26 marzo 2024

La ley de inteligencia

Ya sé que he escrito mucho sobre el asunto pero aquí voy de nuevo, porque la falta de inteligencia nos perjudica y es algo que de lo que todos hablan, incluso los completos ignorantes como este servidor que escribe. 

Este es un tema abierto a la opinología y en ese sentido colocaré por escrito algunas de mis deschavetadas ideas sobre el tema. Aquí voy:

Un breve repaso histórico nos lleva a los primeros sistemas de inteligencia que tuvimos, fueron militares y se desarrollaron mucho en los años de don Diego Portales, cuando tuvimos que enfrentar a ese maestro del espionaje que fue don Andrés de Santa Cruz, el Napoleón aimara.

Después de esos años los gobiernos siguieron desarrollando sistemas de inteligencia, destinados principalmente a conjurar las amenazas exteriores. Durante la Guerra del Pacífico Chile tenía un sólido sistema de espías que incluyeron a Arturo Prat y al ingeniero Juan Agustin Cabrera, que sobrevivió de milagro al combate naval de Iquique.

Estos sistemas se siguieron desarrollando durante las Guerra Civil de 1891 donde empezaron a enfocarse en inteligencia interna o seguridad del estado. 

Para el año 1920, cuando empezó lo que yo he llamado La Republica Socialista de Chile y la inteligencia se volcó casi totalmente a los servicios de seguridad del estado y también del golpismo tenía lo suyo.

Entre 1920 y 1973 fueron 53 años agitados y decadentes, donde nuestro país emprendió su primer experimento socialdemócrata. Fueron años repletos de demagogia, antipatriotismo, traiciones y robos. Un testigo de esos años lo bautizó como "el festín de los audaces". 

En esos años surgió -y creció desmesuradamente- la policía política, que estaba a cargo de una sección de la Policía de Investigaciones, eran los famosos "Guatones de la PP" que estuvieron al servicio del gobierno de turno hasta 1973 con Allende.

Luego vino el golpe militar y el estado de extrema agitación política en que se produjo, dio origen a la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) diseñada por el coronel Manuel Contreras.

Contreras copió el sistema que se implementó en Brasil luego del derrocamiento de Joao Goulart en 1964. El IPM (Investigaciones Policiaco-Militares) y el SNI (Servicio Nacional de Informaciones) brasileños se inspiraron en el servicio de contrainsurgencia francés que combatió a la OAS argelina y a su vez fue el modelo de la DINA en Chile. En el fondo tenían poco y nada de inteligencia porque estaban centrados exclusivamente en la contrainsurgencia y el contraterror.

Según Guillermo O´Donnell, de todos los sistemas de contrainsurgencia creados por gobiernos militares en Iberoamérica la DINA fue la que acumuló más fuerza pues "alcanzó tal poder y autonomía que en ocasiones actuó por sobre las decisiones y criterios de la propia Junta Militar".

Todos estos organismos de contrainsurgencia -mal llamados de "Inteligencia"- tuvieron importantes éxitos tácticos, pero estratégicamente resultaron un desastre, causando un grave daño reputacional a los gobiernos para los que trabajaron. Falta de inteligencia, en el sentido más amplio.

En 1990 vuelve la democracia, más bien dicho la social democracia, con los señores políticos. Y se produjo un rebrote del terrorismo, principalmente por dos grupos armados y financiados por Cuba: El Frente Patriotico Manuel Rodriguez, brazo armado del Partido Comunista y el Movimiento Juvenil Lautaro.

El asesinato de Jaime Guzmán remeció al país y el gobierno de Aylwin decidió seguir con el antiguo modelo de la DINA del contraterror, creando "La Oficina", un organismo semi clandestino que cometió asesinatos, usó el soplonaje y armó montajes ilegales para desarticular a estos dos grupos, como en los buenos viejos tiempos. 

Finalmente estos grupos desaparecieron previa negociación del gobierno con Fidel Castro que -a cambio de tapar las huellas del asesinato de Guzmán- que se había organizado en Cuba y de dejar impunes a todos los perpetradores, Cuba dejó de darles apoyo y los terroristas se dedicaron a asaltar y secuestrar para comer, ya que no sabían hacer otra cosa.

Desde entonces y por un breve período nos quedamos sin terroristas, hasta que empezó el negociado forestal de los políticos que dio a luz lo que ahora conocemos con el eufemismo de "Conflicto Mapuche"  

Esto fue creciendo de manera lenta pero sostenida y hoy nos estamos acercando de nuevo a grupos parecidos al Frente o el Movimiento Juvenil Lautaro, con la novedad que ahora también tienen patrocinadores entre los políticos tradicionales.

En el intertanto Ricardo Lagos, nuestro Maximun Corruptus, tuvo la razonable idea de crear un organismo dedicado principalmente a la producción de insumos de inteligencia para asesorar a la presidencia, para que generaran algo similar al briefing que llevaba (o lleva, no lo se) todos los días el director de la CIA al presidente de USA.

Así nació la ANI (Agencia Nacional de Inteligencia), criticada por todos por su completa inutilidad. Tienen razón, sea porque a los presidentes la inteligencia les importa un pepino, o por que la planta de la ANI se llenó de inútiles, nadie se explica hoy para que diablos puede servir.

Pero en algo la ANI es criticada injustamente, diciendo en tono de burla que los funcionarios se dedican a leer la prensa y chequear la redes sociales. 

Esa es una crítica tonta, llena de ignorancia porque todos los servicios de inteligencia del mundo crean el 80% de sus productos a partir de fuentes abiertas (OSINT).

Aunque muchos no lo crean los empleados de la CIA o del MI-5 no se parecen en nada a James Bond, normalmente son amables y pacíficos caballeros, usualmente diplomáticos, que lo más arriesgado que hacen es pagar gomas en los países donde están destinados para que hagan uno que otro trabajo cochino.

Y mientras tanto ¿saben que hacen? Leen el diario, ven la tele y pasan buena parte de su tiempo haciendo zapping a las redes sociales, para tratar de formarse una idea clara de lo que está pasando y así poder redactar unos briefing de buena calidad.

O sea esa crítica que se dedican a leer el diario y el descontento porque no se infiltran entre los mapuches, barras bravas o carteles de drogas es simplemente una estupidez.

Para eso están los servicios de inteligencia policial, que desde que comenzó el nefasto binomio Bachelet-Piñera han sido destruidos completamente, promoviendo a corruptos en su jefaturas, revelando secretos que jamás debieron difundirse y persiguiendo hasta encarcelar a los que hacen bien su trabajo, como pasó con los carabineros de la Operación Huracán.

La seguridad del estado, operativamente, debe estar en manos de las policías, sus altos mandos deben ser impolutos y monitoreados con microscopio electrónico,

Pero todo lo que hagan debe ser secreto guardado bajo siete llaves, siempre, y si aparece ropa sucia se debe lavar en casa. 

Las operaciones de inteligencia policial que tiene que ver con la seguridad del estado rara vez se hacen respetando la ley, eso no ocurre en ningún país del mundo. Mucho menos con fiscales metiendo las narices y filtrando lo que se les antoja con tal de figurar. 

Dentro de cierto rango deberán cometer ilegalidades -operaciones clandestinas se llaman eufemísticamente- y nadie debe saber de eso fuera de un grupo muy selecto. Eso se llama soberanía y razón de estado. La principal función del estado es mantenerse funcionando, como sea.

Claro que hay veces que se les pasa la mano o que se emborrachan de poder, como le pasó a Manuel Contreras. En esos casos si hay que tener un mecanismo para ocupar la guillotina y cortar el mal a tiempo, Chile no tiene nada que inventar porque eso funciona así en todo el mundo. Solo deben diseñar un modelo que funcione bien.

Pero así como vamos...

2 comentarios:

  1. Muy buen articulo, resume lo que aparentemente ha pasado en ese sub mundo desde decenios. Digo aparentemente porque solo se sabe de oidas.

    Un detalle, del que no tengo ni la menor nocion: las FFAA no tienen permitido hacer inteligencia interna, pero yo apostaria un chicle usado a que la practican intensamente. Y lo apostaria pues es lo minimo que debe hacer quien este al mando.

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    1. Claro, hay muchas cosas que las saben solo pequeños grupitos que murieron en la rueda en su momento, lo que puse es más o menos lo que es general y de público conocimiento.

      Me parece que las FFAA tienen prohibido hacer "operaciones de inteligencia interna", lo que es distinto a elaborar análisis de inteligencia política y social (nada operativo) en el marco de la contrainteligencia. Es decir investigar y analizar todas las situaciones internas sociales y políticas que podrían afectar la seguridad de las propias FFAA.

      Eso ha sido siempre así, durante el Gobierno Militar los servicios de inteligencia hicieron operaciones por muy poco tiempo, cuando se tenía el estado de guerra interna, pero muy pronto eso quedó a cargo de la DINA

      En todo caso cuando yo merodeaba por los regimientos en los 90, escuché que la "sección segunda" de contrainteligencia, entregaba regularmente un análisis de la situación y riesgos de grupos subversivos a cada comandante en jefe, como insumo para tomar decisiones.

      Sin duda lo siguen haciendo en la medida que son una amenaza para los cuarteles, pero no mueven un dedo en operaciones internas, ni siquiera durante los militares

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