Ando de mal genio, debe ser lo de la casa rodante que me tiene con los monos, cuando termine con eso y la tenga arreglada acá en mi casa se terminará la mitad de mis preocupaciones, me queda a otra mitad. Anoche conversabamos con otro buen amigo que me invitó unos shop que cuando uno no tiene preocupaciones se las inventa: piensa que se está poniendo viejo y feo, que se va a enfermar, en fin, cualquier cosa. Parece que necesitamos las preocupaciones y cuando arreglamos unas aparecen otras en seguida. En teoría yo soy un convencido que no vale la pena preocuparse por nada, pero la práctica dice otra cosa, a veces ni yo mismo soy capaz de mandar todo al diablo como debiera.
Y ahora acabo de recibir un mail de mis amigos de Genesis Tobacco preguntándome que pasa con las ventas, no he vendido ni un maldito container pese a que la prestigiosa empresa BGL Cigarrillos los ha ofrecido a medio mundo, ah, quien me mandó a meterme en un negocio que no conozco. Si no soy capaz de mover la casa rodante, mucho menos vender unos container de cigarrillos o licores. A todo esto se me termina la semana y no he seguido todas las lecciones de mi curso de criptografía. Creo que voy a declarar mi muerte virtual y me voy a dedicar a dormir durante todo lo que queda de este mes. Y tal vez el mes siguiente.
Más encima me escribe Daniel enviandome los antecedentes para que haga un proyecto ¿a que hora? ¿mientras estoy durmiendo? Le dije que no puedo y entonces se lo encargó a unos buenos amigos, al otro día los amigos me escriben por si puedo ayudarles. Lo siento muchachos, no hay como. Es la peor de las situaciones, cuando me lleno de obligaciones que no agregan un centavo a mi patrimonio inmediato.
Como ando con los monos, me consolaré leyendo al gran Pablo Neruda, con este poema muy ad-hoc:
Cumpliendo con mi oficio
piedra con piedra, pluma a pluma,
pasa el invierno y deja
sitios abandonados,
habitaciones muertas:
yo trabajo y trabajo,
debo substituir
tantos olvidos,
llenar de pan las tinieblas,
fundar otra vez la esperanza.
No es para mí sino el polvo,
la lluvia cruel de la estación,
no me reservo nada
sino todo el espacio
y allí trabajar, trabajar,
manifestar la primavera.
A todos tengo que dar algo
cada semana y cada día,
un regalo de color azul,
un pétalo frío del bosque,
y ya de mañana estoy vivo
mientras los otros se sumergen
en la pereza, en el amor,
yo estoy limpiando mi campana,
mi corazón, mis herramientas.
Tengo rocío para todos.
(de Navegaciones y Regresos)
ah, todo lo que desencadena un camión fuera de lugar!
ResponderBorrarLa próxima semana vuelvo al ataque de nuevo! vamos a ver si esta vez me resulta jaja
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