¡Es que eran otros tiempos! ¿se fijan que ya estoy hablando como veterano? los ingenieros eran contados con los dedos de una mano, usaban ropa de trabajo porque se ensucuaban y el casco no era de utilería pues andaban en lugares donde realmente se caen cosas en la cabeza, Los electrónicos de entonces tenían la yema de los dedos con quemaduras del cautin y eran más chiflados que los actuales.
Ingenieros notables de esos tiempos fueron don Armando Vallarino, gerente general de Mellafe y Salas, uno de los primeros en implementar los estudios de tiempo y métodos en las líneas de producción, muchas innovaciones y mejoras de la industria salieron de esa empresa, Don Armando debe tener más de 85 años y mantiene un excelente sitio web hasta el día de hoy. El otro ingeniero famoso era Bartolomé Derezaga, que estaba a cargo de Intec, el think thank tecnológico de la Corfo en esos años, Rodrigo Walker que trabajó allá debe recordar como salían todos los meses con alguna idea nueva.
Fueron años muy idealistas y al mirar hoy lo que pasa en Bolivia recuerdo a Chile en los setentas. Iba a cambiar el mundo y claro que cambió pero para el lado contrario al que todos pensábamos. El movimiento sindical era muy poderoso y los dirigentes formaban una aristocracia que manejaba poder y mucha plata. Las fiestas de navidad y 18 de septiembre eran apoteósicas, se traían las mejores orquestas y los canastos de regalo eran fastuosos. Durante la Unidad Popular todas las industrias electrónicas fueron tomadas por los sindicatos y las principales fueron expropiadas por considerarlas "estratégicas". Claro que duró poco la fiesta, Mellafe y Salas fue expropiada -si mal no recuerdo- en 1973 y fue devuelta al año siguiente 1974 después del golpe. La IRT que era la industria más grande también fue "intervenida" y Julio Gaete Oliver, mi buen amigo fue el interventor. Hoy Julio es decano en una importante universidad privada y ni se debe acordar de sus años de revolucionario.
En fin, vino el golpe militar que en Arica fue bastante tranquilo gracias a que estaba Odlanier Mena a cargo de la guarnición. Mena le salvó la vida a mucha gente cuando se negó a entregar los prisioneros a la "caravana de la muerte" y en general se portó como un caballero con la gente de izquierda, varios de mis amigos hoy están vivos gracias a que el estuvo a cargo en esa época y se atrevió a parar a los que andaban psicopateando.
El sindicalismo siguió poderoso en los primeros años del Gobierno Militar. Recuerdo al presidente del sindicato de la IRT, un tipo bastante simpático que se peinaba como Pepe Antártico era una especie de Emperador en la empresa, junto con el Gerente General Lucho Toro se repartían el poder hasta que se terminó la afiliación obligatoria y el descuento de cuotas por planilla. Ahi mismo se murió el poder de los sindicatos.
Para alguien que no haya vivido esa época es imposible imaginar como fue Arica en los años de la industrialización. A la hora de almuerzo la Avenida Santa María se repletaba con los trabajadores que salían a descansar un rato ¿cuantos puestos de trabajo habían entonces? es difícil calcular porque las grandes industrias electrónicas tenían entre 1.000 y 3.500 empleados, las automotrices entre 500 y 2.000 pero también había una infinidad de industrias de componentes con 300 a 500 empleados: Elecna encapsulaba los transistores, Metropolitan fabricaba las baterías para auto, Condensa hacía los tubos de imagen para TV y así, deben haber sido casi 100 pequeñas empresas más unas 30 principales ¿cuanta gente trabajó allí? ¿20.000 o más?, quien sabe. Arica en esos años era como California durante la fiebre del oro, todo el mundo que quisiera ganar plata segura se venía para acá.
Pero todo lo bueno termina, debe haber sido en 1977 que el Gobierno Militar terminó con las protecciones arancelarias y de un día para otro todas las empresas que funcionaban en base a aranceles del diez mil por ciento, se vieron enfrentadas a aranceles bajos y parejos. De un día para otro las empresas cerraron y fueron desmanteladas. La única que sobrevivió y existe hasta el día de hoy, próspera y estable es Mellafe y Salas. Nada de raro porque su dueño si que sabe lo que es sobrevivir en tiempos difíciles.
Nuestra memoria es selectiva y tendemos a recordar solo lo bueno, Arica durante la industrialización era una isla en un país enterrado en la miseria. Recuerdo un estudio del economista más prestigioso de esos años, Pedro Vuskovic donde decía que Chile era el segundo país más pobre de Amérca, después de Haití. Recuerdo las poblaciones callampa que inundaban Santiago sin luz, con un grifo de agua en cada esquina, cada una con una caseta de baño, un simple hoyo en la tierra. Yo viví en una de esas detrás de Los Nogales y muy cerca de ahí, en el vertedero habían personas que vivían peor, en cuevas igual que los cavernícolas.
El barrio industrial de Arica fue una muestra del voluntarismo político de esos años, cuando se creía que con pura decisión y audacia se podía modificar la naturaleza humana, la ley de oferta y demanda y pensaban que todo el resto del mundo se iba a acomodar a nuestros deseos e intereses, fue muy bueno mientras duró, pero el despertar fue tan violento que treinta años después la ciudad todavía no logra recuperarse. ¿Y reconocieron la foto? ¡claro pues, es un Yagán! Debe haber sido el auto más feo de la historia y se fabricaban a martillazos acá en Arica, la ciudad industrial, la foto me la pelé de Urbatorium, el excelente sitio de Chris Salazar.
Que cosa, al menos para Uds. son sólo recuedos.
ResponderBorrarAcá el kirhcnerismo vuelto al poder acaba de intervenir Vicentìn, una aceitera, biodieselera, cerealera, etc..., el tercero o cuarto grupo exportador de Argentina. Estaba en convocatoria de acreedores pero funcionando, pagando los sueldos y negociando con los acreedores. Tenía activos suficientes como para arreglar su deuda, así fuera resignando las unidades productivas más interesantes.
Las excusas que se emitieron no importan - "soberanía alimentaria", "evitar la trasnacionalizaciòn de una gran empresa " etc.. - básicamente quieren el botìn de una empresa donde acomodar unos centenares de militantes rentados, eso es de cajòn, pero sobre todo ilusionan con controlar o meterle diente al comercio de granos. Los granos para la izquierda argentina es como el cobre para la chilena, un objeto de sueños húmedos.
Se darán de narices pero lo vamos a pagar nosotros. Viven atrasados, el boom de precios que financió el socialismo del XXI chavista se terminó hace 15 años pero ellos creen que lo van a rescatar así. Un Estado que está renegociando sus deudas, que ya emitiò un 5% del PBI para subsidiar la pandemia - y el déficit crónico - avanzan sobre esto como si fueran a encontrar un cofre del tesoro cuando es otro agujero negro sumidero de recursos. Un desastre pero en fin: nosotros lo votamos. All menos un 47% de nosotros.
Ulschmidt es increíble que en el Siglo XXI todavía anden con esos cuentos del mercantilismo que en el Siglo XVIII ya estaban rancios, yo no se si será ignorancia o maldad pero en toda América Latina esas ideas estúpidas vuelven una y otra vez, son como la malaria, vuelven las secuelas cada cierto tiempo, no matan pero pegan fuerte
ResponderBorrarque buen pedazo de historia. la del Yagan, si se hubieran aplicado a lo que dictaba el esquema FAF y no hacer las cosas a mano y sin planos, quizás hubieran tenido un modelo mejor que el yagan mismo. Pero estaban gobernados y controlados por mediocres que a dia de hoy siguen haciendo mella.
ResponderBorrarDicen que fue Pinochet quien mató la industria nacional, pero la verdad esta ya estaba muerta, conectada a un ventilador llamado "proteccion arancelaria".
Como otro detalle, Chile también fabricó muscle cars como los Acadian Beaumont...
Claro José, en Arica fueron más de 40 las marcas de auto en distintos modelos: los Peugeot 404, varios Volvo, Citroen (creo que hasta el Pallas se armó acá), MG (Morris Mini y otros), Chevrolet (Chevy Nova y varios más), Datsun, la lista es enorme ¡hasta se armaron los míticos Panhard en Arica, hoy autos de colección! Claro que todo eso era soportado por ridículos ranceles que hacían que solo un médico o un abogado (con lo que ganaban entonces) pudiese aspirar a una Citroneta o un Fiat 600
ResponderBorrarpor eso, más aun cuando llegaron los japos y sus keicar, la industria nacional, en vez de reinventarse y transformarse en "fabricas de repuestos" para esos vehiculos (por ejemplo) cerraron porque la competencia era más fuerte.
ResponderBorrarAcabo de ver el sitio del sr.Vallarino que mencionas y lo mantuvo hasta enero de este año, con 100 años cumplidos...
ResponderBorrarY yo que ya me encontraba con aroma a gladiolos :-)
¡Don Armando vive! Que gran noticia, nosotros somos unos chiquillos al lado de él. Ingeniero electrónico de la Universidad Santa María, de los años 50 debe haber sido, me saco el sombrero, esos y los ingenieros calculistas de esos años, a pura Tabla Larsen y Regla de Cálculo ¡ahí si que había que ser bravo! No para cualquiera, como ahora.
ResponderBorrarEl Yagán era un modelo futurista, si no me crees mira esto, sin duda inspirado en tan moderno diseño: Tesla Cybertruck
ResponderBorrarjaja Elon Musk, que tipo más cuentero y sobrevalorado!
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