Ya estamos llegando al límite del descaro con el estado de bienestar a la chilena que se ha venido instalando más o menos desde el año 2000 a la fecha. Resulta que una alcaldesa UDI, con un sueldo de unos US$ 6.000 mensuales, recibió subsidio del estado de varios millones para comprarse su casa, amparada en su condición de "clase media y emergente". Durante la concertación era normal esta sinverguenzura por parte de funcionarios municipales pero jamás la había sabido de algún alcalde.
El subsidio habitacional es un invento de la época de los militares, la idea original era dar un subsidio directo a las familias más pobres para que pudiesen pedir un préstamo y comprarse una vivienda básica que podrían ir ampliando en el tiempo. Con el correr de los años, el nivel de pobreza requerido ha ido subiendo y ahora el estado le regala plata incluso a los de quintiles de mayores ingresos, como el caso de esta increíble señora.
Cuando vino Arnold Harberger a Arica, habló de la historia de las ideas de economía del bienestar en el mundo y como habían cambiado desde quitarle impuestos a la gente en proporción a sus ingresos -que era complenamente inútil para el bienestar de los pobres- a los subsidios directos a los grupos más pobres, especialmente del primer quintil de ingresos.
Esta es la política que se ha implementado en Chile a partir de los años ochenta. Creo no equivocarme si digo que en Chile se han establecido las políticas más avanzadas del mundo en este campo. Partiendo por el sistema de información social, que no existe en los países más desarrollados. Odeplan y sus sucesores es un ejemplo a nivel mundial de como bajar la pobreza desde un 45% a un 14%.
Pero el sistema tiene sus debilidades y la principal es que a medida que baja la pobreza, suben las exigencias de otros sectores, pidiendo más y más ayuda al estado. En otros países los gobiernos gastan en combatir la desnutrición, la mortandad infantil, las epidemias. Cuando estas cosas dejan de ser problemas las demandas no se terminan, sino que simplemente se corren hacia arriba. Es lo que pasó con el estado de bienestar en el sur de Europa y esa es la pregunta que no me atreví a hacerle a Harberger.
Si quisieramos saber exactamente cuantos pobres hay en los Estados Unidos o en España, seguramente tendremos estimaciones más o menos chuscas basadas en estadísticas muy indirectas. En Chile en cambio, desde mediados de los años setenta en Mideplan se dieron cuanta que para aplicar los subsidios focalizados había que contar e identificar a los pobres de manera muy precisa. Así fue como en 1978 el ministro Miguel Kast encargo el Mapa de la Extrema Pobreza en Chile, que fue el primer trabajo sistemático para identificar a los pobres.
A partir de los datos de la encuesta CASEN se han venido recopilando desde esos años una caracterización socio-económica de los chilenos que permite apuntar con mucha precisión el foco de los subsidios sociales. Sin embargo, desde la vuelta aa la democracia en 1990, el sistema se ha prestado para un nivel creciente de abusos que -a mi modo de ver- ha tocado techo con la alcaldesa que obtuvo calificación para un subsidio de vivienda.
¿Por que se producen estos abusos? La primera explicación ya la mencioné: en la medida que la focalización del gasto tiene éxito hay menos pobres y el piso de necesidades básicas sube: ya no exigen plata para combatir epidemias, desnutrición o alfabetizar, sino que también quieren departamentos, universidad y salud gratis, entre muchas otras cosas.
El otro problema es mucho peor y tiene que ver directamente con la corrupción, porque son las direcciones de desarrollo social de las municipalidades las encargadas de hacer las "fichas sociales" que determinan quienes reciben y quienes no los subsidios. Allí está la madre de todas las sinverguenzuras, porque esas direcciones se transforman en agencias compradoras de votos. Eso explica que los alcaldes se reelijan casi indefinidamente y que la única forma de sacarlos del poder sea con la cárcel, como afortunadamente pasó en Arica.
Peor todavía: funcionarios municipales y como vimos recién incluso una alcaldesa son los primeros en la fila para obtener los beneficios que deberían estar destinados a los más pobres. Así, con los años se ha creado una verdadera industria para robarse plata del estado. Hemos llegado a una situación donde a los "pobres" no solo se les regalan viviendas de emergencia sino que departamentos completamente equipados por valor de muchos millones de pesos a cambio de una suma simbólica.
Entonces nosotros, los giles, que financiamos todo ese descaro, pasamos frente a los edificios repletos de antenas satelitales y vehículos 4x4, regalados a falsos "indigentes" que ocupan cualquier terreno durante uno o dos años hasta que el gobierno les "entrega una solución" como ocurrió con la no lejana toma del sector Coraceros en Arica. Es urgente sacar de las municipalidades esa facultad para confeccionar las fichas sociales, mientras eso no ocurra tendremos alcaldes eternos, ladrones y mafiosos.
Y todos los años, somos abordados en el centro por voluntarios de Un Techo Para Chile, otra organización más de esta industria que se ha armado para ayudar a los pobres y con su mejor cara nos piden una cooperación para su colecta anual. Hace pocos días me abordó una voluntaria en el paseo 21 de Mayo pidiendo mi cooperación. Le habría contestado con una grosería antes de mandarla al diablo, pero era muy rica. Me mordí la lengua, me metí la mano al bolsillo e igual le pasé 50 pesos.
El descaro esta sobrepasando todos los limites, lamentablemente, si vemos como esta Europa, nos podemos dar cuenta de que aun falta mucho mas descaro y sinvergüenzura por venir. La imaginación humana da para mucho mas aun.
ResponderBorrarAsí es Maximo, "la ocasión hace al ladrón" y mientras exista la posibilidad de robar impunemente siempre van a robar. Yo mismo de tener la oportunidad sería el más ladrón de todos
ResponderBorrarpues multiplicad los despilfarros por 8.116 y súmale todo lo que se puede hacer con el dinero que nos manda Merkel.. que siga la fieshta!!
ResponderBorrar---
con respecto al pc, pues esta parece la forma en que Google encuentra que algo no va bien.
http://techcrunch.com/2011/07/19/google-detecting-viruses-from-their-end-for-at-least-one-form-of-malware/
Saludos
Que interesante Eva, ni me había imaginado que un análisis de tráfico podía detectar malware, las cosas que se encuentran son cada día más raras ;)
ResponderBorrarEs curioso como en Chile, y en otros países también, se definen las clases solo por su poder adquisitivo. Ya no existe el concepto de la clase obrera, somos todos clase media, desde el barredor de calle hasta la "ejecutiva" de ventas. Es un mundo mas homogeneizado y menos interesante.
ResponderBorrarpd es bueno usar un cortafuegos para trafico saliente como ZoneAlarm, te avisa cuando el malware intenta llamar a casa.
John, es un asunto muy extraño lo de las "clases sociales". Los chilenos nos identificamos solamente en dos clases sociales: los flaites y la clase media. Son las únicas dos clases en que la gente se identifica voluntariamente.
ResponderBorrarLos flaites no se cambian de barrio, viven en la cárcel o en su población con verdadero orgullo de clase: se visten y hablan de una manera característica, pertenecen a alguna barra brava de fútbol, le ponen a sus hijos nombres como Brayatan o Mayerling, etc. tienen mucho orgullo de clase.
Y los que no se identifican como flaites se creen todos clase media, desde el más pobre emergente que vive en un campamento hasta el millonario. Piñera se cree de clase media igual que un médico o un chofer de micro, todos, es muy cierto eso que dices. La "clase media" es un ente imaginario como antes era "el pueblo".
Nadie se reconoce de la clase trabajadora y menos de la clase obrera, esa es una situación vergonzosa y necesariamente temporal para cualquier chileno y los que accidentalmente tienen que pasar por eso hacen todo lo posible para que "mi hijo sea más que yo", eso muestra como le tenemos alergia al trabajo.
El poder adquisitivo es mucho más preciso, se puede caracterizar a la gente estrictamente por lo que tiene y por lo que gana y eso es distinto de la clase social. Por ejemplo mi familia por asunto de estudios y algunas glorias pasadas estamos más o menos dentro de la clase media en declive, pero económicamente somos de clase baja, más exactamente en el segundo quintil :)
Honestamente me parece un poco raro publicar el manual de Monopoly...
ResponderBorrar¡Un momento!, ¿¡es una nota real?!, jeje, al leerlo sentí como que:
La jugadora X lanza el dado y sale 7(elecciones populares) y la tarjeta le dice "Felicitaciones: usted acaba de ser elegida alcaldesa y recibe un pase de cortesía para la Av. Siemprealegre, si no tiene dueño puede construir una casa (y Si pasa por Go cobre sus 200)"
Lo malo es que los políticos sin diferencia de nacionalidad también al ganar adquieren un pase "free" para salir de la cárcel, a menos que sus pares los hagan una triquiñuela, así es que suelen tener una ventaja en el juego sobre los demás jugadores.
Sin duda una historia de éxito...