24 febrero 2021

Vivimos en el mejor de los mundos

 

Me ha llegado carta
Hola Tomas, mi nombre es Jerardo Lepe, también estudié en el Valentin por doce años a partir del 63. Vi la foto que subiste, aqui te mando la del 5F pero un año antes
El profesor era de apellido Becerra.
Apellidos que recuerdo, . Lopez, .. Leal... Mardones. Mejias, Olivos, Palma, Apablaza, Escobar. Manriquez, Vinay,,, Avalos,...
Ojala puedas subirla a tu blog para compartir con otros
Un abrazo

Qué recuerdos, la foto que me manda Jerardo es de 1964, el año que yo entré al Liceo Valentín Letelier a cuarto año de preparatoria, tengo una foto del que "creo" que es mi curso donde parece que salgo yo, la publiqué en La triste historia de mi vida, pero no hay manera de saberlo con seguridad, con los años he sabido de mis compañeros más antiguos de primaria, como Wilhem Camus y Lucho Muñoz, pero no me he encontrado con ningún compañero de curso del Valentín, recuerdo que yo era bien apocado en esos años. Pero el mundo es chico y ya aparecerá alguno.

Recordar es volver a vivir dice el cliché, y debe ser cierto porque pasamos buena parte de nuestra vida recordando los viejos buenos tiempos, cuando todo era mucho mejor que ahora. A veces me junto con amigos e inevitablemente empezamos a recordar las cosas que pasamos juntos y lo mal que anda todo ahora comparado con "antes". Hoy mismo me junté con mi amigo McDonnell a almorzar y tomar cervezas en el patio de su casa, aprovechando el espléndido día de verano que tuvimos.

Tom tiene 78 años, yo tengo 66 y como corresponde a dos adultos jóvenes nos pusimos a conversar de nuestros respectivos recuerdos: él en Irlanda cuando recién se había terminado la Segunda Guerra Mundial, yo en Santiago, en Recoleta y luego en la Población Santiago. En nuestros años había mucho en común entre la vida en Gallway de Irlanda y Santiago de Chile, mientras ellos vivían amontonados en una cabaña de piedra de una sola pieza (que todavía existe) yo vivía con mi mamá en una media-agua con el barro a la rodilla durante el primer invierno de la Población Santiago. Ambos éramos pobres como ratas.

Me contaba que comer un pollo era un lujo asiático (igual que en Chile en los sesentas) reservado solo para la gente de clase acomodada. Como no existían los pollos de avícola, criar un pollo era carísimo y solo para navidad, o alguna ocasión así de especial, se le retorcía el cogote a una gallina y se comía como una gran fiesta. Yo también recuerdo que cuando chico había un restaurant famoso en Santiago que se llamaba "El pollo dorado" donde iban los platudos y el plato estrella era un pollo frito en canasto con papas fritas.

Mientras conversábamos eso nos estábamos comiendo cada uno medio pollo a las brasas con una montaña de papas fritas que compramos en el Maxi Pollo a un precio ridículamente barato, o al menos eso es lo que nos parece ahora, nadie diría hoy que tuvimos un almuerzo ostentoso o fuera de lo normal, pero en los sesentas o antes, esto era un banquete, un verdadero lujo asiático.

Muchas veces terminamos conversando como hoy vivimos en el mejor de los mundos y que nuestros recuerdos están endulzados por la visión romántica del pasado, donde nuestra memoria selectiva solo retiene lo bueno, amplifica los momentos felices e ignora olímpicamente las angustias. Yo también lo he comentado varias veces acá mismo, pero hay que repetirlo mil veces, porque tendemos a olvidarlo.

En los años cuarenta gran parte del mundo estaba en crisis y el fascismo había avanzado como una ola imparable, amenazando con apoderarse del planeta. Durante los sesentas la poderosa Unión Soviética controlaba a lo menos la mitad del mundo y mantenía colonias títeres en todas partes. 

En América Latina Cuba castrista era una potencia militar y social, dedicada a introducir la revolución comunista en el continente mientras que en nuestros países muchos quinta columnistas o comunistas abiertos hacían todo lo necesario para ayudarla. Además el fantasma de la guerra nuclear total amenazaba a todo el mundo, una posibilidad que incluso se podía detonar por equivocación o por el descriterio de algún fanático idiota.

Hoy todo eso se ha olvidado, aunque la gente sigue aterrorizada por amenazas inventadas, artificiales. Resulta que en esos años los políticos se dieron cuenta de lo útil que resulta tener a la población asustada así es que desde entonces se dedican a inventar catástrofes inminentes: ecológicas, epidemias, financieras, políticas, creando revueltas sociales, etc. Todo lo que ayude a asustar a las personas les sirve. 

Pero si miramos objetivamente lo que está pasando, nunca antes habíamos estado tan bien, nunca habíamos sido tan ricos en términos materiales. El solo hecho de tener Internet es una riqueza inconmensurable, una ventana abierta de comunicación con todo el mundo, una biblioteca infinita a escala humana, en fin, recuerdo que cuando chico para hablar por teléfono de una ciudad a otra (larga distancia) se pedía la llamada en la mañana y había que esperar hasta la noche a veces para que dieran la conexión.

El descontento, el miedo y el pesimismo de la gente de hoy es, creo, la mejor demostración que ninguna cosa material puede hacernos felices, ni siquiera en el mediano plazo. Si Platon resucitara y se instalara en Nueva York a todo trapo, seguramente estaría maravillado con todo lo que dispondría... pero solo por algún tiempo, antes de un año se produciría esa anestesia que causan los bienes materiales cuando nos acostumbramos a ellos.

Esa es la principal razón por la que pienso que la gente de izquierda son profundamente idiotas: los que se preocupan de la "justicia social", así como los resentidos y los ambiciosos que sueñan que cuando tengan cierta riqueza serán felices, no se imaginan que seguirán siendo igual de desgraciados, con o sin riqueza, porque el concepto de pobreza es más que nada psicológico. Todos somos billonarios hoy, vivimos en el mejor de los mundos y ni siquiera nos damos cuenta.

11 comentarios:

  1. Mi granito de sal, amarga: no las izquierdas no son idiotas, solo son mentirosos, usan las desigualadades, injusticias, abusos y toda su musica, solo para conseguir apoyo, lo que en verdad quieren es el poder para apoderarse del dinero del pais y mantenerse ahi.
    La experiencia es consistente: Stalin y los que siguieron, Mao, los Castros, los norcoreanos, los venecos, Ortega, todas los paises que estuvieron en la orbita sovietica. Hasta los con prensa occidental favorable, como Tito y otros eran satrapas dueños del pais hasta su muerte o derrocamiento. EL objetivo de las izquierdas es la ubre estatal, mas precisamente el pezon...

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  2. Claro, hay dos clases de gente de izquierda una clase es enorme y la otra muy pocos. La multitud son los militantes de izquierda, los corderos a quienes les explotan la ambición y el resentimiento, con la falsa promesa que teniendo más bienes materials serán más felices. Eso no pasa nunca.

    Lo otros, dirigentes, ideólogos, parecen pillos peros son todavía más idiotas, se rodean de lujos a costa de los giles pero ¿viven más felices? ¿Castro, Stalin, Maduro, Chavez vivieron felices? Lo dudo, poca gente ha sido tan odiada por los suyos como ellos. CLaro que siempre aparecen como arrogantes y ganadores, pero esos deben ser los más pobres diablos de todo, con lujos, yates y todo lo que quieras, ser objeto del odio de millones de personas no se lo doy a nadie.

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  3. El problema es que si le cuentas eso a los jóvenes, no es que no lo crean es que no les importa. Quieren mas, quieren lo que no tienen, siempre que "otro" se los de.
    Nunca hemos estado mejor, eso es la pura verdad.

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  4. La mayoría de los jóvenes siempre han sido estúpidos Máximo, tienen esa seguridad absoluta que da la ignorancia y la inexperiencia. Creo que todos pasamos por eso

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  5. El avance material fue inmenso. Cualquiera que pasa los 50 puede recordar una niñez con muchas menos cosas, inclusive los considerados ricos o clase media acomodada tenían muchas menos cosas.
    A veces me ataca el deseo de ahorrar en las tontas compras. La mitad de lo que traemos del supermercado no existìa y nadie lo necesitaba. No hace falta comprar jugos o gaseosas, la gente tomaba agua. Otras compras son un montòn de preparados que se hacìan en las casas: cosas que ya estàn cortadas, mezcladas, adobadas, etc.. pero que hacerlo uno mismo no cuesta nada. La cantidad de dulces y bocadillos ! Por meses, durante mi niñez el dulce era un frasco con dulce que mi madre o alguna pariente habian hecho con frutas de algún arbol y azúcar y agua. La fruta iba cambiando con las estaciones. Eso se untaba en pan. A veces había miel que vendía directamente un recolector.
    La ropa se surcìa y desde luego se heredaban las prendas de los hermanos mayores (y los parientes muertos) . En fin, nuestro consumismo es espantoso. Si en casa gastaramos la mitad - y no somos una familia que se destaque por el consumo - creo que viviríamos igual, probablemente con mas salud. Ah, y llevabamos y traìmos la botella de leche o de aceite y usabamos el papel de envolver varias veces. No generàbamos ni la cuarta parte de residuos que ahora por envases de descarte inmediato. Uls, en modo ahorro.

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  6. Sin duda Ulschmidt, la diferencia es abismante. Si alguien nos hubiese dicho en los 60s o los 70s todo lo que tendríamos ahora pensaríamos que todo el mundo debía vivir felíz para siempre con todo eso. No es así.

    Una buena muestra es la estatura de los hijos, el Tomás Jr mide más de 1.80 mt y todos sus amigos de la escuela hoy son mucho más altos que yo, que mido 1.72 y parezco petizo al lado. Uno va a la escuela y a la universidad y es muy raro ver a esos chiquitos de un metro cincuenta y tanto que siempre teníamos en el curso, varios de mis amigos son chicos, hoy hay que buscar con lupa para encontrar a un menor de 30 que sea chico.

    Yo jamás soñé cuando jóven llegar a manejar un auto, menos llegar a tener uno, eso era para las familias de mucha plata. En fin, tenemos de todo y más que antes pero igual todo el mundo se queja. No existe límite para las necesidades materiales, apenas tenemos algo enseguida queremos más

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  7. Quien diría que el clásico pollo con papas fritas que pido en cualquier restaurant desde chiquito era un lujo. Me siento un magnate ahora jajaja. Por otro lado, es curioso leer sobre Galway porque es un lugar que me interesa conocer algún día.

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  8. Crecí en un pais donde el pollo era lujo de ricos y el pescado comida de pobres. El mundo cambia y uno apenas se da cuenta de lo que tiene.

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  9. Así es, uno nunca se da cuenta de lo que tiene. Y a propósito de pescados en 1969 en Arica el sandwich de albacora era comida lel pueble y a nadie se le ocurría que los jureles sargos o pejesapos fueran aptos para el consumo humano

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  10. Galway es muy hispana o relacionada con España, dicen,
    A mi siempre me interesò la leyenda de los "Mile Spain" y en general la vinculaciòn prehistòrica de España, en especial Galicia, con Irlanda. Aparentemente son la misma gente, incluso corroborado ahora por genética.
    Y el pollo al horno con papas es una gloria de la civilizaciòn. Uls

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  11. Claro,en Galway hay -o hubo- una minoría de "irlandeses negros" con pelo y ojos negros, claro que la mayoría son célticos, con ojos grises, crespos y una enfermedad heredada de los vikingos que se les agarrotan las manos, el McDonnell perdió un dedo con eso y tiene otro agarrotado que no lo puede estrirar, es super raro

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"