25 octubre 2016

¡Juegue ya!


"La vida es una tómbola, tom, tom tómbola" decía la ingenua canción de Marisol en los años sesenta. No andaba muy perdida, los juegos y el azar aparecen en cada una de las decisiones que tomamos. Incluso sin que nos demos cuenta a nivel microbiano se están produciendo feroces peleas dentro de nuestro propio cuerpo que determinan si seguiremos sanos o nos vamos a enfermar gravemente. Si estuviésemos conscientes de todos los riesgos que enfrentamos a diario viviríamos muertos de susto, pero menos mal la mayoría de nosotros no sospechamos o simplemente ni nos importa.

Pero el azar no solo significa riesgos sino también oportunidades de un cambio milagroso,como ocurre -por ejemplo- en los juegos. Antes los jugadores debían vestir de traje e ir físicamente a un casino a jugar, hoy con Internet pueden apostar desde su cama o donde prefieran, en su propia casa y vestidos como se les antoje. Un amigo de los años de CSP, decía ganar bastante plata con el poker eletrónico, en sitios online como este Casino 777. Si quieren arriesgar unas fichas usando su tarjeta de crédito, ya saben. Y si ganan no tendrán que regalar al croupier para agradecer a los dioses de la buena suerte, pero bien podrían apretar mi botón de donaciones en Paypal y dejar un par de dólares para que me tome una cerveza. Entonces, cuando me llegue el aviso de donación yo gritaré ¡Prooofesionales! y la ilusión del casino se cumplirá completamente.

Mi suegro, fallecido hace poco tiempo, jugaba religiosamente a la lotería todos los meses y frecuentemente hacíamos bromas sobre lo que haría si se ganara un premio millonario: compraría la casa y nos botaría a todos o -mucho más probable- se iría a viajar por el mudo con una bella búlgara, después de dejarnos a todos con un buen regalo. No llegamos a saberlo porque se murió sin ganar nunca un premio, mala suerte para todos.

La suerte anda metida en todo y los que creen que "se fabrican su propia suerte" no tienen idea de lo que hablan, en cuanto les aparece un cáncer o algo así se dan cuenta que la suerte no es algo que puede fabricarse, a lo más podemos propiciarla. En algunos pocos casos, por razones desconocidas resulta que alguien parece haber clavado la rueda de la fortuna.

Dicen que el primero que quebró la banca del Casino de Montecarlo jugando a la ruleta fue el mecánico inglés Joseph Hobson Jagger, claro que ese no cuenta como caso de suerte porque fue el primero en notar que las ruletas tenían defectos que levaban a la repetición de ciertos números.

Charles Wells, varios años después, quebró al mismo casino, desbancando 12 mesas de ruleta consecutivas en una sola noche. Lo más notable es que lo consiguió sin usar ningún método muy sofisticado, solamente aprovechando la ventaja estadística que le daba jugar una gran suma de dinero en ruletas del sistema antiguo. Para defenderse, los casinos pusieron límites al monto de las apuestas, agregaron el cero y luego el doble cero, con lo que la pequeña ventaja estadística que tenía el jugador desapareció.

Creo que no existe una novela mejor sobre la ludopatía que El Jugador, de Fedor Dostoievsky, está en Internet y pueden leerla en el link, es extraordinaria porque el autor sufría de ese vicio y lo describió perfectamente en poco más de 100 páginas.

Yo tengo un par de anécdotas sobre el juego, la más divertida fue cuando llegaron las máquinas traga-monedas al Casino de Arica, eran la gran novedad porque podían apostar las masas, y nos fuimos con mis compañeros de la universidad a probar suerte. Yo me puse frente a una máquina, eché la moneda de menor valor que aceptaba -creo que eran 10 pesos- y me quedé esperando que cayeran cascadas de dinero...Y esperé, esperé y no pasó nada. No podía entender por que no caía el dinero, yo no podía perder mis diez pesos. Sentí tanta indignación que cada vez que pasaba frente al casino me hervía la sangre de rabia ¡devuelvan mi dinero, malditos! -pensaba- Me dí cuenta que no me gusta perder, lo que me ha mantenido alejado de los juegos de azar desde entonces. Y tal vez me he perdido la oportunidad de hacerme millonario de una, quien sabe.

6 comentarios:

  1. De que se trata esto, Tomas? Un experimento tuyo?

    ~ Lilian ~

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  2. Nunca había ido a un casino hasta que acompañé a mi santa madre al monticello (Angostura). me inscribí en el MVG, obtuve mi tarjeta para jugar y en la primera máquina que me metí, me embolsé $60.000 despues de dos o tres jugadas y en la segunda $20.000, despues de haberle metido unas $10.000. despues de eso, puse a prueba mi autocontrol y al final me retiré con unas $100.000 (todas en las maquinas del espacio para fumadores) las que cobré y guardé "por si las moscas".

    Lo que me llamó la atención era la gente que arriesgaba más, tanto en la ruleta y en el blackjack (quedé picado de no jugar, pues estaba más que motivado y luego de haber visto Wild Card, una pelicula de Statham en la que hace el papel de un ludópata pendenciero que siempre se mete en problemas y resuelve los problemas de los demás mafiosos) a mayor riesgo, mayor la ganancia... o la pérdida.

    Pero en el fondo uno va al casino a pasarla bien, a reirse un rato, y apostar. si vas solo con la intencion de ganar plata, solo uno se ofusca y emite un quimico que bloquea algunas neuronas impidiendo pensar y tomar buenas decisiones.

    "Retirate mientras estás ganando", esa es mi máxima cuando ya acumulo lo suficiente.

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  3. No Lilian, es un negocio, una entrada "sponsored". Escribo algo, coloco un link relacionado al tema y recibo unas muy bienvenidas lucas. Me parece excelente idea. Ahora haz clic en el casino y empieza a jugar porque esta entrada incluye mi poderoso deseo gitano de la buena suerte ¡serás millonaria!

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  4. El casino es muy interesante, así como la ludopatía. Para mi no tiene nada de malo apostar, lo hacemos a cada momento en todo orden de cosas, los casinos son solo una forma más directa y un poco brutal de ganar o perder plata.

    Como en todas las cosas hay gente que se vuelve adicta, esos no deberían apostar jamás, también habemos otros a los que no nos gusta perder, por eso yo jugué una sola vez en mi vida. Las pérdidas me afectan mucho más que las ganancias, así es que aunque gane, siempre salgo con un balance negativo.

    Para la gente normal que apuesta y no le duele tanto perder o ganar plata creo que el casino está perfectamente bien.

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  5. (EL segundo comentariop era en respuesta a José)

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  6. Esto de apostar y jugar ha dado pie para muchas historias. las que mas me llamaron la atencion venian del mundo universitario, un grupo del MIT se dedicó a "analizar" vía ingenieria inversa el funcionamiento de una tragamonedas, con la cual lograron reventar un casino, y otro grupo liderado por un profesor del mismo instituto usaron las estadisticas para ganar el blackjack.

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"