En la discusión política chilena hay un tema que me parece especialmente estúpido, inútil y hasta medio infantil: es lo que llaman la agenda valórica y se refiere a temas de moral y religión en las políticas de gobierno.
En términos simples algunos reclaman que las iglesias y grupos religiosos no deben meterse en la moral y los valores de las personas ajenas a su ámbito, lo que -si lo pensamos bien- equivale a prohibir la evangelización que es una de las actividades fundamentales en la mayoría de las religiones.
Nadie que me conozca me podría acusar de beato o cartucho, todo lo contrario yo soy muy relativista, amoral y abierto a simpatizar con la mayoría de las cosas que comúnmente se consideran "inmorales".
Nadie que me conozca me podría acusar de beato o cartucho, todo lo contrario yo soy muy relativista, amoral y abierto a simpatizar con la mayoría de las cosas que comúnmente se consideran "inmorales".
Sin embargo no le creo nada a los progresistas que posan de ateos y modernos cuando en el fondo tienen más prejuicios que Miss Grundy, solo quieren cambiar un sistema moral por otro, todavía más estúpido y superficial que el imperante.
Estos progresistas tan modernos son los primeros en escandalizarse cuando yo digo: ok, que el estado sea neutro en cuestiones morales, pero realmente neutro: que no se prediquen las bondades de la democracia en los colegios, que nadie ande haciendo propaganda a la participación política ni menos a la educación cívica, que es el equivalente de la educación religiosa de los curas.
Estos progresistas tan modernos son los primeros en escandalizarse cuando yo digo: ok, que el estado sea neutro en cuestiones morales, pero realmente neutro: que no se prediquen las bondades de la democracia en los colegios, que nadie ande haciendo propaganda a la participación política ni menos a la educación cívica, que es el equivalente de la educación religiosa de los curas.
Si hay algo que me revienta es el concepto de laico, me huele a naftalina, a hipócritas que posan de librepensadores sin ser libres ni mucho menos pensadores.
Esos son los nuevos cartuchos y la pelea real nunca ha sido de laicos contra religiosos sino que de beatos A versus beatos B, ambos igual de cartuchos y tontos.
A mi no me molesta que los curas se opongan con furia a las píldoras anticonceptivas, al aborto, al divorcio, a los gay, a la pedofilia (que ironía), a los condones y a cuanta cosa se le ocurra al Papa declarar como contraria a la voluntad de Dios
A mi no me molesta que los curas se opongan con furia a las píldoras anticonceptivas, al aborto, al divorcio, a los gay, a la pedofilia (que ironía), a los condones y a cuanta cosa se le ocurra al Papa declarar como contraria a la voluntad de Dios
Si esas son sus ideas me parece lógico que traten de imponer políticas mientras tengan el poder de hacerlo, es su derecho y su deber, si no lo hicieran mejor que se cambien de equipo.
Si lo pensamos bien el asunto no tiene nada de grave, porque con o sin leyes seguirán existiendo las píldoras, abortos, divorcios, gays, pedófilos y condones, la manera latina es así: se acata pero no se cumple es un principio que aplicamos en América Latina desde tiempos de la Colonia.
Si lo pensamos bien el asunto no tiene nada de grave, porque con o sin leyes seguirán existiendo las píldoras, abortos, divorcios, gays, pedófilos y condones, la manera latina es así: se acata pero no se cumple es un principio que aplicamos en América Latina desde tiempos de la Colonia.
Lo mismo ocurre con los beatos del otro lado, esos que se creen liberales y andan pregonando las maravillas de los derechos humanos y la democracia, digan lo que digan los muy giles a la mayoría de las personas le interesan un pepino esas cosas y cambiarían encantados todo ese sistema de derechos ficticios y absurdos
¿Existe algo más absurdo que "el derecho a la vida", cuando la muerte es lo único que sabemos con seguridad?- por que no se preocupan mejor de darnos más libertad para hacer lo que nos de la gana y poder procurarnos lo mejor para nosotros y nuestra familia.
Que hagan lo que quieran, tarados, sigan peleando si se distribuyen o no condones o si se adoctrina con educación cívica en las escuelas. No se dan cuenta que esas son discusiones de giles y que la única manera de enseñar es con el ejemplo, no con discursos ni frases grandiosas.
Que hagan lo que quieran, tarados, sigan peleando si se distribuyen o no condones o si se adoctrina con educación cívica en las escuelas. No se dan cuenta que esas son discusiones de giles y que la única manera de enseñar es con el ejemplo, no con discursos ni frases grandiosas.
¿Creían que con prohibir el divorcio las parejas iban a seguir juntas "hasta que la muerte los separe"? ¿Que con restringir los condones los tipos iban a llegar vírgenes al matrimonio? ¿Que por escribir una "declaración de derechos humanos" la gente se va a poner más respetuosa de los demás?.
Sueñen, giles, la agenda valórica es -en el fondo- una pelea de los tontos contra los estúpidos.
Es verdad: nada es totalmente "laico" y un juego de valores básicos siempre hay. Ahora, yo prefiero que sean "los de siempre" y que no traten de cambiarlos por lo menos en las escuelas.
ResponderBorrarYo he tenido "educación cívica" en plenas dictaduras. Es decir, la realidad política transcurre de una forma y en el aula se sigue predicando un ideal republicano de cómo deben ser las cosas. Y a nadie le molesta mucho eso. "Se acata pero no se cumple"
Pero cuando alguien quiere cambiar eso se pone densamente militante y es mucho más pesado que repetir el programa oficial simplemente.
Además tuvimos una corriente positivistas, casi ilustrada, en el siglo XIX. Una maestra se bajaba del ferrocarril, habría la primera escuela del pueblo y desasnaba a las primeras generaciones de escolares gauchos o gringos. La idea de que el Estado debe sacar a la gente de la brutalidad y llevarla a la modernidad.
Los progres modernos tienen el mismo virus, pero la ocasión ya pasó. Estuve hace unos años en la comisión de la escuela primaria de mi localidad. Nos reuníamos con la directora, una vez conté un par de ingenieros, un contador, un veterinario. La mitad de la comisión tenía una calificación mayor a la de la maestra, los otros eran todos gente con secundario hecho. Ya no ocurrirá que un empleado ministerial con unos años de magisterio ilumine comarcas completas con su sapiencia. Es otro tema que ya no se manejará desde el Estado. Uls
Eso es muy cierto, siempre hay un sistema de valores en toda sociedad que se han ido consolidando a lo largo de siglos y también aparecen de tiempo en tiempo grupos de iluminados que aspiran a borrarlos y reemplazarlos por otros.
BorrarLo positivistas que mencionas en un principio estuvieron detrás de la Revolución Francesa ¿qué valores tradicionales reemplazó la Revolución? Muy pocos, aparte del Sistema Métrico Decimal todo lo demás quedó en el olvido, no tenemos ningún mes que se llame "Brunario" y los grandes cambios que prometían quedaron en pura retórica hueca, esa retórica si que la arrastramos hasta hoy, pero incluso la guillotina pasó de moda.
Como bien dices, los actuales progres son hijos medio bastardos de la Ilustración Francesa, digo bastardos porque a los ilustrados por lo menos se les habían ocurrido esas ideas, pero los progres apenas repiten la retórica, están calatos de ideas, solo repiten como loros
Las creencias, sistemas de valores, etc, normalmente ocultan su objetivo de apoderarse del poder, para hacerse dueño de la gente y del dinero. Eso hace que simpatice con las que proponen achicar el poder al minimo posible.
ResponderBorrarSobre las creencias, permiso para poner un na'que ver:
La hija visita al padre y le dice: papa tengo que confesarte soy protituta.
¿Queee?, dice el, te vas de inmediato de esta casa.
Si, sabia que dirias eso, solo vine a dejarte la escritura de la casa que les compre, las llaves de su nuevo mercedes y una cuenta en el banco con 100.000 dolares.
¿Que dijiste que eres? pregunta el padre.
Soy prostituta...
¡Que susto me diste niña!, entendi protestante. :-)
Si alguna vez les sobra tiempo, lean "El país de los pinguinos" de Anatole France. A partir de un error de un Santo Varón, San Mael, el Altísimo no tiene más remedio que trasnformar unos pinguinos en seres humanos y que tengan su país, su cultura. Luego se desarrolla la historia de la Pingüinia en etapas antigüa, clásica, medieval, moderna. Una prostituta expulsada se complota con un caballero en desgracia y juntos montan una parodia en la cual él mata a un dragón y juntos rescatan unos niños. Ella terminará siendo Santa Brígida, patrona de la Pingüinia. Las casas reinante, por supuesto, se basan en los primeros salteadores de caminos y mafiosos, que al cabo de unas generaciones se autoglorifican. Muy divertido. Uls
Borrarhttps://web.seducoahuila.gob.mx/biblioweb/upload/La%20Isla%20de%20los%20Pinguinos.pdf
BorrarVoy en la introduccion, muy entretenida, tengo lectura de sabado
Wilson, es verdad que los valores se usan como herramienta para adquirir poder, pero no creo que ese sea su origen. Se que hay una idea que los valores son solo un cuento que la camarilla dirigente inventa para mantener sometida a la chusma, pero no creo que hayan sido inventados para eso. Los que inventan esos valores medio "sintéticos" normalmente duran poco.
ResponderBorrarPor ejemplo el vasallaje en la Edad Media seguramente apareció como una necesidad de mantener el orden social frente a las amenazas externas, pero hay otros valores muchos más antiguos que vienen de las creencias, costumbres y preferencias de cada uno que de manera espontánea se van socializando, transmitidos por la familia, la religión y el propio estado.
Podríamos decir que son valores ancestrales como la honradez, la buena fe, el honor, la palabra empeñada, la defensa mutua entre los suyos y cosas por el estilo. Esas son preferencias más o menos naturales que vienen de los tiempos más antiguos. Lo mismo se puede decir de las creencias y las religiones.
Nada de eso es absoluto y cada uno tiene los suyos, algunas sociedades y personas tienen el culto al más fuerte y asocian la capacidad de engañar y la traición con la inteligencia, está muy bien si así lo prefieren.
Pero los valores son indudablemente personales, cada cual escoge los suyos según su preferencia y tratar de imponerlos es una estupidez "puedes llevar al caballo al río, pero no lo puedes obligar a que tome agua".
Está muy bien que los curas, canutos, mormones, comunistas, progres, etc. hagan todo lo posible para CONVENCERNOS que sus valores son los mejores, pero es imposible que los puedan imponer.
Eso es lo que los progres, estúpidamente básicos, no son capaces de entender. Nadie está obligado a aceptar su estupideces, por más que traten de imponerlas.
Ulschmidt, no sabía de ese libro, voy a buscarlo. Y claro, todo linaje aristocrático parte con un muerto de hambre, un salteador exitoso o alguien asi. A mi que me gusta la genealogía lo veo a cada rato.
Me acordé de Guillermo el Conquistador, el primer rey normando de Inglaterra, que en sus tiempos le llamaban "Guillermo el bastardo", ni siquiera era hijo de un rey, sino que hijo fuera del matrimonio de un picante duque
Lo otro es que las leyes se escriben en base a las preferencias de los que tienen poder político en el momento, por eso no faltan los engrupidos mini-me de Robespierre que creen que podrán "transformar la sociedad" imponiendo la ley tal o cual.
BorrarEsa es una idea ridícula y todas esas leyes rupturistas jamás llegan a aplicarse a menos que se mantengan indefinidamente con violencia del estado, como hacen en Cuba o Venezuela.
Lo que dice Ulñschmidt es muy cierto, eso de "prefiero que sean los de siempre" refleja que cualquier imposición de valores que no haya pasado por el filtro de los siglos, se va derecho al fracaso.
La Revolución Francesa se hizo para abolir la monarquís y a los pocos años Napoleón se coronaba emperador, que mejor muestra del fracaso.
A la mayoría de estos "laicos", "librepensadores", "secularistas" y demás lo que realmente les molesta es la influencia de la religión católica. Y es así porque hasta antes del Concilio Vaticano II la Iglesia Católica era una firme opositora de estas ideas. Los protestantes se acomodaron rápidamente a la modernidad. Lamentablemente para la Iglesia, tras el CV II, esta renunció a la labor evangelizadora, renunció a su escencia. Quizo acomodarse al mundo, pero le salió todo mal. Ahora esta nueva Iglesia es una institución sin norte que se destruye cada vez más. El problema de los jerarcas eclesiásticos es que pensaron que hablando con los liberales iban a poder llegar a tener mayor poder social, pero ha sido todo lo contrario. Al final, esta Iglesia castrada solo pierde más y más fieles.
ResponderBorrarAnticaviar
Sin duda, creo que nadie pensó la catástrofe que ina a significar la catástrofe que significó el Concilio Vaticano II. La pelea entre los afrancesados y la Iglesia Católica viene desde la Revolución Francesa y la Iglesia se había sabido defender hasta mediados del Siglo XX al menos, pero cuando el Papa hizo un acuerdo con los fascistas empezó el deterioro.
BorrarLa burocracia de la Iglesia Católica está demasiado maltrecha, es increíble las sucesivas debilidades de liderazgos y escándalos, ojalá que llegue alguien que enderece la cosa porque van por muy mal camino partiendo por el detestable Bergoglio