Somos caritativos
La caridad es el antecedente más antiguo y permanente de la idea de estado de beneficencia (o bienestar como han traducido al español). Parece que el deseo de ayudar a los que están en problemas ha existido en todas las civilizaciones. En el Antiguo Egipto, una de las civilizaciones más antiguas que se conocen, la caridad era principalmente canalizada por la religión,
En una inscripción de la V dinastía (2563-2422 a.C.) declara un funcionario: "He distribuido el pan a todos los hambrientos del monte Arato, he vestido al que estaba desnudo". Más de mil años después, es decir, en los tiempos en que reinaba David en Israel, bajo la dinastía XXI (1085-950 a.C.), en la inscripción del gran sacerdote de Anión, Bakenkhonsua, encontramos un lenguaje que refleja la revelación bíblica del Pentateuco: "Fui un padre para mis subordinados, porque instruí a sus jóvenes, tendí la mano a los infieles, aseguré la existencia de los necesitados. No engendré terror entre mis siervos, sino que fui un padre para ellos; aseguré los funerales a los que no tenían herederos y un féretro al que no poseía ninguno. Protegí al huérfano que me imploraba y tomé en mis manos los intereses de la viuda".
Muchas religiones -no todas- han predicado las virtudes de la caridad hacia los más débiles y desprotegidos, pero también existe esa inclinación de manera espontánea en las personas que no tienen creencias religiosas, parece que es parte de nuestro comportamiento natural como seres sociales.
Pero la caridad también es buen negocio
Como todo lo que hacen las personas, existe un juicio de costos y beneficios detrás de esta inclinación a los actos caritativos. Podemos ayudar al más débil por varias razones, por ejemplo pensando que este nos podría ayudar a nosotros en el futuro, bien sea directa o indirectamente por medio del karma, esta retribución, que incluye toda clase de expectativas materiales y espirituales es uno de los incentivos más fuertes que llevan a la gente a las acciones caritativas. También está el miedo a que el necesitado use la violencia para robarnos o matarnos, en fin, razones hay muchas pero gran parte tienen expectativas de retribución.
El cristianismo
La Iglesia Católica y los protestantes que se separaron con la Reforma, fueron los principales canalizadores de la beneficencia en el mundo, al menos hastael siglo 18. Buena parte de su poder temporal e influencia es resultado de este papel canalizador que movió cantidades inmensas de recursos durante siglos. Innumerables millonarios dedicaron su fortuna a obras caritativas y dejaron a la iglesia como herederaa de sus bienes,
La Revolución Francesa
Hasta el absolutismo las iglesias catolica y protestantes prácticamente monopolizaban la administración de la caridad y esto les dió un enorme poder económico y social. La cosa no fue indiferente para los que -a partir de la Revolución Indusrtrial y en el Siglo de las Luces- aspiraban a reemplazar a los curas en lo que además de prestigio permitía adquirir un gran poder político. Así aparecieron las logias masónicas y las distintas asociaciones civiles, gremios, mutuales y finalmente partidos políticos, dispuestos a sacar a los curas del negocio y apropiarselo para ellos mismos.
La comuna de París
El nacimiento del socialismo ocurrió durante la revolución en la llamada Comuna de Paris (1789-1795) -de allí proviene el nombre "comunismo"- fueron seis años en el más completo caos que mostraron lo más bajo y estúpido del asambleismo frances. Pero bueno, de allí empezó esta idea de quitar las obras de caridad del bolsillo de las iglesias y pasarlas al bolsillo de los gobernantes. Las ideas de Marx y Engels muchos años después fueron poderosamente moldeadas por lo que pasó en esos años.
La social democracia y los estados de bienestar
Pero el socialismo frances duró muy poco y terminó en una orgía de sangre, abusos y anarquía, que trajo de vuelta a los monarcas. Donde el socialismo realmente floreció fue en Alemania, un pueblo manso y obediente a las jerarquías. Como escribió John Kenneth Galbraith en su estupendo artículo El Nacimiento del Estado del Bienestar, lo recomiendo, Galbraith puede haber escrito muchas tonteras pero es un narrador delicioso de leer. Dice Galbraith:
En 1884 y en 1887, después de apasionadas polémicas, el Reichstag adoptó un conjunto de leyes que otorgaban una protección elemental bajo la forma de seguros en previsión de accidentes, enfermedades, ancianidad e ivalidez. Aunque fragmentariamente, se adoptaron luego disposiciones similares en Austria, Hungría y en otros países europeos. Quienes en la actualidad condenan el estado de bienestar se insertan en una gran tradición histórica, pues el debate acerca de su valor y legitimidad viene desarrollándose desde hace casi exactamente cien años.
De la caridad al estado de bienestar
El socialismo agregó una interpretación muy distinta a las ideas tradicionales de caridad, ayuda y solidaridad, declarando que existen derechos sociales que tienen todos, independiente de lo que hagan o dejen de hacer, independientes de su esfuerzo o sus cualidades todos tienen derecho a cierto nivel de bienestar material por el hecho de ser humanos y por ser un derecho, es el estado quien debe garantizar que así ocurra. Obviamente esta es una idea muy atractiva para los pobres y mucho más para los flojos o incapaces. La base de esta idea es que los que tienen más riqueza están acumulando algo que les pertenece a todos por igual, o sea que aunque ni conozcan a los pobres los están explotando por medio de esta apropiación indebida y es obligación del estado redistribuír para garantizar el derecho de los pobres.
En la práctica los políticos que quitaron el botín a la iglesia
Con la ventaja que los gobiernos tienen fuerza como para hacer expropiaciones forzosas. Según la idea socialista la caridad, ayuda y solidaridad tradicionales son malas, "antivalores fuera de época" que "eternizan las estructuras paternalistas de dominación", porque obviamente compiten por el botín que busca el estado como único proveedor de bienestar. En este caso es el estado el que pretende el monopolio de la dominación paternalista.
Se considera que todos los ciudadanos tienen los mismos derechos a lograr unas determinadas cotas de bienestar, por ello, cuando existen colectivos que no pueden acceder a esas cotas, se ponen en marcha mecanismos correctores que tratan de solucionar esta situación. Se interviene para modificar el medio social y mejorar las condiciones de vida que resultan negativas o perjudiciales para determinados grupos humanos. No sólo se actúa sobre las necesidades, sino sobre todos aquellos aspectos que las generan. Son acciones que pretenden hacer realidad el bienestar social poniendo en marcha una acción transformadora, de un modo sistemático y técnico. Se asume que son problemas sociales y por tanto afectan a grupos y comunidades, su forma de actuación es macrosocial. También considera que es fundamental la participación activa de los ciudadanos.
Los problemas sociales de cada colectivo discriminado socialmente serán desarrollados como programas de bienestar social con medidas normalizadoras. Se inicia un proceso de superación de políticas sociales marginales, cuyos antecesores gremiales generaron en unos casos una sobreprotección paternalista y en otros una marginación institucionalizada. Con la política de bienestar social se desarrollan los principios de prevención, promoción de la autonomía personal e integración social, con medidas de acción positiva para la igualdad de oportunidades.
Esa es más o menos la teoría, a grandes rasgos. Pero no les ha ido tan bien con eso. En los poco más de cien años de
experimentos de bienestar la enorme mayoría ha terminado en fracaso
porque la redistribución no-Pareto vuelve después de un tiempo al
equilibriodel 80-20 y en el proceso perjudica enormement la creación de
riqueza. Los estados de bienestar reales han sido como el socialismo real, inestables y muy difíciles de sustentar en el tiempo. Sin contar que en lugar de aplacar las demandas sociales, las amplifican, porque la naturaleza humana jamás está conforme con lo que tiene, siempre quieren más y más.
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Pero que post más atingente ahora que viene la Teletón y los progres lloran que se debería acabar y el estado asumir su función. Pero bueno, en sus cabezas el estado es eficiente, la solidaridad es obligatoria y el viejo pascuero todavía existe.
ResponderBorrarPero la Iglesia repartía de las limosnas - bueno, también del décimo, que mirado desde hoy es un muy barato impuesto - es decir, a los que podían dar les prometía la Salvación Eterna, y al pobrerío le tiraban unos huesos si además se portaban muy bien.
ResponderBorrarAhora, en cambio, el premio por pagar impuestos es no ir preso, o ser multado, y a los pobres se les dice que deben ser alimentados por solo el hecho de existir.
Lo que me lleva al escaso margen que nuestra legislación de impuestos tiene sobre la dádiva o donación.
Acá, en Argentina, sólo se admiten donaciones a entidades religiosas, pueden descontarse de impuestos hasta un másximo de 5% de la renta anual, y se la descuenta como gasto, o sea como base de cálculo, no como impuesto puro.
Mientras que el Estado, si fuera a proveer los bienes la donación asiste, debería acudir con impuesto puro al auxilio.
Acá ya se ve cómo el político considera que el criterio del ciudadano para repartir ayuda es obtuso e impropio y prefiere, largamente, recaudar él y repartir por su propio mano (sobre todo para que lo voten, claro)
Si el ciudadano mismo pudiese dirigir parte de sus impuestos a determinadas instituciones, o hacerle donaciones que luego recupere íntegramente del pago impositivo, probablemente habría un premio a las instituciones que mejor funcionan y mejor sirven o se sienten más necesarias.
Pero esto instituiría un peligroso trato directo, eliminando el rol de mediador y Robin´Hood que particularmente en mi país se asignan los políticos. Ergo, se desalienta fuertemente el mecanismo.
Un na'que ver con tu post de hoy.
ResponderBorrarLos diaruchos estan de lleno en la crisis China, como si fuera acabo de mundo unos pocos puntos, y en mi opinion esto no ha ni empezado...
Me acorde de tu pronostico sobre la bicicleta China
Francisco, eso es exactamente lo que pasa por la cabeza de los políticos, ellos quieren tomar la beneficencia monopólica para el gobierno porque es algo que les da poder, por eso se escandalizan y ven como pecaminoso todo lo que sea beneficencia privada o que tenga que ver con buenos sentimientos o solidaridad individual. En su torcido concepto de "solidaridad" lo ven como una herramienta forzosa a imponer a los demás, no como un sentimiento de las personas. Las críticas a la Teletón se refieren en gran parte a eso.
ResponderBorrarUlschmidt, esa es otra buena descripción de lo que pasa. LA social-democracia (que ha infiltrado prácticamente a todos los políticos de todo el espectro) lo que busca es ser el intermediario monopólico porque saben que (i) se pueden obtener cantidades gigantescas de plata (ii) se adquiere un poder inmenso al repartirlas (iii) se puede robar a voluntad en el proceso de repartición bajo diferenctes excusas.
Por eso prácticamente no hay político que simpartize con la caridad privada que les parece un anatema muy peligroso, los podría desplazar y quitarles lo que es la base de su poder. Bajo excusas morales y de grandes principios igualadores, lo que en realidad se esconde es una pelea por una importante herramienta depoder político y económico.
Wilson, la cosa en China está empezando, el dique gotea y se agrieta por varias partes. A fines de los 90s cuando en CSP decía que el estado de bienestar en Europa se estaba yendo al hoyo sin que nadie lo notara todos me decían que estaba cucufato, el tiempo me dió la razón y creo que esta vez será lo mismo.
Lo atractivo del Estado de bienestar, en parte, es que es una promesa de una fiesta de "derechos" y la cuenta de la fiesta la van a pagar otros o hay que pagarla en un largo plazo muy lejano, con cargo a otras generaciones incluso. Es como cuando uno sale a pasarlo bien y pasa y pasa la tarjeta de crédito por la máquina olvidándose de que después hay que pagar la cuenta. Cuando llega la cuenta y hay que pagar y ahi empiezan los dramas. Los más sensatos se dan cuenta del problema y dejan de reventar la tarjeta y pagan. Los más tontos empiezan a hacer bicicletas con las finanzas y abren un hoyo para tapar otro hasta que quiebran. Al final todos los Estados de bienestar tarde o temprano terminan en eso. Los más pobres y rascas antes y los más ricos después.
ResponderBorrarEsa es una, lo otro es que resulta que siempre son PROMESAS de beneficencia para todos pero la beneficencia real (que para todos es materialente imposible) llega a muy poca gente. Entonces los votantes -que ya se han dado cuenta que es así- solo esperan que les toque, como cuando compran un boleto en la lotería o van a jugar al casino. Que el estado reparta monopólicamente la beneficencia es algo que le conviene absolutamente a todos los políticos, eso explica la especie de "consenso socialdemócrata" que vemos hoy en todos los partido, son ideas muy convenientes para cualquiera que llegue al poder, no son solo de la gente de izquierad. Eso explica gente como Ossandón o Piñera, que teniendo ideas de derecha, en la práctica les encantan las políticas sociademócratas porque les convienen para acumular poder.
ResponderBorrarYo dudo que Piñera tenga ideas de derecha. Es más, dudo que siquiera tenga ideas. La única idea que tiene es aprovechar oportunidades de negocio donde sea, que no está mal para un hombre de negocios pero para un político que aspira a liderar un proyecto no es suficiente. Si pudiera hacer una fortuna en un país socialista a lo Max Marambio en Cuba yo creo que no tendrìa ningún problema. Su forma de ser es venderse al mejor postor. Si uno tratara de encontrar alguna coherencia entre lo que Piñera discursea habría que decir que es medio socialcristiano.
ResponderBorrarLa política más que ideas se compone de intereses y simpatías, las ideas son más bien racionalizaciones, también sirven para las discusiones de curados pero yo dudo que existan mejores o peores ideas, todas las acciones políticas benefician a algunos y perjudican a otros, lo importante es alinearse con lo que a nosotros nos beneficia, cosa en la que muchos se equivocan, pero bueno...
ResponderBorrarExactamente. Las ideas son justificaciones o racionalizaciones de intereses o preferencias. Los intereses o preferencias de un narcicista y ególatra como Piñera no son beneficiosos más que para él, así que ojalá que nunca vuelva a ser Presidente.
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