22 abril 2018

Un recuerdo de los noventas


Que divertido. Debe haber sido en 1993 que mi buen amigo, don Pedro Chadid (Q.E.P.D), me ofreció el uso indefinido de un departamento de un ambiente en calle 21 de Mayo -pleno centro de Arica- a cambio que le hiciera y mantuviera unos programas de control de inventario y control financiero para sus negocios de Arica, Iquique y Antofagasta. Fue muy sencillo hacerlos, me tomó un par de semanas y estuve varios años viviendo en ese departamento-bulín, que de día era una oficina y de noche una estantería que tenía en la pared se transformaba en cama. Lo divertido es que recién, revisando las cosas viejas mi suegra se encontró con la placa que tenía en la entrada del edificio, es la que aparece en la foto de arriba.

Cuantos recuerdos de esos años, cuando los estuve viviendo no me di cuenta, pero fueron de los más productivos de mi vida. Acababa de salir de una quiebra espantosa que terminó con mi aventura de los zapatos en Bolivia, eso fue en 1990 creo, luego estuve dos años en el fondo de un pozo negro, sobreviviendo en una pieza con vecinos travestis, delincuentes y traficantes. Al lado de esa casa vivía mi amigo Jorge (Q.E.P.D.), que trabajaba en la Corporación Administrativa del Poder Judicial y cuando quedó al mando del buque me llevó a trabajar con él para hacer los primeros proyectos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, cuando el sistema de inversión Pública recién empezaba en Arica.

Pocos años antes, cuando yo era empresario y trabajaba en el negocio de mi primo, pasaban decenas de miles de dólares por mis manos, todas las semanas, pero, aparte de darme la gran vida no me quedaba nada en el bolsillo. Viajaba, gastaba en cualquier cosa sin fijarme y cada fin de mes dejaba la cuenta de la tarjeta de crédito en cero, por primera vez me decían "don" Tomás, tenía 12 trabajadores que me decían "jefe", un tipo que me pasaba limpiando el auto, haciéndose el gracioso todo el día -vivía de mis propinas- y en el banco me hacían pasar a una salita aparte cuando necesitaba algo. En fin, todo lo que hace parecer a una persona respetable. De un día para otro todo se derrumbó y me quedé en la calle, peor que eso, sepultado en una montaña de deudas.

Después vinieron dos años de inopia en la pieza de calle Diego de Almagro, donde pasaba todo el día echado sin hacer nada, no era mala vida después de todo y tengo buenos recuerdos de esos años, excepto porque todo era asquerosamente sucio, especialmente el baño común donde tenía que ducharme con las zapatillas puestas. Pero gracias a Dios yo perdí el asco desde muy chico, no soy para nada escrupuloso y la asquerosidad ni me afectaba. En ese tiempo, cuando la cosa estaba más negra, vendía caricaturas y hasta auto-edité un libro, que me ayudó a pasar el hambre, se llamaba "¡Sáquele provecho a su computador: 200 recetas prácticas!", enseñaba a usar el Word Perfect y cosas así.

Luego empecé a trabajar en los tribunales y después de uno o dos años comencé a ganar plata aceleradamente, en cantidades que nunca había soñado, la diferencia es que ahora esa plata si que se quedaba en mi bolsillo, primero en una bolsa, después en una caja debajo de mi cama y cuando el volumen de billetes se hizo inmanejable coloqué un par de depósitos a plazo en el banco, que años después me traerían problemas con Impuestos Internos. ¿Como lo hice? Era simple, yo elaboraba los proyectos der inversión gratis, peo cuando eran de computación pedía que e los adjudicaran a mi. Ganaba tanta plata que otros proyectos, eléctricos o similares que también podría ejecutar yo, se los pasaba a mis amigos, para que también agarraran algo.

Como la buena suerte viene por rachas, en esos años me ofrecieron hacer clases en la Universidad Contemporánea, y cuando la cerraron hice los primeros programas de FOSIS que hubo en Arica, se llamaban "Chile Joven", una tremenda experiencia que al principio hice por la plata pero quedé encantado y hasta el día de hoy hago clases en FOSIS cuando me piden. También en esos años empecé a hacer pitutos en los regimientos, primero en el glorioso Nº 6 Dolores y después muy brevemente en el Nº 4 "Rancagua", ahí se terminaron de morir mis ideas de izquierda y me recluté entre los pinochetistas, hasta el día de hoy.

Esos años me enriquecieron financiera y psicológicamente, la catástrofe de mi quiebra pasando de respetable a pobre diablo, de la noche a la mañana y la recuperación espectacular, que me permitió comprar cash la casa, los autos y la casa rodante me enseñaron mucho sobre la plata y la seguridad financiera, algo que es imposible de asegurar. Tener más plata no implica vivir más seguro, a veces es todo lo contrario, hagas lo que hagas la plata tiene una marcada tendencia a perderse.

Fueron años de mucho ocio, pese a que tenía montones de "trabajos" la mayoría eran cosas que hacía en uno o dos fines de semana y eso me dejaba mucho tiempo para pensar en lo que me había pasado, en el valor de los amigos y lo frágil que es tener plata. Leía mucho y tenía dos libros de cabecera que releía a cada rato: uno era "También el alma se extingue" de Zilahy Lajos, que era la historia -muy entretenida-de un húngaro que emigra a Estados Unidos, el otro era "Como hacer amigos e influir en la gente" de Dale Carnegie, que leí por primera vez en 1976 y nunca dejé de releerlo.

También me di cuenta en esos años del valor de los amigos, el Jorge que me llevó a los tribunales, una amiga actuaria, que era casada con el mayor DiEstefano me hizo el contacto para trabajar en los regimientos, mi tía Sylvia que me dió asilo político por dos o más años (ya ni recuerdo), y que le pagaba cuando tenia, Norman Reyes, dueño de la Universidad Contemporánea y Cedem, Anibal Godoy Purtz, que editó mi primer y único libro, Nunca en mis 63 años de vida he postulado a un trabajo, siempre han sido buenos amigos que me lo han ofrecido y por eso siempre que puedo hacer un favor desinteresado lo hago con gusto, porque mi cuenta corriente de favores siempre estará en rojo.

Pero a propósito de amigos recién me acuerdo de que quería escribir al principio, de don Pedro Chadid que me pasó el departamento donde viví por varios años hasta que lo dejé por miedo a los temblores, era este
Con don Pedro tuvimos una gran amistad pese a la gran diferencia de edad, él debe haber tenido unos ochenta y tantos mientras yo andaba por los cuarenta, pero creo que nos hicimos realmente amigos, conversábamos mucho y me entretenía escuchando sus historias cuando llegó desde El Libano y compraban caucho en la Amazonia Peruana junto con don Joerge Yarur, claro que tenía un carácter endiablado que le costaba mucho controlar, en fin, un personaje inolvidable y gran amigo.

Como me estoy aburriendo de escribir sobre política y cosas "serias" -además esto va a salir en domingo- aprovecho de aburrirlos con mis historietas noventeras, con al recuerdo de los años más productivos de mi vida, que en general ha sido bastante ociosa e inútil.

8 comentarios:

  1. pero.. su primer y único libro cual fue ? Uls

    ResponderBorrar
  2. Ah se llamaba "¡Sáquele provecho a su computador!, 200 recetas prácticas", un verdadero best seller, vendí como 200, la historia sle en
    https://bradanovic.blogspot.cl/2005/11/ese-si-que-debe-ser-buen-negocio.html

    ResponderBorrar
  3. Pero claro, si Ud. mismo lo dice en el post. Disculpas. Creí que cuando hablaba de su amigo el editor hablaba de otra publicación.
    Lo felicito. Esta fue estrictamente técnica, yo opino que Ud. debería publicar crónica además.

    ResponderBorrar
  4. Ulschmidt, no me da el mate para eso, lamentablemente. Me gustaría pero no sale.

    Víctor, el Jorge murió hace unos 6 años, tal vez más. Un cáncer a la boca lo tuvo un año completo entre operaciones y tratamientos. Si me contaron que habías venido a Arica y estuviste tomando con un borrachin conocido de la zona, para la próxima vez avisa :D :D :D

    ResponderBorrar
  5. buena foto tomas.. ese notebook y mouse pesaban harto.. ajaj si esas paredes hablaran?

    ResponderBorrar
  6. El notebook era un NEC, de los primeros que llegaron por estos lados y el mouse era un trackball enorme, hasta el día de hoy lo extraño, era extraordinario, nunca volví a encontrar uno parecido a ese

    ResponderBorrar
  7. Renato Aguirre Bianchi24 abril, 2018 15:20

    Tomas, lo de la carretera boliviana en la "franja" anexa a la frontera con el Perú es técnica posible, a un costo astronómico. Y le voy a pasar el dato a EVO.

    Si parte desde Visviri, copiando más o menos a nuestra carretera A-23 y luego a otras que corren más o menos paralelas al trayecto del FCALP, pero corriditas hacia el norte porque no les vamos a regalar todos los poblados de la zona, puede seguir el plácido trayecto hasta Villa Industrial, claro que dañando el trazado del FCALP o el canal Uchusuma de los peruanos y eso no sería aceptado en absoluto por los vecinos del norte, máxime cuando esas aguas han estado sienpre en litigio entre los bolis y los peruanos.

    Y desde Visviri, bajar a Humapalca (corridito hacia el occidente) es difícil pero no es gran cosa, aunque por allí se pone feo cuando en algunos años corren huaycos colosales por el lecho del joven río Lluta (año 2001, por ejemplo). Y siguen bajando al sur hasta la latitud de Coronel Alcérreca y allí empiezan problemitas bien pesados, empezando por la desastrosa y derrumbable quebrada de Huaylas. Pues tras eso, lomas y lomas y lomas hasta el norte de Pampa Ossa y al oeste de ésta el escalofriante Cerro La Cuesta. Y desde allí al norte del aeropuerto es pan comido.

    Descrito así suena fácil y esos espacios territoriales se muestran y describen bien en http://www.aricaacaballo.com/fcalp/index.htm, habiéndolos recorrido en varias oportunidades, a título de arriesgada aventura. Pero otra cosa es hacer una CARRETERA estable, para vehículos de alto tonelaje que transportarían más de 4-5 millones de toneladas al año, a un puerto casi imposible por el sector costero que les tocaría.

    ¡Puchas que tendrían que hacer crecer la producción y tráfico de coca para, al final, no conseguir casi nada!. Ningún gobernante, por loco que sea, sometería a su rasca país a esa barbaridad financiera teniendo ya las tan generosas facilidades que le otorgan los tontitos de los chilenos. Y Perú, bueno, ese es otro tema, jamás permitiría a ese corredor.

    Conclusión: bien sabemos que EVO es chueco y ambicioso, pero pretender a ese corredor lo hace definitivamente imbécil.

    ResponderBorrar
  8. Que buena descripción doctor, muy poca gente que yo conozca ha andado por ese lado. Unas semanas atrás el profesor Sergio Giaconni me contaba que el bajó por el camino de servicio del oleoducto Sica-Sica, que en el mapa parecía recto, corto y muy fácil, pero al estar en él se dieron cuenta que tenía pendientes endiabladas y era como andar en una montaña rusa.

    Desde Alcérreca a Pampa Ossa el costo de un camino sería faraónico, la quebrada de Huayllas (no se si es la misma por la que he andado yo yendo al Tacora por la A-23, antes de llegar a Alcerreca, es espantosa) y el enorme gradiente de alturas en muy pocos kilómetros es un problema enorme.

    La idea de un corredor -en mi opinión- nunca fue viable por las dificultades para construir un camino que no siga el cauce del río, es totalmente anti natura. Tal como Ud. dice, con plata todo se puede, pero los costos serían astronómicos!

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"