08 junio 2008

Andar con los monos

No se si le pasará a todos, pero mi ánimo se desplaza entre el entusiasmo y las dudas, un día es euforia, esperanza por el brillante futuro y al otro pura desilusión y miedo por las cosas malas que se me vienen encima. Que cosa más rara.

Si uno fuera objetivo, el destino siempre es trágico. Una de las pocas cosas que estamos seguros es que -no importa cuan bien o mal nos vaya- igual nos vamos a morir, y es bien probable que lleguemos a ese momento rodeados de miedo, dolor e incomodidades. Son muy pocas las personas que se mueren repentinamente en medio de un sueño, o destrozados por una bomba sin darse cuenta de lo que pasó, esas son las muertes dulces pero la mayoría de las veces la hora nos llega en medio de una enfermedad, incómoda y dolorosa. Es curioso que vivimos en un mundo mucho más seguro, donde minimizamos los riesgos de muerte violenta, pero tenemos que enfrentar igual el fantasma de las enfermedades largas y dolorosas.

Peor todavía si nos preocupa nuestra alma inmortal, porque somos muy pocos los que estamos libres de todo pecado y casi todo el mundo tiene muchas yayitas de que arrepentirse. Si existe el infierno debe estar repleto, mientras que el cielo debería estar más vacío que nuestras oficinas del registro electoral.

Y si hablamos de preocuparnos ¿que tal el dolor que vamos a causar a nuestros seres queridos después de morirnos?, o los que son el sostén de la familia empiezan a pensar que pasará cuando ellos no estén para generar el billullo. Bueno, yo que soy una carga en lugar de sostén tengo una razón menos para preocuparme.

Nadie está libre de esas preocupaciones, sumemos ahora las cosas prácticas y más inmediatas como las pequeñas -o grandes- humillaciones que recibimos diariamente, la mala suerte que desbarata nuestros planes y esfuerzos, la falta de plata y el fantasma de los gastos que nos acecha cada fin de mes, o el miedo a perder lo poco -o mucho- que tenemos. Finalmente esa negra sensación de que todo ha sido para nada, lo que logramos fue casualidad y que en nuestra vida nos equivocamos una y otra vez, siendo muchas de nuestras opiniones puras excusas para camuflar un enorme fracaso.

Pero que tanto, todo tiene su contrapartida. Partamos por las enfermedades y la muerte: habrá que preocuparse cuando lleguen y no antes. En caso de enfermedad solo quisiera tener un amigo anestesista que me atiborre de drogas: morfina, marihuana, LSD, peyote. En lugar de un médico tratando torpemente de reparar la máquina preferiría uno que me mantenga bien drogado en paraísos artificiales hasta el momento de la muerte, un tratamiento así es lo que en realidad me gustaría.

Como no creo mucho en el cielo ni el infierno, me tiene sin cuidado lo que le pase a mi alma inmortal que, dicho sea de paso, tampoco creo que exista. otra preocupación menos. Y después que me muera ¿que le pasará a mis seres queridos? que se jodan, ya no es mi asunto, yo voy a estar muerto y no tendré que preocuparme de esas cosas, que se preocupen ellos y ojalá que no me lloren mucho nomás, que se olviden de mí lo antes posible.

Así, todas las grandes preocupaciones se desvanecen, cuando llegue el momento ya veremos, por ahora no me frieguen. Pero quedan las preocupaciones chicas, que son las peores. A ver, sobre las ofensas me importan un cuesco: si alguien me ofende es un idiota y más idiota sería yo por verme afectado por la opinión de un tonto, una menos. Otras cosas como las preocupaciones cotidianas, inmediatas por plata o por el futuro son las más difíciles de espantar y son casi siempre las que nos llevan a pensar en todas las demás cosas funestas que nos esperan, las preocupaciones chicas son las más peligrosas así como las más difíciles de espantar.

Tenemos un destino trágico, pero le podemos aplicar el jiu jitsu. No cuesta nada negarlo, decir que diablos me importa y repetirlo hasta que realmente no nos importe, así es como la gente mantiene la cordura en tiempos de guerra, en campos de concentración o en medio de grandes tragedias, con mayor razón podemos hacerlo en la vida cotidiana. Viviendo al minuto y sin preocuparnos mucho por el futuro, riéndonos de todo y sin hacernos problemas inutilmente, creo que eso es lo más práctico, y que todo lo demás se vaya al diablo.

10 comentarios:

  1. Queridisimo Tomas--
    Tu honestidad me encanta. Todo lo que hablas es entendible pero la mente humana es muy enganhosa. Podemos vivir en las circunstancias muy abominables y ser absolutamente felices sin una preocupacion y tambien lo inverso. Todo esta en el balance de quimicos y hormonas en nuestros cuerpos que en si mismos son la consecuencia de estimulos y circunstancias que nos rodean,de como nos alimentamos, como dormimos, etc. Ya hace tiempo a esta parte se te nota que andas de bajon... Es totalmente natural por las cosas que han pasado alrededor tuyo ultimamente.

    Trata de acordarte como te sentias cuando eras ninho. Por lo que has contado aunque las circunstancias que te rodeaban eran de muchas estrecheses economicas -vivias muy contento sin pensar en lo que venia. Esa es la actitud correcta yo creo. Vivir la vida ahora, en este minuto, vivirla bien, observar, oler, probar, ver el lado bueno aunque tengamos una atraccion hacia el aspecto negativo. No somos duenhos del futuro ni del pasado, solo del ahora y alegrate mucho que estas en Arica con temperaturas agradables donde se puede respirar aire puro. Donde vivo yo hoy han dado una advertencia a la poblacion de evitar estar afuera porque el contenido de ozono en el aire es muy peligroso, con una temperatura y humedad elevadisimas...imaginate! que clase de vida es esa donde no es bueno salir al propio jardin de tu casa? El fin se acerca Tomas, el Apocalipsis esta aca... despues que salga Obama de presidente, se acaba el mundo jejejeje [eso del Apocalipsis es para terminar en una nota acorde con tu estado de animo] :-D

    Un abrazo y mucha energia

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  2. Eso Lilian ¡el fin está cerca, arrepentíos pecadores! ¡no somos NADA, no somos NADA! jajaja. Obama no creo que gane, es muy orejón para ser presidente, yo creo que va a ganar el insulso Mc Cain pero en fin, yo siempre me equivoco en esas cosas.

    Si tienes razón, hay que mandar todo al diablo y vivir el minuto nada más, es lo mejor.

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  3. En mi caso cuando sepa que me voy a morir, voy a ponerme un cinturon atestado de dinamita y me iré el domingo al Mall donde lo hare estallar... Si me voy a ir NO ME IRE SOLO :-P

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  4. Buena idea! claro que en lugar de ir a un mall a matar pelagatos mejor anda a la Cámara de Diputados, o al Colegio de Profesores, o a la Moneda para aprovechar de limpiar un poco la casa

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  5. Me acordé que cuando chico, iba pasando frente al cuartel de investigaciones en General Mackenna y estaban los bomberos limpiando con manguera los pedazos de uno de los miembros de la Vanguardia Organizada del Pueblo que trató de entrar a Investigaciones para matar en un ataque suicida al "Coco" Paredes que era director entonces. Ese se puso un cinturón con dinamita pero se explotó en la puerta, los pedazos quedaron por toda la escala y parte de la calle

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  6. Vivir el día nomás, esa es la respuesta. En todo caso me gusta eso de vivir en otro mundo los últimos días, después de todo nos pasamos la vida enfrentándola, ¿por qué no tomar la vía fácil en el último momento? Buen blog, hacía tiempo que no te visitaba...
    Marilyn (desde mi otra cuenta, jeje).

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  7. Andrea tantas lunas! yo creo que habría que almacenar para callado una buena provisión de alucinógenos para antes de morirse, lástima que no sea políticamente correcto, pero para eso están las amigas doctoras jajaja

    A propósito no te imaginas como extrañé el nombre de las pastillas para eliminar el sueño los días que trabajé en la bohemia, lo busqué por todas partes y no hubo caso. Ahora menos mal estoy durmiendo igual como todos los cristianos, ya no las necesito. ¡Pásalo bien en las uropas!

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  8. Por si acaso... te deje una pregunta [en mi blog] :)

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"