Vengo llegando de Tacna donde hice un viaje relámpago para saludar a mi amigo Juan Carlos Oganes, excelente cineasta peruano que está terminando su largometraje La Gloria del Pacífico. Esta semana filmará en Campo de Alianza, en la estación de Ferrocarril Tacna-Arica y en Hospicio, no me lo pierdo, estoy invitado y veré por primera vez en mi vida como se filma un largometraje.
Juan Carlos tiene más de una decena de películas a cuestas, pero este es su proyecto más ambicioso, tiene escenas donde actuan hasta 500 extras y se imaginarán la pesadilla logística que significa uniformarlos, armarlos y filmar escenas de ese tamaño. La película ha tomado dos años y ya está prácticamente completa. La calidad de la fotografía es impresionante y hasta donde yo he visto lo mismo ocurre con la ambientación, Juan Carlos ha sido meticuloso en los detalles con mucha investigación histórica. Creo que debe ser la mejor producción sobre la Guerra del Pacífico que se ha filmado.
Conocí a Juan Carlos hace como siete años atrás, cuando tenía la idea de otra película en mente y vino a Arica, en ese tiempo ni me imaginé que se iba a embarcar en un proyecto tan ambicioso y me parece alucinante que ya lo esté terminando. Su productora audiovisual se llama Emporium Digital Studios y es de las mejores, en fin, será muy divertido ir a ver como se hace una película.
Cuando me conversaba sobre las escenas me di cuenta de las diferencias entre el lenguaje escrito y el visual, creo que no podría escribir un guión para cine, hay que tener otra clase de cerebro para pensar visualmente, yo me siento mucho más cómodo con las palabras, pero en el cine tiene secuencias, movimiento, imágenes, debe ser muy difícil escribir un guión.
Me fuí a Tacna a las 5 de la tarde y llegué bastante temprano porque allá es dos horas más temprano. Como tenía tiempo quise ver que tan lejos estaba el terminal del centro así es que bajé caminando, en realidad solo eran una pocas cuadras y cuando iba caminando bajo el sol, igual que Kung-Fu, para un auto al lado mío y toca la bocina ¡Era Fernando, mi amigo que me llevó a trabajar a la Municipalidad! iba con Mónica su señora y su guagua, que bien, un saludo Fernando finalmente te domaron. A todos nos pasa, no te vas a arrepentir, ah, y ¡felicitaciones Mónica ! Que sean felices comiendo perdices.
En fin, ya es bastante tarde y llegué muy cansado así es que mejor me retiro a mis aposentos. Hasta mañana.
NULLA DIES SINE LINEA. Filosofía barata, historias, historietas, moralejas, chamullos, relatos absurdos, la vida de un vago, cosas de Arica, literatura, música, pornografía, política, física, cocina regional, minas, copete y cosas por el estilo. The awesome, absurd and often bored adventures of our Man of Mystery in Arica, from the trenches, in the Northern Front. Sacar a mil, sacar a mil. Streams of brilliance often spring from boredom. "Be yourself, but bigger"
La influencia de la imagen en la memoria colectiva es enorme y no me refiero al evidente ahora sino al ayer. Generaciones de niños para quienes la Historia recordada se resume a la lámina con reproducción pictórica del manual de Historia - ya que la lección que la acompañaba fue memorizada y olvidada a la semana siguiente, sin duda. Pero la memoria visual continúa. San Martín siempre está saltando en el caballo - en todas las plazas argentinas que se precien está haciendo eso siempre, por lo menos - o abrazándose con Ohiggins en Maipú o sacando la bandera peruana en un balcón. He buscado las pinturas de la guerra del Pacífico y ví fragorosos combates navales - barcos, cañones y humo, sin gente - o unas batallas donde el aguerrido y determinado rostro de los combatientes se observa patente. Yo diría que son de la misma escuela de pintura épica de la Independencia.
ResponderBorrarEl pintor de la guerra del Paraguay, en cambio, un soldado argentino llamado Cándido López que dibujó las imagenes al carbón mientras marchaba, perdió un brazo en una batalla y pintó los oleos luego de la guerra tras volverse hábil con la mano izquierda, no son mada épicos. Las imágenes de la batalla de Tuyutí o de Curupaity muestran mareas de hombres sin individualizar, marionetas de la guerra, cargando y matando sin fervor. Campamentos en los bosques en la larga y aburrida espera del próximo combate o regimientos vadeando un río bajo cielos enormes, hombres aplastados por la naturaleza que los cicunda. No es la voluntad política de López: él creía en esa guerra absolutamente y se propuso llevar un registro fotográfico de ella - dado que la fotografía no existía. Su honestidad o su sencillez le impidieron cargarle épica. Esas eran las láminas que estaban en el manual de Historia y no produjeron sentimientos heroicos nunca. De hecho se arrastra cierta verguenza por la guerra del Paraguay entre los vencedores, se supone que por escritos de diferentes pensadores pero yo creo que es por las pinturas de López.
VClaro Ulschmidt, hay dos guerras, la real y la que está en el imaginario dela gente que tampoco deja de ser real aunque no sea lo que ocurrió.
ResponderBorrarPor ejemplo conversábamos con Juan Carlos que el general chileno Baquedano era tartamudo, así es que evitaba hablar en lo que fuera posible. Por eso fue siempre considerado un "hombre de pocas luces" y la opinión pública se puso histérica cuando se supo que quedaba al mando de las tropas.
Claro, si ponen eso en una película peruana, se habría interpretado como una burla y todo eso entonces el Baquedano de la película es un actor robusto (Baquedano era más bien bajo) y que habla perfectamente.
Es que la guerra real no tiene ninguna gracia, excepto en algunos momentos culminantes.
Stendhal, que fue veterano de varias guerras napoleonicas escribió el mejor relato de la batalla de Waterloo (donde participó) y no tiene nada que ver con como uno se imagina una batalla, sin embargo dicen que es una de las descripciones más exactas que se han escrito. Con todas las guerras debe ser más o menos lo mismo, hace un tiempo conversé con un amigo que sirvió en Vietnam y me decía que era lo más sucio y aburrido que le había tocado pasar, excepto por el balazo en la cabeza que le llegó, solo se acuerda dela transpiración y el mal olor de la lancha donde vivían.
Me gusta el cine peruano y creo que interesante ver el otro lado de la medalla con este film. Un comentario aparte del tema. podria hacer un post respecto del creciente mercado de la compra de oro en las ciudades del norte? conviene hacerlo como inversion u ahorro? saludos
ResponderBorrarEso le decía a Juan Carlos, que su película tal vez podría encontrar interés acá en Chile para ver desde "el otro bando".
ResponderBorrarNo hay mercado del oro en el norte hasta donde yo se, años atrás se podía comprar oro robado por los mineros en Bolivia, en pepitas o escamas, no se si eso seguirá existiendo aunque lo dudo. El oro se vende todo al presio de Londres por ser un commodity, los únicos que pueden ganar en el precio son los productores y las casas de compra del sistema, eso no está al alcance de nosotros los mortales :(
Al menos así es hasta donde yo se, si existe algún sistema paralelo yo no lo conozco.
Quise decir prezio :D
ResponderBorrarsaludos desde LIMA PERU, interesante blog.
ResponderBorrar¡Saludos y bienvenido a este Club del Ocio! ;)
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