28 abril 2007

Cuentilandia

¿Y como te fue? me preguntaban todos hoy en la tarde, en una frase: no me fue. porque a las 12 no pasó nada y la entrevista se corrió para mañana a las 5 PM, mucho mejor esa hora porque como es bien sabido levantarme temprano me trae mala suerte. Hoy me preocupaba un poco por la cantidad de gente que estoy embarcando en esta aventura, todos llamándome a ver como me había ido. Si al final no pasa nada me sentiré un poco responsable pero que diablos, es parte del circo

¿Se han fijado como se ha ido desprestigiando la palabra "proyecto"?, antes era algo complicado, importante, hecho por especialistas, pero desde hace algunos años el concepto se propagó y todo el mundo está haciendo proyectos. Cuando alguien dice "estoy elaborando un proyecto" lo primero que uno piensa es "este anda cesante, está embaucando con algún cuento".

Y ese es el mayor problema a la hora de salir a vender un proyecto, la historia de engaños es muy larga, especialmente en Arica que "gracias" a sus leyes de excepción y la multitud de subsidios se ha convertido en la capital de los proyectos truchos y las movidas para sacarle un billetín al Fisco de Chile.

Arica es el paraíso de los cuenteros, todos terminan aterrizando acá. Si hicieramos la historia de los proyectos chuecos habría para escribir un libro -que digo- una enciclopedia, la Gran Enciclopedia del Cuento en Arica, somos el Vaticano del engaño. No voy a contar los cientos de historias que conocí de primera mano, por la sencilla razón que no me interesa andar difamando, además muchos de estos vivarachos son buenos amigos míos, ni muerto los echo al agua.

Arica es Cuentilandia, hay muchas historias de mentirosos pero la que más me gusta es la de dos amigos que estudiaban ingeniería comercial en los ochentas. Eran unos perfectos dolcevitos y se fueron a conquistar Santiago, viviendo en el departamento de un amigo. Se pasaban los días y meses sin nada que hacer, farreando en la noche y durmiendo en el día, así es que -aburridos- se pusieron a leer unas revistas Cruzeiro, en portugués, que encontraron en el departamento.

Medio en serio, medio en broma, empezaron a conversar entre ellos en portugués y se metieron tanto en su papel que se pusieron nombres brasileños y se inventaron una historia. Creo que uno se puso Valdir Sousa de Oliveira y el otro el "conde" Adamir Goncalvez o algo por el estilo, inventaron la historia que eran de familias aristocráticas de Brasil y que los habían mandado a estudiar a Chile para luego hacerse cargo de la fortuna familiar.

Y la mentira fue creciendo, eran invitados a las fiestas de la Embajada de Brasil y comenzaron a entrar en las casas de familias con plata que buscaban un buen partido para sus hijas, así fue como los brasileños Valdir y Adamir lo pasaban fabuloso de casa en casa, comiendo, tomando y enamorando gratis a las garotas de la alta sociedad santiaguina. Habían encontrado las llaves del paraíso.

Hasta que en medio de una de esas fiestas se toparon con una ariqueña que -para su mala suerte- había estudiado en la universidad, verlos y gritar "¡¡Laucha, que estai haciendo acá!!" fué uno solo, "desculpe-me senhorita, sao equivocados", "¡Pero si erei el Laucha Pérez, y el Boris ¿que andan de incognito? ¡no sean payasos!", luego de una larga y chusca discusión en que la amiga no dió su brazo a torcer, los impostores tuvieron que reconocer que eran el mismísimo Boris y el Laucha, y en lugar de aristócratas brasileños eran modestos hijos de vecino de Arica City. Fue un tremendo escándalo, pero también un engaño de antología.
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En este punto uno podría salir con lo políticamente correcto: que es mejor decir la verdad que mentir, que el que engaña a la larga siempre le va mal, etc. etc. El problema es que eso no es verdad, la mentira o el decir una cosa y hacer otra es una estrategia tan buena como cualquier otra, a veces funciona y a veces no dependiendo de la habilidad del mentiroso, de su posición de poder, etc. A mi nunca me ha gustado hacer cuestión moral de estas cosas.

Yo prefiero decir la verdad y cumplir con lo que digo más que nada por flojera, con el tiempo he descubierto que es un gran lío estar cubriendo mentiras, consume tiempo y esfuerzo, uno dice "nos juntamos mañana", no le dan ganas y no va, después tiene que inventar una mentira para no quedar mal, doble trabajo y así, suma y sigue. Siempre he sido un devoto del camino del menor esfuerzo. Bueno, también esta lo de la reputación, pero ese es otro cuento.

7 comentarios:

  1. Ah! que divertido ... Nunca lo habia visto desde ese punto de vista; que mentir resulta mas trabajoso que decir la verdad ... y es cierto! Como muestra, lee lo que escribi en mi blog acerca de la gran mentira de la decana de admisiones de MIT que tuvo que renunciar antes de ayer por justamente eso, mentir.

    Buena suerte manhana!

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  2. Hola Lilian, la mentira a veces funciona pero demanda mucho trabajo ¡en un balance energético muchas veces sale para atrás jaja!

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  3. hola tenemos torneo d cacho en el garito. no se admiten tontos grabes ni menos "pelaos difamadores"

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  4. Ademas de, lo que mencionas, del gran esfuerzo que hace falta para mantener las mentiras, a mi me pasa que me incomoda hacerlo. Es como una tension en las tripas o algo asi, y estimo que es mas saludable, para mi, no hacerlo.
    Y finalmente esta la idea, que en promedio, es mejor negocio, tener reputacion de decir lo que uno estima verdadero, que fama de mentiroso.
    Cambiando de tema, una pregunta:
    Para que sirve la verificacion de la palabra?

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  5. Wilson esa sensación desagradable es adictiva para muchas`personas, la adrenlina de decir una mentira y sentir el peligro que te descubran es una de las motivaciones más importantes de los mentirosos compulsivos, Yo he conocido a muchos mitómanos que disfrutan de esa sensación e incluso yo mismo, cuando era chico la disfrutaba, menos mal que me di cuenta a tiempo pero es un asunto que pued ser my adictivo.

    La verificación de palabras para mi es indispensable, porque como mi apellido aparece en muchas parte de internet soy pasto de los spammers. Si no tuviera la verificación de palabras recibiría un montón de comentarios-spam cada día

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  6. Hola Tomas!

    Y? Como te fue? Se suspendio nuevamente?

    Mencionas a los mitomanos y me recordaste de mi primera experiencia con este tipo de gente. Fue en tiempos de la universidad para la semana mechona. Teniamos que conseguirnos una mula y traerla al gimnasio de la U. La Mitomana nos dijo que ella tenia una parcela en Azapa donde tenian mulas asi es que era cosa de ir a buscarla y nada mas. Y asi hicimos, previamente consiguiendonos un vehiculo grande. Cuando llegamos a Azapa, ella no podia recordar cual era su parcela (?), y paseabamos para alla y para aca, hasta que nos aburrimos. Sin entenderlo, nos devolvimos frustradas [eramos un equipo de 4 ninhas] a la U. con las manos vacias y con una interrogante muy grande de como era posible que a alguien se le olvidara donde vivia ... Bueno, despues a traves de otras cosas similares que pasaron con esta ninha, todos nos dimos cuenta que ella mentia en forma compulsiva. A proposito, ella era tremendamente buenamoza; venia de una familia con dinero; manejaba un auto nuevo, etc. Tenia todo lo que usualmente se considera "suficiente" para estar contento, pero creo que era una de las personas mas tristes que he conocido, pobrecita!

    Cheers ...

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  7. Hola Lilian!

    Creo que me fue bien, bueno, en un tiempo más lo sabré supongo.

    Lo de los mitómanos es un asunto muy divertido, yo he conocido a muchísimos y creo que es una especie de vicio, parece que lo hacen por la emoción.

    La gente con la personalidad del vendedor (la verdadera) tienen muchos rasgos mitómanos, especialmente los mejores vendedores esos que parten convenciendose a si mismos. Todo tiene su lado bueno y su lado malo, todos tienen algún lugar dodnde funcionan bien, como en El Gran Circo de Oklahoma.

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"