26 mayo 2010

El baile de los que sobran

Iba caminando al sol, como Kung-Fu hoy en la mañana, pensando en los muchos giros de fortuna que he tenido en el último tiempo. A veces parece que tuviera el resto de la vida asegurada, pero Dios se encarga de recordarme que le encanta jugar a los dados y por un pequeño detalle todos los planes se derrumban, entonces a empezar de nuevo desde cero como Mr. Micawber. Pero en fin, la seguridad es aburrida, mucho mejor la aventura. Ni quiero imaginar como sería mi vida si tuviera que ir a trabajar todos los días a cambio de un sueldo. Gracias a Dios he hecho todo lo necesario para que ese destino tan espantoso no me ocurra nunca.

Este lunes empiezo a hacer las clases de la nueva versión del Chile Joven (no se como se llama ahora), es un trabajo simple, entretenido y bien pagado, en una de esas rebrota mi alicaída conciencia social y me dedico por un tiempo a educar a la Juventud de la Patria. Creo que entre los 19 y 29 años es una de las etapas más difíciles para alguien que es pobre: la educación superior es muy cara y no asegura estabilidad económica, a esa edad se deja de ser el niño protegido y cada año que pasa empieza a ser mirado como una carga, es la edad en que a veces los padres se mueren -que fue lo que me pasó a mi- cuando en un momento me vi parado, así como dice la canción

Y otra vez en la calle
otra vez en la vía
con la garganta seca
la barriga vacía

Recuerdo mis veintes como una época muy complicada, claro que gracias a una jugarreta psicológica siempre me las he arreglo para borrar todos los malos recuerdos, pero de lo poco que me acuerdo, las ví muy negras esos años. Es cuando uno empieza a tomar las primeras decisiones, la mayoría a la ligera y así, a veces se arruina el resto de la vida ya sea por exceso de riesgo o por elegir la seguridad al costo de una rutina servil y chata.

Pasados los treinta ya casi no quedan decisiones que tomar, la vida nos encaminó por las elecciones que hicimos en los veintes y empezamos a ver las consecuencias, solo hay que dejarse llevar por la corriente. Entonces uno empieza a racionalizar y se imagina todas sus decisiones como parte de un plan cuidadosamente calculado, ahí es cuando cada uno arma la gran mentira de la historia de su vida.

Las nociones de éxito o fracaso son principalmente sociales, tengo amigos soñadores que les va mal una y otra vez, esos son considerados un fracaso por mis otros amigos cautos -o más bien cobardes- que se engañan a si mismos pensando que han conseguido el éxito cuando en realidad nunca han podido pasar de la mediocre aceptación de sus limitaciones, viven doblando la espalda pero en fin, todos necesitamos justificarnos e inventar una historia de mentira. ¿Que tiene de malo mentir en un mundo donde la verdad no existe?, larga vida a los chamullos entonces ¿tiene algo malo ser mentiroso? nada, solo me molesta cuando se ponen prepotentes o despectivos, ahí si que yo salto con todo.

Ah pero me desvié de lo que estaba escribiendo, entre los 19 y los 29 es la edad más complicada. Lo que se decide y como se actúa en esos años marca a la mayoría de las personas por el resto de su vida, a los 19 decidí estudiar técnico electrónico, a los 22 me metí a estudiar ingeniería con posibilidades infinitesimales de terminar, a los 25 ya sabía que no iba a trabajar jamás como electrónico ni como ingeniero, a los 27 decidí que el trabajo es lo peor que existe y que por el resto de mi vida tendría que ver el modo de vivir sin trabajar. En eso estoy ahora, ya ven como las decisiones que tomamos a los veintes nos dejan consecuencias para todos los años que vienen.

Por eso me gusta hacer clases a gente de esa edad, especialmente si son pobres y no ven posibilidades de entrar a la universidad ni se les ocurre que maldita cosa podrían hacer para no morirse de hambre en todos los años que vienen por delante. Es como mirarme al espejo o en la máquina del tiempo. Es la época en que o se ponen a patear piedras y a buscar a quien echarle la culpa de sus desgracias, o se fijan un propósito y tratan de seguirlo a toda costa.

Yo he tenido muchísima suerte, los tontos piensan que cuando les va bien es por su inteligencia o esfuerzo, mentira, es pura buena suerte, de la que yo he tenido en abundancia y no tengo idea cuanto me irá a durar. Pero ni me preocupo por eso, cuando se me termine la suerte recién entonces empezaré a preocuparme. Y tal vez ni entonces.

9 comentarios:

  1. En mi caso personal, creo haber comprobado que me ha dado resultado elegir un par - y no más - de decisiones como las importantes, dándoles la trascendencia en el momento justo, sobre las cuales me he dejado llevar por esa corriente a la que aludes y por el engañoso azar, que suele no ser más que una deriva controlada.

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  2. Claro Sergio, muchas veces tomamos decisiones importantes y ni nos damos cuenta. Solo con el tiempo, mucho después, vemos que lo que nos pareció importante en su momento era una tontera, y lo que nos pareció sin importancia tuvo consecuencias horribles.

    Lo ideal es como dices, tomar pocas decisiones y después tratar de mantenerse flotando.

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  3. Don Tomas. Gente como Usted no planean en fracazar.
    Sin embargo fracazan en hacer sus planes.

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  4. jajaj, cierto, pero en el fracaso está la sabiduría. Lee a Mao nomás.

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  5. Interesante anteriorcomentario. Bradanovic.
    Si MAO..... Digo esto o lo otro.
    No entiendo el porque Usted, se refiere a un COMUNISTA asesino, bajo las cuales nadie puede justificar y explicar sus ideas.
    Sin embargo mi estimado caballero Usted aplica e insiste en usar los dichos de este criminal como justificacion a sus ideas.
    Algo que no obstante, cambia la triste realidad ,que Usted como defensor de un sistema capitalista,el cual segun sus propias escrituras, no le otorgaron ningum triunfo y como tampoco le otorgaron un beneficio personal.
    Por lo tanto porque Usted defiende este sistema,es un gran misterio. A lo menos que usted fue un benifisario de la politica de estos gobiernos.
    Hay un dicho en Ingles que dice"EL QUE MUCHO PROTESTA TIENE MUCHO QUE OCULTAR"

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  6. "...Entonces uno empieza a racionalizar y se imagina todas sus decisiones como parte de un plan cuidadosamente calculado, ahí es cuando cada uno arma la gran mentira de la historia de su vida..."

    "..se engañan a si mismos pensando que han conseguido el éxito cuando en realidad nunca han podido pasar de la mediocre aceptación de sus limitaciones,..."

    Sublime, sublime! Usted debió ser letrista de tango, Tomás. O un autor de de literatura de ANTI-AUTOAYUDA. Con títulos del estilo "Si usted se creía un imbécil es que tenía razón" y por el estilo.

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  7. Ulschmidt la verdad es que no lo había visto por ese lado, lo releí y en verdad parece un tango!.

    En verdad no era mi intención pero salió así, yo escribo muy rápido y casi no corrijo así es que a veces en una segunda lectura me escandalizo un poco de lo que puse!

    En realidad yo pensaba en otra cosa cuando escribí eso: en lo ridículo que es esa idea de "tener éxito en la vida" cuando todos llegamos donde mismo independiente del "éxito" que creamos haber logrado. Pura ilusión nomás, autoengaño. Y la autoayuda ¡claro que tiene un 90% de autoengaño! por eso ganan tanta plata los cuenteros esos.

    ¿Tangos yo? bah "que el mundo fue y será una porquería ya lo sé" jajaja

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  8. Si parace tango pero tiene mucho de cierto, la mentira más grande es creer que la vida es un plan calculado, cosa que no es así el destino cambia nuestros planes y a empezar de 0, pero esa especie de improvisación de adaptarse, de salir adelante, de que tus planes cambian y que cuando menso esperas aparecen las cosas ya sea por suerte o por otra cosa le da sabor a la vida esta..
    Saludos

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  9. Así es Ignacio, somos en gran medida juguetes del azar, lo importante es mantenerse a flote.

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"