Porque los que se enorgullecen de su franqueza casi siempre son pelmazos que creen que sus opiniones son verdades. Otro dicho que me molesta es ese de "la mala suerte no existe, la suerte me la fabrico yo mismo", cuando me dicen eso yo pienso "espérate que te encuentren cáncer a ver si vas a pensar lo mismo". Está lleno de cosas que no podemos controlar, el solo hecho que estemos vivos es una suerte increíble.
Y esto lo digo porque yo mismo he sido mal educado cuando me empieza a ir bien y tiendo a pensar que todo lo bueno que me pasa es gracias a mi gran inteligencia. Mentira, es pura suerte nomás. Así es que ya sabe, si se cree muy vivo o no tiene pelos en la lengua, mejor no se meta conmigo.
De lo que quería escribir hoy en realidad es todo lo contrario, acerca de la amabilidad, que se basa principalmente en mentiras. Cuando uno es amable no significa que piense que la fea es bonita o que el tonto es inteligente, simplemente se guarda su opinión pensando que bien podría estar equivocado y que -mal que mal- ningún defecto es absoluto, son todos relativos así es que no vale la pena andar sacándolos en cara.
Así la amabilidad consiste en tratar a todos más o menos igual, menos a los malos, por eso repito aquí esta pildorita platónica que tanto me gusta:
"-Pero ¿es posible que el hombre justo haga mal a otro hombre, cualquiera que él sea?
-Sin duda: debe hacerlo a sus enemigos, que son los malos."
En fin, la mentira es un lubricante social indispensable. Lo mejor es mentir, mentir que algo queda, y tratar de ser amable con todos porque no hay enemigo pequeño... ni tampoco amigo pequeño, cualquiera nos podría salvar el pellejo en un minuto dado, aunque con eso se aprovechen de mi nobleza, como me pasa a cada rato, que diablos.
Dr. House: “Everybody lies”.
ResponderBorrarEsa nunca la he visto, bueno mentira, he visto por lo menos unos pedacitos jaja
ResponderBorrarA lo que dice Maximo-House: amen.
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