Que asi sea

Las fiestas de fin de año tienen buena onda, el 21 de diciembre es el solsticio, primer día del verano y como yo cuento mis años en veranos ese es mi verdadero cumpleaños,. Además empiezan a aparecer los amigos de todos lados, Lilian, que vive en Baltimore, ahora anda en Arica y ya encontraremos el momento para juntarnos y tomar unas saludables chelas.

Y siguen apareciendo los amigos, me acaba de llamar el Mouse que decía que está llegando a la ciudad de la eterna primavera, que primero que nada iba a besar el suelo, luego iría adonde Chuminguito a comprar unas cervezas y se vendría para la casa. Adelante compañero, acá te espero con la sed de siempre. Luego me llama Daniel ¡tiempo que no nos juntamos! para avisarme que mañana es la Gran-Guatia-Gran, para hacer el bye bye de este maldito 2007, allá estaremos amigos, el Valle de Azapa me espera. ¿Como no me va a gustar el fin de año?.

A pesar de toda la mala racha -que me tuvo de vacas flacas durante todo el 2007- no caí en la tentación de ponerme a trabajar, como tampoco me ofrecieron horas de clase en ninguna parte me mantuve fiel a mis principios, sin ni uno y sin caer en pecado nefando. Un gran negocio me ilusionó el 2006 y me desilusionó el 2007, que diablos, a la larga ha sido mucho mejor.

Creo que, hablando de plata, hay que evitar como al diablo a dos falsas ilusiones. La primera es la ilusión de seguridad económica, del buen pasar, que lleva a mucha gente a vivir haciendo cosas que desprecian a cambio de un sueldo. Eso no tiene mucha diferencia con los esclavos que trabajaban a cambio de que el amo les financiara las necesidades básicas: techo, ropa y un plato de comida. La segunda ilusión es la del éxito económico, que consiste en sacrificarse trabajando como un bruto para conseguir mucha plata.

¿Para qué la seguridad? ¿para qué el éxito? son cosas innecesarias y sobre todo ilusorias. Nunca se llega a tener verdadera seguridad en un mundo donde lo único seguro es el gorreo y la muerte (Primera Ley de Bradanovic). El éxito también es inalcanzable ¿con respecto a que? la ambición y las expectativas una vez que se disparan no tienen techo, tal como la memoria RAM; siempre se necesita más, ni siquiera Bill Gates está contento con lo que tiene.

Nos sacrificamos para conseguir plata, y queremos conseguir plata para vivir sin sacrificarnos. Miren que paradoja: nos sacrificamos para no tener que sacrificarnos. De nuevo me voy a copiar a mi mismo, repitiendo la filosofía barata que escribí hace unos años: La plata tiene un costo, las cosas cuestan plata y la plata nos cuesta vida; así cambiamos vida por cosas. Esto no es malo per se, la vida la tenemos y las cosas nos faltan, lo importante es pagar un precio razonable.

Una buena forma de enfrentar el asunto es pensar que nos vamos a morir en unos pocos días más (hasta podría resultar cierto, quien lo sabe) y medir los costos y beneficios de lo que hacemos como si nos quedara muy poco tiempo, es curioso que siempre hacemos nuestras cuentas como si fuéramos inmortales cuando lo más cierto es que podemos parar las chalupas en cualquier momento.

Y entonces tomasito, con su túnica blanca, sus alas de plumavit y una aureola de neon tocará las puertas del cielo, y San Pedro lo recibirá como corresponde "¿que de bueno has hecho en tu vida tomás?" me preguntará, y yo le diré "mira, me mantuve alejado del trabajo, hice muchos amigos, lo pasé muy bien con ellos, y siempre me mantuve entusiasmado con algo" entonces St. Peter, el que tiene las llaves del cielo me dará un abrazo y me dirá "pase nomás compadre, usted es de los nuestros, está en su casa". Que así sea.