13 febrero 2019

La mejor jugarreta de Portales y un héroe discreto


1831 fue un año muy difícil para Chile. Aunque los pipiolos habían sido derrotados y el país crecía en orden bajo el control del triministro don Diego Portales, se cernía la amenaza de revancha de los pipiolos, pero tras ellos los ayudaba y financiaba el mariscal Andrés de Santa Cruz, que ya se había adueñado de Bolivia, Perú y soñaba con añadir a Chile bajo su "protectorado". Establecido en Lima, Santa Cruz manejaba una excelente red de espionaje dentro de Chile, que conspiraba incansable contra Portales y el gobierno del presidente Prieto.

Portales estaba convencido que Santa Cruz se preparaba para invadir Chile con su poderosa flota, mientras que la armada nacional apenas tenía dos pobres barcos de guerra, entonces decidió adelantarse, actuando por sorpresa para ir a robarle a Santa Cruz al menos tres de sus mejores barcos, que estaban fondeados en el inexpugnable puerto de El Callao.

Todos los políticos respetables lo tildaron de loco, hasta que se supo que desde el Perú venían dos fragatas peruanas trayendo a bordo al ex presidente -pipiolo- de Chile, don Ramón Freire, con armamento, gente, pertrechos y caudales peruanos para financiar la retoma del poder con un golpe de estado revolucionario. Esto abrió los ojos de los políticos y de la opinión pública, quienes se dieron cuenta -una vez más- de la clarividencia de Portales y le dieron chipe libre para actuar.

Así fue como Su Excelencia puso el ojo en un oscuro marino, que trabajaba olvidado como capitán de puerto en Valparaíso, don Pedro Angulo Novoa, a quien, años atrás, los españoles habían mandado prisionero a la península. En el camino incendió el barco en que iba, lo cambiaron de barco y al poco tiempo se apoderó de el con cuatro compinches y, después de muchas peripecias, lo trajo a Chile como regalo a nuestra pobre armada. Muy pocos conocían a Angulo y su historia, pero don Diego ya tenía el ojo puesto en él como un elemento audaz y potencialmente valioso.

Así fue como lo mandó a Lima en los dos barcos que componían nuestra armada. Leo en las "Crónicas Portalianas" de Enrique Bunster

La empresa que iba a encomendarle Portales determinó que el Ministro fuera tildado de loco por los ponderados consejeros del Presidente Prieto. Portales sostenía que el Protector Santa Cruz proyectaba invadir a Chile para anexarlo a la Confederacion perú-boliviana; con el objeto de impedirlo, había que adelantarse invadiendo el Perú; y como Chile carecía de poder naval, era menester apoderarse previamente de la escuadra confederada. Vale decir (exclamaban los consejeros) un plan sin pies ni cabeza y humanamente irrealizable...Pero como Su Senoría les daba a elegir entre dejarle hacer o aceptar la dimisión de sus tres carteras ministeriales -y ausente Portales no había quien contuviera la anarquía- el Consejo de Estado se resignó a patrocinar esa aventura temeraria en la que el país se jugaría su suerte.

Para apreciarla en lo que vale, recordemos que la poblacion conjunta de Bolivia y Perú triplicaba a la de Chile, en tanto que el ejercito confederado era cuatro veces mayor y la escuadra del Callao sumaba quince buques contra dos de Valparaíso...Utilizando este par de cascarillas pretendíıa don Diego Portales recuperar el dominio del Pacíico Sur conquistado por O’Higgins.

Con sobrada razón habían hecho mofa de sus planes; pero el pensaba con la clarividencia del genio y sabía que Santa Cruz no esperaba semejante zarpazo e iba a pillarlo absolutamente desprevenido. Las relaciones con Lima presagiaban un conflicto armado que los demás estadistas no eran capaces de prever ni de prevenir. El país estaba minado por el espionaje boliviano, la Confederación negábase a cancelar las deudas de la Independencia, hostilizaba el comercio chileno, celosa del predominio mercantil de Valparaíso, y alistaba a toda prisa el ejercito más poderoso del continente. Con todo, el astuto enemigo concebiría cualquier jugada menos la que le estaban preparando.

Para acortar la historia, el capitán Angulo y su jefe de expedición, el coronel Victorino Garrido "un español retinto y de barba salvaje, que no sabía sino andar a empellones" al mando de 80 hombres salieron en los dos barcos rumbo al Callao, a quitarle los huevos al águila.

De manera increíble le fue bien. Sin disparar un tiro y aprovechando que todos estaban ocupados con una Parada Militar, que Santa Cruz organizó para celebrar su protectorado, A las 12 de la noche en punto Angulo comenzó el asalto, capturando primero la Santa Cruz, buque insignia de la Confederación de 12 cañones, sus cuarenta y tantos tripulantes que dormían a pierna suelta, fueron embarcados en botes con sus posesiones personales y se llevaron el barco. Repitieron lo mismo con el "Arequipeño" de nueve cañones y sus treinta y tantos tripulantes, con la "Peruviana" fue incluso más fácil, porque no tenía a nadie a bordo. De pasada, aprovecharon de hundir al "Congreso" que estaba en dique para reparaciones.

Ni un solo muerto ni herido, Chile había aumentado su escuadra de dos a seis buques (la tripulación de uno de los que llevaban a los golpistas de Freire se amotinó y entregó también su barco), los buques peruanos pasaron a Chile en calidad de "préstamo preventivo", aunque Portales instruyó que mantuviesen izada la bandera peruana mientras estuviesen en el país.

La opinión pública chilena, aceitada por los pipiolos y agentes de Santa Cruz, reaccionó indignada contra Portales, alegando por el "acto deshonroso" con que le habían robado los barcos a la hermana Confederación Perú-Boliviana, sin embargo esos mismos, poco tiempo después de la muerte de Portales, cuando estalló la guerra, victoreaban frenéticos cantando la "Canción de Yungay" para celebrar el triunfo contra el odiado Santa Cruz.

El capitán Pedro Angulo Novoa murió sin pena ni gloria, con el mismo grado y muy criticado por los "intelectuales" de la opinión pública nacional, imbéciles y farsantes como Vicuña Mackena, Lastarria y los demás, sin embargo gracias a su increíble valor, habilidad y suerte, nos salvó de ser invadidos y tal vez conquistados por el "protector" don Andrés de Santa Cruz. Sin la hazaña de Angulo y su gente, sobre todo sin el genio claravidente de Portales, la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, no se habría podido ganar y muy diferente habría sido la historia de América Latina.

Chile le debe todo a don Diego Portales y Palazuelos, su fama entre nosotros está más que justificada y esta es una de sus acciones menos conocidas y tal vez de las más importantes en toda su vida pública. Y aquí tienen a un héroe olvidado, casi anónimo, el capitán de fragata don Pedro Angulo Novoa, a quien Chile le debe muchísimo, como diría Mario Vargas Llosa "un héroe discreto"

18 comentarios:

  1. Alberto, así es. Ser mal agradecido es una característica que está en el ADN nacional parece.

    Ulschmidt ¡si! "a stitch in time, saves nine", de no haberse movido don Diego a tiempo, hoy estaríamos gobernados por un tataranieto del mariscal como gran protector, y en Santiago tendría algún títere para las ceremonias, como quizo hacer con Freire.

    ResponderBorrar
  2. Sorry! poe euicocación se me borró un comentario de Ulschmidt, lo copio a continuación:
    "una de piratas ! Muy buena. Esto debería ser un video-juego, por lo menos. Uls "

    ResponderBorrar
  3. Mira como teniamos picaros en el siglo 19, en mi barrio eso se llamaba tener calle.

    ResponderBorrar
  4. Su Excelencia tenía calle para regalar, no como las gallinas que tenemos hoy en la Moneda, la comparación es como para llorar

    ResponderBorrar
  5. ... es menos conocido que amén de la Confederación Peruano-Boliviana, amenaza de por sí evidente para su vecinos, jugaban los intereses de Francia en todo el continente en esa época.
    Tras la aventura napoleónica y perdidas sus colonias, Luis Felipe de Orleans postuló un política para conquistar nuevas colonias. La primera intervención francesa en México sería de esa época.
    Jugaron un papel en la guerra civil chilena, apoyando activamente el cónsul francés La Forest a los liberales.... mismos que derrotados se refugiaron en Perú y allí Freire obtuvo apoyo para una expedición al sur.
    Los acontecimientos que Ud. relata fueron contramedidas de Portales al respecto.
    El cónsul La Forest se presentó en Buenos Aires, donde Rosas no quiso recibirlo en razón de su "actuación en Chile". Los franceses también metieron la nariz en la guerra civil argentino-uruguaya. Tomaron partido, capturaron la flota de Buenos Aires, y con un excusa en la seguridad de sus ciudadanos bloquearon el río de la Plata.
    Al mismo tiempo Santa Cruz simpatizaba con los franceses y su flota tenía muchos marinos licenciados de la flota francesa del Pacífico.
    Al final hubo una pequeña guerra entre su confederación y Argentina, en la forntera con Bolivia, al mismo tiempo que ocurría el bloqueo francés de Buenos Aires, y hubo una guerra principal entre Chile y la confederación, que terminó en Yungay.
    Los franceses se hartaron sin resultados e hicieron un tratado y levantaron el bloqueo, dejando a un aliado suyo, el general Lavalle, sólo sin provisiones en medio de la Argentina. Intentó llegar al Norte, donde sus aliados bolivianos aún podían ayudarlo, pero lo liquidaron en el camino.
    Un gran juego de neo-colonialismo, intentado por los franceses para ver si se quedaban con algo del viejo imperio español. Su mayor error vendría años luego, cuando aprovechando la guerra de secesión yankee intervinieron otra vez México, con emperador Maximiliano y todo, y les fue muy mal. Uls

    ResponderBorrar
  6. Gracias por la lección de Historia, Tomás! Portales aunque a muchos les arda el culo, siempre será un crack, un verdadero PROCER de nuestra patria!

    Se necesitan políticos con clarividencia, estrategas y capacidades como las de él.

    ResponderBorrar
  7. Donde sí le achuntaron los franchutes fue en apoyar a Washington.

    ResponderBorrar
  8. Excelente el complemento Ulschmidt, no lo conocía y calza muy bien con la época. Acá en Chile en esos años estaba abarrotado de francófilos porque todas las familias acaudaladas mandaban a sus hijos a educarse a Paris, ellos volvían convertidos en pequeños girondinos, así ue como se formó el partido pipiolo. El más notable de los afrancesados fue don Francisco Bilbao, un petimetre inútil con muy buen cassete, hizo puras cagadas en su vida pero hasta hoy es el ídolo de los progres locales.

    Cile se dividió entonces entre la influencia francesa, ingles, alemana y española, que eran los países donde la gente de plata mandaba a estudiar a sus hijos. los ingleses vinieron en gran cantidad a Valparaíso en el siglo 19.

    Esto de las aspiraciones colonialistas de Francia después de la salida de los españoles no lo conocía, y clza muy bien con el auge que tuvo el mariscal Santa Cruz y sus aspiraciones de un gran "protectorado", de alguna parte tenían que venir los doblones y pesos fuertes!

    José, Diego Portales es el verdadero Padre de la Patria, el solito fabricó a Chile, lo metió en un zapato y lo dejó caminando como maquinita, todavía no pueden destruir su legado y tampoco podrán.

    Leus, creo que el Conde de Lafayette fue el que ayudó a la independencia Americana, muchos años antes, s otra buena historia, menos mal que los colonos se deshicieron de los franchutes desde el comienzo, que también tenían intereses en Luisiana y toda esa parte, tengo entendido que la vendieron.

    ResponderBorrar
  9. Lo que cuentas es digno de ser llevado al cine.

    ¿La marina chilena le tiene puesto el nombre del español en un barco?

    ResponderBorrar
  10. No, pese a que la acción del capitán angulo salvó al país en uno de los momentos más difíciles.

    Eso si, la Armada tine su biografía en su sitio web, se puede ver clickeando el link de su nombre en la entrada. Un héroe discreto

    ResponderBorrar
  11. No conocía esta historia. Es realmente épica y de película. Vaya que Portales tenía huevos.

    ResponderBorrar
  12. El coraje político es lo que distingue a un gran estadista de un pobre diablo

    ResponderBorrar
  13. El capitulo del capitan angulo, bien podría formar parte de un guion tipo "piratas del caribe"

    ResponderBorrar
  14. el intendente de conce decreta toque de queda, la gente de conce aplaude de santiago los primitos lo desautorizan,,, no balls

    ResponderBorrar
  15. Nervio, los ministros del interior, Chadwick, y de defensa, Espina, son los mejores ejemplos de pobres diablos tanto en el sentido político como humano. Lo mismo el jefe, S.E. es un tipo miedoso y tonto, que lástima más grande.

    ResponderBorrar
  16. Portales fue un paranoico, tal como fueron países pequeños sin recursos como Israel, Alemania, Japón, belicista y estudiando la diferencia marcadísimo de clases en el Perú (indios y blancos). Como Alemania y su paranoia con los judios y rusos al final los rusos lo humillaron en Berlín. La venganza masiva de los rusos a las alemanas es anecdótico. Francia predominó en toda latinoamerica desde el siglo 19 y parte del 20, culturalmente, etc, Inglaterra cumple su propósito y abandona a Chile en una guerra civil, la vestimenta del ejército chileno en la guerra del salitre fue francés. Hay muchos mitos en el ejercito chileno p.e. el casco pickelhaube no lo adquirió Chile, primero lo usó el ejercito peruano, Chile lo admira cuando asaltan un transporte peruano que venía de Europa trayendo materiales de guerra. La guerra del salitre cortó muchos procesos que el Perú proyectaba.

    ResponderBorrar
  17. Anónimo, si miramos los resultados, la verdad es que los chilenos le debemos casi todo a Portales. Nos metió en muchos de los valores que hoy nadie discute en Chile, hasta los historiadores más ultra izquierdistas como Salazar, reconocen el aporte permanente que dejó su liderago en la mentalidad chilena.

    Yo creo que Portales más que paranoico tenía una visión política muy realista, veía las cosas como eran, no como la gente creía que deben ser. El admiraba mucho al Perú, donde vivió y conoció bien, y fue el primero en darse cuenta que potencialmente era un país más grande y poderoso que Chile, que era nuestro adversario natural, de hecho hasta el día de hoy somos como dos perros comiendo el mismo hueso, exportamos lo mismo a los mismos mercados. Antes fue trigo y salitre, hoy es cobre y minerales, el talento de Portales fue darse cuenta que era cuestión de tiempo que apareciera un caudillo que intentaría tomar a Chile par sí, y ese fue exactamente el mariscal Santa Cruz, probablemente la figura más talentosa que ha tenido Bolivia en su historia.

    Primero se tomó el Perú y luego intentó con Chile, Portales se le adelantó y en Yungay se le terminó la fiesta al protector. Yo pienso que esa ha sido una constante histórica en Perú, bueno, no es constante pero aparece siempre que llega un caudillo al poder -especialmente militar- se le abre el apetito por venirse a pasear a Chile. Primero Santa Cruz, después el tratado de defensa secreto entre Perú y Bolivia, que terminó metiéndo al país a la guerra. Con la derrota de la guerra esa posibilidad se hizo políticamente mucho más viable con los años, para cualquier político en Perú o Bolivia es muy rentable cualquier acción contra Chile, con razón o no, el asunto es políticamente rentable.

    Mientras existan políticos normales eso no representa mucho problema, el problema es cuando aparecen caudillos, como Velsco Alvarado o el padre de los Humala. Estos caudillos siempre tienen la tentación de probar suerte con la recuperción de arica, que tal vez sería una causa popular en Perú, no hoy, pero si podría ser en el futuro con el clima adecuado de la opinión pública.

    En ese sentido Chile quedó muy marcado por Portales y siempre va a intentar mantenerse armado hasta los dientes, maximizando las capacidades de las fFAA, es como pagar un seguro que nos garantiza la paz porque desarmados, estamos bien seguros que crecería la posibilidad de guerra.

    Así es más o menos como se ve la cosa por estos lados

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"