“El fariseísmo es una filosofía de vida, una forma de ser”, escribió el historiador judío Flavio Josefo. Los fariseos, tan aporreados por Jesucristo en el Nuevo Testamento, fueron una secta muy poderosa dentro del antiguo judaísmo y basaban su poder en asignarse a si mismos una supuesta superioridad moral sobre los demás. Aunque nunca se alababan explicitamente si lo hacían de manera oblicua denunciando los vicios o inmoralidades de los demás.
Hablar mal de los demás es la forma más deshonesta de alabarse a si mismo, es también la técnica preferida por sacerdotes y pastores de algunas sectas evangélicas o cualquiera de esas religiones más o menos exóticas que van apareciendo. Que mejor forma de distraer la atención sobre los propios defectos que apuntando a otros con el dedo. Es una técnica muy eficiente para impresionar al populacho.
El fariseismo florece en religiosos y políticos porque es una manera efectiva de adquirir poder, encausa resentimientos y miedos ancestrales de las personas que por fin tienen una imagen de "el mal" para echarle la culpa de sus desgracias. Hitler usó con mucho éxito las técnicas fariseas dividiendo al mundo entre buenos y malos absolutos, lo mismo pretenden hacer muchos predicadores canutos y unos cuantos curas desde el púlpito. El hombre masa necesita un enemigo contra el cual descargarse.
Todos caemos a veces en ese vicio porque es efectivo y tentador, vemos la paja en el ojo ajeno y arremetemos contra los malvados, los corruptos, explotadores e inmorales. Cuidado, no es así la cosa porque todo ser humano tiene su lado oscuro con su carga de pecaditos a cuestas. Cuando uno reconoce las debilidades propias de la naturaleza humana aparece el fariseo diciendo "el ladrón cree a todos de su condición", con eso se pone automáticamente, y por su sola declaración, en el lado de los impolutos, de los buenos, los demás son los ladrones, jamás ellos que son la reserva moral del universo.
Hay religiones completas que se han construído sobre ese fariseismo, la mayoría de los canutos son como sepulcros blanqueados, limpios por encima pero podridos adentro. Es curioso que gente que se creen seguidores de alguna clase de cristianismo no se den cuenta del giro perverso que han tomado estas religiones en manos de sus pastores, son exactamente lo mismo contra lo que el cristianismo original luchó, lo que muestra como se pervierten las organizaciones humanas a medida que van buscando más poder.
El fariseo es legalista, estrictamente apegado a la apariencia y las formas, siempre pretenden tener un valor moral superior al de la gente común que los ampara y les permite darse ciertas licencias en nombre de sus objetivos superiores: “¡Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás, que son ladrones, malvados y adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos”, así era según Lucas, la oración de un fariseo.
Y pasan los siglos pero la naturaleza humana sigue igual, seguimos siendo ladrones, malvados y adúlteros a veces, correctos y bondadosos otras y sobre todo siguen sobreviviendo los fariseos, siempre apegados al poder apuntando con el dedo a los demás, poniéndose en una superioridad moral auto asignada y escalando, es lo más efectivo que existe, pregúntenle a Ricardo Lagos. Lo unico malo es que después de un tiempo nadie los pasa.
La diferencia la hacen quienes creen sin límites, y quienes tienen su precio. Esa es la distancia entre cristianos y cristiandad, entre fariseos que exigen a otros y esconden sus propios vicios. Cuento antiguo.
ResponderBorrarEn la historia siempre algunos creyeron sin límites y terminaron pésimo: los arrianos, los cuartodecimanos, etc y les dieron duros. Valió la pena?....a mi juicio no, pero preguntale a uno de ellos.
Los ácratas y los de Masada ¿como se llamaban? eran maniqueos creo. Para mi es una estupidez morir o matar por una religión, es lo más que se llega cuando la religión se pervierte y se convierte en una organización para adquirir poder. Los mártires cristianos, la inquisición, las cruzadas, la guerra de 100 años, los martires musulmanes, todos una tracalada de brutos nomás, carne de cañón para los pastores y dirigentes.
ResponderBorrarEs dificil mantener tensa la lanza intermedia que separa y une a la vez a la tolerancia de la aplicación de los propios moldes moralistas o faiseístas o cualquier "ista"que se me ocurra.
ResponderBorrarPero te sugiero que te arrepientas; el que lo hace se salva.
El que es fariseo, cree que todos lo son; double loop, y todo al inicio de nuevo.
:-)
Por un lado la tolerancia y por el otro admitir el hecho evidente que: o nos damos cuenta que somos medio malandrines o nos mentimos a nosotros mismos y/o a los demás.
ResponderBorrarTengo un dicho, estimado Tombrad;...
ResponderBorrar"No hay peor demonio que aquel "santo" que cree tener el cielo ganado".
Adhiero a tu post, miserable pecador.
:-)
Hola Tomas, he leído algunos de tus post y cada vez me convenzo de lo interesante que pueden ser algunos artículos. Felicitaciones.
ResponderBorrarY acá en Tacna, leáse (Radio Uno), está lleno de esta escuela, todo está mal para ellos, muchos ya apagan el radio de tanta mala onda que irradian, y yo no me explico por qué hasta mi esposa lo pone ahí cada vez que lo cambio.
Ah Moises, está lleno de fariseos por todos lados ¡son una plaga mundial!, muy buenos para reclamar pero jamás se miran al espejo, son una peste
ResponderBorrarSaluti!