NULLA DIES SINE LINEA. Filosofía barata, historias, historietas, moralejas, chamullos, relatos absurdos, la vida de un vago, cosas de Arica, literatura, música, pornografía, política, física, cocina regional, minas, copete y cosas por el estilo. The awesome, absurd and often bored adventures of our Man of Mystery in Arica, from the trenches, in the Northern Front. Sacar a mil, sacar a mil. Streams of brilliance often spring from boredom. "Be yourself, but bigger"
23 mayo 2006
Bolivia y la economía
Sin darme cuenta me metí -como dijo Ignacio- entre las patas de los caballos al escribir sobre la Guerra del Pacífico. Es increíble como este tema sigue apasionando a chilenos, peruanos y bolivianos después de más de 120 años. Menos mal que la polémica no ha pasado al campo internacional porque tengo muchísimos amigos en Perú y Bolivia y lo que menos me gustaría es andar discutiendo por tonteras.El caso es que años atrás me dediqué a leer la historia de Chile de Encina (son como 47 tomos en la edición económica de Ercilla) donde con montón de documentos se desmentían la mayoría de los mitos que leí en "Adiós al Séptimo de Línea" y otras novelas seudohistóricas.
Pero mejor doy vuelta la hoja, lo que pasó, pasó y cada cual quedará con la versión que más le convenza. SIn embargio quería comentar un tema relacionado que es la situación actual de Bolivia, que es el país que quedó más marcado con esa guerra pese a que perdió muy poco en comparación con el Perú. Bolivia ha tenido generaciones sucesivas de malos dirigentes junto con una enormidad de recursos naturales, sin embargo hay un estado de crisis casi perpetua en que parece funcionar el país.
Mirando el pasado tenemos el Cerro Rico de Potosí, el mineral más espléndido jamás encontrado, que ha sido explotado continuamente desde 1545 hasta el día de hoy. Luego vino el estaño, en Oruro y ahora el gas natural y el hierro, con las mayores reservas del mundo en el Mutún. ¿Por qué esa riqueza nunca se ha transferido al país y solo ha habido explotación y despojo durante siglos?. Existen dos explicaciones, la políticamente correcta y la real.
La explicación políticamente correcta habla de políticos que entregan las riquezas del país a manos extranjeras a cambio de coimas y participación. Hay muchas formas de articular esta explicación: parten diciendo somos mendigos sentados sobre una montaña de oro, luego los capitalistas sobornan a los políticos para llevarse el oro y usarnos como esclavos en la explotación, se llevan el oro y dejan el hoyo. Esta explicación tiene la ventaja de ser muy simple de entender y muestra un enemigo claramente identificable: los capitalistas. El problema es que no es cierta, es solo una caricatura usada para mantener el sistema de explotación hasta el eterno.
La explicación verdadera es un poco más complicada: la plata, el estaño, el gas y el hierro bajo la tierra no son plata, ni estaño, ni gas ni hierro, son solo tierra con contenido mineral, del mismo modo que unas pepitas de naranja no son lo mismo que una plantación de naranjos produciendo, y su valor es solo potencial en la medida en que exista dinero para hacer las instalaciones y caminos, así como los conocimientos para cada uno de los procesos.Y no solo se necesita capital para inversiones sino además para operación y reinversiones, una vez que el negocio esté funcionando.
El capital monetario podría venir de dos fuentes: el estado o capitalistas privados, ambos esperan un máximo retorno por la plata que están arriesgando, porque si existiera algún negocio seguro no conoceríamos la pobreza.Si el estado pone la plata, tendrá que sacarla de lo que actualmente destina a otras cosas, en un país pobre como Bolivia debería usar lo que gasta en pagarle a profesores, servicios de salud, policías, etc. o sea, no hay como.
Si se busca un inversionista privado primero hay que convencerlo, porque hay muchos otros lugares en el mundo donde invertir plata, entonces empiezan las negociaciones y con la historia que tiene Bolivia cualquier negociación con privados terminará muy desventajosa para el estado por el alto riesgo de invertir en un país revolucionario (en el mejor sentio de la palabra). A ningún inversionista privado le gustan las revoluciones, bueno, a algunos les gustan, son los buitres financieros que ganan apostando al riesgo y esos han sido los inversionistas que históricamente han recibido nuestros vecinos. Yo creo que la explicación real de los problemas en Bolivia, es que los gobiernos siempre han rehusado aceptar la economía, y lo han pagado muy caro históricamente.
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