NULLA DIES SINE LINEA. Filosofía barata, historias, historietas, moralejas, chamullos, relatos absurdos, la vida de un vago, cosas de Arica, literatura, música, pornografía, política, física, cocina regional, minas, copete y cosas por el estilo. The awesome, absurd and often bored adventures of our Man of Mystery in Arica, from the trenches, in the Northern Front. Sacar a mil, sacar a mil. Streams of brilliance often spring from boredom. "Be yourself, but bigger"
22 febrero 2019
Las mejores ideas económicas de todos los tiempos parte 1
1. La división del trabajo
Esta fue la que hizo famoso a Adam Smitht, una idea muy sencilla pero potente: dice que a los seres humanos les conviene más especializarse que hacer de todo.Por supuesto que esto no lo inventó Adam Smith, es uno de los pilares fundamentales sobre los que se estableció la civilización, cuturas tan arcaicas como los Chinchorro por ejemplo, 9.000 años antes de Cristo, ya deben haber tenido algunos especialistas en alfarería, en pesca, utensilios, en preparar las momias, etc.
Sin división del trabajo, si cada uno tuviese que suplir solo o con sus más cercanos todas sus necesidades, viviríamos en la época de las cavernas. Dicen que esto viene de tan antiguo, que es la razón por la que los homo sapiens desplazaron a los neardentales, que finalmente se extinguieron porque en estos últimos no existía la división del trabajo entre hombres y mujeres, algo de eso escribí en mi entrada La Mujer a la Cocina. Se podría escribir mucho sobre esto pero no quiero ser latoso, pasaré enseguda a la siguiente idea
2. La mano invisible
Esta fue la segunda gran idea de Adam Smith, la pongo textual “No es por la benevolencia del carnicero, del cervecero y del panadero que podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés" (de La Riqueza de las Naciones)
(...)
"... a pesar de su egoísmo y rapacidad natural, a pesar que solo buscan su propia conveniencia... comparten con los pobres el producto de sus mejoras. Son llevados por una mano invisible a hacer casi la misma distribución de las necesidades de la vida que se habría hecho si la tierra hubiese sido dividida en porciones iguales entre todos sus habitantes y así, sin intentarlo, sin saberlo, avanzan el interés de la sociedad” (de La Teoría de los Sentimientos Morales)
En palabras aún más sencillas,la idea de Smith dice que no es con comportamientos altruistas y bondadosos, que ponen el bien común sobre el bien particular, que obtenemos los mayores beneficios, sino todo lo contrario, la suma de muchos comportamiento egoístas es la que produce los mejores efectos sociales para el bienestar, porque no existe esa entelequia llamada "bien común" sino que una suma de todos los bienes particulares que, si se dejan hacer, producen el mayor bienestra general.
3. Las ventajas comparativas
Esta idea fue de David Ricardo, otro grande de los economistas clásicos, es la base de la Teoría del Comercio Internacional y no es otra cosa que una extensión del concepto de división del trabajo desde las personas a los países. Ricardo escribió "Si los capitales ingleses pudiesen invertirse en Portugal] los capitalistas ingleses y los consumidores de los dos países saldrían ganando si tanto el paño como el vino se produjeran en Portugal". También puso como ejemplo las ventajas para todos si Francia se especializa en producir vino y Escocia en producir Whisky, parece que le hicieron caso.
Lo interesante de las ventajas comparativas es que el país no necesita tener ni una sola ventaja absoluta, basta con que produzca lo que tiene más ventajas (aunque no sea el país más aventajado del mundo para eso) y que comercie con otro país que tiene menos ventajas, ambos salen ganando. Así, las ventajas comparativas son siempre relativas.La ventaja de esta idea es que resulta muy intuitiva y se puede demostrar con ejemplos aritméticos simples. Las fuentes de ventaja comparativa pueden ser el clima, el suelo, la disponibilidad de los recursos, la cultura, etc.
Como dije al principio, esta es una extensión de la idea de la división del trabajo y tiene las mismas consecuencias. Si un país quiere ser autosificiente, no depender de nadie, autarquico y producir todo lo que consume, estará condenado a ser un país pobre, porque producirá muchas cosas que podría comprar a mejor precio a otros. Esa es la idea en pocas palabras.
4. El valor subjetivo
Cuando Marx todavía vivía y pensaba haber resuelto las contradicciones de la economía clásica, a tres economistas se les ocurrió, de manera independiente y casi al mismo tiempo, la misma idea del valor subjetivo, no es raro que pase eso, por ejemplo el cálculo diferencial e integral, se le ocurrió al mismo tiempo a Newton y Liebnitz que pelearon hasta la muerte acusándose mutuamente de plagio. Lo del valor subjetivo se le ocurrió a Jevons, Walrras y a Menger, cada uno por su cuenta.
La idea es la siguiente: en la economía clásica se pensaba que cada cosa tenía un valor objetivo que no dependía ni de la escasez, ni de la preferencia o valoración de las personas, este valor qu Marx llamó "valor-trabajo" era en el fondo lo que "costaba" hacer cada cosa: su costo de materiales, mano de obra y la plusvalía con que s quedaba el capitalista, algo que parece casi obvio ero tenía problemas porque llevaba a contradicciones insuperables. Hay cosas que no cuestan ningún trabajo en absoluto, alguien se puede encontrar un diamante inmenso con el único esfuerzo de agacharse a recogerlo, y su valor no es menor a un pedazo de carbón que costó mucho capital y trabajo sacarlo de la mina.Algo no funcionaba evidentemente con esa teoría.
Esa fue la "Revolución Marginalista" de la economía: aunque Jevons, Walrras yMenger tuvieron la misma idea, que el valor dependía principalmente de la apreciación subjetiva de las personas, los tres siguieron caminos totalmente distintos. Jvons y Walrras trataron de hacer encajar esa idea en un modelo matemático, las ecuaciones diferenciales de Walrras de mercados en equilibrio, que todavía es el modelo ortodoxo de la economía "neoclásica" pese a que es muy artificioso y pobremente predictivo, tal como las estadísticas, solo predice con éxito lo que es evidente. Jevons fundó la Economía de Cambrigde, Walrras la de Lausanne y Menger la Escuela de economía Austriaca.
5. El precio como una guerra o discusión
Una de las buenas ideas que compartieron todos los marginalistas fue que los precios en un mercado libre, se forman a partir de una discusión o guerra entre el comprador y el vendedor, donde ambos quieren sacar el mejor provecho: el comprados busca el menor precio y el vendedor el mayor, ambos tienen una idea de cuanto están dispuestos a pagar, el comprador tiene un precio máximo (más de eso y no compra) y el vendedor un precio mínimo (menos de eso y no vende), esos se llaman los excedentes del consumidor y del productor respectivamente. Una venta solo se produce cuando ambos piensan que han ganado, o sea han pagado o recibido dentro del límite de sus excedentes.
El mejor ejemplo de este mecanismo de formación de precios son los remates, en sus distintas modalidades. Un remate es el ejemplo más perfecto de la formación de precios en mercado libre y si hay algo que los economistas modernos estudian con pasión son las subastas de eBay, que es el laboratorio económico más masivo que existe para estudiar los mecanismos de precios. Las bolsas de valores que mueve los grandes capitales dentro de cada país y a nivel global son otro ejemplo de este mecanismo de formación de precios como guerra o discusión. El comportamiento del precio de las acciones son también la mejor demostración práctica de que el valor es subjetivo y que la idea de los economistas clásicos de valor como sinónimo de costos de producción era completamente equivocada.
6. El comercio crea riqueza de la nada
Hace tiempo tomé un buen curso de microeconomía del profesor Javier Vasques Cognet la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, a raiz de eso escribí la entrada No entiendo la microeconomía, donde criticaba -y lo sigo haciendo- el modelo matemático de los mercados en equilibrio. Pero bueno, lo más interesante de ese curso fue un experimento práctico, sencillo y maravilloso, donde poía verse como el comercio crea riqueza a partir de nada, porque reparte de manera óptima la satisfacción de la gente, lo pueden leer en la entrada del link.
Es curioso porque Adam Smith y todos los economistas clásicos consideraban al comercio como una actividad secundaria, al comprar barato para vender caro, colocándose como intermediario, el comerciante, según los economistas clásicos, eran socialmente perjudiciales o al menos poco valiosos porque encarecían los precios. Este es uno de los mejores ejemplo de lo errada que era la Teoría del Valor-Trabajo, que llevaba a considerar como algo perjudicial la más poderosa y valiosa de las actividades económicas. Aunque intuitivamente no e sencillo de entender, el comercio tiene un valor todavía más importante que la producción de bienes, porque es el mecanismo donde los bienes se distribuyen para alcanzar un óptimo social de satisfacción. La economía está repleta de estas grandes ideas contra intuitivas.
7. El costo de oportunidad
Esta es otra gran idea económica, que en principio parece sencilla, pero es de las más difíciles de entender y de aplicar. El costo de oportunidad dice que cada vez que elegimos entre varias alternativas tenemos el costo de no usar las alternativas que desechamos. Un ejemplo muy sencillo: al terminar la enseñanza secundaria alguien podría empezar a trabajar o seguir estudiando durante muchos años hasta sacar -digamos- un doctorado que le aumente la posibilidad de tener un trabajo bien pagado. Esa fue la alternativa a la que se enfrentó Bill Gates, calculó su costo de oportunidad y simplemente abandonó los estudio, concordarán conmigo que le fue bastante bien en su decisión esto me motivó a escribir la entrada El costo de la oportunidad perdida.
Ese es un ejemplo muy sencillo de costo de oportunidad, pero en situaciones reales su estimación suele ser muy complicada y la mayoría de las personas se equivocan al calcularlo, en toda decisión hay siempre costos de oportunidad involucrados, cuando el resultado de la decisión es malo muchas veces se debe a una estimación desafortunada de los costos de oportunidad.
Quería escribir una entrada cortita
Y miren como me alargué, que latoso estoy, y eso que se me quedan varias cosas en el tinter virtual. Tal vez tdebiera escribir una serie con esto, pero por ahora mejor me voy al sobre, hasta mañana si es que amanezco vivo (nunca se sabe).
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
gran post tomas. lo que si aun no me convence eso de que el comercio crea riqueza a partir de nada. Yo lo veo mas del punto de vista de la fisica donde nada se puede crear.. De ahi quiza la ilusion de que la riqueza es algo, y la verdad es que no es nada...
ResponderBorrarMuy bueno Tomas!
ResponderBorrarConcuerdo con er Lusho, el comercio crea riqueza al poner los bienes a disposición del consumidor y quedarse con cierta tajada; la cuantía de esta tajada es la clave, si es muy grande, nadie te compra y pierdes, si es muy pequeña, dejas de ganar y generas menos riqueza para ti, pero no se pierde, se traspasa al comprador
Que "el comercio crea riqueza de la naa" es uno de los conceptos más contra intuitivos y difíciles de entender, porque nuestro sentido común nos engaña con la idea intuitiva del valor objetivo o valor-trabajo, que tenemos muy internalizada.
ResponderBorrarPara entender como es posible que el comercio cree riqueza de la nada, podemos imaginar o hacer el siguiente experimento:
Escogemos al azar 5 hombres y 5 mujeres, luego metemos en una bolsa 10 pequeños regalos, digamos 4 para hombres (crema de afeitar, colonia, etc) 4 para mujeres (maquillaje, una cartera, etc.) y 2 neutros (por ejemplo una agenda o un pastel).
metemos los regalos en una bolsa y luego los vamos sacando a ciegas, al azar, y le entregamos uno a cada participante.
Luego pedimos a los participantes que pongan un precio o puntaje de cuanto valoran esos regalos cada uno, si son para ellos mismos. Se anotan las estimaciones de precios y se suman. Entonces la riqueza representada por esos regalos podría sumar -por ejemplo, 45 dólares.
BUeno, en seguida les damos un tiempo a las personas para que intercambien sus regalos, si quieren hacerlo, entonces la mujer que recibió la crema de afeitarla cambiará por el maquillaje que recibió el hombre, etc. Algunos incluso se quedarán con el reglo, sin intercambiarlos. Luego del intercambio, cada uno pone precio a su nuevo (o viejo) regalo y los valores se suman.
Este experimento yo lo vi en la práctica, hecho por el profesor Vasquez-Cognet en clase con sus alumnos y la suma de los valores se MÁS QUE DUPLICÓ después del intercambio.
Los objetos siguen siendo los mismos, pero su valor se ha duplicado o más: el solo hecho de intercambiar (comerciar) ha creado riqueza a partir de nada.
Ese experimento permite darnos cuenta de uno de los muchos errores comunes, instintivos, que tenemos acerca del valor de las cosas. Las cosas no tienen un valor objetivo sino que están sujetas a nuestra apreciación subjetiva. El comercio, al hacer llegar o distribuir las cosas de manera óptima CREA riqueza a partir de nada.
¿Y como se puede crear esta riqueza de la nada? Porque el valor de las cosas no depende de nada intrínseco a ellas, no depende de nada material sino solo de la apreciación o valor que le da cada comprador. El valor objetivo no existe y este experimento sencillo es una de las mejores demostraciones que he visto de un concepto tan difícil y poco intuitivo.
Está bien interesante. Lo mejor fueron los marginalistas por lo interesantes y poco conocidos que son en comparación al resto.
ResponderBorrarLos marginalistas solucionaron de verdad el problema que Marx creyó haber resuelto
ResponderBorrarSobre el valor de las cosas, Dan Ariely habla bastante acerca del componente irracional. Pone el ejemplo de las entradas para ver partidos de basketball en Duke; para comprar una entrada debes acampar varios días, y tienen todo un ritual muy extraño para asegurar que no abandonas tu puesto. Sólo al final te dan un ticket para una lotería para ver si puedes comprar la entrada.
ResponderBorrarCuando Ariely les preguntó a aquellos que no habían podido comprar una entrada cuanto pagarían por una, la mayoría llegó a un precio cercano a los 200 dólares. Pero cuando le preguntó a aquellos que sí pudieron obtener entradas en cuanto las venderían, la mayoría le puso un precio cercano a los 2000 dólares.
Estuvo justo y preciso. Nada de latoso.
ResponderBorrarBuena exposición.
A propósito de la extensión, hace tiempo leí una académica española, cuyo artículo lo reprodujeron en el sitio www.Viva-Chile.org, que ella atribuía que las personas no podían leer un texto largo por el computador, porque habían perdido la capacidad de concentrarse. Incluso decía ella, que personas de su generación la habían perdido. Todo ello, porque al hombre moderno le gusta tener todos los dispositivos encendidos.
Hay personas que les gusta leer en libros y no en formato virtual, porque les molesta.
La idea del bien común todavía la difunde la Iglesia Católica basándose en Tomas de Aquino, aun cuando esa institución tienen sus propios intereses. Y los conservadores católicos que no les interesa aprender de economía.
La economía del comportamiento muestra muchos de esas actitudes supuestamente "irracionales", todo eso es cierto pero yo le veo un gran problema: la pretensión de racionalidad que argumenta Ariely y lo demás, supone que existe una forma "correcta" y otra "incorrecta" de tomar decisiones, sin embargo la cosa real no es así. En el mundo real de la economía por ejemplo, la mayoría de las grandes ganancias se obtienen a partir de unas pocas decisiones estúpidas, incorrectas y de éxito muy improbable. Creo que ahi es donde se le cae gran parte de la teoría a los economistas del comportamento.
ResponderBorrarCometen el mismo error de Gary Becker y otros que decían que las personas siempre maximizan racionalmente sus opciones, claro que en sentido contrario, diciendo que normalmente toman decisiones de manera irracional.
El punto es que el azar es muy importante en economía, así es que no existen los comportamientos racionales o irracionales, simplemente son con mayor o menor preferencia al riesgo. Todo lo económico es siempre una apuesta, siempre incierto.
Javier, el problema no es tanto la extensión de los textos como su redundancia, muchas cosas que se escriben -espcialmente yo- están llenas de ejemplos redundantes, adornos retóricos, chistes que a veces no vienen al caso y divagaciones de toda clase. A veces un texto con todo eso puede resultar entretenido, pero normalmente sale latoso y confuso, tal como las clases qu dan normalmente los profesores en todo nivel.
ResponderBorrarEn la película "palomita Blanca" hay un excelente ejemplo de eso
https://www.youtube.com/watch?v=5puSRHN-V7U