Sabados de fIlosofía barata

Me dio flojera ponerme a buscar un refrito, además es medio tramposo eso de estar publicando dos veces lo mismo así es que este sábado subiré algo de contenido original. Pensaba que podría ser y me decidí por colocar algo de filosofía barata, un tema que tenía medio dejado de lado, en fin, aquí voy

He pasado una semana bien depresiva: el verano no llega, amanece nublado y corre un maldito viento helado por las tardes que me avinagra la leche. Como no me gusta andar deprimido, en estos casos empiezo a tomar las medidas necesarias para espantarme la mufa. La primera medida -que solía ser muy efectiva- era juntarme con mis amigos y tomar hasta quedar maharishi, pero me he dado cuenta, con cierta alarma, que la mayoría de los amigos con que me juntaba están muertos. Un par de ellos de cirrosis.

Bueno, antes que eso me ponga más depresivo recurrí a mi segunda línea de defensa, que consiste en pensar las cosas por las que debería estar agradecido, y no me costó nada encontrar varias. La primera es que yo y toda mi familia estamos sanos, no recuerdo que nadie en la casa se haya enfermado, mi suegra a los 84 años camina más que un mormón, sube y baja escaleras todo el día, hace todo en la casa, incluido jardín y carpintería, en fin, anda fresca como lechuga e igual de arrugada.

La Pilar aguanta con buena cara mi larguísima cesantía y cuando insinúa algún reclamo yo le saco en cara que le regalé la casa, capaz que un día pierda la paciencia y me eche a la calle, pero yo tengo copia de todas las llaves. Otra cosa buena. el Tomás Jr. ha salido buen hijo, pese a que es un vago igual que yo, es inteligente y creo que tiene cabeza para manejarse solo, cuando todos estemos muertos, o al menos eso espero. Y si no es así me da lo mismo, yo voy a estar bien tieso y no me va a importar nada. En cualquier caso nunca ha habido una traición o una cochinada entre nosotros, tal vez una que otra travesura. Ah, solo bromeo.

Tengo una cantidad enorme de amigos y a pesar de mi fobia por toda clase de relaciones personales soy una especie de maldito socialité por culpa de Internet y este Club de Ociosos. No puedo negar que -a pesar de mi enorme fobia social- disfruto bastante conversar con todos.

Mi (ex) casa es otro motivo de asombro, jamás pensé vivir en un lugar tan estupendo, es grande ruinosa y desordenada como el diablo, pero tiene todo lo que siempre soñé en mis años de miseria, especialmente el agua caliente y la tina, no se imaginan como lo disfruta eso alguien que ha sido realmente pobre. Además en el garage me acomodé un cuartucho donde me encierro a ensayar "Autumm Leaves" que ya tengo casi lista en el teclado con arreglo musical propio.

Si me pongo a hacer la lista de todo sería enorme, incluyendo cosas tan tontas como que tengo zapatos y pantalones que no uso nunca, yo que pasaba 4 o 5 años con el mismo par de zapatos, jeans y dos poleras. En fin, mejor no sigo porque ya me siento perfectamente animado y la depresión se me fue al diablo, que se pudran todos.

Además eso de la falta de amigos no es tan así, unos días atrás se apareció mi amigo el mouse con comida china y un par de cervezas y allí estuvimos sus horas conversando acerca de nada como en los viejos tiempos. Además el gran Gato Oliveros, amigo y compañero de Inacap desde 1974 me mandó el recado por Facebook diciendo que tenía sed, aquí lo espero con una botella de buen pisco para que le hagamos los honores.

Así es que ya saben, si empiezan a deprimirse "count your blessings", miren que canción más buena