Me encontré con una tesis muy entretenida escrita por Natalia Sobrevilla Perea de la Universidad de Londres, que trata sobre la economía del Perú antes de la Guerra del Pacífico. Es un tema que me interesa no solo porque sé poca historia del Perú sino que además mi abuelo fue apoderado de la Casa Gibbs en los tiempos aquellos, así es que es un poco parte de la historia.
Después de su independencia, el Perú estaba bastante arruinado, igual como el resto de las nacientes repúblicas incluído Chile y los que habían prestado plata eran principalmente capitalistas ingleses y franceses. Para 1825 Perú cayó en cesación de pagos y estuvo 20 años sin poder cumplir con la deuda, hasta que llegó su golpe de suerte con la explotación del guano, adecuadamente llamado el "oro blanco", porque era facilícimo de explotar y existí una demanda enorme, principalmente desde Inglaterra, cuyos suelos empobrecidos necesitaban con urgencia fertilizarse.
A diferencia de las demás exportaciones, el guano no necesitaba ningún proceso, solo debía recogerse y embarcarse, además en toda la costa norte peruana, hasta Antofagasta, la Corriente de Hundbolt habí creado una de las mayores biomasas de anchovetas y sardinas del mundo, lo que trajo millones de cormoranes con permanente diarrea que cubría islas y cerros. Oro blanco.
Al principio su explotación no era muy rentable para el gobierno, porque como estaba alejado rara vez pagaban los impuestos. Pero en 1842 la Casa Gibbs obtiene el monopolio de las ventas en el mercado ingés y por primera vez empezó a entrar plata como cancha a las arcas fiscales. Ese fue el primer gran boom económico de la República Peruana y significó grandes ganancias fiscales. Este boom, que duró hasta 1870 más o menos, no se reflejó en grandes mejoras en crecimiento o nivel de vida.
Hay muchas explicaciones para el hecho que estos ingresos no hayan sido capitalizados. Desde luego la explicación comunista de Mariategui y muchos de sus seguidores, que decían que la Casa Gibbs actuaba de manera feudal y rentista, apropiándose de todo lo que podía y manteniéndose mediante sobornos a la oligarquía. Pero también hay otras explicaciones mucho más realistas, como que el Perú tuvo que servir la deuda externa que no había pagado en más de 20 años, y que hizo inversiones que resultaron ruinosos fracasos como el extravagante plan de construir ferrocarriles a lo largo y ancho del país.
El ferrocarril en esos años era visto como el símbolo de modernidad y pensaban que traería prosperidad automática tal como estaba ocurriendo en los Estados Unidos. Hablar de la necesidad imperiosa de ferrocarriles era ser visionario.
"Manuel Pardo, e intelectuales liberales como Luis Benjamín Cisneros, colaboradores de la Revista de Lima, donde se
proponía, entre otras cosas, "convertir el guano en ferrocarriles". Criticaban la forma como se había utilizado el guano, el inmenso gasto en el ejército y la dependencia con respecto a más prestamos".
En verdad el Perú -obligado a pagar la deuda antigua que ya era enorme- comenzó a pedir nuevos préstamos con cargo a las ventas futuras del guano. Sobre los ferrocarriles resultaron un asunto ruinoso y de poco aporte, entre otras cosas porque la geografía del Perú no es de grandes planicies, como en Estados Unidos así es que los costos fueron astronómicos, tanto en inversión como en operación. Probablemente nunca se volvieron a recuperar.
Durante veinte años la Casa Gibbs dominó el comercio del guano, dándole al Perú suficientes ingresos para saldar su deuda y levantar nuevos empréstitos. Entre 1850 y 1870, el Perú logró conseguir en préstamos más que cualquier otro
país latinoamericano. Eventualmente, la deuda creció de tal manera que se convirtió en impagable y después de la Guerra con Chile, sin más guano ni nitratos, la única garantía que quedaba eran los ferrocarriles.
¿En que se gastó toda esa plata? Básicamente en ferrocarriles y armas En una carta a Anton Gibbs en Londres su hijo escribe
El gobierno quiere todos sus ingresos para gastos militares, así
que no pueden esperar pagar sus deudas con las ganancias del
guano. Espero que no hayan comprado -pero si lo han hecho
no vendan a pérdida; tarde o temprano pagarán sus deudas.
El caso es que las compras de armamento fueron -por ignorancia o corrupción- pésimamente hechas y gastaron cantidades enormes en material de mala calidad, no estandarizado o técnicamente inadecuado. Gran parte de la caballería del Perú era abastecida desde Chile, porque el país nunca tuvo crianza en las cantidades requeridas, lo que muestra el grado de improvisación al invertir los ingresos del guano.
Perú cayó entonces en una trampa circular, porque necesitaba nuevos préstamos y para eso tenía que resolver el problema de la antigua deuda, sea tenía que pagar la deuda (la mitad de los ingresos del guano) para contraer nueva deuda. La situación fue muy bien aprovechada por los tenedores de bonos y los millonarios limeños que comenzaron a especular contra el fisco. José Rufino Echeñique consolidó la deuda en términos que beneficiaro mucho a los especuladores, quienes se convirtieron en hacendados especialmente del azucar y algodón, que años más tarde sería uno de los pocos ingresos importantes que le quedaron al Perú.
La ruina financiera del Perú al parecer se debió principalmente a la ignorancia económica de los gobernantes y sus malas decisiones de gastos, a la gran mochila de la deuda y obviamente esto fue aprovechado por los comerciantes, nacionales y extranjeros, que ganaron mucha plata especulando. Siempre que hay tontos en el gobierno aparece la oportunidad de especular. La Casa Gibbs nunca incumplió un solo contrato, cuando sus instalaciones de salitre fueron nacionalizadas por el gobierno las entregó sin ningún problema y tuvo el excelente ojo de retirarse del negocio cuando se encontraba en pleno boom.
Después vino la guerra, donde el Gobierno Peruano tuvó el pésimo ojo de involucrarse y pasó lo que todos saben. Después de las derrotas, como siempre, se reescribió la historia inventando enemigos poderosos y buscando explicaciones para culpar al hombre de paja. Los Siete Ensayos de Juan Carlos Mariategui son una muestra, hay muchas más.
Gibbs y los especuladores ganaron muchísima plata por saber retirarse a tiempo, tal como habría ganado Chile si hubiese vendido Codelco en medio del superciclo del cobre. Pero no se le puede pedir a políticos idiotas que actúen como personas sagaces, es como pedir peras al olmo.
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Un caso clásico de financiación de las guerras es que lnglaterra o USA sobre todo recurrieron a la emisión interna de bonos y no a los empréstitos extranjeros. La deuda era interna, todo lo pagado en principio se reciclaba en la economía propia, en todo caso se enriquecía a connacionales.
ResponderBorrarEl guano y los ferrocarriles sí que eran la moda en esos días y por lo visto, no sólo acá causaron uno que otro problema.
ResponderBorrarMuy interesante, se parece a nuestra historia del salitre.
ResponderBorrarInteresantisimo. no sabía de esto de la casa Gibbs. tu mencionas que tu abuelo era apoderado... en que sentido lo fue?
ResponderBorrarUlschmidt, al descubrirse o comenzar la explotación del guano, Perú el Perú tuvo la oportunidad de salir a los mercados de Europa, pagar la deuda que arrastraban por décadas y conseguir nuevos préstamos. Toda esa plata era de particulares europeos que buscaban buena rentabilidad para sus ahorros, el riesgo era alto pero también la rentabilidad. Llegado el momento de problemas los gobiernos de Inglaterra y Francia salieron a defender a los tenedores de bonos, al menos extraoficialmente por vía de "advertencias" aunque nunca llegaron a hacer nada concreto para defendrlos, se entendía que era un asunto de inversionistas privados que corrieron el riesgo.
ResponderBorrarFrx, Wilson, el salitre tuvo una evolución parecida. Debido a la guerra hubo enormes especulaciones con los bonos que enriquecieron a algunos audaces, pero hay que recordar que eran operaciones de altísimo riesgo, también pudiron haberlo perdido todo. Los más vivos fueron los Gibbs que se supieron retirar justo en el momento preciso.
Bueno, pero la misma invasión a México por Francia y el bloqueo a Venezuela de una flota alemana en el siglo XIX fueron por deudas impagas. Era un gran recurso !
ResponderBorrarYo vivo en una provincia mediterránea, pero a la vera del Paraná, un río muy navegable. Una cañonera inglesa llegó un día del siglo XIX hasta la ciudad y puerto fluvial de Rosario a respaldar la cobranza de un préstamo del Banco de Inglaterra al gobierno local, que estaba en mora. El abogado de la firma, un argentino de apellido Quintana, le recomendó al capitán que bombardeara la ciudad para reforzar el trámite de cobranza... pero el cónsul inglés se negó rotundamente. Al final se arregló sin cañonazos. Por cierto, el abogado Quintana llegó a ser Presidente de la República.
Es cierto esto de los Boom mal aprovechados... en la historia del Perú hay mas ejemplos como este del Boom guanero... como fue el caso del Pesquero entre los 1960s y 1970s q tambien fue mal aprovechado... pero creo q de estas malas experiencias algo hemos aprendido... porque muchas veces escuche en debates cuando hubo el Boom de los precios altos de las materias primas hace algunos años, que no podíamos desaprovechar nuevamente este Boom como lo hicimos con el Guanero y el Pesquero... y pienso q aunque se pudo haber manejado aun mejor los recursos que obtuvimos, mal tampoco lo hicieron los últimos gobernantes.
ResponderBorrarAhora tampoco pienso q fue tan malo lo de la construccion de los ferrocarriles en el siglo 19... claro q pudo ser mejor, pero pienso q logro acercar e integrar mas la costa con la sierra y tambien acercarnos a nuestra selva... Quien sabe sin esas entradas al interior del pais, pudieramos haber perdido mas selva a manos de Brasil.
Uklschmidt, el punto es que la interporetación latinoamericana conspiratoria, que les esncanta a los sociolocos y políticos, presentando esto como una conspiración imperialista para quedarse con "las riquezas" de nuestros pobres países, es un absurdo. Primero porque han sido nuestros países los que han emitido deuda indiscriminadamente, hipotecando las supuestas riquezas, segundo porque históricamente han tenido la tendencia a hacerse los locos y no pagar, o sea se han comportado como estafadores, tercero porque los gobiernos siempre han tratado de presionar para que los gobiernos estafadores paguen sus deudas, primero con advertencias, luego mandando cañoneras y en los tiempos modernos con juicios, embargos y bloqueos.
ResponderBorrarMe parece muy bien que así sea, no hay mejor lección de civilización que usar la fuerza para obligar el cumplimiento de los compromisos contraídos. La palabra debe respetarse, ese es un principio básico para convivir en paz.
Pp Valdivia, todos nuestros gobiernos en América Latina han "desaprovechado" sus boom indutriales o agrícolas, casi ninguno los ha capitalizado, es una historia comúan. En Chile ha pasado lo mismo muchas veces, el caso más típico fue como en Chile dejamos pasar el último superciclo del precio del cobre, sin que nos dejara un punto más de crecimiento, al contrario. Lo peor fue que el gobierno no supo cuando retirarse y no vendió Codelco en el momento más conveniente, ese habría sido un golpe maestro, pero nuestra estúpida clase política y más estúpida opinión ública no están preparadas para actuar de manera inteligente.
Lo que pasa es que somos países muy jóvenes, la gente todavía es bastante primitiva y los gobernantes no tienen mucha preparación o experiencia, cuando no son de frente patanes, demagogos o ladrones. Si a un adolescente lo pones a administrar un gran negocio seguro que terminará quebrándolo, eso es lo que todavía nos pasa. Bueno, en África la cosa es todavía peor, por si nos sirve de consuelo. Nos creemos perfectamente civilizados pero en realidad somos bastante brutos todavía.
Lo de los ferrocarriles en Perú es un buen ejemplo de como los intelectuales, con una cultura superficial y poca preparación técnica pero con mucho floro, pueden malgastar billones en malos proyectos. ¿Sirvieron de algo las enormes inversiones ferroviarias del Perú en esos años? Sin duda, todas las inversiones sirven de algo, sería muy raro que invertir millones en lo que sea no sirva absolutamente para nada. ¿Valió la pena? Claro que no, fue un espantoso derroche porque todos esos millones no convirtieron la economía peruana, ni aumentaron su productividad como se pensaba. Lo peor son los errores que no se asumen y se justifican por ideología.
En Chile también han habido chiflados que dicen que en lugar de exportar cobre, frutas y salmones deberíamos hacer microchips, autos eléctricos y software de punta, esa es la estupidez máxima porque supone invertir sin tomar en cuenta las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, eso es voluntarismo puro que nos ha llevado muchas veces al fracaso.
La economía tiene algunas leyes que son implacables y una de esas es que cuando se emprenden proyectos en que no tenemos la ventaja comparativa, vamos a fracasar, eso es una ley. Está lleno de ejemplos en la historia.
Aquí el recurso de los gobiernos del siglo XIX fue la venta de tierras en la llanura. Afortunadamente eran corruptos y se robaban todo y no hicieron ferrocarriles: dejaron que los hicieran los privados. Las companías inglesas o de otro orígen compraban regaladas extensiones de tierra, hacían el ferrocarril en el medio, el ferrocarril potenciaba el valor de la tierra, y el poblamiento de estas potenciaba el negocio de transporte del ferrocarril. Pura ganancia, sinergia, como se llame. Pura explotación imperialista. Después, de todos modos, si habían comprado a 1 vendían a 10, pero la llegar los colonos compraban a 10 y al cabo de unos años valía 100. Era la creación continua de valor sobre el terreno - los pueblos, almacenes, granjas, caminos, alambrados, aguadas, etc.. - lo que disparaba el valor inmobiliario y no el acaparamiento oligárquico. Así aunque los peces gordos de la cadena se quedaron con mucho, se creó mucho más.
ResponderBorrarAl final el ferrocarril entró en crisis como en todo el mundo, por el predominio del automotor, pero eso seguía siendo problema de sus dueños. Pero al final de la 2da guerra mundial Inglaterra debía bastante oro a la Argentina y Perón hizo el brillante negocio de cambiarlo... por los vetustos ferrocarriles, en plena decadencia. Nacionales, con bandera y todo, una maravilla de déficit que arrastramos por décadas.
Ulschmidt, Argentina tenía llanuras en abundancia, enormes extensiones planas como mesa de billar, como las Grandes Praderas en USA, un terreno mucho mejor para ferocarriles en todo caso que la tierra montañosa de Perú o Chile, los ferrocarriles de montaña fueron ruinosos casi desde el principio porque se necesita una enorme cantidad de energía para subir y para frenar en las bajadas todo el peso muerto. En las planicies en cambio la inercia ayuda mucho. El mayor problema en Argentina debe haber sido colonizar el enorme territorio interior y para colonizar despoblados no hay otra que regalar o vender a precio simbólico grandes extensiones de tierra, así se pobló el Oerste en Estados Unidos. Claro que con el tiempo todo se valoriza pero ese valor no sale de la nada, sino de las décadas de esfuerzo que pusieron los pobladores. Tal como dices, cuando sube el valor inmobiliario los grndes terratenientes tienden a desaparecer, porque existen solo mioentras la tierra no tiene valor.
ResponderBorrarAh Perón y sus brillantes ideas, lo que no se puede negar es que era bien representativo de Latinoamérica, en lo bruto. Cada uno de nuestros países ha tenido uno o varios pequeños perones en su historia.
Con el debido respeto creo que un ecuatoriano o colombiano entendería mejor la realidad y geografía peruana: costa en el pacífico, andes occidentales, andes orientales y llanura amazónica o selva virgen, el Perú también tenía que cuidarse de los bandeirantes de Brasil, justifica la idea de los ferrocarriles: sierra y selva excluida además que para el siglo XIX, los 2/3 de la población peruana habitaban entre esas 2 regiones. Me imagino que si hubiese habido conexión entre la costa chilena y la Patagonia (sin los andes o algo moderado) no habría páginas lastimeras como Soberanía Chile, que lamenta la entrega a Argentina de esta región. José Carlos Mariátegui se equivoca cuando afirma que la economía incaica era comunitaria o comunista, pero en el análisis de la historia económica del Perú no hay ninguna objeción. Ese pincelazo simple que hace de la historia peruana y del guano y el salitre incluyen prejuicios personales, afirmar que José Carlos Mariategui busca culpables son falacias. Primero J.C. Mariátegui muere como socialista (después de su muerte sus seguidores recién fundan el PCP) era una persona pacifica, tolerante y amante del buen debate (fallece a los 35 años con las 2 piernas amputadas), a diferencia de otro pensador V.R. Haya de la Torre que con su libro: "El Antiimperialismo y el APRA", es más violento e intolerante ocasiona masacre de militares y de un Presidente de la República. La primera deuda que arrastró el Perú fue la contraída con Chile, por la corriente libertadora para la independencia (nada es gratislo pagamos en +/-1856), después la deuda con Colombia (por la batalla de Ayacucho, recién se retiran los españoles: 13 años después de Chile recién eramos libres. Creo que leeré a Francisco Antonio Encinas y me daré las libertades de opinar sobre la conveniencia al Perú de un posible triunfo de Balmaceda en 1891 o darle la razón al mismo historiador que antes de la guerra del salitre, Chile le había propuesto a Bolivia quedarse con Arica y ellos con Antofagasta y Tarapacá, por lo que Perú presuroso firma el Tratado Secreto para no tener a Bolivia en contra. Hay un problema de fondo la exclusión de la población andina y selvática, analfabeta y carente de oportunidades estaba atado a terratenientes cuyas propiedades abarcaban provincias enteras, Mario Vargas Llosa en los 70 califica a estos como rezagos feudalistas de la oligarquía, que en el Perú fue racista, excluyente, opuesto a la modernización,etc. Saludos.
ResponderBorrarNo había visto este buen comentario, ay datos valiosos así como opiniones que no comparto.
ResponderBorrarSin duda que Haya fue mucho más violentista y demagogo que Mariategui, Haya era un activista, Mariategui un intelectual como Luis Alberto Sanchez, guardando las distancias, claro. Sin embargo creo que Mariategui tenía el problema del ideologismo, tn común en nuestros intelectuales, que aprenden a leer en francés o en inglés y se convierten ciegamente a la última cosa que han leído. Nuestros países tienen una larga tradicion de justificaciones, tanto los que han perdido guerras como Bolivia y Perú como los que han ganado como Chile, la historia la reescribimos cada cierto tiempo para ajustarla a nuestras preferencias ideologicas, probablemente es algo inevitable. Por eso son tan populares, porque racionalizan fracasos y victorias gnorando el papel que tiene la suerte en la mayoría de esas cosas.
En mi opinión Jamás existió la llamada "Patagonia Chilena", nuestro país nunca tuvo presencia ni dominio más allá de la cordillera, solo pretensiones, de manera similar a las pretensiones bolivianas sobre Antofagasta y Cobija. Sin dominio ni presencia efectiva la soberanía es un chiste y creo que hicieron muy bien en su tiempo, en el gobierno de Chile (Anibal Pinto) de no insistir en esas pretensiones.
Es cierto que Chile pensó llegar a acuerdo con Bolivia para entregarles Arica a espaldas del Perú, lo que muestra la estupidez de muchos de nuestros diplomáticos de esa época. Gonzalo Vial Correa lo relata con detalles en la historia de la guerra, el fue testigo directo y privilegiado. Menos mal que esa estúpida idea jamás prosperó.
Lo de los ferrocarriles ruinosos lo aprendí de don Ian thomson, que no se demoró mucho en mostrarme que los ferrocarriles de montaña son una soberana estupidez, números en mano, no cuadran por ninguna parte, cualquier tro medio de transporte los sobrepasa lejos. Los ferrocarriles siempre fueron buenos para las grandes llanuras o elevaciones moderadas, por el enorme peso muerto que deben arrastrar.
Saludos!
Me parece que lo descrito por el auto de este articulo no es totalmente cierto. Yo le suguiero que lea la obra de Basadre "Historia de la republica del Peru Tomo 3" para que vea que la Casa Gibbs en colaboracion con el ministro the Relaciones Exteriores de Peru Jose Joaquin de Osma firmaron un oscuro contrato con grave consequencias para el Peru. Todos sabemos que el Imperio Britanico manejaba su gobierno desde un punto vista legal pero eso no indica que el marco legal sea creado sea justo para mabas partes por el contrarion favorecia a los intereses britanicos.
ResponderBorrarEs muy dudoso hablar de "cierto" en cuestiones históricas, incluso en cosas que han pasado hace 20 años, cuando estábamos vivos, existen muchas versiones distintas de un mismo hecho. Tomar una versión y presentarla como "cierta" por un simple argumento de autoridad no dice mucho.
ResponderBorrarEn cuestiones de historia nada es definitivo, pero el estudio de documentos originales -creo yo- dice mucho más que cualquier opinión o interpretación ideológica. Es como la diferencia entre los métodos deductivos e inductivos.
A pesar de todo, igual todos tenemos nuestras inducciones históricas favoritas, estamos fritos
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