El azar, el determinismo y mi buena suerte

¿Qué es el azar?
Haciendo una simplificación grosera, podríamos resumirlo así: azar es lo que no podemos predecir. Pero esta definición no basta porque hay muchas cosas que no podemos predecir por ignorancia , falta de información, limitaciones de nuestros sentidos o límites de nuestra capacidad para conocer, hay muchas cosas que caen en esas categorías y no son exactamente azar. 

El verdadero azar, ontológico, es el que no podemos ni podríamos predecir nosotros ni nadie, de ninguna manera incluso en condiciones teóricamente ideales, como por ejemplo si tuviésemos una ciencia perfecta y pudiesemos manejar información infinita con velocidad instantánea. 

¿Existe esa clase de azar? ¿O todas las cosas son predecibles en principio porque obedecen a mecanismos que tal vez no conocemos?

Las afirmaciones generales son más faciles de negar que de afirmar, porque nos basta con encontrar un solo caso en que la afirmación no se cumpla para poder afirmar que la generalización es falsa, y aunque algo se cumpla miles de millones de veces, nunca podremos afirmar que siempre se va a cumplir, la repetición de un resultado no permite fundamentar nada

Matemáticas y ciencia
Al menos en matemáticas es así, porque en ciencia el asunto es todo lo conterario. La conjetura de Collatz, un problema muy sencillo de entender y que se cumple con billones de experimentos, nunca ha podido pasar a ser un teorema, porque mientras no exista una demostración analítica se queda solo en conjetura, aunque se compruebe en cuatrillones de casos.

En ciencia las cosas funcionan al reves: basta con que una hipótesis se pueda demostrar con unos cuantos experimentos y ya pasa a considerarse una ley o principio de la naturaleza. El extremo en este caso son los experimentos del CERN, cuyos resultados ni siquera se duplican, porque no existe otro laboratorio en el mundo que pueda replicarlos.

Así podemos ver que esa ciencia que tanto admiramos y en la que confiamos casi ciegamente -algunos hasta llegan a hablar de "verdades científicas"- es muchísimo más precaria de lo que la mayoría de la gente cree.

Bueno, para efectos prácticos la ciencia es el método preferido para predecir que tenemos los seres humanos modernos. No es el único pero si el más prestigioso, predecir es una necesidad fundamental para tomar decisiones y para eso necesariamente debemos creer a priori que existe la causalidad.

Azar y religión
"Nada viene de la nada" escribió Parménides, y eso se relaciona con las ideas de "ser" y "nada" de la tradición filosófica de Grecia. Según ellos, al no existir, la nada no puede dar origen a nada, lo que parece muy lógico al sentido común... pero el diablo está en los detalles. 

Las tradiciones judaicas en cambio dicen todo lo contrario: que todo viene de la nada, porque todo fue creado por Dios que es la "causa primera" al decir de Tomás de Aquino. Y la afirmación que no existe causa primera no tiene más fundamentos que la que dice lo contrario. Ninguna de las dos son verificables, son solo cuestiones de opinión o de fe

Para que nos sirve
Para tomar decisiones es vital para nosotros conocer las causas de las cosas y asi predecir sus efectos. Para eso usamos de preferencia la ciencia, que observa las regularidades. Lo que se repite en iguales circunstancias es probable que se seguirá repitiendo siempre, y si no ocurre así se busca otra explicación y listo.

Entonces aparece el azar: causas inesperadas que rompen el ciclo de las repeticiones normales. Hay dos maneras de enfrentar esto: podríamos pensar que todo es como un mecanismo de relojería que obedece a causas y efectos, entonces lo que atribuimos al azar se debe solo a incapacidad o limitaciones de nuestro conocimiento.

Que pensaban los griegos
Los griegos conocían muy bien esto, así es que en las tragedias, cuando el héroe estaba en un lío terrible, ocurría algo inesperado irracional y muy improbable: eran los dioses que le echaban una manito "Deus ex machina" se llamaba eso, porque alguno de los dioses se aparecía bajando de un grua (machina) o salía de un subterráneo para arreglar el entuerto.

Si todo fuese mecánico y predecible la vida sería terriblemente aburrida, el azar puede traernos  una herencia inesperada (buena suerte) o que nos atropellen y quedemos paralíticos (mala suerte). Por deformación cultural siempre tratamos de racionalizar la buena o mala suerte que, cuando es impredecible, resulta absurdo buscar "causas" racionales.

Simplificando podemos decir que el azar es falta de información y da lo mismo si es producto de causas y efectos encadenados o simplemente tien una sola causa primera (Deus ex machina) nunca podremos saberlo.

Las trampas de la razón
El cerebro nos puede hacer trampas en nuestra obsesión por buscar causas. Si vemos que los autos paran frente a un semáforo en rojo podríamos pensar que la causa que el semáforo se prenda en rojo es porque paran los autos. Hay muchas trampas por el estilo donde confundimos causas con efectos o atribuimos como causa algo que no lo fue, la ciencia ha estado llena de esos errores de racionalización.

La predestinación calvinista
Una de las teorías más curiosas que existen sobre esto es la predestinación en la religión calvinista, que dice que Dios eligió desde antes de nacer a los que se irían al infierno y los que se salvarán, no hay nada que hacer. Eso se parece mucho al determinismo de muchos científicos modernos (la mayoría) que creen que el universo es un mecanismo de relojería con causas y efectos inevitables, que el azar ni la libertad existen sino que es un simple asunto de falta de información.

Llevando todo esto a una reducción al absurdo, no coincide con nuestra experiencia esa idea que todo es azar, si fuese así no podríamos tomar decisiones y sería todo un caos, algo de causalidad debe existir. Pero en la otra punto ¿es todo causal? Entonces tienen razón los calvinistas así es que no vale la pena hacer nada ¿para qué?

El camino del héroe
Todo esto sale en las tragedias de los griegos, son ideas que ellos ya tenían. El hombre está predestinado y la buena o mala suerte la trae desde que nace. Pero también está el héroe, que es un poquito más que el hombre y se levanta contra el destino para cambiarlo.

Pero no puede solo, ningún hombre puede, para eso necesita la ayuda de un Dios, que si es libre y puede cambiar lo que quiera, y ayudando al héroe puede bajar de una grua y cambiar todo a su favor  "Deus ex machina"

La diosa más caprichosa
Cuando hablamos de "Fortuna" resulta que ese es el nombre de una diosa griega, la más caprichosa e impredecible de todas, como ven, esos griegos sodomitas pensaron en todo. desde el punto de vista matemático existen dos teoremas, uno de Turing y el otro de Goedell que permiten concluir que -al menos matemáticamente- si existe el azar ontológico, es decir algo absolutamente impredecible, no por falta de información sino que exitiría aunque tengamos toda la información del universo.

Mis amuletos
Bueno, ahora que se que existe el azar absoluto -al menos en matemáticas- creo que tiene sentido tomar el camino del héroe. Para cambiar mi destino y mi perenne mala suerte tengo que engatusarme a una divinidad, a la caprichosa Diosa Fortuna y para eso le prendo sus cigarritos a mi chanchito de la buena suerte y al ekeko, además de una serie de otros amuletos que tengo en mi oficina. 

Si uno quiere tomar el camino del héroe no puede hacerlo sin ayuda de los dioses. Y parece que resulta porque estoy muy cerca de recibir una importante suma de dinero, inesperada y por pura suerte, a menos que el capricho de Fortuna no diga otra cosa y me aparezca un cancer o algo así. Pero en fin, son cosas que no están en mis manos así es que para qué me preocupo.

En realidad toda esta latosa entrada se me ocurrió a propósito de mi golpe de buena suerte, pero no salió de el par de neuronas que me quedan, sino que es una condensación de una estupenda charla del físico Francisco Vinagre, dura más de una hora así es que pensé que sería buen idea condensarla para ustedes e intercalar un poco de mi experiencia personal en el asunto.