09 junio 2019

7 de junio en Arica

6 de junio cumpleaños de la Pilar y  7 de junio cumpleaños de Arica. Son 139 años -si la cuenta no me falla- desde que las tropas chilenas asaltaron la ciudad de Arica y se produjo una muy sangrienta batalla, a pocos metros del patio de mi casa. Me asomo por la puerta de atrás y veo el escenario donde fue la batalla, así está hoy


La foto está tomada desde el patio trasero de mi casa cuando empezaron las excavaciones para construir, ahora está lleno de edificios. El pequeño monolito que se ve al fondo marca el Fuerte del Este (o el Ciudadela, no estoy seguro, ambos están cerca) uno de los puntos donde empezó el asalto. La superioridad de las tropas chilenas era enorme, más de 6.300 soldados chilenos contra unos 1.850 peruanos (las cifras son siempre aproximadas y varían según la fuente), pero no todos los chilenos combatieron en el asalto solo el 4º y el 3º regimientos de Línea participaron en la toma. El1º de Línea Buin quedo en la retaguardia como reserva y el Lautaro atacó la ciudad por el norte, en camino plano.

El Morro se consideraba inexpugnable, por su buena posición en altura y por estar fuertemente minado en todo su perímetro. Según el relato de Nicanor Molinare, un veterano que participó en el asalto hubo un sorteo en la madrugada sobre quienes participaban en el asalto y quienes iban a la retaguardia, tanto así que dos jefes militares se acobardaron en el sorteo sobre quien iba a atacar y fueron relevados del mando ante la indignación de las trpas, que estaban ansiosos por pelear.

No les faltaba razón, porque el comandante del 4º de Línea, coronel Juan José de San Martín murió en el asalto. Hay que notar que es muy inusual que un comandante muera en combate, porque siempre existe el principio de proteger al mando a toda costa, bueno, eso muestra lo difícil y sangriento que fue el ataque. San Martín fue uno de los pocos comandantes muertos en acción en un ataque que haya resultado victorioso.

Pocos días antes, el 20 de mayo, murió en la Yarada mi tío bisabuelo 4º don Rafael Sotomayor Baeza, el ministro de guerra en campaña y artífice de la victoria de Chile en la guerra. A diferencia de Prat, Carrera Pinto y otros héroes chilenos de esa guerra, Sotomayor no murió en combate pues no era militar (su hermano Emilio si era coronel), pero fue el personaje más importante -por lejos- de todas las campañas chilenas hasta entonces.

Sotomayor tomó cada una de las grandes decisiones: el desembarco en Pisagua (primera operación anfibia masiva en la historia de la guerra moderna), sacó generales malos (Escala entre otros) y los reemplazó por buenos (Bulnes, a quien nadie tenía fe). Decidió, organizó y ejecutó las más arriesgadas campañas y no solo combatió contra las fuerzas peruanas sino con los "conductores popuares" de la guerra en Santiago, que eran toda clase de charlatanes encabezados por Benjamín Vicuña Mackena, se enfrentó al establshment militar y mostró capacidades para organizar desafíos de logística que solo un genio podría resolver.

En las guerras se honra a los que con su valor físico entregan su vida defendiendo a su país, por eso el sacrificio de Bolognesi es recordado en Perú y el 7 de junio es el día del Juramento a la Bandera. Eso está muy bien y es la parte emocional, pero la guerra también tiene una parte racional que es la que gana las batallas, cuando las decisiones estratégicas y tácticas son exitosas, se organiza bien la logística y se hacen las cosas de manera eficaz. Esa clase de héroe fue Sotomayor y yo diría que de los más grandes porque gracias a él Chile ganó la guerra en condiciones muy difíciles.

En fin, las guerras no son malas, son parte de la historia desde siempre y nos sirven para sacar ejemplos de lo mejor de las personas. Yo creo que con eso debemos quedarnos, con los ejemplos del honor militar y civil que nos dejaron Prat, Sotomayor, Vergara, Bolognesi, Grau, Campero, Abaroa y tantos otros que seguramente estuvieron muertos de miedo al enfrentar el combate, pero igual siguieron adelante.

Después de las guerras todos son generales y los tipos más pacíficos, que no serían capaces de matar un conejo se convierten muchas veces en generales de escritorio, acusan traiciones, cobardías, "errores" (como si no fueran todos ex-post), y pontifican cuando nunca en su vida se han agarrado siquiera a trompadas con alguien, mucho menos han estado frente a otro con un arma cargada.

Yo, que soy bastante cobarde, admiro enormemente a los que pelearon y también respeto a los que se acobardaron, puede que en su lugar yo hubiese hecho lo mismo, quien lo sabe, ninguno de nosotros, desde nuestro confortable sillón, tenemos moral para juzgar u opinar sobre algunas de esas cosas.

Además me encantan las marchas y los himnos militares, los dejo con este Himno de la Infantería, en honor a los que pelearon hace tantos años

9 comentarios:

  1. Muy interesante, he visto videos recreando el asalto al morro y tuvo que ser terrorífico.

    En cuanto a la guerra en sí, y aunque me gusta mucho leer sobre historia militar...después de escuchar historias que comentaba mi abuelo (que participó en la Guerra Civil de aquí)...simplemente esperar que no tenga que vivir ninguna en lo que me queda de vida.

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  2. Pienso lo mismo, la historia militar es fascinante pero ojala que las guerras se mantengan bien lejos de nosotros. Al final debe ser como vivir en un estado de miedo permanente, mala cosa.

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  3. Yo sólo recuerdo la guerra de Malvinas, que básicamente vimos por televisión. Fue como una guerra en otra parte.
    Un sólo jefe de alto grado recuerdo que muriese en asalto, en una batalla que al fin ganara su bando, en Goose Green, el teniente coronel Herbert Jones, que al frente de su regimiento de paracaidistas quiso mostrarles el camino a sus soldados estancados pero no vio un nido de ametralladoras argentino a su flanco.
    Al menos les mostró por dónde no había que ir.
    El coronel Brandsen, un francés al servicio de Agentina durante la guerra del Brasil, discutió con el general Alvear en Ituzaingó y le dijó que si iba por donde Alvear decía sería una muerte segura. Alvear insinuó que Brandsen era un tanto cobarde y Brandsen poniéndose al frente de las tropas fue por donde le dijeron.
    La batalla se ganó pero Brandsen y los que estaban junto, efectivamente, murieron.
    Y desde luego el muerto triunfante más célebre de todos los tiempos deben ser el Cid Campeador, que estando muerto lo ataron al caballo y encabezó un ataque de sus tropas. Por lo menos así era la película que yo vi, con Charlton Heston de Cid.

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  4. Claro, es poco usual que el comandante del bando que gana muera en combate, lo que si se da es al revés, cuando en inferioridad de fuerzas, el comndante muere peleando en una especie de sacrificio heroico, fue el caso de Prat y Bolognesi, que son considerados máximos héroes en sus respectivos países.

    Aunque no es rara la rendición o captura cuando las fuerzas enemigas son abrumadoramente superiores, y eso no va contra el honor militar, es solo sentido común. A principios de la guerra del Pacífico, fue capturado un regimiento completo del Ejército Cileno, los "Carabineros de Yungay", apresados mientras los traslaaban por mar al teatro de operaciones.

    Eso costó la caída del ministro de guerra, Basilio Urrutia. l error fue del propio presidente Anibal Pinto que ordenó personalmente la salida del transporte "Rimac" con ese regimiento, sabiendo que en el área estaba operando la escuadra peruana, fueron capturados por la "Unión".

    En el comienzo de la guerra ocurrieron puros desastres, por malas decisiones, porfía, incapacidad, etc. Hasta que llegó Sotomayor como ministro de guerra en campaña, se hizo cargo de las deciiones estratégicas por sobre todos los generales y todo se empezó a arreglar

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  5. Una vez en un grupo sobre la Guerra del Pacífico tuve la mala idea de poner que Chile había tenido mucha suerte en varias operaciones claves fue ayudado por la casualidad. Esto enojó a varios chauvinistas y "armchair generals", pero fue estrictamente verdad, la buena suerte jugó un gran papel en favor de Chile y contra Perú varias veces en la guerra, lo que no disminuye en nadael mérito de los que participaron

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  6. Bueno, como Ud. habrá estudiado igual que todos en este sub-continente, la guerra de independencia sudamericana terminó con la brillante campaña de Bolívar en Perú y Bolivia, en las batallas de Junín y Ayacucho.
    Menos se sabe que Junín estuvo a punto de perderse, y que los patriotas ya se desbandaban.
    Bolívar manda sumarse a la retirada a una sección argentina, pero envía el mensaje con un oficial peruano a caballo. El peruano, enfervorizado, cambia el mensaje: le dice a Isidoro Suarez, el comandante argentino, que debe atacar por orden de Bolívar, y éste ataca por un flanco.
    El curso de la batalla cambia; los que se retiraban vuelven a pelear, al fin es una victoria de los independentistas.
    Pero lo otra forma de analizar estas cosas es decir que "fatalmente" era el momento de la independencia y que batallas más o menos iba a ocurrir. O que "fatalmente" Chile estaba más determinado y preparado para la guerra del Pacífico y que la ganaría tarde o temprano. Tampoco es demostrable un punto de vista u otro porque la Historia pasa una sola vez. Uls

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  7. Así es Ulschmidt, con las guerras pasa lo mismo que con la riqueza: el que se hace rico atribuye todo a su inteligencia, prudencia, visión de futuro, etc. "la suerte no existe" -dice- "la buena suerte me la fabrico yo", y eso aunque se haya ganado la plata jugando un número de la lotería, lo racionalizará diciendo que tuvo el esfuerzo, la visión y perseverancia de salir a comprar el boleto.

    Todo es suerte, lo que no quita mérito al esfuerzo, inteligencia y todo eso que es tan admirable, pero al final del día, en los resultados, todo es determinado por la suerte. Uno puede hacer todo bien y le va mal, puede hacer las mayores estupideces y tener un tremendo éxito. Me consta, lo he visto muchas veces jaja

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  8. Al respecto de la suerte, Napoleón decía que quería que sus mariscales "tuvieran suerte". Lo demás no le importaba mucho. Supongo que en la guerra el factor suerte debe ser muy importante, y más en las guerras de los siglos pasados, donde la movilización total no existía como ha existido en el siglo XX y XXI

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  9. Así es "la suerte de la guerra", un cambio en el clima, una roca en el fondo bajo del mar, son miles de coincidencias, afortunadas o funestas, que pueden ocurrir, todo es suerte.

    Claro que eso no significa que nos vamos a echar en los huevos y esperar que la suerte resuelva las cosas,hay que hacr todo lo posible por enfrentarla, pero las decisiones son siempre inciertas, no hay buenas ni equivocadas decisiones sino más o menos arriesgadas (improbables). Las más improbables cuando resultan dan los mejores premios.

    Eso no lo entiende la gente con cerebro mecanicista que creen que todo es un encadenamiento claro de causas y efectos, es una ilusión nomas, racionalizaciones

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"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"