Miguel Anxo Bastos tiene una idea muy interesante sobre la lucha de clases. Este simpático gallego habla atropellado y se le entiende la mitad de lo que dice -o menos- pero tiene fama de ser una biblioteca ambulante y con su memoria extraordinaria asombra a todos cuando abre la boca.
Desde luego es libertario, anarco capitalista, católico practicante y admirador de las monarquías. También ha estudiado mucho el marxismo que, aunque no le hace maldita gracia y lo rebate brillantemente, le reconoce el valor del concepto de lucha de clases.
Dice que es algo que ha existido siempre en la historia: en el mundo antiguo los hombres linres oprimían a los esclavos, en la Edad Media los caballeros e hidalgos oprimían a los villanos y a su vez eran oprimidos poe el monarca y su círculo cercano.
Pero la Revolución Francesa -con el pretexto de la igualdad- creó una nueva clase opresora, la de los funcionarios del estado que reprimían a los demás seres humanos que quedaban bajo su yugo.
Con las Repúblicas apareció una nueva clase opresora de los políticos gobernantes sobre todos los que tuvieron la mala suerte de nacer bajo su jurisdicción.
Dueante las monarquías por ejemplo, los reyes tenían ejércitos privados provistos por los nobles. Cada señor, conde, marqués o barón colaboraban enviando y financiando su cuota de gente para las guerras.
Los combates eran entre ejércitos solamente y en las grandes batallas la gente de los pueblos se colocaban en las alturas para mirar del espectáculo.
La Revolución Francesa cambió todo esto, a partir de entonces empezó la conscripción y los enormes ejércitos nacionales, que poco más tarde ayudarían a Napoleón a conquistar buena parte de Europa. Era un deber de todo ciudadano "defender a su patria", es decir a los que dirigían el gobierno de turno.
Por culpa de eso las guerras fueron cada vez más sangrientas y a partir de la Primera Guerra Mundial ya no se peleaba solo entre ejércitos sino que la población civil pasó a ser blanco legítimo de la guerra. Inspirados en el modelo de la República de Francia,
La Segunda Guerra Mundial escaló esta tendencia con bombardeso masivos en Londres, Frankfort y muchas otras ciudades lo que hizo que la gran mayoría de las muertes fuesen civiles. Es complicado contar esas muertes pero se entiman unos 26 millones de militares y 49.5 millones de civiles muertos.
Gracias a las ideas de la Revolución Francesa las guerras entre militares se convirtieron principalmente en ataques contra la población civil, todo en nombre de la República.
Pero los cambios no fueron solo en lo militar. Por ejemplo nunca en la historia de las monarquías tradicionales un rey se atrevió a cobrar más del 10% en tributos, porque cuando los impuestos se acercaban a esa línea roja el populacho los derrocaba.
El cambio de una monarquía personal, hereditaria, con nombres y apellidos a la ficción de un gobierno impresonal con dirigentes provisorios fue el origen de la actual lucha de clases entre gobernantes y gobernados.
En nombre de la República se pueden cometer los crímenes y abusos más grandes, partiendo de la creación de una casta o nueva clase social opresora: la clase política.
Ellos -los gobernantes- tienen el poder total sobre los no políticos -que somos gobernados- pueden crear leyes a su antojo, que se meten en los detalles más importantes de nuestra vida. Y sobre todo pueden mandarnos presos si no las obedecemos.
Tienen Policía Nacional, Fuerzas Armadas Nacionales, trubunales y jueces, un sistema de control perfecto y bien afinado para ejercer la opresión y el abuso.
La lucha de clases que usaron como pretexto para la Revolución Francesa, y todos los demás sistemas socialistas y socialdemócratas que derivaron, terminaron instalando una tiranía mucho peor de la que destruyeron.
Porque si un obrero o un campesino se sentía explotado por su patrrón, simplemente podía mandarse a cambiar y buscar otro. Ni el patrón más abusador pordía meterlo preso por no obedecer a sus caprichos.
Sin embargo en las Repúblicas si que nos pueden meter presos -por ejemplo- por negarnos a pagar impuestos.
Esa si que es explotación de verdad: nos puede robar haciendo reformas tributarias en cada gobierno. O despojar del ahorro de años de los trabajadores con una reforma previsional. Y todo disfrazado con palabras almibaradas y falsas como Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Esa es la verdadera explotación del Siglo XXI y la nueva lucha de clases que se está gestando: la clase política versus la clase de las personas comunes y corrientes que somos los gobernados, los abusados, en fin... nosotros los giles.
Miguel Anxo Bastos tiene algunas ideas que comparto y otras que no; pero es alguien muy leído. Creo que el estado moderno empezó a gestarse desde mucho antes que estalle la Revolución Francesa. Pondría como un punto importante el famoso concepto de "soberanía" que Bodino. Además la Reforma (o cisma) protestante hizo que en los países que la siguieron se destruya ese equilibrio entre el poder terrenal (monarquías, repúblicas, etc) y el poder espiritual (Iglesia Católica). En medio de esto tenemos que los reyes acumulaban cada vez más poder. Creo que en el mundo hispano tuvimos algo de suerte porque llegaron los Habsburgo españoles, que mantuvieron aún el modelo descentralizado. Los virreinatos eran en realidad parte del Consejo de Indias eran considerados un reino tal cuál lo era Aragón, Granada, Sicilia, Portugal (durante un breve período), etc. Lamentablemente para los Austrias, estos perderían la guerra de sucesión española y los Borbones fueron desmantelando poco a poco este sistema, en Francia ya lo habían hecho. Sin embargo, los monarcas por más absolutistas que fueran, aún tenían ciertas reglas que cumplir (mucho más si eran católicos). Existían ciertas leyes, tanto escritas como consuetudinarias, que no se podía sobrepasar. Cuando a Carlos III, un absolutista a toda regla, se le ocurrió traer al italiano Esquilache como su consejero, sus medidas fueron tan impopulares, que cuando se metió con la vestimenta de los madrileños, estos le hicieron un motín que asustó al mismo rey. Ni hablemos de las rebeliones en Sudamérica debido a los cambios políticos y económicos.
ResponderBorrarCuando estalla la revolución francesa, el cambio es tremendo. Es cierto que ya había habido una en América del Norte, pero en Europa la reciente república americana no tenía importancia más que la de joder al Reino Unido; en cambio Francia con la muerte de su rey asustó a todos los países europeos. Lo peor es que en nombre de la "Libertad, igualdad y fraternidad" se dan las mayores mαsαcres contra la población que haya vivido Francia. La matanza de San Bartolomé quedó chica comparada a la orgíα de sangre que causaron los revolucionarios. Encima lo tragicómico fue que lucharon para acabar con un rey y recibieron a un emperador. Napoleón no solo tenía ansias imperiales sobre Europa, si no que en medio de sus conquistas llevaba consigo todas las ideas revolucionarias. El verdadero absolutismo del estado se estableció con esto y lo peor es que no ha parado de crecer. Cada día tenemos a un estado que crece más y más. Lo peor es que la gente de a pie ya ha sido lavada el cerebro con esto.
Anticaviar
Anxo Bastos es genial y divertido, pero no es perfecto, "nadien" es perfecto. y Bastos también dice muchas locuras y cae en contradicciones. Sin embargo es de los pocos que conozco que tiene ideas originales y eso si que es una joya, el hecho es que piensa por si mismo y no solo repite lo que ha leído, que es muchíssimo, sino que lo interpreta a veces de una manera descabellada pero vale la pena pensarlo.
BorrarEs el primero que le escuché esas ideas que los políticos constituyen una casta dedicada exclusivamente a recolectar rentas de los demás.
Todos los cuentos de hadas que se cuentan sobre la política solo son encubrimiento de este sencillo hecho, que es casi evidente, pero se las han arreglado desde hace siglos para que no nos demos cuenta.
Por eso mismo la Revolución Francesa, que se pensó como el remedio contra la opresión del monarca, al final terminó reemplazando la monarquía por algo peor y sobre todo mucho más poderosa: la opresiva garra de los funcionarios de gobierno
La rebelión de Esquilache es divertidísima.
ResponderBorrarHabía mucho robo en Madrid, y el asesor italiano dijo que era culpa de los sombreros triangulares y las capas largas.
Porque los cacos circulaban como personas decentes pero en la primer puerta se ocultaban, echaban la capa a la cara y el sombrero con puntas ayudaba a calzarla. Entonces asaltaban impunemente, bien cubiertos.
Ergo: prohibir los sombreros triangulares y las capas largas. La policía del Rey cortaba las capas a sablazos, incautaban los sombreros delictivos. La ropa era carísima en esos tiempos, al poco tiempo estalló una rebelión popular mayor.
El Rey retrajo las medidas impopulares pero para recuperar la iniciativa se reunió con su asesor italiano, que le dijo:
- hay que echarle la culpa a los jesuítas.
Entonces vino el decreto que expulsó a los jesuítas de todo el Imperio, y particularmente hizo grave impacto en los aledaños al río Uruguay, en su cuenca alta, porque las misiones jesuíticas fueron desarmadas y aunque la corona intentó remplazarlos con otras órdenes religiosas y con funcionarios civiles, nunca recuperaron su viejo esplendor. La frontera portuguesa terminó corriéndose hacia el Oeste por esa causa, luego heredada por el Brasil.
Por supuesto, llegado este punto usted va a encontrar historiadores que le digan que los enclaves religiosos obedientes al Papa ya no eran tolerables en el siglo 18, que con una excusa u otra iban a ser removidos, los reyes absolutistas de la Ilustración ya no podían permitirlos.
Pero eso es una especie de normalización de la historia: no admito que una gran consecuencia fue por una causa tan trivial, entonces niego la causa aparente y proclamo otra más racional, lógico, con significado profundo.
No, no cayó Troya porque un príncipe se robó a la mujer m´s bella del Mundo: eran los aqueos que de todas formas querían liquidar a la ciudad que controlaba los Dardanelos. Lo otro fue una excusa. Y todo así.
De todas formas, yo guardo la capa larga y el sombrero triangular en el ropero. Nunca se sabe. Uls
Ese si que fue un notable episodio jaja. El italiano marqués de Esquilache, era un poco como los asesores de Boric, no le apuntaba a una. Estuve leyendo en Wikipedia que la economía de Carlos III era un desastre y la gente andaba fusiosa por el alza de precios del pan.
BorrarComo si fuera poco, después vino la tontera de los sombreros y las capas:
"Quiero y mando que toda la gente civil... y sus domésticos y criados que no traigan librea de las que se usan, usen precisamente de capa corta (que a lo menos les falta una cuarta para llegar al suelo) o de redingot o capingot y de peluquín o de pelo propio y sombrero de tres picos, de forma que de ningún modo vayan embozados ni oculten el rostro; y por lo que toca a los menestrales y todos los demás del pueblo (que no puedan vestirse de militar), aunque usen de la capa, sea precisamente con sombrero de tres picos o montera de las permitidas al pueblo ínfimo y más pobre y mendigo, bajo de la pena por la primera vez de seis ducados o doce días de cárcel, por la segunda doce ducados o veinticuatro días de cárcel... aplicadas las penas pecuniarias por mitad a los pobres de la cárcel y ministros que hicieren la aprehensión. Bando de 10 de marzo de 1766". Notable...
Una capa y un tricornio, solo por si las moscas... me parece buena idea
BorrarSería irónico que eventualmente la lucha de clases se convirtiera en un concepto "de derechas". Por otro lado, tuvimos mucho tiempo una derecha definida por la izquierda, así que no me sorprendería que eso se invirtiera en algún minuto.
ResponderBorrarTodo cambia, como dice la canción
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