Hoy conocí un pelmazo

Hoy tuve la desgracia de conocer a un tipo muy desagradable, de esos que se las saben todas y que tiene una explicación para todo, los que se dicen asertivos, muy seguros de si mismos y de sus opiniones, lo que yo simplemente le llamaría puntudo. Estaba pensando en lo mal que me cayó el pelmazo y de repente me puse a pensar si yo a veces no seré igualito. Es tan distinto como se percibe uno mismo a como lo perciben los demás

"Conócete a ti mismo" nosce te ipsum decía la inscripción labrada sobre la puerta del templo de Delfos. Pero como en el chiste del tartamudo, conocerse a uno mismo es más fácil de decir que de hacer. "Yo me conozco" decía un amigo cada vez que se emborrachaba, justo antes de armar algún escándalo mayúsculo o agarrarse a trompadas con alguien.

Todos tenemos esa sensación -normalmente falsa- de conocernos perfectamente, después de todo nadie ha vivido tan cerca de uno como uno mismo, nadie conoce como uno todos los detalles, historias y secretos vergonzosos que los demás ni saben , quien podría conocernos mejor entonces?. Pero la verdad es que normalmente nos vemos en un espejo distorsionado, que unas veces nos agranda y otras nos achica, la forma en que nos percibimos es casi siempre distorsionada por esa necesidad de justificarnos y buscar explicaciones para todo.

¡Que difícil es hacernos una idea realista de como somos! normalmente nos creemos especiales cuando somos de lo más común y corriente, o nos sentimos con mucha más inteligencia de la que tenemos en realidad, o en el otro extremo de la autoestima, nos sentimos unos fracasados, miserables, incapaces de nada, casi siempre nos hacemos esas ideas esquemáticas, simplificadas de nosotros mismos como un mecanismo de defensa para explicar nuestros fracasos y aplaudir nuestros éxitos.

Ni nos damos cuenta que gran parte de los éxitos y fracasos son fruto de la casualidad y de una multitud de cosas que ni controlamos, pero nos gusta hacernos una máscara que es como nosotros nos miramos en nuestro espejo interno. La desgracia de tener un lenguaje es que le andamos buscando la explicación a todo, todo hay que racionalizarlo y cuando la explicación no la sabemos la inventamos, cuando no nos gusta la cambiamos, la damos vuelta. Por algo la palabra personalidad viene de "máscara", una cosa que nos colocamos para ocultar nuestra verdadera cara, esa es la personalidad y lo peor es cuando de tanto vender esa máscara terminamos nosotros mismos convencidos que eso es lo que somos. En fin, empecé rabiando por un pelmazo y terminé pensando si yo mismo no seré igualito, pura filosofía barata hoy, y eso que no me tomé ni una mísera chela.
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