Galileo Superstar

Con el Pepe Drago -actualmente en el cementerio- lo discutimos muchas veces: según él, el más grande era Newton, para mi era sin discusión Galileo. En una de estas fecuentes peleas de borrachos le presté el libro "Dos Nuevas Ciencias" que es uno de los pocos -el único en verdad- libro de ciencia que he leído con agrado. Mala suerte porque el Pepe se murió y no ví nunca más el libro.

Galileo fué lo máximo, en la U un profe de física nos explicaba el cambio de punto de vista para abordar el fenómeno del movimiento: antes se consideraba el reposo como el estado natural de las cosas y se necesitaba una fuerza para ponerlas en movimiento. Galileo en cambio probó que el efecto de la fuerza era cambiar el estado del movimiento que tienen todos los cuerpos.

El libro Dos Nuevas Ciencias parte con la conversación entre Simplicio y Salvati, sobre un problema común de la resistencia de materiales ¿puede un modelo en pequeña escala predecir como se comportará una construcción enorme? y así conversando llegan al famoso Problema de Galileo: cuanto se puede alargar una viga voladiza sin que caiga quebrada bajo su propio peso. La solución dada por Galileo no era correcta y el problema no se vino a resolver hasta varios siglos después, pero el diálogo es increíble.

Galileo fue el Rey de los experimentos imaginarios, cuenta la leyenda que se subió a la Torre de Pisa para comprobar que los cuerpos de distinta masa caían con la misma velocidad. Mentira, en Dos Nuevas Ciencias describe un experimento imaginario tan maravilloso que no puedo dejar de copiar un párrafo, Galileo dijo "supongamos que amarramos una piedra muy grande junto con otra pequeña y las dejamos caer, en fin, escuchemos al propio Salviati (Galileo):

“ Salviati: Pues si es cierto, y una piedra grande se mueve con una velocidad, por ejemplo, de ocho grados, y otra más pequeña con una velocidad de cuatro grados, cuando estén unidas el sistema se moverá con una velocidad menor de ocho; sin embargo, cuando las dos piedras están atadas juntamente, forman una piedra mayor que la que antes se movía con velocidad de ocho.

Por tanto, la piedra ahora más pesada se mueve con menos velocidad que la más ligera; este efecto es contrario a vuestra hipótesis. Es decir, de tu hipótesis de que el cuerpo pesado se mueve más rápido que el más ligero, yo deduzco que el cuerpo más pesado se mueve más lentamente.”

“ Simplicio: Estoy hundido... Esto es, ciertamente, superior a mi comprensión. Yo me encuentro completamente ofuscado pues me parece que la piedra más pequeña unida a la mayor le da más peso, y no consigo explicarme cómo dándole más peso no deba sumarle velocidad o, al menos, no disminuírsela”.

Genial y sencillo, Galileo no necesitó moverse de su sillón ni menos subirse a la Torre de Pisa, le bastó con este bellísimo experimento imaginario para mostrar que la teoría de Simplicio llevaba a una contradicción y no podía ser correcta.

La gente común asocia la figura de Galileo con sus problemas con la iglesia y el supuesto e puor si muove que habría agregado al momento de abjurar, creo que esa es una visión mezquina y el incidente es una anécdota barata y sobrevaluada. Galileo Superstar, el inventor de la ciencia merece ser estudiado desde la escuela primaria hasta la universidad.

Y si no les bastó con los bocadilos anteriores, aquí va otro más asombroso sacado de los Anales de física de la U. de Chile (el autor es elprofesor Carlos López, vean aquí el excelente artículo completo)

"En el libro "consideraciones y demostraciones matemáticas sobre dos nuevas ciencias ", Galileo afirma que verificó experimentalmente su ley de caída libre dejando rodar bolitas en un plano inclinado casi horizontalmente. Como los relojes en su época eran muy imprecisos, Galileo explica que midió los tiempos utilizando una clepsidra o reloj de agua. Sin embargo este método no puede alcanzar la exactitud que Galileo declara haber obtenido, para lo cual requería dividir el tiempo en intervalos iguales menores que un segundo. Este enigma ha sido resuelto recientemente (1975) por Stillman Drake (profesor de historia y filosofía de las ciencias en la universidad de Toronto Canadá), quien descubrió un manuscrito no publicado de Galileo que se conserva en la biblioteca central de Florencia (Italia) donde figuran los caminos recorridos por una bolita en un plano inclinado para intervalos de tiempos iguales. La clave de este procedimiento consiste en que no es necesario conocer los valores numéricos de los tiempos sino asegurarse que son exactamente iguales. Según Drake, Galileo resolvió esta dificultad simplemente silbando una melodía y anotando las distancias recorridas después de cada compás. Lo asombroso es método es posible conseguir una exactitud menor que una centésima de segundo, lo cual fue verificado experimentalmente por Drake entonando la canción "Onwards, Christian Soldiers" (Adelante Soldados de Cristo)".