Valparaíso y los urbanos

Estoy releyendo el excelente libro En el Viejo Almendral, Joaquin Edwards Bello fue un escritor muy disparejo con novelas pésimas como El Roto y otras bueníasimas, el Almendral es una de las mejores, la recomiendo a cualquiera que le interese pasar unas horas entretenido con material literario de primera. La edición económica de Ercilla viene en dos tomos y estoy terminando el primero, yo no se cuantas veces lo he leído pero nunca me cansa, es un librazo.

El mito de Valparaíso es muy curioso. La ciudad es sucia y horrible en su mayor parte, a mi me recuerda a Iquique con esa mezcla de ciudad basurero. salpicada con lunares de un pasado esplendoroso y las horribles construcciones del "desarrollo inmobiliario" moderno. Para que alguien realmente encuentre lindo a Valparaíso tiene que ser ciego en un 80% de lo que ve, porque el puerto está repleto de cosas horribles, sucias y decadentes.

Pero hay ciudades que con todo lo fea y sucias pueden ser entrañables, como por ejemplo Iquique, todavía cargado de historias y tradiciones populares, una ciudad donde hace cuarenta años prácticamente no existía el clasismo, los Machiavello jugaban a la pelota en el Club Deportivo Cavancha y se casaban con Sorias, en fin. Valparaíso tal vez tuvo algo de eso alguna vez, pero eso debe haber sido hace más de cien años. Iquique ya casi ha perdido todo.

Hoy existe una nueva plaga sobre ese puerto: los urbanos son una especie de subproducto de lo que antes se llamaban siuticos, ah que peste, son peor que los ratones. Los urbanos son aspiracionales que generalmente han estudiado algo que tiene que ver con el arte, un verdadero urbano es el que dejó la carrera en la mitad y para pasar el fracaso organizó un colectivo de arte alternativo. Después se va a vivir a Valparaíso.

Hasta ahi todo bien y no tengo nada en contra de eso, al contrario, admiro a los flojos que buscan algún cuento para vivir sin hacer nada. Lo que realmente me molesta es que son tan uniformes, se visten igual, hablan y piensan las mismas estupideces y lo peor es que pretenden ser referentes de la opinión educada en nuestra sufrida patria.

Como viven en Valparaíso, se las arreglan para parasitar como gestores culturales, normalmente adosados a algún partido político al que le hacen propaganda cuando pueden. Muchos de estos urbanos terminan haciendo carrera política encumbrados por la tele. La "cultura" urbana, ah que asco, la podría resumir más o menos así:

-Citan muchos libros y autores sin haber leído ni uno, pero son una enciclopedia de la tele y el cine. Están convencidos que el cine es una forma de arte y mientras más básico mejor lo encuentran, andan buscando películas poco conocidas para impresionar a los demás y hacerse pasar por conocedores, pero en realidad son seguidores natos, jamás admiran nada si no viene recomendada por alguno de sus referentes, como Alberto Fuguet por ejemplo.

-Van a lugares urbanos, que alguna vez fueron interesantes pero ellos arruinaron con su peste snob: el Jota Cruz, el Cinzano, en sus años el Roland o el American Bar. Convirtieron a los buenos boliches de Santiago como el Hoyo o La Piojera en lugares snob y ridículos.

-Luego apareció una variante de los urbanos en los guachacas, como dice la canción que alegría más triste y falsa.

Ah los urbanos, que porquería, menos mal que en Arica no tenemos nada de eso gracias a que todavía no hay clasismo económico ni intelectual, acá todos vivimos revueltos y nadie se toma muy en serio, no tenemos urbanos y ojalá que no lleguen nunca por estos lados.

En un rato más me voy a preparar nuestras longanizas gourmet al estilo Santa Monica ¿puede haber algo más urbano que eso?, lo dudo. Hasta mañana.