Aunque con el correr de los años he desarrollado algunas habilidades sociales, especialmente cuando estoy con unos tragos en el cuerpo, todavía me quedan muchas taras de los años en que sufrí de una timidez enfermiza. Estos problemas me afectan en las cosas más pequeñas e increíbles. Por ejemplo tengo fobia a llamar por teléfono y evito hacer llamadas tanto como me sea posible. Antes de hacer una llamada (incluso las más insulsas como pedir alguna información o cosas por el estilo) ensayo cuidadosamente lo que voy a decir, no una, sino muchas veces, pienso en lo que me van a responder y lo que yo tengo que replicar para cada respuesta. Llamar por teléfono es para mi tan agradable como ponerme una dolorosa inyección.
También le tengo un miedo irracional a las secretarias, a comprarme ropa, para que decir el baile o ir a cualquier fiesta donde no estén mis amigos. Si el día que me muera al enjuiciarme salgo para el infierno, don Satanás no me mandará a la parrilla, porque me encanta el calor, sino a una fiesta llena de arrogantes y desconocidos figurones, entonces, despreciado no me quedará otra que meterme debajo de la mesa a ladrar, aullar y robarle los zapatos a las señoras. Esa es mi visión del infierno.
Pero con los años he vencido algunos traumas. Me gusta hablar en público, pese a mi voz nasal y chillona, no tengo problemas en pararme frente a un grupo y decir cuantas estupideces se me ocurran. También le perdí el miedo a la peluquería gracias a mi amigo Matute (que era un convencido que todas las peluqueras son promiscuas) y me entretengo mucho conversando con ellas mientras me cortan el pelo. De hecho, ir a la peluquería ahora me divierte. Gracias a Internet también he perdido el recelo a conocer gente nueva o hacer nuevas amistades.
Me encantan las personas tímidas, los distraídos, la gente insegura, siempre he pensado que solo los idiotas tienen certezas y seguridad en si mismos, nadie que tenga un gramo de cerebro puede estar seguro de nada, lo malo es que siendo uno mismo tímido no tiene muchas oportunidades de conocer a otra gente igual, pasamos por caminos paralelos.
Bueno, todas estas "profundas reflexiones" son el fruto de la resaca que tengo de los cinco martinis que me tomé anoche, un buen consejo, jamás vayan a tomar un trago a la barra del Hotel El Paso, el barman es uno de los peores que he conocido en mi vida. Al ladito, en el Casino de Arica los tragos son mucho mejores, y más baratos.
NULLA DIES SINE LINEA. Filosofía barata, historias, historietas, moralejas, chamullos, relatos absurdos, la vida de un vago, cosas de Arica, literatura, música, pornografía, política, física, cocina regional, minas, copete y cosas por el estilo. The awesome, absurd and often bored adventures of our Man of Mystery in Arica, from the trenches, in the Northern Front. Sacar a mil, sacar a mil. Streams of brilliance often spring from boredom. "Be yourself, but bigger"
Viste que no eres tan diablo como te crees?
ResponderBorrarCon lo cerca que está todo en Arica y con lo barato que es el copete, quedarse tomando en un lado dónde el barman es malo es tontera pura... Y tomarse cinco martinis malos es mucho masoquismo!!!!
Y del post, tienes razón: los tímidos somos así, con el tiempo lo disimulamos, pero nunca se nos quita.
Saludos,
AHG.
Me tomé uno malo, que digo, asqueroso: era un miti-miti de cinzano con gin, aguado en una coctelera ¡y servido con dos cubos de hielo en la copa!...último.
ResponderBorrarLos otros cuatro me los tomé al lado en el Casino, perfectos, mas encima nos encontramos con otros amigos así es que salimos medio a gatas
Hay que tenerle harto cariño, como para seguir inviertiendo en el Colt.
ResponderBorrarBueno yo también tuve un tarro que amé desde los 18 hasta los 26 años.
Para mi gusto no existe nada mejor que los motores carburados de los años 80, son objetivamentge mejores que cualquier motor moderno.
ResponderBorrarNo sólo ocurre con los automóviles... también con toda aquella tecnología que alguna vez conocimos... es el miedo a lo desconocido lo que nos hace añorar nuestros viejos cacharros, sean estos automóviles o computadores... :)
ResponderBorrarYo sufri una involución al respecto, mientras mas viejo mas timido me he puesto y me doy cuenta cada vez que salgo a una disco, el terror que tengo de sacar a bailar a alguna "señorita"...
ResponderBorrarEl PUB Cavas del Casino es espectacular, en comparación con Antofagasta eso si...Y mas encima el Martes hay Happy Hour de Tablas y Todos los día 2x1 en Tragos...mmmmmm. 100% recomendable.
Saludos, Robert
jaja! yo siempre he sido muy corto de genio con las minas, pero lo disimulo bien, me hago el desinteresado, juju! puro laissez faire o como se escriba. Si, el bar y bailongo del casino son muy buenos, 100% recomendables, buena atención y todo, de lo mejor...
ResponderBorrarWilliam, yo creo que hay algunas razones para preferir los motores antiguos:
Confiabilidad: siendo más sencillos tienen muchas menos piezas que fallan (la entrada de combustible no es a presión, el encendido no trae componentes electrónicos, no tienen sensores ni computador sujetos a falla, etc.)
Menor costo de mantención: funcionan perfecto con combustible y aceite más barato, traen menos cosas que reparar o cambiar, menos válvulas, etc.)
Las desventajas para mi son irrelevantes: con taminan más, consumen más combustible y dan menor potencia a iguales c.c. Ninguna de las tres cosas es problema para mi, incluso el mayor consumo se compensa con el menor costo de mantención.
Me diverti mucho leyendo tu descripcion de cosas como la aversion al telefono... y yo que pensaba que era una tranca mia nomas! No lo habria podido describir mejor... bueno, por algo mi senora es la RR.PP. de la casa (si hay que llamar a MI madre, generalmente lo hace ella y no yo...). En la oficina me comunico por correo-e hasta con el companero de al lado!
ResponderBorrarEn fin, buen articulo, senor copresidente.
jajaja yo también creía ser el único y resulta que somos millones!!
ResponderBorrarQue diablos, algunas taras tienen que quedar ¿no?. No te pierdas Ernesto!