En 2006, a inicios de la anterior administración de Bachelet, el precio del cobre se multiplicó 2,2 veces, mientras sus costos de explotación no superaban las 1,3 libras/dólar (sic ¿no será dolar/libra?). Es altamente improbable que esta conjunción se reitere, pues China, que absorbe el 45% de la demanda, obtuvo en 2014 el crecimiento más bajo de los últimos 24 años, y los costos están en 2,5 libras/dólar. En definitiva, éstos se han incrementado en 190% en la última década, tanto en Chile como a escala mundial. Es inviable que se produzca nuevamente una generación de excedentes de igual magnitud.
Creo que eso es lo medular de la columna: el precio se desploma y los costos prácticamente se han doblado. Pero hay otro detalle importante
El presupuesto nacional se ha incrementado en más del doble en los últimos dos gobiernos, respaldados en parte gravitante por aquellas otroras ganancias (la diferencial de precios programada y la valorización actual podrían significar hasta US$ 3.500 millones menos para el fisco).
Lo bonito de leer historia es como nos permite ver que muchas cosas se repiten y el "progreso moral" es en gran parte una ilusión. Entre 1851 y 1861, Chile tuvo un ciclo expansivo parecido al que se nos está terminando ahora, resultado del orden que había dejado Portales y las fiebres del oro en California y Australia, que nos compraban el trigo y otros alimentos a precio de oro.
Leo la historia de Encina como en el "decenio de Montt" se hicieron las importantes reformas en educación e infraestructura pública como ningún otro gobierno lo había hecho. La derecha en esos años estaba dividida entre los ultramontanos pelucones, defensores de los privilegios de la iglesia y las oligarquías agrarias y los Nacionales. Montt y Varas tenían su Partido Nacional que era moderadamente liberal y recogía muchas de las ideas de Diego Portales. En esos años Bastiat y Courcelle Seneuil eran influyentes tal como son hoy las ideas de Milton Friedman
El ciclo expansivo terminó casi junto con el decenio de Montt. Esos también fueron los años en que se desarrolló la minería de plata y cobre, sabrosamente relatados por Pérez Rosales en su libro Recuerdos del Pasado. Todo el mundo creía que la bonanza iba a durar para siempre y se desarrolló exageradamente la industria del trigo y alimentos, especialmente después que se terminó la demanda desde California y Australia que todos pensaban que sería eterna. Lo mismo que ahora, cuando capitalizan Codelco justo cundo el cobre empieza a caer a pique.
En cierto modo la historia se repite, luego de la Guerra del Pacífico vino una larguísima decadencia que empezó con Balmaceda con manejo caótico de la economía y autocrático de la política. Balmaceda era autoritario como Portales pero también un gran narciso, su gobierno terminó en guerra civil y murió suicidado igual que Allende.
Que los ciclos se repitan con eventos tan parecidos y que los protagonistas actúen más o menos igual con cientos de años de diferencia muestra que estas cosas algo tienen que ver con nuestra cultura profunda. No es muy diferente lo que decía Balmaceda de lo que después discurseaba Allende, o lo que discutían los cercanos a Montt de lo que dicen hoy los cercanos a José Piñera o a Buchi, son como arquetipos. Pasan los siglos y los argumentos se repiten: llega la pandilla con su demagogia y promesas de igualdad hasta que hunde al país, luego vuelve el orden con prosperidad. Y así sucesivamente.