Pasando la cuarentena

Que maravilla, apenas se escucha ladrar un perro a lo lejos, estamos con toque de queda y Arica está en el más completo silencio ¡que maravilla! así me gustaría que fuera todo el año. Estoy disfrutando mucho la cuarentena, aprovechando que los días están soleados y frescos, trasladé mi oficina para la terraza y me quedo hasta altas horas de la madrugada leyendo ye escribiendo al lado de las plantas en la más completa calma.

Hienas, buitres de ayer y hoy
Cuando alguien siente miedo aparece lo mejor y lo peor de su persona, es muy parecido a lo que pasa cuando alguien se emborracha, las personas asustadas se muestran tal como realmente son, porque el miedo les suelta ciertos frenos sociales y entonces son capaces de hacer las cosas más nobles o de mostrar todo lo miserable que son en su interior.

Es lo que estamos viendo en la política hoy donde muchos se han sacado la máscara y el miedo los muestra como las hienas o buitres que son realmente, aprovechando la emergencia para tratar de sacar algún provecho personal sin importarles el daño que puedan causar.

Siempre pasa así en las tragedias y emergencias. Durante la Guerra del Pacífico Chile tuvo que pelear no solo con sus enemigos externos sino con enemigos internos igual o más peligrosos. Les pusieron los "conductores populares de la guerra", Benjamín Vicuña Mackenna junto con otros deschavetados, atrincherados desde la prensa se dedicaron a atacar el presidente Pinto y al ministro de guerra en campaña Sotomayor por cada cosa que hacían, moviendo a la opinión pública contra el gobierno sin importarles la gravedad de lo que se estaba jugando.

Hoy vuelven a aparecer los pescadores de río revuelto, otra vez convertidos en expertos epidemiólogos, dictando cátedra desde la prensa, criticando ácidamente cada medida que toma el gobierno, igual que esos hinchas gorditos que insultan desde la galería a un jugador porque no corrió lo suficientemente rápido. Chile es un país de entrenadores frustrados de fútbol y si vamos a creer lo que dicen, con cualquiera de ellos habríamos sido campeones mundiales hace rato.

Ahora todos opinan de un tema que es complejo y sumamente difícil, donde nadie está libre de tomar decisiones que tengan consecuencias terribles. En una epidemia está repleto de azar, incerteza y las decisiones que parecen más lógicas cuando se dicen podrían tener resultados trágico cuando se ejecutan, es un asunto lleno de incertidumbre, muy parecido a una situación de guerra.

Y como en la guerra, todos nos creemos generales, cosa que no tiene nada de malo mientras no estorbemos ni hagamos daño a nadie.  Pero están estos buitres humanos, los políticos carroñeros que huelen sangre y ven su oportunidad de sacar provecho, tener cámaras y hacerse populares. No lo van a conseguir, aparte de un puñado de idiotas dispuestos a creerles todo van a terminar igual de desprestigiados que los "conductores populares" de la Guerra del Pacífico.

En emergencias tales como epidemias y guerras es indispensable que exista una conducción única y que los enemigos internos, que siempre aparecen saboteando la unidad del mando en la toma de decisiones deben ser ignorados por oportunistas y pobres diablos. Yo tengo la peor opinión del presidente Sebastián Piñera como persona y para que decir como político, pero no se me ocurriría sabotear ahora sus decisiones, tal como no lo haría en caso de guerra, es una cuestión de decencia, nada más.