trajo una enorme fama, esa faceta me recuerda un poco al ruso  Yevgueni Yevtushenko. Aunque Parra se mantuvo hábilmente equidistante y evitó comprometerse mucho con nadie: igual coqueteaba con la izquierda, derecha, ecologistas, centristas, a todos les cerraba un ojo pero nunca se casó con nadie.

Mi raya para la suma: don Nica fue un ser humano extraordinario, un buen artista que sin ser un genio ni merecer el Premio Nobel tenía gran talento y mucho oficio, que los desperdició por flojo.

A Parra le gustaba el camino fácil, es decir era uno de los míos. Vaya mi homenaje a este gran hombre sencillo que vivió y muere rodeado de honores, salud por él.

P.D. a propósito de muertes, ayer en la mañana llevé a mi querida suegra al cementerio, me dice que iba por el cumpleaños de su hermana, mi tía favorita, a quien yo mismo le ayudé a morirse. La cosa es que nos fuimos discutiendo porque  yo le decía lo absurdo que es celebrar el cumpleaños de alguien muerto, ya se murió, no existe, le decía que era ridículo, pero en la familia de la Pilar tienen la cultura de los muertos y todo eso.

En eso me acordé que ella me regalaba para cada cumpleaños mis calcetines favoritos y desde que se murió no me compré más calcetines, de puro apretado. Bueno, hoy mi suegra apareció con seis calcetines, diciendo que doña Ester me los había mandado. No le creo nada, pero los recibí calladito y aquí están...