Ahora que estoy volviendo al asunto de los proyectos -que me dieron para comer y tomar durante tantos años- estoy interesando en la ejecución y en entender las muchas cosas que pueden salir mal al momento de trasladar una idea del papel a trabajos reales y gasto de plata. En Chile hemos tenido el dudoso privilegio de ver fracasar muchos grandes proyectos de inversión pública y si es cierto el dicho que echando a perder se aprende, deberíamos estar llenos de expertos de clase mundial.
El proyecto de Transantiago ha sido el fracaso más estrepitoso que hemos sufrido, debería ser enseñado en todas las facultades de ingeniería como caso de estudio, algo así como Transantiago 101, despojado del tinte político, para aprovechar de aprender algunos de los errores más comunes y graves que se comenten en estas cosas.
En Chile no existe la evaluación ex-post de proyectos, o sea si después que se terminaron los plazos de ejecución se cumplieron las tareas y no se detecta ningún robo, se da el proyecto por bien ejecutado. Esto tiene cierta lógica perversa, pues se piensa que si la plata ya se gastó y no podrá ser recuperada, no tiene mucho caso preocuparse si el maldito asunto funcionó bien o fue un fracaso. Lo malo de este criterio es que no hay castigo claro contra los diseñadores o ejecutores de un proyecto fracasado, así, a nadie le importa demasiado lo que pasa después que se aprueban los fondos para un proyecto.
Si se hiciera una evaluación ex-post al Transantiago, y se comparan los objetivos del proyecto con los resultados medidos se podría ver la magnitud del problema. La evaluación debería considerar el nivel de cumplimiento de los objetivos pero también una comparación del sistema antiguo, sin proyecto-
El antiguo sistema de las micros amarillas (sin proyecto) no solo se autofinanciaba, sino que daba trabajo a choferes y ganancias a empresarios, mientras que el sistema actual necesita un subsidio -que ya se estima permanente- de 50 millones de dólares mensuañes para funcionar. En cuanto a evaluación social el servicio con proyecto alarga los tiempos de viaje, las esperas, la cantidad de transbordos requeridas y muchos lugares que antes tenían acceso hoy no lo tienen y se debe llegar a pie. Los objetivos de descontaminación tampoco se cumplieron porque al fracasar la planificación original de recorridos hubo que reintroducir cientos de buses antiguos, convenientemente repintados.
Lo peor de Transantiago es que resultó un fracaso irreversible porque se desmanteló todo el sistema antiguo y se firmaron contratos de gestión multimillonarios que resultaría imposible echar para atrás, las empresas hicieron enormes inversiones y no tolerarán perder plata porque el sistema fue un fracaso de diseño, el fisco por su parte se encuentra cautivo entre pagar enormes subsidios o mucho mayores indenmizaciones a las emprsas. Tan cautivo quedó el estado que está obligado a mantener a las empresas con ganancia a todo evento -por eso los 50 millones de dólares mensuales requeridos- porque si las empresas simplemente quiebran se produce un colapso de consecuencias mucho peores al actual problema.
Es bueno repensar en el Transantiago ahora que el tema pasó de moda, ya no hay las aglomeraciones o situaciones insoportables de los primeros días -o por lo menos la gente ya se acostumbró a ellas- eso le saca la componente político- electoral y se puede pensar con la cabeza más fría. Transantiago es un buen ejemplo de lo que pasa cuando un sistema de mercado, muy complicado, se reemplaza por otro sistema planificado. Los que hablan de derogar la educación particular subvencionada y pasar todos los liceos y escuelas al ministerio de educación, deberían detenerse a ver lo que pasó con Transantiago, desde hace muchos años se sabe que el mercado es quien mejor asigna los rcursos escasos y esta fué una comprobación clásica de que así ocurre.
Cada proyecto, especialmente los grandes tiene riesgo, peligros, cosas que pueden salir mal y posibilidades de fracaso. Un proyecto de inversión fracasa cuando, después de gastar la plata, no se cumplieron los objetivos. Por lo general los fracasos son parciales, algunos objetivos se cumplen y otros no., Pero hay casos extraordinarios y dignos de reflexión como el de transporte público en Santiago donde el error partió con el concepto de diseño y siguió un efecto de cascada que se propagó por todas las etapas siguientes, llegando al peor resultado posible: no solo se incumplieron los objetivos sino que después de sobregirrase en muchos millones la situación quedó peor que sin el proyecto. Un caso de estudio.
Tom, en mi humilde opinión creo que en la elaboración del proyecto, que tiene importante ribete social - no se contempló la opinión de sus pricipales protagonistas : los usuarios - conductores - municipios - organziaciones sociales. Los resultados están allí.
ResponderBorrarCuando una comunidads participa, es tb. responsable d elos resultados como tb. medio d econtrol de los planificado.
La libertad de mercado....mmm..no siemres es el mejor ajuste del mercado.....hay mucho abuso y falta regulación, sin pecar de exrema centralización, pero el otro extremo es el actual sistema, en mi opinión.
Saludos amigo,
SERGIO V.
En lo personal creo que un proyecto se concreta si logra su financiamiento y finalmente establece reglas "intermedias" para su materialización.
ResponderBorrarMe explico;
En Chile...
1) Cuando se explica todo lo que se debe hacer muy, pero muy claramente, los contratistas o consultores se molestan y se expresan airadamente, pues no ven margen de tolerancia donde "jugar" y controlar la ejecución del asunto. Protestan siempre cuando los proyectos están muy bien hechos. Esto, aunque sea increíble en la realidad ocurre.
2) Al revés, cuando todo queda ambiguo por distintas causas como tiempo, urgencia u otras cosas, los Contratistas también se molestan pues se debió especificar todo muy bien, y "así no se puede ofertar con tranquilidad".
3) Creo que esperar una ejecución perfecta de un proyecto no es un negocio para nadie (entendiendo a ese negocio como aquella instancia donde ambas partes quedan contentas después de transar todas las alternativas. Esto es casi o muy obvio)
4) Ergo, aquel proyecto que llegue a buen término será aquel donde el mandante sienta que, en el fondo EL GRUESO IMPORTANTE de lo encargado se hizo, pero quedaron matices que en el fondo no se lograron porque no se aclaró exhaustivamente todo.
5) Uno, como encargado de formular proyectos, diseñarlos y finalmente preparar bases de licitación de diversa índole, debe buscar la perfección, pero ella nunca se alcanza pues la distancia entre un buen proyecto y una buena ejecución del mismo es infinita. Recordar esa historia de un griego, si mal no recuerdo que decía que el movimiento no existía, pues la distancia a recorrer es infinita en tramos.
6) Pues bien, quien fiscaliza busca todos los tramos ínfimos, y quien ejecuta, patea la piedra haciéndola avanzar.
Tal incompatibilidad filosófica es la causa de todo lo anterior que hablo.
7) Hago un énfasis en esta cosa extraña que sucede. Me refiero a que un proyecto perfectamente detallado molesta a quien quiere adjudicárselo para ser ejecutado, y, por el contrario un proyecto muy mal especificado provoca en los interesados en participar para su ejecución los mismo sentimientos.
8) Si algún Contratista o Consultor está leyendo esto dirá, seguramente que estoy equivocado, pero la práctica me dice lo contrario; las etapas de consultas en ambos casos me dan la razón; es para escribir un pequeño ensayo al respecto (o post).
9) Estamos licitando en Chilecompra, como Municipalidad, un proyecto donde, por cierto no se deja todo absolutamente amarrado desde las especificaciones, pero ellas se ahn esforzado tanto en decir todo lo que se quiere que los invito a leer las consultas que subieron los interesados.
10) Este proyecto lo quiero mucho, me tocó, en este caso preparar todos los antecedentes técnicos previos (no finales), pues no existía ese tiempo. Espero que todo salga bien en él, pues aborda un tema que nunca había tratado, que es el de la “Restauración”
El código (o ID) Chilecompra es el 2775-27-LP08. Los invito a verlo, sobre todo en las Consultas de los oferentes en relación sobre todo al Formato del presupuesto detallado por partidas (en exel; “Formato Nº 7 Presupuesto por partidas.xls”) y vean además las Especificaciones Técnicas de Restauración del sector construido en 1946 (en Word; “EETT1RestauracionesArea1946.xls”). Ahí verán un tipo de EETT que molesta a un posible oferente, por haberse esforzado en abrazarlo todo.
Seguramente seré contradicho de hecho o en los pensamientos de más de alguien, pero en Chile pasa esto.
Transantiago: un portento; una revolución de quienes efectuaron las concesiones y licitaciones; nadie ganó; eso es dificil de lograr; super dificil. Es como pedirle a Gardel que desafine, o a mí que afine cantando (que silbando es otra cosa; fifirififiuuuuu!!!).
ResponderBorrarOye guachito, entre nosotros, y sin contarle a nadie, alguien tiene que haber ganado con ese fiasco; ¿quien fue ese o esos?...
...como yo no sé de micros ni nada de eso, te pregunto...
Yes,ese es el asunto controlar el proceso antes durante y despues.
ResponderBorrarEn el trafico aereo se trata peor a los pasajeros y nadie reclamara nada,esa es una parte de la solucion. Hoy en dia se han subido por el chorro y 250.000 de ellos simplemete no pagan asi que controlando solo ese aspecto se contribuye a equilibar el sistema.
CHALO.
Ademas el antiguo sistema estaba super-subsidiado , analiza.
ResponderBorrarchalo.
Despues de las ultimas
ResponderBorrar"performans"vistas ,estoy pensando en "nigosia":Comprar micros amarilla para museo o incluso para atraer publico, en 2 años mas me haria su billetito mostrando a los que quieran parte dela historia, que te parece cho...
el nieto.
Sergio cuando tu le pides participar a la gente, ellos opinan cualquier cosa que se les ocurre, pero hay otra forma de participación mucho más seria: cuando tienen que pagar. La gente opina comrando, escogiendo que compra es la mejor opinión de la gente porque al meterse la mano al bolsillo lo piensan dos veces antes de hacer una tontera. Esa clase de participación es lo que se llama "mercado" lo que elige la gente al comprar, el mercado es lo más parecido que existe a un plesbicito responsable.
ResponderBorrarSergio, resumes muy bien el estado actual y la operatoria en la vida real de los proyectos de inversión pública. Yo creo que el principal problema es que como no hay un sistema de premios y castigos y como para los involucrados da exactamente lo mismo si el proyecto funciona o si fracasa, ahi está la madre de todo el problema. Yo gobierno ni me preocuparía de los detalles de la ejecución, aparte de las inspecciones básicas -que no coloquen menos fierro, más arena al cemento, etc- lo único que haría es una especie de "comisión examinadora" una vez que el proyecto está en régimen: si se cumplieron los objetivos BILLETON para todos, si no se cumplieron desde multas a sobre azul y jaula. Creo que esa seía la gran solución de todos los problemas.
En el Transantiago ganaron muchos y mucha plata, siguen ganando. Cro que el mejor negocio fue comprr las máquinas viejas cuando todos decían que eran chatarra que no valía nada y después arrendarlas al mismo sistema a precio de oro. Pero no hubo ningún funcionario público involucrado, el gran empresario que hizo esa movida fue EL PADRE del ex subsecretario de transporte d apellido Diaz, si no me equivoco: ¿Que culpa tiene ser padre? mal que mal uno no elige a sus hijos jajajaja, CARAS DE PALO nomás.
Chalo, no se puede controlar a los que no pagan, eso se llama rebelión. Si cien no pagan están en problemas pero si 250.000 no pgan es el sistema el que está en graves problemas, eso lo conocen bien los banqueros, se llama "corrida" y es incontrolable.
Nieto, se te adelantaron, todas las micros amarillas las compró un tl sr Diaz, ese que NO ES funcionario público, too bad for you
Entonces hay que esperar un periodo de "educacion" y pagarán; por que de ese tipo de "educacion" sabemos desde la colonia mas o menos;lo complicado es el aire, en ese punto en santiago se debe ser mas "instruido",ja, ja, ja .ja.
ResponderBorrarchalo.