Durante muchos años se ha hablado de cosas como la necesidad urgente de reformar el estado, hacer más eficiente la administración pública, mejorar el control de la seguridad y sobre todo mejorar nuestro corrupto y decadente sistema de elecciones y partidos políticos.
Una y otra vez aparecen Jeremías como los hermanos Mosciatti y otros opinólogos por el estilo que se quejan amargamente de estas cosas que, como todos sabemos, andan pésimo en Chile.
Y de tiempo en tiempo nuestros sacrificados servidores públicos aparecen con alguna solución milagrosa que resolverá toddos estos problemas, ahora le tocó al sistema político y presentaron una iniciativa de ley transversal de políticos de izquierda a derecha.
Esta iniciativa tiene cinco puntos principales que son:
1. Establecer un umbral del 5% de los votos para que los partidos puedan tener representación en la Cámara de Diputados, no podrían existir diputados con menos del 5% de los votos
2. Cese del cargo de los parlamentarios que renuncien a su partido, es decir el que fue electo y renuncia al partido se va para afuera. Obvio que el apetecido cargo es llenado por alguien que designe la directiva, quienes controlan el partido.
3. Se prohíbe la formación de listas formadas únicamente por candidatos independientes ¿quiere presentarse a elecciones en una lista? Perfecto, siempre y cuando pertenezca a un partido o vaya en la lista de un partido.
4. Redistribución equitativa de escaños según la población de cada distrito, la traducción de "equitativa" es "no democrática" es decir ganarán escaños candidatos que obtengan menos votos.
5. Nuevas reglas de transparencia y control para la formación, financiamiento y disolución de partidos, incluyendo la obligatoriedad de una contabilidad pública y la prohibición de recibir aportes de personas jurídicas distintas del Fisco, traducción: el gobierno y los poderes de turno tendrán la manija para autorizar, vetar y disolver partidos políticos, sobre todo para financiarlos.
Los cinco puntos son soluciones torcidas a problemas verdaderos, por ejemplo veamos el punto uno. Resulta que con el actual sistema tenemos al diputado Gonzalo Winter, uno de los parlamentarios más estúpidos y menos preparados que hemos visto en Chile. En eso le hce dura competencia al hijo tonto de Soria.
Winter que fue elegido con un 1.5% de los votos: exactamente 5.238 ingenuos que votaron por él, pero fue arrastrado por su compañero de lista Giorgio Jackson. Maravillas del sistema proporcional con que reemplazaron al antiguo sistema binominal.
La real solución no pasa por dar más poder a los partidos dominantes sino por hacer elecciones uninominales, donde ganan los que consiguen más votos: se listan de mayor a menor y se llenan los cargos con los primeros de la lista
¿Tanto cuesta entender que eso la democracia es el sistema donde mandan los que sacan más votos?
Fíjense bien en el engaño: usan una situación real de algo que está mal para cambiarlo para peor, solo porque eso conviene más a los intereses de los actuales legisladores, a quienes les repugna que ganen los que sacan la mayoría de los votos.
El punto dos también se basa en un problema real: muchos tipos que van como candidatos de derecha cuando son electos renuncian y se pasan a la izquierda, o viceversa. Eso está muy mal pero es la responsabilidad de los que votaron por esos sinverguenzas.
Como mucho pueden ser desacreditados, pero fueron elegidos ¿cómo es posible que los partidos políticos, con sus corruptas directivas, pretendan poner ellos al candidato que más les convenga, pasándose por el forro a los votantes? Otro ejemplo del poco valor que le dan a las votaciones.
El punto tres es el sueño húmedo de la partidocracia, la casta enquistada desde hace décadas en nuestro sistema político, desprestigiada y corrupta, que ve con alarma la competencia que les pueden hacer los candidatos independientes.
Esto se justifica apelando a la cantidad de imbéciles, estafadores y payasos que formaron la llamada "Lista del Pueblo", pero otra vez, eso de dar más herramientas a las burocracias políticas para que puedan imponernos las plantillas de candidatos solo seguirá empeorando el desprestigio de los partidos.
El punto cuatro sobre la "redistribución equitativa" de escaños es más de los mismo, hacer que las elecciones sean cada vez menos democráticas y que las directivas de los partidos políticos tengan cada vez más poder para imponer sus preferencias por sobre las preferencias de los electores.
Y el punto cinco ya es el colmo de la hipocresía. "Nuevas reglas de transparencia y control..." bla bla bla, proponen que los partidos lleven una contabilidad pública, controlar el financiamiento ¡todo eso no es materia de una reforma, debe existir desde el comienzo de cualquier democracia!
¿Acaso no se han formado la mayoría de los partidos por medio de fraudes? ¿Creen que las firmas que consiguieron los partidos del Frente Amplio fueron de militantes reales? ¿O las firmas del partidos Socialista con miles de narcotraficantes acarreados por el ex alcalde de San Ramón?
Pero sobre todo ¿en verdad piensan que todas esas corruptelas se van a desaparecer porque hacen una ley? Eso no es materia de ley, es reflejo de los delincuentes que están en la política.
Todo este proyecto es una basura porque no va a ninguno de los problemas de fondo. La fragmentación política solo se puede enfrentar con un sistema uninominal de elecciones, todos los demás sistemas provocan fraudes y corruptelas.
No se habla ni una sola palabra sobre la democracia interna de los partidos políticos, que hoy son manejados por camarillas de mafiosos que se enriquecen repartiendo el poder y armando plantillas de candidatos con sus amigos ¡ese si que es problema!
Es algo que lo vemos en cada una de las "reformas" que se han intentado a partir de 1990 hasta el día de hoy: son las camarillas políticas que van cambiando todo de acuerdo a sus propios intereses, para enriquecerse personalmente y acumular más poder.
Por si no lo han notado, todo esto no es casual, existe un patrón que viene ocurriendo desde 1990 hasta hoy. Resulta que los señores políticos toman problemas reales y proponen soluciones, que ellos llaman reformas, las que no están dirigidas a resolver los problemas, sino a beneficiarlos a ellos mismos.
Habían grandes problemas en los tribunales y estos miserables propusieron la Reforma Procesal Penal, la cosa más dañina, chambona y corrupta desde que los políticos se tomaron el poder.
Había corrupción en la administración pública, entre funcionarios incluso de los más altos cargos. La solución que propusieron fue ¡Oh, que casualidad! subirse los sueldos a niveles astronómicos, de manera tal que hoy tenemos a los políticos mejor pagados del mundo, por lejos.
¿Y terminó eso con la corrupción? Claro que no, solo subió estratosféricamente el costo de las coimas. Los coimeados con mejores ingresos simplemente subieron sus tarifas de acuerdo a sus nuevas necesidades.
Para mejorar el sistema binominal de elecciones, que acusaban de no ser representativo, lo cambiaron por el actual mamarracho que nos llevó a 50 años atrás. En lugar de avanzar retrocedimos a los años setenta.
Para una economía que lleva años de decadencia, la mejor solución de estos pequeños Einstein ha sido subir más y más los impuestos, cada nuevo gobierno parte presentando una reforma tributaria para estrujarnos más plata. Y después se extrañan del crecimiento cero.
¿Y para mejorar los terribles problemas de seguridad? ¡Qué mejor que crear un nuevo ministerio! así es como piensan y funcionan estos tarados.
Y ojo, cada una de estas reformas ha tenido el mismo resultado: un fiasco. Pero junto con eso, cada reforma ha contribuido al enriquecimiento de los señores políticos que las han implementado, cuenteandonos a nosotros, los giles.
Es el mismo cuento en todos lados, todas estas "reformas" parecen salidas de un mismo grupúsculo de burócratas que buscan tener más poder pero intentan disimular con estas medidas para engañar a despistados. Acá fue el lagarto Vizcarra el que nos metió esta "reforma" y todo con el beneplácito de las masas que lo celebraban junto con toda la prensa mermelera. ¿Sirvió de algo? Para nada, los partidos políticos siguen siendo comandados por caciques y son cada vez más, el transfuguismo sigue existiendo y la corrupción es rapante; pero lo peor es que en casi 150 años de existencia de partidos políticos, por primera vez el estado tuvo que financiarlos. Y claro, nada bueno podía salir de esto. Por eso ahora el delincuente Vladimir Cerrón vive gracias al dinero que el estado le da a ese bodrio comunista de lápiz. Un desastre.
ResponderBorrarAnticaviar
Eso es exactamente lo que pasa Anticaviar. Los señores políticos que tienen tomado para si el poder y el aparato del estado, lo usan para implementar falsas soluciones a los problemas reales.
BorrarEn lugar de solucionar los problemas de los afectados les crean MÁS problemas y lo único que solucionan son los problemas personales de los políticos: más poder y más riqueza para ellos. La gente -estúpidamente- los aplaude y los elige una y otra vez.
¿Y si el voto de cada parlamentario fuese proporcional a su votacion? Me llama la atencion que no se haya propuesto, se usa en las S.A. Si se alega que la democracia y etc etc, eso se mantiene , cada ciudadano es un voto, pero los parlamentarios que representan a mas gente tiene tendrian un voto proporcional a eso.
ResponderBorrarTiene sentido, el argumento en contra de eso es que las regiones con más concentración urbana ejercerían una especie de dictadura sobre las regiones con menos habitantes.
BorrarLa población de Chile es 19 millones 630 mil, Santiago tiene 5 millones 250 mil habitantes (como un 27%), la región de Arica y Parinacota tiene solo 250 mil (1.3%), si los votos se cuentan así, nosotros prácticamente no tendríamos representación política.
Para mitigar este efecto se usan básicamente dos mecanismos: modificar las proporciones dando más peso a las regiones con menos votantes (lo que es derechamente antidemocrático) o bien dando autonomía política a las regiones para que manejen presupuestos propios. Esta última es la justificación de la regionalización.
Ambos mecanismos tienen problemas y han sido fuente de muchísima corrupción. Yo creo que lo mejor es un gobierno centralizado y fuerte al estilo portaliano, creo que es preferible un gobierno "injusto" pero eficiente antes que uno "justo" solo en el papel, pero corrupto e ineficiente an la práctica.
Por eso el modelo portaliano tenía ciertas restricciones:
1. Gobiernos de 5 años con reelección, que permitían diseñar y ejecutar políticas de largo plazo
2. El gobernante electo tenía asegurada la mayoría en el parlamento, para poder ejecutar las políticas.
3.Aparte de presidente y parlamentarios nadie más era electo, todos los demás funcionarios públicos eran nombrados por el gobierno y estaban sujetos a despido en cualquier momento.
Como sistema de gobierno creo que eso era el modelo ideal y de hecho funcionó muy bien en la época portaliana y durante el Gobierno Militar, que tuvo algunas de esas características, especialmente la 3.
Claro que el requisito portaliano era aristocrático:
"Un Gobierno fuerte, centralizador, cuyos hombres sean verdaderos modelos de virtud y patriotismo, y así enderezar a los ciudadanos por el camino del orden y de las virtudes"
Esa es la condición que hoy no existe entre los políticos
Típico de los políticos. Se llenan la boca con que hay que escuchar la voz del pueblo, pero solamente lo hacen hasta donde les conviene mientras buscan promover normas que limiten la voluntad popular. Lo peor es que la gente se deja llevar por el verso.
ResponderBorrarTrabajan para si mismos con el cuento que lo hacen "para el pueblo"... lo peor es que todavía encuentran idiotas que les creen
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