12 julio 2006

¿Por qué Chile?

Normalmente no hago copy&paste pero esta entrada en el blog de mi amiga Mila Bulic me pareció excepcional no solo por ser una experiencia histórica en primera persona sino porque da para pensar en muchas cosas y valorar lo que para mucha gente acá pasa desapercibido como el valor de una vida tranquila, los amigos y muchas otras cosas de las que he escrito antes acá mismo. En este relato Mila cuenta su experiencia como neoyorkina el día del atentado en el World Trade Center y algunas decisiones que cambiaron su forma de ver la vida. Espero que lo encuentren tan impresionante como me pareció a mi, aquí va:

¿Por qué Chile? Primera Parte

Una de las primeras preguntas que a menudo me hacen los compañeros de trabajo y mi familia es por qué yo escogí salir de los Estados Unidos y cambiarme a Chile. Sería bueno poder decir, "Ah, eso es fácil. .." pero no fue una decisión fácil de tomar. No fue una epifanía, ni un destello deslumbrante, una idea magnífica, ingeniosa o la sabiduría repentina. Fue una evolución lenta que comenzó con el temor, que luego se disolvió en la pena hasta que tomó finalmente la forma de un plan.

Para la gente que no estuvo en New York el 11 de septiembre de 2001, quizás pensarán ¡el asunto pasó y ya! Pero los que lo vivimos y perdimos gente que nos importaba, los que nos ahogamos en el polvo y el humo, es no una cosa tan fácil. En este punto es donde el viaje comenzó para mí, y así es cómo encontramos la respuesta a mi pregunta original: ¿por qué Chile?

Recuerdo ese día como si fuera hoy. Empezó de manera hermosa; un cielo perfectamente azul que llegaba a parecer falso por su misma perfección; un buen entrenamiento en el gimnasio antes de ir a trabajar, en fin; todo muy normal y agradable.

En mi camino a la oficina, que está a unas 2 cuadras del gimnasio y cerca de 12 cuadras de donde estuvo el World Trade Center, recibí una llamada de un antiguo colega mío que trabajaba en el piso 87 de torre uno. William trabajaba en el mismo horario que yo había tenido previamente y había heredado algunas de mis antiiguas responsabilidades. De no haberme cambiado pude haber sido yo quien estuvo allí pues antes el solía llegar pasadas las 10 de la mañana.

William llamó para disculparse por no haber mandado las fotos de su hijo de apenas 6 semanas. Charlamos por un momento y de pronto le escucho exclamar "Ah, la mierda!"

En ese momento, yo escuché la explosión y sentí el suelo sacudirse bajo mis pies. Los años de mi instrucción militar reaccionaron y salí directo hacia el World Trade Center. No podía aceptar que mi amigo estaba dentro de ese edificio. También pensé en los muchos otros amigos allí y todo lo que pude pensar es que tenía que entrar a ayudar. ¿Cómo? no lo sabía, solo seguía el instinto y cariño por esas personas, mis amigos.

Y casi morí pisoteada en mi tentativa para alcanzar el vestíbulo más bajo de torre uno, cuando me encontré contra el enorme flujo de gente aterrorizada. No fue sino hasta que el segundo avión golpeó la torre dos que recién alcancé el vestíbulo.

En esos momentos, el lugar era un enjambre con trabajadores de rescate, policías, bomberos, etc. Cada vez que intenté entrar en la escalera para subir a los pisos más altos, tenía que ayudar a alguna persona espantada o sangrienta a salir y al final nunca llegué más arriba del segundo piso.

Salí al exterior otra vez, recuerdo cuando vi cosas caer desde las ventanas y yo dije en voz alta "¿esas son personas saltando de las ventanas?" La contestación de un caballero a mi lado fue "no, deben ser muebles."

Pero supimos era que gente. La gente tan espantada por la idea de aginizar entre las llamas que tomaron la decisión de saltar hacia abajo. ¿Puedo imaginar lo que debe haber estado atravesando sus mentes, lo aterrorizante que debió ser? todavía tengo pesadillas acerca de eso.

Pasé los tres días siguientes en el sitio, porque un amigo mío que es bombero sabía que tuve el entrenamiento de busqueda y rescate en mis años con la Fuerza aérea. Busqué, pero no rescaté. Recogí los pedazos de cuerpos, cada uno en su bolsa. Un pedazo por bolsa. No dormí ni comí. Me desplomé después de tres días cuando finalmente me mandaron para la casa.

Mis recuerdos de esos tres días son afortunadamente vagos. Nadie te puede entrenar para tratar con ese tipo de horror. La realidad no es como el aula ni el campo de entrenamiento. No se puede simular; sólo puedes experimentarlo.

Una semana después todos nosotros volvimos a nuestro trabajo. Nosotros no íbamos a "permitir la victoria de los terroristas.". Deseabamos patearlos y tomar sus nombres uno por uno. Quisimos que nuestro ejército cobrara su libra de carne extranjera. Queríamos la venganza primero que nada.

Cuando todo pasó la mayoría de nosotros llegó a creer que ninguno de nuestros deseos de venganza arreglaría lo que se había roto; no devolvería a los seres amados; no cambiaría nada. Nos dimos cuenta que mirar con sospecha a cualquiera que fuese árabe o musulmán no resolvería los problemas sino que causaría otros nuevos. Algunos de nosotros lo hicimos de todos modos.

Un mes más tarde me tomé un tiempo lejos trabajo para centrarme. Había sido incapaz de enfocarme en algo aparte del trabajo. Sin embargo ya no estaba trabajando para mí. Necesitaba tiempo para pensar, absorber y procesar todo lo que había pasado y no podía seguir finguiendo que todo era normal.

Aquí es donde mi viaje comenzó realmente, el comienzo de la búsqueda en una mejor vida brotó como la semilla y germinó. Creo que esto es mi destino y afortunadamente para mí, tengo a un esposo amoroso, un amor fraguado en las profundidades del infierno en 9/11, que está dispuesto a compartir este destino en mí, haciendolo su propio destino.

Durante la semana que no estuve trabajando no ví televisión, no leí el periódico ni los libros, no escuché música, ni tuve otras formas de distracción. Gasté ese tiempo pensando acerca de lo que tuve, no en el sentido físico, y en lo que quise.

Lo qué yo descubrí era que había perdido a todos mis amigos, menos dos. Estaba sola. Tuve toda la parafernalia del éxito y entonces descubrí que ese éxito, apreciado tantas veces, es relativo. ¿Por qué estándares era yo exitosa? Descubrí que hay más maneras de determinar éxito que solo por cuánto ganamos cada año. Cuándo yo aplico el "cuán felices son ustedes" o "cuando fué la última vez que sintieron la alegría" me di cuenta que para esos estandares yo no era nada exitosa. Entonces supe que era tiempo de cambiar.

Comencé lentamente, haciendo los cambios personales de mi vida, explorando otros intereses, probando cosas nuevas, enamorarme, casarme, tomar buenas vacaciones con el hombre que amo. Sin embargo, todavía faltaba algo. Rudy y yo conversamos largo sobre lo que estábamos perdiendo con nuestras vidas. Somos y hemos sido muy felices el uno con el otro, pero sabíamos que quedaban aún desafíos que teníamos que tomar.

Y sucedió en Hawaii, el momento magnifico del "aha!". (continuará)...

4 comentarios:

  1. Tomás,
    You honor and flatter me. Gracias. I know I am not unique in my experiences, I am no demasiado asustado hablar de ellos.
    Your readers must be going nuts with my Spanglish. :) Of course, I am the one switching between two keyboards as well as dos idiomas!

    The human spirit is unbreakable. It is our minds that get us in the end. If we believe in ourselves we truly can make anything happen. I have many fears--but those fears are about things which I cannot control. For life, for all other things--I have no fear. It is this that gets me, and so many others, through the hard times.

    Tú amiga,
    Mila

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  2. ....espero con ansia y muchìsimo respeto la continuaciòn del relato. Mis saludos.

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  3. Impacatante forma de apreciar lo relativo que resulta el concepto de "Bienestar". Muchos asociamos en forma lineal el exito con el bienestar, cuando son conceptos muy subjetivos y dificiles de medir.
    Tambien, muestras un gran ejemplo de coraje. Excelente!

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  4. que power!!
    tengo un amigo que no subio ese dia porque se quedo dormio!
    asi con ian thorp (en nadador) que no subio porque se le quedo la camara!!

    en fin!

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"