25 diciembre 2025

El día después: no aprendas a programar

Hoy es un soleado día 25 de diciembre. Si yo no fuera tan veterano a esta hora estaría tostándome en la Playa, que durante tantos años fue mi segunda casa y en los cuatro años que viví en la casa rodante fue mi patio trasero

En esos tiempos felices que no volverán, cada día del verano, alrededor del mediodía el sol me despertaba, entonces me ponía el traje de baño. caminaba hasta la playa y nadaba por un buen rato, después me iba a dormir de nuevo. 

Una o dos horas más tarde me iba en mi CRX a la casa de la Pilar, donde mi querida suegra me tenía listo el almuerzo. Tiempos aquellos...

Ni me imagino la tortura que debe ser pasar un año nuevo en el Hemisferio Norte, en pleno invierno. Estoy seguro que no soportaría algo así.

Yo, por ninguna plata del mundo viviría en un hemisferio tan deprimente, donde las fiestas y mi propio cumpleaños fuesen en pleno invierno.

Todo lo que soñaba años atrás: viajar, vivir en la playa en una casa rodante y cosas por el estilo, se me han cumplido y ahora no me entusiasman.

Si me ofrecieran como regalo un pasaje con estadía para conocer España e Italia, dos países que me encantan, diría no gracias. 

Con solo pensar en las esperas de los aeropuertos, los malditos taxis y la incomodidad de dormir en hoteles se me quitan las ganas de ir incluso a esos países tan extraordinarios.

Lo mismo con la casa rodante, la tengo guardada hace más de 10 años en distintos lugares, ahora está en la parcela de un amigo y se podría dejar nueva con muy poca plata. 

Al Tomás Jr. le interesa arreglarla, pero tendríamos que comprar una camioneta para tirarla y todo eso. De nuevo, mucho trabajo.

A propósito de perder el entusiasmo, estaba recordando Mi historia de amor con la computación. que empezó en 1969 y duró hasta el año 2001, cuando dejé de mantener mi página El programador casual.

Treinta años estuve en eso, ya para el año 2000 me había dado cuenta que escribir código es un asunto mecánico y que se había puesto muy aburrido desde que se empezó a enseñar en las universidades. 

La mayoría -si no todos- de los computines actuales aprendieron a programar en la universidad y se perdieron toda la diversión de los años ochenta, cuando los que escribían código para mainframes lo hacían en Fortran y Cobol.

Los primeros computadores personales se programaban en Basic y cuando el asunto se empezó a enseñar en la universidad y en las escuelas técnicas todos fueron formados en Pascal. 

Eran muy divertidas las guerras santas en los viejos tiempos entre Basic y Pascal y se las tomaban muy en serio, especialmente desde que en las universidades empezaron a formar chiflados evangelizando con la programación orientada a objetos y las buenas prácticas. 

Éramos todos tan ingenuos, especialmente los que veníamos de una ingeniería de verdad -o sea eléctricos y electrónicos- que creíamos con petulancia ser más inteligentes porque podíamos encender LEDs programando el SDK-90 en Ensamblador. 

A mi me tomó más de 40 años darme cuenta para donde iba la micro. Al final las capas de abstracción que se fueron agregando fueron tantas, una sobre otra, que lo complicado pasó a tener cada día menos mportancia.

Lo que intentáramos hacer, todo, eran cosas basadas en lo que alguien ya había hecho antes. Esa era la idea de las capas.

Ahora que soy prácticamente incapaz de programar, recién me estoy dando cuenta de algunas cosas. Me puse a buscar el libro Inside te IBM PC de Peter Norton, que describía el PC original en casi 400 páginas, no lo encontré pero lo tengo por alguna parte.

Sin embargo encontré esta copia online. ¡Que recuerdos! Estuve más de un año leyéndo y releyendo ese libro y el Programmers Guide del mismo Norton. 

Apuesto que muy pocos ingenieron informáticos lo han leído. En la universidad no lo usan, pese a que es el único libro que conozco que describe por dentro los fundamentos de todos los computadores que usan Windows, hasta el más moderno que existe hoy.

Es la biblia, el silabario de la tecnología X-86 y todos sus derivados. Que grande fue Peter Norton. 

La cosa más maravillosa que tiene la computación es como se han ido acumulando capas de abstracción, una sobre otra desde los años sesenta hasta el día de hoy. 

Cualquier máquina actual es como una montaña miles de capas, tal vez millones. Usamos un computador pero debajo de nuestra superficie hay capas que llegan a una profundidad que ni sospechamos.

Igual que cuando caminamos por el campo sin sospechar los miles de capas subterráneas bajo nuestros pies, que llegan hasta el núcleo de la tierra.

La inteligencia artificial agregó una nueva capa sobre la web, luego la interfaz de usuario -pantalla, teclado y parlantes- que usamos durante tantos años. 

Debajo de la interfaz de usuario hay muchísimas otras capas, de circuitos y de software apiladas una bajo la otra, hasta llegar al nivel más profundo.

Allí está la CPU con sus circuittos auxiliares básicos, el bus, la memoria, los periféricos y todo eso. Cada capa puede ser simple o complicada, pero se alimenta de las miles que están por debajo. Es un diseño maravilloso.

Gracias a eso, hoy estamos a las puertas de llegar al punto en que cualquiera podrá programar computadores sin saber una palabra de lenguajes de computación.

Porque tal como la IA ya permite conversar en cualquier idioma usando traductores, es lógico que podamos conversar con computadores sin necesidad de escribirles en su idioma.

Si lo piensan bien, el Diccionario de la RAE registra mas de 93.000 palabras en castellano, mientras que los lenguajes de computadión típicos tienen como mucho un set de 40 instrucciones. 

Debería ser mucho más fácil diseñar programas usando lenguaje natural que hacer traducciones simultáneas de español a cualquier otro idioma, cosa que hoy es totalmente posible.

Pero esto tiene un pequeño detalle. Supongamos que estoy hablando con un japonés y nos podemos entender perfectamente, hablando cada uno en su idioma y usando el traductor de los celulares. 

¿Que pasa si uno de nosotros, o ambos, hablamos puras frases incoherentes?

O pero todavía ¿si hablamos de manera coherente pero puras estupideces? Idéntico problema ocurrirá si tratamos de programar usando lenguaje natural y la IA: shit in - shit out. 

Por eso es bueno haber leído antes "Inside the IBM PC" o tener cierta experiencia escribiendo código, da lo mismo en qué lenguaje. Es algo que siempre resulta útil, aunque sea indirectamente.

A propósito, todas estas tonteras se me vinieron a la cabeza viendo el video No aprendas a programar, de Jensen Huang, el dueño de Nvidia, creo que en esto no se equivoca, para nada.

Actualización: mirando con clama, veo que el video, igual que varios otros que se atribuyen a Wang es más falso que la sonrisa de un político. Es una busrda imitación hecha con IA. Igual comparto muchas cosas de lo que pusieron estos suplantadores.

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