NULLA DIES SINE LINEA. Filosofía barata, historias, historietas, moralejas, chamullos, relatos absurdos, la vida de un vago, cosas de Arica, literatura, música, pornografía, política, física, cocina regional, minas, copete y cosas por el estilo. The awesome, absurd and often bored adventures of our Man of Mystery in Arica, from the trenches, in the Northern Front. Sacar a mil, sacar a mil. Streams of brilliance often spring from boredom. "Be yourself, but bigger"
21 noviembre 2017
Ningún jesuita puede ser Papa
¿Quien le dio permiso para ser Papa?
Yo que soy de familia con curas y monjas, tengo una gran simpatía por la Iglesia Católica, no siendo para nada religioso reconozco que la Iglesia es una institución fascinante y ha ayudado mucho, con todos los problemas que ha tenido en su larga historia. La cosa es que desde niño chico he escuchado que un jesuita no puede ser Papa, ni siquiera cardenal u obispo, ¿y por que hay unos cuantos cardenales, obispos y hasta un Papa jesuítas? La ingeniosa solución que han encontrado es que en cuanto nombran obispo a un jesuíta, declaran que ya "dejó" de ser jesuíta, me imagino que deberá haber sido lo mismo con el actual Papa Francisco, que es -o era- proveniente de la Compañía de Jesus.
Todo tiene arreglo en esta vida
Una de las cosas que admiro en los curas es esa doblez que les permite enderezar los curcos, forrarse de plata habiendo hecho voto de pobreza, darle duro a feligresas habiendo hecho voto de castidad -como hacía mi recordado tío Arturo- y cosas por el estilo. A todo le encuentran un arreglo, en los casos más peludos, por ejemplo cuando un matrimonio aristócrata se quiere divorciar por la Iglesia obtienen una sentencia especial de nulidad, las "dispensas papales" son una institución extraordinaria que permite toda clase de milagros extraoficiales para burlar el rígido corset de la doctrina.
Ratoneando la historia
Me puse a averiguar de donde salía eso de que los jesuítas no pueden ser Papas y me encontré con la entretenidísima historia de la Compañía de Jesús, que me tiene pegado. Bueno la explicación corta es que no pueden ser obispos, cardenales ni Papas porque hacen un "cuarto voto", un voto especial de obediencia al Papa, que los obliga a rechazar cualquier clase de investidura o jerarquía. El asunto es que los votos son de por vida -sacerdotal al menos- y romper un voto debería ser considerado una traición a Dios, en otra institución menos flexible que la Iglesia Católica. Bueno, esa flexibilidad es la que le ha permitido perdurar por siglos.
Los votos sacerdotales son promesas que hace un sacerdote a Dios y han sido definidos por los fundadores según la congregación a la cual pertenece el sacerdote. Se supone que todos los sacerdotes hacen voto de castidad, pobreza y obediencia a sus superiores, pero las distintas congregaciones hacen votos adicionales, por ejemplo los franciscanos hacen voto especial de pobreza, y por eso administran las propiedades y activos más valiosos de la Iglesia. No se que tan cierto será eso, pero es algo que he escuchado.
El propósito de los votos sacerdotales
Los votos no solo son cosa de buenas intenciones, sino que tienen que ver con conductas que convienen a la Iglesia para su mejor funcionamiento. Por ejemplo el voto de castidad nace de que en épocas antiguas los sacerdotes de alta gama se enriquecían, se casaban y tenían hijos, entonces al morir, sus riquezas -que obtenían gracias al sacerdocio- pasaban a los hijos en lugar de a la Iglesia, lo que no les hacía maldita gracia al resto de los curas. Mi tío Arturo murió con una considerable fortuna que a su muerte fue invertida en una serie de colegios que llevan su nombre: MonseñorArturo Pérez Labra. Así, lo que entró por la Iglesia se queda en la Iglesia.
El cuarto voto
Parecidas razones justifican los votos de pobreza y obediencia, pero ¿por qué el cuarto voto de obediencia especial al Papa y rechazo a participar en la jerarquía?. La respuesta está en la historia, cuando la orden de los jesuitas fue creada en 1534 por el vasco Ignacio de Loyola (San Ignacio), él estudiaba en la Universidad de París, antes de ser ordenado sacerdote, empezó a juntar un grupo de adictos para motivar y adoctrinarlos, por eso el nombre de "Compañía" con la idea de agrupar a los más intelectuales.
Una historia muy entretenida
Leo un entretenido compendio histórico de la Editorial Deusto, escrito por jesuítas y por supuesto muy laudatorio que se llama Jesuítas, una misión y un proyecto, Cuenta la historia de Ignacio de Loyola, la supresión de la Orden y su repocisión, las reducciones de indios en Paraguay y cosas por el estilo. Volviendo al voto de obediencia, los jesuítas son una expresión perfecta de esa doble cara que siempre ha caracterízado a la Iglesia Católica: el voto de obediencia al Papa y rechazo a la dirigencia tiene su contraparte, porque es la orden con mayor apetito de poder dentro de la Iglesia.
Desde sus comienzos han tenido problemas con eso, mientras algunos pedían las destinaciones más arriesgadas y miserables, otros compañeros se colocaron como padres confesores y guías espirituales de los reyes más poderosos, lo que los convertía de facto en co-gobernates. Ignacio de Loyola escribió explícitamente que la orden no tendría colegios, sin embargo al momento de su muerte habían como 40 colegios jesuítas, hasta el día de hoy su influencia en universidades de todo el mundo, como propietarios o profesores, es enorme.
Los más jactanciosos
Una señal característica de todos los jesuítas que he conocido es su jactancia. Son los primeros curas que recuerdo que empezaron a usar las iniciales S.J. después de su nombre, tal vez me equivoque en eso, pero los curas antes no hacían ese desplante de arrogancia, ahora los de otras congregaciones los han ido imitando. Se jactan de todo y al mismo tiempò hacen desplantes ridículos, casi teatrales de falsa humildad, como el "cura" Berríos por ejemplo, que busca las cámaras como polilla para mostrar su humilde vida en un campamento. No conozco nada más falso que la pretendida humildad de un jesuíta.
Bueno, este apetito de poder, que es muy similar al de los masones, les ha pasado la cuenta. Cuando se enamistaron con el rey Carlos III, y su amigo el Papa Clemente XIV el Papa suprimió la orden, los jesuitas fueron explulsados de las colonias españolas y demás misiones, todos sus bienes, que eran enormes, especialmente en tierras fueron confiscados y sacados a remate. Los jesuítas tradicionalmente han sido vistos como peligrosos por su arrogancia y apetito de poder, por algo el principal de la Compañía es llamado informalmente "El Papa Negro", lo que popularmente se interreta como que sería el poder detrás del trono en la Iglesia.. En 1814, después de la caída de Napoleón la Compañía es restituída por el Papa Pio VII y existe hasta el día de hoy, que ha vuelto a ser una de las más poderosas dentro de la Iglesia.
El Concilio Vaticano II
El Concilio, del año 1965, convocado por Juan XXIII, fue un terremoto grado 10 en la Iglesia y poca gente conoce sus enormes consecuencias, de hecho en toda la historia de la Iglesia han habido solo dos concilñios. La directriz de "renovar la vida religiosa para adaptarse a los cambios del mundo" significó en la práctica una importante secularización de la Iglesia, perdiendo muchos elementos de lo sacro, a la vez que adquirió otros tendientes a convertirla en una especie de club social o político.
El poder de la política
A partir de este Concilio -según mi entender- se despierta nuevamente el apetito de poder tan característico de los jesuíta al redefinir su fin apostólico, donde además de "ayudar a las almas" agregaron "la promoción de la justicia". Esto que parece tan inocente marca la partida de un gran cambio de los jesuítas a partir del Siglo XX: su irrupción en la política, con posiciones muy afines a los planteamientos estándar de la izquierda.
De allí viene la Teoría del Pueblo, del teólogo jesuíta Juan Carlos Scanonne, la Teoría de la Liberación, de Leonardo Boff, toda la retórica de la "opción preferencial por los pobres" muchísimos curas políticos que hacen proselitismo en la prensa, púlpito y desde los colegios y universidades ignacianas y no pocos curas guerrilleros. Esta misión política ha sido auto asignada desde los tiempos del Concilio y sigue hasta el día de hoy, donde veamos un cura jesuíta escucharemos un discurso político muy parecido. En Chile su última clientela es la Pastoral del Migrante, dedicados a defender a los inmigrantes ilegales.
Un asunto de poder
El derecho canónico, la doctrina de la Iglesia y su historia son fascinantes, dentro de lo más apasionate es la historia de la Compañís de Jesus, con figuras tan importantes como Juan de Mariana y el otrora famoso Theillard de Chardin. Por esas cosas de la vida tenemos por primera vez en la historia del mundo a un Papa que es -o fue- jesuíta, algo que se pensaba imposible. En el fondo, supongo que es un asunto de búsqueda del poder, como ya dije antes los jesuítas piensan y actúan de manera similar a la masonería, cubiertos con una retórica de intenciones muy nobles ambos. Si yo fuera cura probablementye sería jesuíta, claro que tendría que empezar por creer en Dios primero.
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Como se pusieron a estudiar de verdad - la Reforma protestante los obligó a ello - los astrónomos jesuitas habían escudriñado el cielo y leído las últimas teorías y sabían que Galileo y Copérnico tenían razón: sus predicciones se cumplían. No obstante, los inquisidores jesuitas le sugirieron a Galileo en su juicio que presentara su teoría como un "artificio matemático". Algo así como: Para facilitar los cálculos, hagamos de cuenta que la Tierra gira alrededor del Sol. Eso simplifica las cuentas aquí y allá. Desde luego, no es así, pero el asunto es calcular mejor.
ResponderBorrarGalileo tuvo su momento de rebeldía, y no les hizo caso, aunque después cuando vislumbró la hoguera llanamente se desdijo. (y después, cuando salía, dicen que dijo "E pur si muove")
Ahora hay que ver cómo son los tipos, que sabían que Galileo tenía razón, y le bajaron una línea "diplomática" para ir diciéndole al Mundo la verdad sin contradecir la Doctrina - pero si él insistía con su tesis lo mandaban al horno nomás. Uls
Ah Ulschmidt, pero Copérnico -mucho antes- era un cura y re-ilustrado. Para que hablar de mi tocayo Tomas de Aquino, han existido muchos curas eruditos en distintas disciplinas. Claro los jesuítas fueron los primeros que exigieron formación universitaria creo.
ResponderBorrarMi sabio jesuita favorito fue Juan de Mariana, el papá de la escuela económica austriaca, en su época casi le cortan lñan cabeza porque escribió un libro donde decía que el magnicidio era justificable en elgunos casos. No se hizo muy popular que digamos con el Rey de España
Puedes hacerte jesuita, el padre Bradanovic sj. No es necesario creer en Dios (o dios), solo *siempre* decir que crees.
ResponderBorrarP' no insultar solo a los ad maiorem Dei gloriam, hay que decir que, al menos en las otras monoteistas, islam y judaismo tambien hay sectas que permiten el truco del disumulo para protegerla vida o la fe.
Conocí a un obispo más sediento que orilla de playa, otra cosa admirable de esa religión es que no se hace voto de templanza, pero con el voto de castidad me friegan, para que hablar del de obediencia.
ResponderBorrarMejor sigo como oveja descarriada nomas
Otra de jesuítas: los expulsaron, y volvieron, y cuando menos en mi provincia circuló un cuento y fue volcado por algún escritor, describiendo la escena en que los jesuitas vuelven y recuperan el tesoro que dejaron enterrado por décadas.
ResponderBorrarY otra de jesuítas: se aprendían los dialectos tribu por tribu, de sus amados indios, mientras que el resto de los hispanos apenas si aprendía una "lingua franca" - como el quechua - o dejaba todo el asunto en manos de un indígena amigo. Pero lo hacían para tener más poder (se dice) querían tener la exclusividad de la comunicación con su gente.
Y otra de jesuítas: Detectaron el primer producto que venderían no a Europa, sino al mercado americano: la yerba mate. Hicieron una gran economía con eso. Pero cuando se fueron... nadie supo cómo hacer una plantación nueva de yerbamate. Los indios la tomaban de la selva y jamás les importó propagarla. Los jesuítas fueron los primeros en cultivarla, pero cuando sus sustitutos lo intentaron... no brotaba nada.
Al fin un sabio francés, Bonpland, observó todo el ciclo en la naturaleza, vio que con frecuencia a la semilla la comía un pinzón que luego defecaba la semilla más lejos, y así brotaba. Notó que la semilla tenía una cutícula dura. Sumergió la semilla en un ácido débil y luego la plantó: eso funcionaba. El ácido del estómago de los pájaros destruía la cutícula, antes de eso no brotaba. Un mecanismo natural para asegurarse que la semilla fuera transportada lejos de la madre y fertilizada antes de brotar.... de alguna manera los jesuitas lo habían deducido, lo habían arreglado y lo mantenían en secreto.
Ulschmidt
¡Que buena! vaya a saber uno como la descubrieron. En http://www.deusto-publicaciones.es/deusto/pdfs/forum/forum19.pdf aparece la historia de la Compañía y de las Reducciones de Indios en Paraguay, todo desde el punto de vista jesuítico, claro, lleno de alabanzas, pero igual es muy interesante
ResponderBorrarMe dan risa los que reclaman "la intromisión de la iglesia en el estado laico", resulta que la iglesia tiene más de 2.000 años y se estableció acá varios siglos antes que el estado laico existiera, buena parte de lo que es se lo debe a los curas, las misiones y todo eso.
ResponderBorrar"...forrarse de plata habiendo hecho voto de pobreza, darle duro a feligresas habiendo hecho voto de castidad -como hacía mi recordado tío Arturo-..."...Jajaja!!! Qué me hizo el día ésto. Simplemente me imagino a su tío, que debió ser un cura muy serio y sobrio, muy propio de éstos curitas, llegando al lado de las encopetadas feligresas para ofrecerle sus desinteresados servicios de "asesoría espiritual",todo para terminarle dando duro a esas piadosas mujeres. Bueno, yo creo que eso era igual bien habitual y bien silenciado también, mujeres insatisfechas con maridos pendientes sólo del crecimiento de la fortuna, que iban a buscar una "palabra de aliento" con el curita de confianza.
ResponderBorrarInteresante la columna del dia de hoy. hay muchas historias entretenidas acerca de la Compañía de Jesus, pero esta me entretuvo ene.
ResponderBorrarLa iglesia católica, aun a pesar de no tener el peso que tenía antaño, sigue siendo importante incluso en las politicas del mundo. Lo malo es que pecan de inconsecuentes y figuretti en casos como Berrios.
Y pensar que estuve a punto de ser cura! listo para el seminario pontificio en Valpo y mandé todo a la mierda por una mujer! gracias a ella, sigo siendo una oveja descarriada.
Interesante tema. Igual, los jesuitas son, IMHO, los más vanguardistas en cuanto a su pensamiento: más abiertos, menos dogmáticos, etc. Anda a discutirle de religión a un franciscano, por ejemplo, y a un jesuita: son conversaciones de órdenes de magnitud muy diferentes.
ResponderBorrarCurioso que San Ignacio haya escrito que no habría colegios jesuitas: ésa no la sabía. Pero como la vida es irónica... ¡los colegios jesuitas son una de sus principales instituciones! Si hasta su colegio más importante se llama San Ignacio...
Sobre el Concilio, igual tuvo (y sigue teniendo) mucha resistencia entre el clero. Alguien por ahí (creo que fue Juan Pablo I) dijo que "muchos apoyan al Concilio Vaticano I, y también al Concilio Vaticano III, pero muy pocos al Concilio Vaticano II..." (o algo así).
Y, sobre el poder dentro de la iglesia, me parece más bien que los jesuitas son una especie de reducto, versus la creciente influencia del Opus Dei, sobre todo durante el extenso papado de Juan Pablo II. Entre ellos no se quieren mucho.
PD: ¡genial la historia de la hierba mate, Ulschmidt!
Saludos,
El triministro.
Está bastante interesante. Yo algo que le admiro a la Iglesia y a diferentes órdenes es su capacidad de durar hasta estos días sin importar las grandes crisis y adversidades que hayan podido tener.
ResponderBorrarSoy bastante crítico con la Iglesia Católica, y eso que mis padres se ocuparon de que hiciera los sacramentos. Como la izquierda política y la masonería, me parecen instituciones con una enorme hipocresía interna, y que en general han tenido una influencia negativa en el mundo hispano. Aquí en España, su asociación con la dictadura de Franco les desacreditó bastante, aunque en su descargo debo decir que no podían haber hecho otra cosa cuando en la Guerra Civil la izquierda buscaba exterminar todo vestigio de catolicismo para imponer su propia religión laica.
ResponderBorrarA mi me simpatizan mucho, la hipocresía en religión es un gran valor, si no fuesen hipócritas y acomodaticios tendrían que ser fanáticos inflexibles como los musulmanes o muchos evangélicos, los que al final llegan igual a una hipocresía mucho peor
ResponderBorrarTomás, si ya de por sí soy crítico con los católicos, no te puedes imaginar lo que haría con musulmanes y evangélicos. Por fortuna de los segundos no tenemos muchos en España...y de los primeros, ya hay demasiados.
ResponderBorrarjaja! de ahi sale mi simpatía por la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, se los monoteistas creo que es la religión menos dañina gracias a su caracter acomodaticio
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarPor mí parte fui católico hasta que, por fin, entendí lo corruptas que son todas estas instituciones. Ninguna se salva; no hay un pan qué rebanar. Separé, olímpicamente, mí fe en Dios de todo, me construí mí propio sistema elemental de supuestos y mí propia visión con partes de ateos y creyentes y seguí caminando solo. Desconfío tanto de las religiones y sectas en general como del Cartel de Juárez
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