22 diciembre 2025

La Torre de Babel

 Asi se cuenta en el Génesis:
Sin consultar a Dios, comenzaron a edificar una torre para tratar de llegar al cielo. Era un falso templo y se llamaba la Torre de Babel.

A Dios no le agradaba que las personas edificaran la torre y les cambió el idioma para que no pudieran entenderse unos a otros. Al no poder entenderse entre ellos, tuvieron que dejar de construir la torre.

Viendo un video sobre los intentos de escalar los centros de datos para hacer tareas de inteligencia artificial me vino esta historia a la mente.

La escala de la infraestructura que sostiene la inteligencia artificial actual no la hemos visto nunca antes. Se están transformando paisajes completos para convertirlos en centros de datos masivos de manera acelerada.

El consumo eléctrico de estas instalaciones ya no se miden en megavatios, sino en gigavatios -típicamente entre 1 y 2 GW de energía eléctrica, o sea comparable al consumo de una gran ciudad. 

En regiones clave como Virginia, estos centros ya devoran una cuarta parte de la red eléctrica total, y la industria anuncia que esto es solo el comienzo.

A pesar de la expansión geográfica, los límites físicos permanecen igualitos. En el interior de estos edificios, millones de GPUs procesan datos y casi el 40% de la energía total consumida no se destina al procesamiento, sino a los gigantescos sistemas de enfriamiento.

Hoy el cobre -metal que impulsó la revolución digital- se ha convertido en el principal límite técnico debido a su resistencia y el calor que genera.

Para mantener las señales vivas a altas velocidades, la distancia útil entre conexiones debe reducirse a solo unos pocos metros o incluso centímetros, obligando a las empresas a apilar amplificadores que consumen aún más energía. 

La alternativa es el reemplazo a la fotónica, donde la información viaja mediante fotones que no generan calor por fricción metálica. 

Apuestas Financieras, especulación desatada y Riesgos de Burbuja
Muchos de los que están en carrera son simplemente estafadores del tipo de Elon Musk y -a pesar que todos saben que está especulando- los demás se ven arrastrados a seguirlo. 

Es posible que se esté cultivando un crash parecido al que causó la Gran Depresión, las burbujas inmobiliarias o la burbuja de las "punto com".

Empresas como Marvell han comprado Celestial AI por más de 3,000 millones de dólares, solo con la esperanza de controlar tecnologías de modulación de luz con germanio.

Gigantes como TSMC están desarrollando la tecnología para integrar chips electrónicos y fotónicos en un solo paquete, buscando desbloquear velocidades de terabits.

Proyectos como Hyperion de Meta -Facebook- en Luisiana planean clusters de IA con más de un millón de GPUs, consumo de 5GW para que funciones como una sola computadora del tamaño de una ciudad.

Pero ¿Qué pasaría si todo queda en nada y alguien se queda con la plata?
Toda esta danza de billones y gigas me recuerda el cuento de Elon Musk sobre la colonización de Marte. 

Musk es un estafador impresentable, pero todos los días se levanta un gil y Musk tiene gran facilidad para encontrar los suyos. 

A propósito él también está armando un super hyper millonario data center y eso despide un fuerte olor a pescado podrido. Si las empresas que están tan entusiasmadas haciendo estos proyectos empiezan a quebrar, el efecto dominó será terrible.

El mercado financiero -los inversionistas- deben aprender a equilibrar la ambición con la razón técnica. Si Nvidia o alguno de esos aparece un día de estos en quiebra, el derrumbe puede ser colosal, una especie de Torre de Babel contemporánea.

Escalar ad infinitum podría no ser la solución
Parece que todo se está tratando de resolver por medio de una carrera armamentista de pura fuerza bruta. 

Tal como cuando los países competían por ver quien tenía el rascacielos más alto. Eso ya pasó de moda y hoy es quien tiene el datacenter con más millones de GPUs.

Las carreras planteadas en esos términos Siempre terminan mal porque los problemas de escala no pueden estirarse hasta el infinito. 

El papel aguanta todo
¿Qué pasaría si mañana aparece Elon Musk u otro sinverguenza diciendo que el puede hacer un edificio de tres mil metros de altura? 

La lógica dice que nadie debería creer esa estupidez, pero hay gente que si creyó en la colonización de Marte o que en 10 años más solo habrán vehículos eléctricos.

El otro día vi una entrevista a Hassabis, jefe de Deep Mind de Google y el decía que no ve por qué la IA no podría llegar a tener la inteligencia artificial general, es decir con capacidades humanas. 

Es algo así como decir "no veo por qué no se puede hacer un edificio de 10 mil pisos o un ascensor hasta la luna", en teoría todo es posible, siempre y cuando nos olvidemos de esos molestos detalles y prosaicas limitaciones que nos impone la realidad.

Pero al final es el precio por acción lo que interesa
Încluso se podría colonizar Marte como ofrece Musk. Pero siempre que escucho esas cosas, sospecho que tal vez lo lo están diciendo con un ojo puesto en el valor de las acciones de sus empresas. Eso se parece mucho a una estafa, pura y dura. 

La inteligencia Artificial es una gran cosa, increíblemente útil y esta entrada la redacté con ayuda de Notebooklm, que tampoco es tan maravillosos como lo pintan, pero algo ayuda. También usé Gemini, para solidarizar un poco con Google, que es una empresa que me cae bien.

Igual, creo que si hubiese escrito esto sin ninguna ayuda la entrada tal vez habría tenido menos datos, pero habría salido más redondita y mejor redactada. Pero en Fin, como dijo Juan Pablo II "el amor (al far niente) es más fuerte". Me ganó la flojera, mis disculpas. 

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