¡Gonzalez llega a Arica!

¿Se han fijado en los impertinentes y belicosos comentarios de mi ex alumno Gonzalez a lo largo de todo el año?. Bueno, resulta que decidimos arreglar nuestras diferencias de una vez, y nos reunímos en al Restaurant Terra Amata para llegar a un acuerdo o trenzarnos a golpes si fuese necesario.

Tenía mucha curiosidad de probar la cocina del Terra Amata, los que leen el blog hace tiempo recordarán que sus dueños Astrid y Fernando me habían invitado para la inauguración, así es que con mi característica generosidad invité a Gonzalez para que comiera lo que se le antojara, para que alguna vez en su vida sepa lo que es comer decentemente.

Y fuimos no solo una sino dos veces: el miercoles fuimos a cenar y el viernes a almorzar para tener una buena idea de como está la cocima de ese hermoso restaurante. A propósito, después recordé que Gonzalez me debía gruesas sumas de dinero, así es que lo dejé pagar las cuentas solo para atenuar los efectos de la maldición de los Bradanovic, que persigue sin piedad a todo aquel que me debe plata.

Para la cena Gonzalez pidió un ceviche de corvina y un congrio al horno envuelto en papel aluminio (¿como es que se llaman esos paquetitos?) , yo pedí una corvina a la parrilla con cubitos de queso de cabra con hierbas y especias. Estábamos de lo mejor comiendo cuando apareció Fernando Antequera, el dueño que nos llevó a la cava para revisar los vinos, y partimos conversando un chardonnay guiados por el ojo certero de Fernando, que nos contó sus historias de como su afición por el norte lo llevó a sumarse sin reservas al proyecto de Astrid de hacer algo en Arica. De como compraron una propiedad para construir un hotel y encontraron un riquísimo sitio con momias del período chinchorro, lo que los obligó a cambiar el proyecto a un restaurante en otro lugar del mismo barrio.Y así estuvimos conversando y después del Chardonnay Fernando Trajo un Pinot Noir que fue alegremente escanciado y no menos alegremente bebido, mientras picamos unos cebiches y luego ostiones a la parmesana.

Todo muy rico y perfectamente presentado. Tanto nos gustó la cosa que al día siguiente volvimos a almorzar, nuevamente ostiones a la parmesana y el cabezón Gonzalez pidió unas brochetas a la peruana con papas fritas, mientras que yo ordené un lomo en salsa de pimienta con fetuccinis y de postres un souffle y mango alegre para mi.

Bueno, hagamos el balance, en mi opinión los puntos fuertes del Terra Amata son:

-El servicio, Terra Amata es el único restaurant atendido por gente muy joven, serviciales y educados, este es un punto en que todos los demás lugares que conozco fallan siendo algunos insoportablemente mal servidos. Creo que tienen el mejor servicio de mesa que conozco en Arica y les daría un 10 sobre 10, nada que quejarme excepto un olvido que fue solucionado de manera cortés y oportuna.

-La decoración y la presentación de los platos, ni hablar, junto con el Maracuya son los dos mejores de Arica y entre loos dos yo me inclinaría por Terra Amata. La vista es excelente y el diseño en general es acogedor y muy funcional.

-La carta de vinos es la más completa que conozco, dudo que otro restaurant tenga una igual, faltó uno que a mi me gusta (Las Encinas) pero debo reconocer que no es un vino muy popular. Los precios son razonables y tienen precio para servirse y otro para llevar. Excelente idea. El maracuyá sour impecable, con la acidez exacta. Me faltó probar la mano del barman con un dry martini, pero bueno, para otra vez será.

Veamos ahora la cocina:
-Los pescados excelentes, frescos y bien preparados, las papas fritas en su punto de perfección (hacer una papa bien frita es un arte mayor). La pasta también perfecta, las salsas y la sazón excelentes.

Las carnes son algo que todavía tienen que trabajar, el lomo para mi gusto no estuvo muy bueno además que lo pedí "medio" y me llegó "bien hecho". Dicho sea de paso en Arica es muy difícil conseguir buenos cortes de carne así es que como recomendación para cualquier restaurante es mejor pedir pescado. Mas bien dicho es un crimen pedir carne en Arica habiendo tan exquisitos y frescos pescados.Me faltó probar el pollo, lo dejaré para una próxima visita.

Bottom line: el Terra Amata es para mi gusto el mejor restaurant que conozco en Arica, aunque tiene algún detalle por mejorar son muchas las cosas que confluyen para calificarlo de un lugar muy bueno: hay feeling, es una idea llevada a cabo con pasión y trabajo duro, Fernando es un arquitecto de la UCV formado en los míticos años de Godofredo Iommi, eso se nota y su formación extraordinaria ha venido a dar sus frutos muchos años después en nuestra ciudad, es una suerte para Arica tenerlos acá, yo creo que esa es la clase de gente que necesitamos.