Por qué ahora se lee menos

El falso prestigio de la lectura
Normalmente escribo las entradas tarde en la noche sin saber que diablos voy a poner, y escribo lo primero que se me ocurre, sacando antecedentes al mismo tiempo que voy escribiendo. Pero hoy se me ocurrió una idea para la entrada bastante temprano, lo que me dio tiempo para buscar algo en la web.

Y me encontré con el libro Contra la lectura, de Mikita Brottman,una profesora de literatura inglesa que al parecer comparte algunas de mis ideas que tengo sobre el asunto.

Pero un momento... ¿se pueden imaginar algo más contradictorio y tonto que escribir un libro contra la lectura? A nadie que esté contra la lectura se le ocurriría leer un libro ¿qué tenía en la cabeza esta señora Mikita? 

Yo obviamente jamás pagaría para comprar un libro contra la lectura, así es que me limité a leer un comentario sobre el libro, que corresponde al link que puse más arriba. Pero bueno, el asunto es que -como he escrito antes- pienso que la lectura está socialmente sobrevalorada.

¿Desaparecerán los libros algún día?
Yo supongo que si, el soporte en formato de libro es caro y muy ineficiente, me imagino que con los libros pasará lo mismo que ocurrió en su momento con los papiros, que con el tiempo se deshacían solos, o con los pergaminos,

El proceso de impresión sigue siendo caro, lento y engorroso, comparado con sacar copias en algún medio de almacenamiento digital. 

Los libros son voluminosos y necesitan mucho más cuidado que -digamos- un pendrive. Yo tengo algunos cientos de libros, muchos de ellos desarmados y apolillándose.

Un libro, si lo pensamos bien, no es más que una máquina para leer, tal como puede ser un computador, así es que para un mismo contenido las diferencias son principalmente cuestión de gustos.

Las polillas pueden causar grandes estragos porque perforan los libracos de lado a lado, aunque se pueden seguir leyendo gracias al contexto, muchas veces es una gran molestia. 

Tengo el libro "El secreto del Mayor Thomson" de Pierre Daninos, que es uno de mis favoritos, pero se me partió por la mitad y solo he encontrado las primeras ciento cincuenta y tantas páginas. Cada vez que quiero leer el resto me desespero pensando que deben estar por algún lado pero no se donde.

Leer mucho no es ninguna gracia
Existe una absurda presión social que empuja a las personas hacia la lectura. Se supone que las personas que leen muchó más del promedio estñan mejor informadas, son más cultos o incluso más inteligentes. 

No existe ninguna razón para creer eso, de hecho eso es lo que piensa la mayoría que lee muy poco.

Para que las ventajas intelectuales de la lectura sobre los demás fuesen verdad, tendría que cumplirse un requisito: que todos los libros tengan un gran valor intelectual, eso obviamente no ocurre. De todo lo que se ha escrito, aproximadamente el 20% tiene algún valor.

¡Es la Ley de Pareto pues! Los libros son escritos por seres humanos así es que no se libran de esa ley, el 80% de los libros son basura que nunca debió imprimirse, por irrelevantes o - mucho peor- porque su contenido tiene un potencial dañino sobre las personas.

Qué me dicen de los que se influenciaron leyendo Mein Kampf, el Manifiesto Comunista o el Libro Rojo de Mao. Son libros que jamás debieron ser leídos masivamente porque eran máquinas para transformar a personas normales en seres violentos, resentidos y peligrosos.

Pero eso no es todo. También tenemos en el 80% a los que leen los mejores libros, pero no son capaces de entenderlos y les dan una interpretación torcida. 

Recuerdo a un amigo del ande, ferviente lector de Nietsche, que podía recitar párrafos completos de El Anticristo o Más Allá del Bien y el Mal, sin embargo había sacado conclusiones básicas y torcidas de todo eso, lo comentábamos con mi amigo Tom Wilke, que también lo conoció. 

Leer puede llevarnos con igual facilidad a la erudición, a la sabiduría o a la completa pelotudez. Alguien que haya leído mucho puede ser un erudito, un sabio, o también un gran pelotudo. Y si le creemos a Pareto, estos últimos son más o menos el 80% de los ávidos lectores.

Por qué ahora se lee menos
Pero dejaré de irme por las ramas y comentaré lo que iba a ser el tema de hoy: por qué ahora se lee mucho menos que antes. 

Bueno, eso no es un hecho sino más bien una sensación, yo diría que los jóvenes hoy leen más que cuando yo era joven... principalmente basura, claro. Pero aceptemos eso de que ahora se lee menos

El hecho creo que tiene que ver con la mayor disponibilidad de contenidos pre digeridos y presentados más atractivamente. Por ejemplo el tema de la entrada de ayer yo lo encontré vagando por Wikipesia. 

Luego vi en los comentarios un video con exactamente el mismo contenido, presentado de manera más amena y entretenida, seguramente la creadora del video también vio la Wikipedia,

¿Para qué leer el libro si es más fácil ver la película? Tienen razón los que no leen y en cambio consumen estos productos pre digeridos. Yo mismo lo hago muchas veces; soy un ávido lector de solapas.

Como aprendemos a leer
Pero creo que hay otra razón que es más importante. Muchos que tienen mi edad adquirieron el vicio de leer cuando niños, mientras que a los niños de hoy les cuesta mucho más tomar el gusto a la lectura. 

Creo que esto se explica en buena parte por la forma en que nos enseñaron a leer.

Veía un video en Youtbe hace poco -nótese que no lo leí- donde comentaban que en la Universidad de Columbia y otras de elite, antes obligaban a sus alumnos a leer un libro cada semana, durante los cuatro años de su carrera y escribir un ensayo sobre lo que habían leído.

Esa es una costumbre que ya se perdió porque los jóvenes de hoy ya no son capaces de leer un libro largo en una semana, ni siquiera en un mes. 

Son incapaces de entusiasmarse leyendo, y no soltar hasta el final como nos pasa a muchos de nosotros.

Decía el autor del video, que eso se explicaba porque desde el año 2000 más o menos, con el programa "no child left behind" se cambió la forma de enseñar a leer y la forma de evaluar a los alumnos. Hasta entonces se enseñaba unando el método fonético, con el sonido de las letras.

El nuevo método empezó a enseñar palabras completas, poniendo énfasis en la "extracción de información" de los textos. Y la antigua evaluación por medio de ensayos cambió a pruebas estandarizadas de selección múltiple.

Emtonces entendí todo
Yo aprendí a leer con este pequeño librito que usaba el método fonético de Claudio Matte 

Era de apenas 36 hojas, impresas por lado y lado, con eso yo aprendí a leer. Pero no solo eso, cuando llegué a la página 4 donde estaba la lección del "Perro" me espanté, la encontré demasiado larga y no me animé a seguir aprendiendo.

Pero con las tres primeras páginas, más lo que había aprendido del sonido de las letras, me di cuenta que con eso bastaba para poder leer cualquier cosa. 

Y así lo hice porque en lugar de seguir estudiando el silabario me puse a leer un libro completo que contaba la historia del Arca de Noé. Ya estaba enviciado.

En las otras escuelas se consideraba obsoleto este método de lectura y enseñaban a identificar sílabas completas, así lo enseñaba el Silabario Hispano Americano, pero había que estudiar casi un año para poder leer cualquier texto. Gran diferencia.

Es verdad que cuando uno ya sabe leer identifica las palabras completas, tal como enseñan los métodos modernos pero eso hace que el proceso sea mucho menos adictivo que entender exactamente "como" se lee, aunque sea una palabra que no hayamos visto nunca antes.

¿Y por qué se cambió la enseñanza fonética por las plabras completas y la escritura de ensayos por las pruebas estandarizadas de selección múltiple?

Yo estoy convencido que la verdadera razón es que fue por la conveniencia de los profesores, nada más. Es mucho más sencillo corregir una prueba estandarizada con una plantilla que darse el trabajo de leer y entender lo que el estudiante quiso decir.

Esa es -creo yo- la explicación de la fábrica de burros iletrados y estudiantes mediocres que hoy nos azota. Al menos así lo creo yo.