Es buen negocio ser humilde.

Un británico acholado
Estaba viendo en la mañana el programa de Phillip Butters en TV Capital de televisión por cable. Butters es muy divertido, no tiene NADA que concuerde con sus británicos nombres, es totalmente criollo y más peruano que un chicharrón, tanto en fisonomía como en su manera de pensar y expresarse. Es como si alguien creyera -a partir de mi apellido- que yo tengo algo de croata. Bueno, Butter es un locutor muy popular en Perú y el tema del día era el gasto de los candidatos en las campañas electorales. Este año en Perú habrán presidenciales y acá en Chile tendremos municipales y de diputados si no me equivoco, así es que me pareció un tema interesante.

Diez años de retraso no son malos
El Perú está pasando por una buena época luego del desastre del primer gobierno de Alan García.
Llegó Fujimori y -les guste o no- transformó para bien el país. Los que creen que no se puede educar políticamente a la gente deberían dar un vistazo a la historia del Perú entre los años setenta y noventa. Claro que se puede. Perú normalmente anda atrasado con respecto de Chile en unos 10 a 20 años, esto a veces es malo pero otras veces los favorece. Creo que ese es el caso actual. Hoy están como era Chile a fines de los ochentas, la gente siente confianza en si misma y no esperan gran cosa del estado, más que nada quieren que los dejen tranquilos "y que gane el mejor", valoran la superación, la competencia y el mérito.

Bueno, es cierto que hay gente tonta como en todas partes, algunos iluminados reclaman contra ese "retraso" y muestran al enemigo hereditario -Chile- como ejemplo de lo que deberían hacer en políticas sociales, pero en general la opinión pública está hoy más sana y menos manipulada que la nuestra. Actualmente Chile es un pésimo referente para cualquier otro país.

Campañas desreguladas
Por ejemplo, el gasto en campañas electorales allá está bastante desregulado. Una opinión común es que "el que puede, puede" y el que tiene plata para gastar en su campaña no tiene nada de malo que la gaste, siendo su propia plata o la de sus adherentes. Nadie se escandaliza porque las empresas financien a candidatos para que defiendan sus intereses, porque entienden que eso es normal y así ocurre en todo el mundo. Así era como se entendía la política en Chile antes que los políticos actuales tomaran las riendas y empezaran a manipular la opinión con su hipócrita moralismo. En Perú causa amplio rechazo la idea que los políticos reciban del fisco plata de los impuestos para sus campañas, esa idea que a nosotros también nos asqueaba pero los señores políticos se arreglaron para pasar la ley entre gallos y medianoche,  hoy lo consideramos algo normal y necesario.

Bueno, los comentarios de los que llamaban al programa y del propio Butters me dejaron pensando. Muchas de las cosas que decían en Chile habrían causado escándalo por ser consideradas políticamente incorrectas. Pienso como se las han arreglado los políticos para colocar sus temas de manera que les favorezcan y puedan robarnos tranquila e impunemente ¡con nuestro consentimiento! En unos años más le tocará al Perú, no tengo dudas de eso.

Propaganda inútil
Muchos decían que gran parte de los gastos de propaganda son inútiles y yo estoy de acuerdo en eso, pero en lugares donde hay vacío de poder y cero liderazgo, la propaganda, promotoras y avisaje pueden lograr que cualquier palurdo llegue a la alcaldía o al congreso. En Arica por ejemplo, las campañas fueron una verguenza y a lo menos a dos pelmazos que gastaron un turro de plata les resultó bien, fueron electos sin saber donde están parados.

La abstención como oportunidad
El mercado electoral -votantes- es diverso. La mayoría tienen claro por quien van a votar desde el comienzo, así es que la propaganda no tiene ningún efecto sobre ellos, luego están los que deciden no votar, para quienes tampoco sirve de nada la propaganda. Creo que entre esos dos grupos hay fácilmente el 70% del electorado. Entonces el elector de nicho cobra importancia, la alta abstención es una buena oportunidad para los candidatos de ser electos con muy pocos votos, como fue nuestra actual presidente, muchos alcaldes y parlamentarios en .Chile. Una escasa participación es el sueño de todas las "vanguardias organizadas".

Uno de las pocas cosas que la plata no siempre puede comprar
Algo que tienen claro en Perú, aunque en Chile todavía no se dan cuenta, es que un gran gasto de campaña no garantiza el éxito electoral. La peor experiencia la tuvo Vargas Llosa, que con su campaña desproporcionadamente costosa, generó tal rechazo en los electores, que prefirieron el salto al vacío que representaba Fujimori. Mucha gente le tiene terror a los candidatos "espontáneos" o "populistas", pero no tienen por que ser malos, así como puede ser un Chavez, también puede ser un Fujimori que transforme al país a largo plazo, algunos para mal, otros para bien.

David a veces gana las elecciones
El caso de Fujimori, que llegó a presidente prácticamente sin recursos y sin apoyo de partidos políticos tradicionales no es raro en la política. Especialmente en América Latina donde se producen grandes vacíos de poder, desprestigio de los políticos tradicionales y alto ausentismo electoral. Así a veces llegan a puestos de elección popular personas que no saben nada o que son claramente incapaces para el cargo. Pero también algunas pocas veces llegan personas con liderazgo para bien o para mal: llegan los Macri o los Chavez, cuestión de suerte y de como esté el ambiente en el país.

El efecto simpatía
Mucha gente vota por pura simpatía, mas que por ideología o confianza, esos son votos que se deciden normalmente en las últimas dos semanas antes de las elecciones, pueden ser decisivos. Bachelet llegó dos veces hasta la presidencia con alta votación de simpatía, claro que cuando esto se basa solo en un producto creado por asesores de imagen, la pérdida de la simpatía debe ser sumamente dolorosa. No me gustaría estar en los zapatos de la presidente hoy.

Humildad
La humildad es un poderoso recurso para cualquier candidato, porque la gente humilde puede cosechar simpatías con facilidad. Pero no es sencillo, la humildad es eso que cuando crees tenerla probablemente ya la perdiste. La gran mayoría de los políticos carecen por completo de humildad, no la conocen ni de lejos y por el contrario son narcisitas, antipáticos, trepadores, sociopatas ¿como consiguen hacerce elegir una y otra vez entonces? Ese es un misterio evolutivo para mí, la selección del menos apto.

Nadie es genuinamente humilde, aunque algunos pueden reprimir un poco la egolatría y tratar de simularla, como dice el poema ese de Nicomedes Santa Cruz:

Esa fingida humildad, con que el serrano obedece
al punto desaparece si le dan autoridad 
(No me den cholo que mande)

Real o fingida, natural o forzada, creo que la humildad es un gran activo que los candidatos rara vez aprovechan. Me extraña realmente que nadie se haya avivado todavía, que casi nadie use una manera de ser humilde como herramienta de campaña, yo creo que podría ser muy efectiva y al final un buen negocio.