El famoso dolor ya me tenía curco y había pasado de sordo a fuerte, por más que trataba de hacer ejercicios no había caso. Ni siquiera la uña de gato, que es el remedio universal que tomo para todas mis enfermedades me lo pudo quitar y cada vez andaba más curcuncho.
Entonces en Tacna después de una comida especialmente insalubre -quería ver que tan blindado tenía el estómago- finalmente me intoxiqué y anduve con fiebre alta durante un par de días. Lo curioso es que el dolor me desapareció para siempre. O al menos eso creía.
Porque unos días atrás me volvió de nuevo, tal cual, y ya me estaba preparando para soportarlo otro par de años las 24 horas del día, hasta que me puse a pensar que diablos podría ser y si habría alguna forma -aparte de intoxicarme de nuevo- para sacármelo de encima. ¿Por que me podría doler el omoplato?, recordé que muchos años atrás me dolía el cuello y era porque usaba la billetera en el bolsillo trasero del pantalón, en esos años era abultada, ahora no me produciría la más mínima molestia porque lo único que contiene es el carnet y la licencia de conducir.
Pensando y pensando, me di cuenta que era el omóplato derecho de donde partía todo ¿no sería la mano usando el mouse durante tantas horas?. Enseguida me puse a usar el mouse con la mano izquierda y el dolor bajó de inmediato, tal vez si dejara de escribir por un par de semanas con la mano derecha el dolor se me pasaría completamente, pero eso es mucho pedir. Creo que tendré que intoxicarme de nuevo, lo malo es que ahora ni el queso blanco de la calle me hace mal, que macana.
Nada de lo que preparo me resulta, en cambio aparecen a cada rato afortunadas casualidades. Nunca tomé muy en serio el asunto de las longanizas artesanales, pero no contaba con Tom que además de irlandes es muy perseverante. Como tuvimos muchos problemas de encontrar casings y otras cosas acá, finalmente trajo todo desde Estados Unidos.
Pero teníamos un problema insoluble: ningún carnicero quería hacer el proceso de moler y rellenar las longanizas y con una máquina manual era un trabajo de chinos, peregrinamos por un montón de carnicerías y en todas nos dijeron nones.
Desanimados, decidimos preparar una buena borrachera para el día de St. Patricks (Tom se llama Thomas Patrick McDonnell) así es que yo me puse mi polera verde y Tom un jersey que dice Ireland en letras verdes y nos fuimos a buscar adonde tomar cerveza. Estábamos en eso cuando aparece Prati que me estaba buscando para que hiciera unas clases, sin muchas esperanzas le pregunto si tendría un carnicero amigo y ¡si tenía! fuimos a hablar con él y quedamos listos para hacer las longanizas al día siguiente. Ni hablar de emborracharnos, tomamos solo algunas cervezas porque al día siguiente nos teníamos que levantar (puaj) temprano.
Se nos arruinó la borrachera pero resucito The Longaniza Gang, la cosa es que hoy fuimos y al carnicero todavía le faltaba carne, mañana a las 3 PM empieza la producción de T&T Longanizas Artesanales de Arica, vamos a ver como me quedan
Enhorabuena con su longa-proyecto! Respecto de los dolores impensados, cuentan de un señor que al tomar clericó (mezcla de alcoholes y frutas) siempre tenía una punzada en el ojo derecho. Fue a consultar al médico y éste le dijo: "saque la cuchara de la jarra"
ResponderBorrarjajaja, por eso yo JAMAS tomo combinados!!!
ResponderBorrarAh vamos a ver como nos quedan las longanizas, en realidad es mi amigo Tom el que hace gran parte del esfuerzo, pero yo también le hago empeño. Veremos...
qu buen aviso...........
ResponderBorrarEstoy haciendo otros
ResponderBorrar, son para las etiquetas. A mi me gusta el "In Pork We Trust"