25 febrero 2022

Refrito del sábado: Los frutos del crecimiento

Durante muchos años hemos estado bajo una campaña feroz y sostenida que dice que el crecimiento económico no es importante porque solo beneficia a los más ricos y perjudica a los pobres. Que el problema no es el crecimiento sino la "mala distribución de la riqueza". Es una mentira absurda que se desarma sola pensándolo un mínimo, además existe la experiencia práctica de los que conocimos cómo se vívía en Chile en los años sesenta y cómo se vive hoy. Pero ese no es lo que quería poner cuando escribí la entrada original, sino explicar por qué algunos efectos económicos son más difíciles de percibir que otros.

Por ejemplo todos podemos percibir el efecto de corto plazo de los subsidios y bonos que repatrte el gobierno, lo peor es que nos acostumbramos a ellos y ajustamos nuestros hábitos de gasto a los nuevos ingresos: hemos adquirido nuevas necesidades, que al principio nos producen felicidad, pero cuando nos acostumbramos hemos quedado dependientes de ellas. En cambio los efectos del crecimiento económico no los percibimos hasta pasados un par de años por lo menos, y de igual manera nos acostumbramos a los mayores ingresos y adquirimos nuevas necesidades.

En mi caso ocurrió con el agua caliente en la ducha. Cuando vino por primera vez mi primo Mario de Australia, hace muchos años, lo llevé a alojar al hotelito de un amigo y se quedó estupefacto al ver que la ducha no tenía agua caliente. A mi me asombró mucho y le dije "pero hombre, en Arica es ridículo ducharse con agua caliente, si acá no hace frío". Bueno, pasó el tiempo y yo instalé agua caliente en mi casa: hoy no me imagino duchándome con agua fría, sería impensable, me congelo aunque haya un calor de diablos. Había adquirido una nueva necesidad.
 
Algo parecido pasó con millones de chilenos desde mediados de los ochenta hasta hoy, como los gatos gordos empezaron a adquirir más y más necesidades sin las cuales no podían vivir. Es mucho peor con que nacieron después del año 2000, que no se imaginan como sería la vida sin cosas básicas como un auto o llenar los carritos en los grandes supermercados. Habíamos caído en la trampa del ingreso medio y eso dio la oportunidad a los demagogos de explotar el resentimiento y la envidia, dos características profundamente humanas. Pero en fin, vamos de una vez al refrito

Los frutos del crecimiento (publicado originalmente el 11 de abril de 2011)
La idea de que el crecimiento económico de los países trae más bienestar a las personas parece afianzada, al menos en Chile donde la gente se alegra cuando el país crece. Algo que hoy nos parece obvio no era aceptado en un pasado cercano, como cuando yo era un baby (uhhh). En los años 60 la teoría económica aceptada por el populacho era que para que aumente el bienestar de las personas no se necesitaba crecimiento, sino una mejor distribución de la riqueza existente.

La teoría venida desde la izquierda tenía visos de seriedad y era respaldada por economistas respetables, Pedro Vuskovic en los años 60 era Director del Instituto de Economía de la Universidad de Chile lo que lo convertía en el economista de mayor prestigio del país.

Sin embargo sus credenciales académicas no eran muy claras. Nunca estudió un postgrado, se tituló de ingeniero comercial en la Universidad de Chile, donde hacía clases de estadísticas y luego trabajó más de 20 años en la CEPAL lo que lo llevó al top de nuestra economía. La teoría de Vuskovic era que Chile era pobre (el segundo país más pobre de América Latina, después de Haití según sus propias estimaciones) porque existía un exceso de capacidad ociosa.

Ponía como ejemplo los latifundios que entonces eran enormes y sub utilizados, claro que confundía causas y efectos porque decía que la solución era dar la tierra a quienes la trabajan, que ellos trabajarían con más ganas y el crecimiento vendría solo por vía de la redistribución virtuosa. 

Ese ejemplo lo extendía a toda la industria privada diciendo que con las fábricas en manos de los obreros la productividad se dispararía ayudados por el estado, que sería el propietario y repartiría los frutos aumentando la demanda, lo que incrementaría el crecimiento y etc. Lo que era un simple problema de capital escaso, el lo atribuía a una compleja -y errónea- explicación psicológica sobre la motivación.

En esos años la teoría económica ya estaba bien desarrollada y en las universidades norteamericanas se venía de vuelta del keynesianismo, pero a nosotros nos llegaba todo con 20 años de atraso y en las universidades chilenas todavía enseñaban economía marxista tal como se enseña hoy en universidades de Bolivia o incluso en provincias del Perú. Sin mencionar la influencia tóxica de la CEPAL y su Teoría del Desarrollo, invento 100% latinoamericano.

¿Como se explica que alguna vez la gente llegara a pensar que se podía tener bienestar sin necesidad de crecimiento económico? No es difícil de entender y creo que lo vemos en Chile y en todo el mundo a cada rato.

Cuando un país crece económicamente, lo primero que la gente se pregunta es por que no han subido sus ingresos personales. Es bien estúpido -aunque humano- creer que el crecimiento económico general se debería traspasar inmediata y automáticamente a cada persona.

Hay muchas razones por las que esto no ocurre, la Curva de Kutznets por ejemplo, que propone que el crecimiento se acelera mientras existe desigualdad y se desacelera en la medida que la gente se enriquece, pero otras razones son bastante más evidentes, la inercia puede hacer que los flujos de distribución tomen años en cambiar. Además no tiene por que haber una relación directa y automática entre el enriquecimiento del promedio y el de una persona o grupo en particular: si alguien es flojo, tonto, borracho, derrochador o con mala suerte será pobre aunque viva en el país más rico y benevolente del mundo, no hay remedio para eso.

El problema es que nadie se atreve a decir esto claramente y los políticos venden la ilusión de que si el país crece todos se verán favorecidos, lo que es evidentemente imposible. Esto produce el círculo vicioso de que apenas hay algo de crecimiento todos salen a exigir "su parte", especialmente en forma de subsidios y ayudas del estado, vienen las alzas de impuestos para entregar bienestar y como resultado todo el crecimiento trabajosamente obtenido se va al diablo.

5 comentarios:

  1. Entre los pajarracos convencionales hay , no pocos, que alegan sobre los "derechos de la naturaleza", contra explotarla y el "extractivismo", que por supuesto seria patriarcal y capitalista, y abogan por el decrecimiento o al menos crecimiento cero. Siguen, o leyeron alguna leserita, de un italiano que no recuerdo.
    De ahi a instalar esas tonteras en la constitucion...

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  2. Yo creo que en esto de la comisión constitucional o como se llame, mucha gente no se da cuenta que mientras más estupideces incluyan es mucho mejor, eso ayuda al rechazo de salida y si igual se aprueba la hará una constitución efímera. Una constitución absurda no durará en Chile, solo hay que hacer memoria

    "La Constitución Política y Permanente del Estado de Chile de 1823 (277 artículos), llamada también «la constitución moralista», su principal redactor fue Juan Egaña. Fue discutida y aprobada por el Congreso General Constituyente electo en 1823, el 29 de diciembre. Fue derogada en 1824, durante el gobierno de Ramón Freire"

    Ojala que el proyecto esté repleto de artículos descablellados, lo realmente peligroso sería que parezca sensata y moderadamente progresista.

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  3. Yo creo que la situación es sencilla.
    Los políticos de izquierda, le venden al 80% idiota los argumentos que más temprano que tarde los llevarán al poder.
    Son argumentos absurdos basados en estupideces como las de Vuskovic, pero funciona. Ganan elecciones y se reparten la torta. Dejan la zorra y hay que empezar de nuevo.
    Al que tiene un Lada le prometen un Toyota y al que tiene un Toyota lo seducen con un Audi. El que tiene un Mercedes no les cree y vota en contra. Al final nada de eso ocurre, cagan la economía y todos vuelven a la bicicleta, menos quienes en realidad tienen y que mientras pasa el chaparrón, ponen sus lucas a buen recaudo fuera y siguen con su Mercedes a la espera de que no les toque portonazo y cambie el viento. Es nuestro sino.

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  4. Así mismo ocurre Marcelo, al final el 80% es el que se jode, el 20% como son más vivos, incluso en las peores condiciones encuentran como salvarse. No solo pasa en Chile sino en todo el mundo.

    El 80% se queja amargamente y reclama por las injusticias del mundo, el 20% calladitos ven como arreglárselas y salir más o menos bien del temporal, a veces les resulta y a veces no, pero en el largo plazo, por actitud, son los que se salvan.

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  5. Los "amarillos", basicamente ex concerta buenista, esperan que se automodere la convencion o seran capaces de llamara votar en contra. Sin embargo lo mas probable es que se apruebe, los popularicos estan delirantes, y votaran a ojos cerrados, por ejemplo ya le estan llevando guaguas con empacho al Burric para que se los quiebre, les haga imposicion de manos y sanidades varias...
    Ayudara bastante, como dices, que el proyecto sea lo mas delirante posible, pero es probable que solo sea la tactica del tejo pasado y simulen moderarse para obligar al buenismo a apoyarlos como mal menor.
    ¿Cuanto durara? Lo que tarde en formarse masa critica para aplastarlos. En general las leseras duran poco, la "nacionalizacion del cobre es del 71, duro 2 años, solo que una revolucion triunfante de izquierda, lleva implicito el "para siempre", que nunca es tanto, pero puede durar los decenios que las FFAA demoren en rebelarse

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"