Justo cuando no se me ocurría sobre que diablos escribir hoy, leo un interesante comentario de nuestra ilustre regular Mónica en Facebook respecto de la entrada de ayer sobre el "debate constitucional", dice así:
"Muy bien Tomás. Pero Bachelet lo considera (el proyecto presentado) un tremendo retroceso"
Creo que ese comentario apunta al centro del asunto que se está debatiendo: se trata de un dilema, no de un problema y la diferencia entre ambas cosas la expliqué hace tiempo en la entrada La diferencia entre un problema y un dilema.
Para los que no quieran darse la lata de leer toda la entrada les diré la diferencia en muy pocas palabras: un problema es algo que tiene una solución, aunque sea muy difícil pero esa solución sabemos que existe. Un dilema en cambio no tiene solución porque sus consecuencias se basan en imponderables como los valores, ideologías o el azar.
Veamos por ejemplo la discusión sobre el aborto
Aterrizando al comentario de Mónica, es totalmente correcto eso que Bachelet, los progres y ciertamente los merluzos considerarn un "retroceso inaceptable" por ejemplo cosas como que se limite el "derecho" al aborto.
Uno puede pensar que es una estupidez pensar que el aborto -un asesinato- pueda ser un derecho, pero que diablos, en su ideología progre es así y lo consideran un punto intransable.
Por otra parte otra gente por motivos religiosos, morales o ideológicos puede considerar igualmente inaceptable siquiera imaginar que alguien pueda decidir matar un feto, un embrión o incluso un óvulo fecundado.
Asi como algunos pensamos que pueden haber buenos argumentos para eso, para los progres eso parece una actitud cavernaria, retrógrada y blablabla, yaba daba.
Así como está planteada la cosa. El aborto es un perfecto ejemplo pero hay varios otros temas como el alcance del derecho de propiedad, el alcance coercitivo del estado y vaios más que todos conocemos. Son dos posturas irreconciliables, no existe ni una posibilidad de solución de consenso porque el dilema es aplastarlos o dejarnos aplastar.
¿Recuerdan a Daniel Stingo cuando dijo lo siguiente?
“Los grandes acuerdos los vamos a poner nosotros y que quede claro, y los demás tendrán que sumarse. Nosotros los que no somos de derecha, para que quede clarito para que no nos empecemos a dar vueltas”
Veamos el contexto, recién se habían elegido los integrantes de la primera comisión constitucional (o como se llamara) donde la ultraizquierda gracias a cupos especiales, chanchullos, leyes de cuotas y un padrón de votantes muy restringido sacó una gran mayoría de personas.
Y con la embriaguez que da un fuerte triunfo electoral dijo que como ellos eran mayoría iban a pasar la aplanadora sobre los demás, les guste o no.
"De eso se trata la democracia, el que gana las elecciones impone su voluntad" decían los progres, lo que es parcialmente correcto. Sin embargo las elecciones pueden ser arregladas, distorsionadas, etc. con muchos mecanismos.
Los políticos aprendieron hace muchos años a pasarse la representatividad por donde no asoma el sol, les basta con la formalidad y ese era el caso.
Por eso yo he advertido, cien veces y en todos los tonos: estos no son partidos de fútbol donde solo interesa ganar elecciones como sea, lo que hay que hacer es conseguir mayorías de verdad, estables, convencidas, sin cuchufletas, APLASTANTES.
Stingo amenazaba con una pistola de agua. Habían ganado las elecciones, cierto, pero no eran mayoría ni representaban a nadie, era solo una cuchufleta, los republicanos debemos evitar ese error a toda costa.
Y no hay nada que negociar en esto. Uno negocia las cosas que considera negociables. ¿Voy a negociar yo con un ladrón que me amenaza con un cuchillo? Claro que no y si tengo una pistola a mano le pego un tiro. Las respuestas deben ser retributivas a la amenaza.
Hace unos años, otro subnormal de apellido Quintana declaraba
"Nosotros no vamos a pasar una aplanadora, vamos a poner aquí una retroexcavadora, porque hay que destruir los cimientos anquilosados del modelo neoliberal de la dictadura. El lucro, la selección, la discriminación y la mala calidad. Esas son las características de un modelo educacional que tenemos hoy día, y por lo tanto estos anuncios que hoy día ha planteado la Presidenta Michelle Bachelet van en la línea absolutamente contraria".
Justamente por lo legítimo de su triunfo no es necesario "la gran stingo". Sería vulgarizar un logro que está haciendo la diferencia a la hora de poner las ideas sobre la mesa. Es mi humilde opinión.
ResponderBorrarYo creo que hay que hacer valer la mayoría con tuti, indepeendiente si se apruebe o no el proyecto, eso es lo menos importante.
BorrarLos "gestos versallescos" dejan muy contentos consigo mismos a mucha gente de derecha, creo que son un error.
Si algo útil he aprendido en mi perra vida después de tantos años de negociar con sinverguenzas -que van desde indígenas hasta asiáticos- es que cuando se trata con gente así, la única manera que te respeten es cagarlos, hacer lo mismo que hacen ellos pero multiplicado por dos.
No le puedes enseñar a gente a el que no es gente, y eso no lo digo en modo despectivo hacia merluzos, progres o lo que sea, sino que a una realidad: uno tiene que hablar el mismo idioma y jugar con las mismas reglas para no ser avasallado.
Ellos no son gente en el sentido que no comparten nuestros valores más apreciados, nosotros tampoco compartimos los de ellos. Mientras uno no entienda eso está condenado a hacer el ridículo y ser abusado una y mil veces.
Yo tuve un gran éxito negociando con los japoneses, que en negocios tienen las costumbres más sucias y cínicas que he visto, le ganan a aimaras y huilliches que había conocido antes.
¿Como me iba tan bien con ellos? Porque partí cagándolos, con un gran engaño, un faenón como los que había aprendido bien trabajando con mis amigos emplumados del Perú. Fue un golazo, cuando se dieron cuenta que los había cagado subí a la categoría de ídolo y me respetaban más de lo que respetaron nunca a mis jefes, que llevaban años negociando con ellos.
Creo que es un asunto mucho más profundo de lo que parece, no se puede negociar con otro que es 100% opuesto usando el idioma que hablamos entre nosotros, nuestros códigos, etc.
Tampoco tiene nada que ver con despreciar, enojarse ni nada de eso. Simplemente se trata de hacer las cosas bien, hablando en el idioma que ellos entienden.
A propósito de esto último, después de las fricciones iniciales yo hice tremendas amistados tanto con japoneses como con los aimaras que trabajaba. Era su igual, mientras que los que los trataban con guante blanco no eran respetados y los trataron siempre un poco como estúpidos.
Esa es mi experiencia al menos, podría estar equivocado pero es lo que vale para mi
¡La mayor humillación que le podemos hacer al merluzo es que tenga que firmar una constitución ultra pinochetista
ResponderBorrarDe yapa: se ganaría el desprecio de los pocos arbóreos que le quedan
Pobre merluzo y pobres comunistas. La mayoría de la gente cree que ellos son los peligrosos, pero están neutralizados hace muchísimo rato. El verdadero peligro está en la socialdemocracia que cruza a casi todos los políticos tradicionales que van a cumplir treinta años chupándonos la sangre.
BorrarPoca gente se da cuenta de la bestia negra que se esconde detrás de la ideología de los social demócratas
Totalmente de acuerdo. La gran Stingo y ojalá multiplicada por dos.
ResponderBorrarEsto es una guerra y en las guerras actuales el "No mercy" es la norma.
Debe ser sin piedad, para que nos teman. ¿Donde nos ha llevado la postura caballeresca y buenista? Perdonen el francés como dice Tomas, pero nos ha llevado a la CDSM. Y ahí estamos, con posibilidad de salir, pero ahí estamos.
Claro que si Marcelo. Y ni siquiera tendríamos que enojarnos ni hacerlo por rabia, se trata simplemente en hablar en el mismo idioma que el adversario, jugar con sus mismas reglas, nada más.
BorrarHasta podemos seguir siendo grandes amigos, pegándonos patadas en las criadillas con una sonrisa en la boca, tal como era en los viejos tiempos.
Para eso deberíamos dedejar de moralizar la política, ese fue el dudoso "aporte" que los mil veces malditos jesuitas inocularon a los hippies y sus dependientes.
La política no es un asunto moral sino de defender nuestros legítimos intereses.
Yo nunca he pensado eso que la izquierda esté equivocada o que los comunistas sean unos malvados, simplemente tienen los intereses opuestos a los nuestros y hay que cagarlos, nada más que eso.
Todo mejoraría bastante si volviésemos a la vieja política de los bamquetes, pero mientras eso no llegue hay que pegarles donde más les duela, una y otra vez. Sin ninguna odiosidad eso si, just business
Al final el tema constitucional debe dejarse a criterio de cada uno y no hacerse tantos rollos al respecto. De hecho sería contraproducente hacerlo.
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