Tarifas eléctricas en Chile

Ahora que subieron las tarifas reguladas de la energía eléctrica, justo en la fecha en que el ex ministro Máximo Pacheco había dicho que iban a bajar "a lo menos en un 20%, esto no es una estimación, es un hecho". La tarificación regulada de los monopolios naturales en Chile es un sistema único, que ha dado resultados extraordinarios y al menos técnicamente, se considera la mejor solución que existe hasta el momento para el problema.

El problema
El problema de los monopolios naturales es que en ciudades medianas y grandes sería antieconómico (y físicamente imposible) que cada uno instale sus propias cañerías, alcantarillado y tendido eléctrico, inclus es inviable que existan varias empresas compitiendo, como hubo en Londres hasta la época victoriana, donde los desagues privados llevaron a una invasión de ratas y pestes que los obligó a dejar de beber agua y tomar en cambio solo cerveza.

Estamos obligados entonces a tener una sola empresa que nos de cada uno de esos servicios. Pero si es obligadamente un monopolio ¿como evitamos que cobren lo que quieran o que el servicio sea pésimo? En muchos lugares del mundo es el estado el que a estos servicios, manejados por funcionarios donde sin control las empresas viven en constantes escándalos, la inversión y coberturas son insuficiente y los servicios pésimos. Total, el estado es soberano, así es que vaya uno a reclamarles.

Chile fue uno de los primeros países del mundo en privatizar con éxito estos servicios, con empresas privadas las ventajas son muchas: primero que nada están expuestas a la fiscalización -como sabemos el gobierno nunca se fiscaliza a si mismo y menos a sus empresas estatales- pero el problema es como fijar las tarifas

Las tarifas las fija el gobierno
Los privados acceden por un sistema de concesiones que cada 4 años fija las tarifas, en el caso de la electricidad es la Comisión Nacional de energía quien estudia y fija las tarifas reguladas por períodos de 4 años.

Para los consumos domiciliarios y de baja potencia (hasta 5000Kw de potencia conectada) existe un sistema de tarifas reguladas, que son calculadas en base a una empresa ficticia "ideal" a la que el gobierno le calcula una rentabilidad garantizada, creo que en la eléctricas es del 10%-15% del capital que ponen. ¿Por qué el estado les garantiza la rentabilidad? La razón es muy sencilla: son empresas que si quiebran o caen en la insolvencia en mitad de su operación causarían una catástrofe en los clientes, que pueden ser cientos de miles o millones, además se debe incentivar a que las empresas aumenten sus inversiones, gracias a eso, Chile tiene los mejores índices de cobertura y calidad del servicio de toda la región

¿Como se calculan las tarifas para obtener esa rentabilidad? 
En los servicios de agua potable y alcantarillado la estimación de costos es más sencilla, porque un mismo concesionario hace toda la operación: extrae, transporta y distribuye. Las tarifas eléctricas son más complicada, porque deben ser empresas distintas -y no relacionadas- para la generación, transmisión y distribución domiciliaria, para evitar subsidios cruzados que distorsionen los costos.

En grandes líneas la cuenta de electricidad que pagamos cada mes debe cubrir los costos de generación, transporte, distribución y las utilidades garantizadas de las respectivas empresas, o sea, en una sola cuenta estamos pagando a tres empresas distintas.

El estudio de costos entonces se complica bastante y aunque la Comisión Nacional de Energía tiene fórmulas (polinomios) para calcular los costos en base a muchos factores (precio nudo,valor del dólar, costos de operación y un larguísimo etc.) el sistema igual está sujeto a muchas jugarretas en manos de funcionarios de gobierno inescrupulosos.

La cuchufleta mayor -donde se mueven miles de millones de dólares- son las licitaciones donde se compran los grandes paquetes de energía por el período de 8 años, como por ejemplo la licitación SIC 2013/01 que se puede ver aquí. Durante Bachelet el ministro Pacheco, ya mencionado, lideró una licitación donde se adquirieron enormes paquetes de energía fotovoltaica, contratados a un precio supuestamente inferior a los de energía convencional.

Eso es lo que en Perú se llama "un faenón", o sea una mega-estafa, porque el costo de generar energía fotovoltaica de potencia, considerando su pobrísimo factor de planta, es muy superior al de las generadoras convencionales y. tal como mintió descaradamente cuando dijo que el 2018 era un hecho, no una opinión, que las tarifas iban a bajar "hasta un 20%", también preparó la gran estafa que vendrá en algunos años más cuando estas licitaciones empiecen a operar y no puedan cumplir con los costos ofertados.

Desde hace tiempo vengo escribiendo que el Sr. Pacheco es un estafador de cuello y corbata. Y no lo digo con animadversión ni ánimo de ofender, sino simplemente comentando su desempeño como ministro de estado, que ha sido el de un verdadero bandolero. Si pensamos bien podríamos creer que esto se debe a su ignorancia, como es graduado de la Universidad Patrice Lumumba de la antigua Unión Soviética, probablemente entiende poco o nada de lo fundamental de la economía.

Tampoco tuvo nunca experiencia laboral en el campo de la energía eléctrica, tradicionalmente fue ejecutivo de empresas del papel y celulosa. Otra explicación podría ser que el gobierno de Bachelet quiso seguir el modelo español y alemán (ambos fracasos estrepitosos) de subvencionar masivamente las energías renovables no convencionales.

La tercera explicación -y es lo que yo creo- es que simplemente se arreglaron los bigotes con las empresas que participaron en la licitación y no se fueron de eso con la manos vacías. Durante Bachelet las coimas, robos y comportamientos anti éticos fueron la norma y si robaron tanto y en tantas partes, no veo la razón para que no hayan dado el manotazo en esa ocasión, es su sello. Total, es bastante fácil para el gobierno de entonces maquillar los números y ocultar el arreglo, sabiendo que en varios años más -cuando todo se descubra- probablemente ya no van a estar en el gobierno, estarán lejos y bien forrados.

El asunto del cambio de medidores fue residual, hojarasca, un pelo de la cola, sin embargo dio tema para que un ejército de idiotas llenara columnas y horas de televisión culpando a Piñera o a las malvadas empresas, que realmente no tuvieron velas en el entierro, tal como no tienen nada que ver en el alza de las cuentas de electricidad, que son fijadas por el gobierno, no por las empresas, de acuerdo a un cálculo matemático invariable y fijado por ley.

Este cálculo es muy complejo, yo solo lo entiendo a grandes rasgos, pero lo suficiente para darme cuenta que si hay un estafador en esto, operó en el momento de las licitaciones y nada tienen que ver las empresas distribuidoras, ni menos el sistema que es de lo mejores en el mundo.