Que bueno que haya perdido la selección chilena, aunque se enoje mi compadre Oscarini, y la mayoría de mis fanáticos amigos. Creo que una parte importante de los problemas de la opinión pública en Argentina vienen de ese año en que ganaron el mundial y al día siguiente estaban todos eufóricos gritando que "Dios es argentino", me parece que fue una tragedia para ese país haber ganado el mundial, embruteció a la opinión pública (más de lo que suele ser en todas partes) e instaló la cultura chanta en todos los niveles de la sociedad. Con la selección chilena ganando partidos después de tantos años veía con preocupación que la misma cultura chanta -representada por la adoración de Maradona por ejemplo- se estaba empezando a instalar en nuestro chilito.
Admito que el fútbol puede ser un lindo espectáculo, buen pretexto para juntarse a tomar y comer y para gritar los goles, pero también está lleno de antivalores que a mi me revientan. Uno de esos es el exitismo, los hinchas son malos perdedores, viven esperando milagros y se enfurecen cuando pierden. No saber perder con gracia es no saber vivir, la intolerancia a la frustración tan característica de la hinchada me resulta particularmente antipática. Bueno, hay oras cosas que no me gustan pero para que seguir en eso, ya perdió la selección y afortunadamente mañana nadie va a poder decir que Dios es chileno.
Creo que en los años 1996-1997 tuve mis mejores temporadas haciendo proyectos de inversión pública, gané alrededor de 80 mil dólares dos años seguidos, que me convirtieron en un mini magnate de la noche a la mañana, aunque había vuelto a ser micro empresa me quedaba mucha más plata en el bolsillo. Entonces me di cuenta de algo muy curioso: cundo tenía Grandes Tiendas pasaba muchísima plata por la caja, pero muy poca me quedaba en el bolsillo, como micro empresa en cambio mis utilidades eran muchísimo mayores. Pensé que eso era por el giro de mi negocio (asesorías) que naturalmente tiene pocos gastos, pero me di cuenta que todo negocio muy pequeño funciona con grandes utilidades.
De allí saqué mi primera conclusión: las microempresas siempre trabajan con márgenes muy altos y volúmenes de venta muy pequeños, a medida que crecen, lo normal es que las ventas suban y los márgenes bajen. Un vendedor callejero de comida margina fácilmente un 200% o más, mientras que un restaurant con suerte obtiene un beneficio final del 10% . La diferencia es que el callejero vende unos US$ 800 al mes, mientras que el restaurant debe vender más de 10 veces esa suma para llegar al punto de equilibrio.
Por eso el problema fundamental entre una microempresa y otra pequeña o mediana es que a la microempresa le cuesta mucho aumentar las ventas, mientras que a la empresa pequeña o mediana le cuesta mucho bajar los costos. Son problemas completamente distintos y lo peor es que los consultores de empresas y los políticos que diseñan leyes no se den cuenta de esto por lo que ofrecen soluciones de fomento inútiles.
Esta incapacidad de entender cual es el problema fundamental, hace que los gobiernos boten muchos millones a la basura en subsidios y beneficios inútiles. Sigamos con la experiencia personal, yo tengo una microempresa que se llama BGL Asesorías Económicas y Proyectos, donde somos dueños al 50% entre yo y la Pilar (BGL = Bradanovic Gómez Limitada). El año pasado facturamos un solo proyecto por alrededor de US$ 15.000.- Si hubiese manejado correctamente el asunto de impuestos -cosa que no hice- habría tenido un margen del 500% o mayor. Este año no he hecho ni una sola factura.
Si voy donde un consultor de esos que pone el gobierno a los pequeños negocios, me preguntará donde tengo mi oficina "en mi casa" será la respuesta -¿Y haces publicidad?- "claro que no, con que plata" -¿Y cual es tu plan de negocios?- "ninguno, solo hago lo que yo se hacer" -¿Tu capital de trabajo?- "normalmente cero" -¿Y como consigues los trabajos?- "bueno, me buscan los amigos, los que me conocen, en la universidad o por Internet" -¿Tienes cuenta corriente o trabajas con algún banco?- "claro que no, desde que salí de la universidad, gracias a un antigua deuda del crédito fiscal no soy sujeto de crédito".
El consultor recordaría la plantilla que le enseñaron y me recomendaría hacer un plan de negocios, me regalaría algo de plata -unos 2 o 3 mil dólares con suerte- me recomendaría arrendar una oficina y hacer algo de publicidad. ¿Que haría yo entonces? con esa plata me compro un auto y me tomo lo que me sobre, así todo volvería a quedar como antes, yo andaría en un auto un poco más decente que el green monster gracias a la generosidad fiscal y cuando me caiga otro cliente podría echarle gasolina y disfrutarlo, mientras me dure la plata.
Yo he sido empresario pequeño y ahora soy micro empresario, prefiero la microempresa porque es más rentable y requiere de menos trabajo. He tenido éxitos y fracasos en los dos segmentos, tengo estudios en empresas así es que se supone que debería tener claro cual es mi problema fundamental. Y claro que lo se: mi problema es que vendo muy poco y es exactamente el mismo problema de todos los microempresarios del mundo, bajo volumen de ventas con márgenes altos.
Por supuesto que mi problema no es de capital de trabajo, ni publicidad ni oficina sino de bajas ventas, y para la microempresa no funciona la publicidad, porque son negocios de nicho. Cuando se creó Prochile en los años 80 sus primeros administradores, expertos norteamericanos, en su mayoría, diagnosticaron certeramente este problema y Prochile se convirtió en el agente de ventas de las pequeñas empresas chilenas, el resultado está a la vista: los boom del salmón, de la fruta y del vino. Luego Prochile pasó a manos chilenas y hoy está manejado por teóricos sin mayor experiencia, desde hace varios años que dejó de ser un factor importante del desarrollo exportador, hoy se mueve con los lugares comunes del emprendimiento (que palabra más antipática) y nunca más volvió a gatillar nada importante. Existe una enorme brecha de comercialización entre el productor microempresario y el mercado.
Si existiera un Prochile como el de antes, que me consiguiera clientes para los proyectos de inversión y estudios yo estaría repleto de trabajo, bah, mejor que no exista, así solo tengo que trabajar tarde, mal y nunca. Hasta mañana.
Tomás, no creo que el futbol del 78 haya estupidizado a los argentinos. Ya eramos estupidos antes en todo caso. El del 78 fue un mundial muy manipulado por la dictadura, si, por su imagen, y el del 82 fue miserable. Estábamos en guerra e Inglaterra retiro su equipo del Mundial pero aquí lo enviaron y la tele, cuando las noticias de guerra eran cada vez peores, recalcaba los resultados deportivos - que también terminaron mal. Horrible falta de respeto a los combatientes, presentados como uno de dos espectáculos públicos.
ResponderBorrarEl furor mundialero es un poco ilogico si pero pasa rápido. Ahora, en los proyectos micro una cosa que suele ocurrir, y me parece que es el orígen de los altísimos rendimientos con poca facturación, es que el trabajo del microemprendedor no se cuenta, uno no se fija un sueldo por sus horas de trabajo, no lo computa en los costos y, absolutamente tiene Ud. razón, si el microemprendedor paga todos los impuestos es muy distinto que si negrea por lo que es un sector de lo más evadido - al Fisco tampoco le conviene perseguir pequeños evasores.
Donde el microemprendedor entra por el aro es en conseguir crédito, y para llevar carpeta al Banco regulariza un poco su situación, y saca tarjeta de crédito para consumir y financiarse con lo cual paga todo en blanco IVA incluído. Ahí lo atrapa el malvado Fisco! Si la gente pudiera hacer tratos a palabra y recibir crédito con apretones de mano, como antaño, no necesitaría créditos ni garantias bancarias. Evadir impuestos es sólo para personas y comunidades muy honestas.
Ulschmidt, yo creo que la opinión pública es bien estúpida en todos lados: Argentina, Chile, USA, adonde sea, pero algunas ideas futboleras profundizan el proceso, tal como tu cuentas con la manipulación para los mundiales, hay muchos que ganan con la pasión de multitudes, por algo le colocan tanta plata.
ResponderBorrarClaro, en la microempresa el sueldo del empresario no se cuenta pero en las grandes empresas pasa algo parecido, estoy haciendo una presentación onde leo que "entre 1988 y 1998 se estudiaron 1.854 grandes empresa donde 7 de cada 8 no alcanzaron un creimiento rentable, esto es un crecimiento real anual de 5.5% en sus ingresos y ganancias sobre el costo de capital".
O sea los grandes empresarios trabajan de manera similar a los pequeños, están dispuestos a perder plata con la esperanza que la empresa remonte en el futuro, incluso en plazos tan largos como 10 años, donde lo racional sería sacar el capital e invertirlo en otra parte.
La informalidad y la evasión es casi un requisito de las micro empresas y la quiebra viene normalmente en el momento que tratan de dar el sato formalizándose, pidiendo préstamos, etc. Lo peor que puede hacer una microempresa es tratar de crecer antes que sus ventas hayan despegado de manera importante, tratan de hacer un "bootstrap" y ahi se mueren, generalmente con la gentil ayuda del estado. Es un error de diagnóstico clásico porque entre el fisco y los bancos se pueden llevar fácilmente el 50% o más del capital de trabajo.
una que creo podría ser apasionante es el análisis de la dualidad entre la red informal y la red real. Porque cuando el microemprededor puede moverse dentro de su red local/familiar/conocidos recibe, por caso, un crédito de su primo, basado en la confianza, sin costos adicionales algunos (aún si considerasen un interés) pero en cuanto quiere acceder al crédito formal debe primero formalizarse el mismo con fuerte costo fiscal, abrir una cuenta, hipotecar o prendar, pagar seguro de vida por si se muere antes de pagar y seguro de siniestros sobre el bien que garantiza, gastos administrativos, etc... una larga serie de encarecimientos.
ResponderBorrarMe da la impresión de que en Chile circula la factura de crédito, o la venta de facturas en fin, por lo que leo. Aquí intentaron imponerla y fracasó. Se suponía que vender la cobranza a futuro a un inversionista o entidad financiera sería negocio, pero no.
Las diferencias entre microempresas y las empresas -digamos "normales"- son enormes, es un error usar las mismas estrategias creyendo que la única diferencia es de escala.
ResponderBorrarTal como dices el financiamiento es distinto: pagos adelantados, créditos por mercaderías a sola palabra, préstamos de parientes o amigos, etc. la mayoría de las ventas de las microempresas son cash y una parte considerable de esas ventas se usa para capital de trabajo.
Fijate que uno de los más grandes vacíos de la economía en general, es que -incluso la microeconomía- no estudian los problemas de las empresas, de eso solo se ha ocupado la administración ¡imagínate las microempresas! no hay practicamente estudios formales sobre su funcionamiento.
Hernando de Soto en su libro "El Otro Sendero" hizo una aproximación al asunto, pero después se convirtió y ahora uno lo escucha y repite los mismos lugares comunes de todos. Una lástima.
Poniéndonos especialmente rigurosos al comentar, alegrarse porque se pierde es algo contradictorio por esencia; es como decir "mejor morir que vivir"o "mejor ganar poca plata que mucha".
ResponderBorrarEste evento ("El Mundial") genera mucho movimiento de dinero, por lo menos en este país es asi, por mucho que no seas tu ni yo quien se lo embuche.
Creo que ver al Mundial de Fútbol desde lo meramente deportivo o desde lo patriotero es algo restado, carente, acaso sesgado.
Pensar que el mundial de fútbol es algo negativo para el país cuando se ganan los partidos es lo mismo que ver, por ejemplo, a una fabrica de martillos carpinteros como una factoría de armas letales para asesinos en serie.
Ah Sergio, revisa tu lógica pues. No tiene nada contradictorio alegrarse porque la "selección chilena de fútbol" quedó eliminada, de hecho los barasileños están bien contentos y eso no es contradictorio, tu error lógico es presuponer que yo siento alguna clase de identificación personal con la selección chilena de fútbol, cosa que por cierto no la tengo. Así no tiene nada de raro con que me alegre con que la selección haya perdido.
ResponderBorrarEse mismo argumento lo extiendes a todo el país y yo diría gratuítamente, porque aunque haya una enorme mayoría de fanáticos por la seleción eso no dice nada sobre los efectos -buenos o malos- que pueda tener el fanatismo sobre ese colectivo (en mi opinión muy malos efectos).
Efectivamente los campeonatos mundiales generan grandes negocios porque impulsan a la gente a gastar su plata, pero eso es -como dices- más o menos independiente de quien se lo embuche, muchas cosas fuera de lo normal producen grandes movimientos de dinero, el terremoto por ejemplo.
Ganar no es perder; perder no es ganar; simple, fácil y bonito...
ResponderBorrarTodo lo que es, es; todo lo que no es, no es.
Creo que contradices cosas obvias.
A mí me encanta el fútbol y ver a la selección. Sin embargo, comparto con Tomás el odio por el exitismo infundado (digo, si fuéramos Argentina o Brasil te creo, pero con lo que hay, poco más que lo que hizo Bielsa se puede hacer, o sea disciplinar a un grupo de tontos más o menos malos para la pelota y hacerlos jugar como equipo) y por sobretodo, que sea un escapismo. La dictadura argentina en su momento hizo con el fútbol lo mismo que la chilena con el halley, la virgen de Miguel Ángel y el colo colo: usarlos como medios para sacar de agenda lo que estaba pasando (hace algún tiempo el caradura de Cuadra lo justificó en una entrevista diciendo algo que en todo caso es verdad: que en todos lados y al día de hoy el manejo de "lo noticioso" se hace por quienes tienen poder para instalar sus temas y sacar los que no les gustan).
ResponderBorrarSergio no veo la contradicción. es contradictorio si a uno le alegra de que pieda alguien con quien se identifica. No es el caso de Tomás, como queda claro
A mi lo que me cae más mal es esa ideología de "no perder", que la entiendo en los jugadores (es necesaria para que compitan bien)pero no me cabe en la mente en los hinchas ¿que tiene de malo que el equipo (ni siquiera uno mismo) pierda?, más todavía en un juego que está lleno de imponderables. Me resulta muy antipático los que no saben perder, los que no soportan la frustración.Tanpoco veo de que se enorgullecen cuando el equipo gana, si ni siquiera jugaron. La proyección y la manipuación que se produce con los deportes espectáculos me cae muy mal. ¿Perdió la selección? ¡que bueno pues!
ResponderBorrarChile estuvo muy bien Montecristo. Tuvo la desgracia de chocar en octavos con Brasil, el mayor candidato siempre y que de regular te regala el boleto de regreso.
ResponderBorrarDe los ahora "ocho mejores" cuatro son sudamericanos y al quinto, Chile, lo eliminó el más prometedor de los cuatro, Brasil. Eso pone a la clasificatoria sudaca como la más exigente del mundo y ahí Chile hizo un campañón.
Merecieron llegar mas arriba,
Acuso recibo, pero creo que la vida continúa, así que para no pecar de majadero, termino aquí.
ResponderBorrarSaludos...
Que interesante lo que tu propones al decir que el mayor problema de una microempresa son las ventas y el mayor problema de una gran empresa son bajar costos.....yo al menos no me habia dado cuenta que una microempresa es mucho mas rentable que una empresa mas grande....creo que el tema de las ventas pasa por la venta de servicios al extranjero ya que chile es un mercado pequeño y pobre, luego muchas empresas foraneas se pueden beneficiar de los servicios que se puedan prestar en chile.
ResponderBorrarPor otra parte creo que muchas microempresas estan mal craneadas es decir...las ideas en que se sustentan son malas ya que tienen muchos costos que las hacen inviables. Por ende lo mejor es una empresa de servicios.
http://www.chilexportaservicios.cl/ces/
Aqui te dejo este portal para que lo veas...yo lo encontre interesante
Pero Tomás,
ResponderBorrarcomo tanto? Debería darte verguenza!
A todos aquellos que lloran con la selección, tienes que darles tu apoyo, animarlos, subirles la moral, decirles que no decaigan y que mantengan la esperanza para una nueva oportunidad.... y por último, presentarles minas, para que se reproduzcan, ya que gracias a ellos, a esa masa, es que vivimos con esta calidad de vida actual.
:P
Salutti
Ah Eduardo así es, si te fijas bien no hay microempresa que margine menos del 100%. El problema de las ventas no es tanto que falte el mercado porque la microempresa puede sustentarse indefinidamente con un micromercado, lo que pasa es que incluso obtener parte de ese micromercado les cuesta.
ResponderBorrarPiensa por ejemplo en un carrito de comidas o una oficina de asesoria: hasta en la ciudad más chica de Chile tienen clientes potenciales porque gente con hambre y necesidad de proyectos hay en todas partes, sin embargo igual les cuesta mantener una cantidad mínima de clientes que lo podrían sustentar ¿por que? principalmente porque no tienen reputación, no son conocidas, sus clientes son puros conocido y llegan boca a boca, por eso tardan una enormidad en llegar un cliente nuevo. La microempresa es un modelo de organización muy interesante, pero también muy poco estudiada y menos comprendida, algún día voy a completar mi manual del pequeño empresario http://knol.google.com/k/manual-del-pequeño-empresario# creo que todas estas cosas me falta agregarle, algún día lo haré
Salutí!
Ruben ¡presentarles minas para que se reproduzcan! que buena idea, es la sabiduría judía que se me olvida cuando más la necesito
Claro que me enojé y mucho, la pasión es parte de nuestro ser el otro día veía en TV un reportaje sobre Hitler y solo me centré en el comportamiento de la masa que lo apoyaba , curioso un pueblo o raza que ha demostrado en razón ser superiores no lo eran tanto y un loco( no huevón por supuesto) lo llevó a lo que todo conocemos, en fín hay que buscar el equilibrio entre la razón , la pasión y el afecto o corazón, no vemos a la night con el Peñita
ResponderBorrarmira Thomas con todo mI respeto!!!!!!!!!!creoo k tu perspectiva no aporta nada,,,,cuando habras un block minimo k sea ara persnas k realmente estan buscando algo productivo..me despido cordial.
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