24 marzo 2020

La ley del teletrabajo


"Al día siguiente de la conferencia, la fiebre dio un pequeño salto. Llegó a aparecer en los periódicos, pero bajo una forma benigna, puesto que se contentaron con hacer algunas alusiones. En todo caso, al otro día Rieux pudo leer pequeños carteles blancos que la prefectura había hecho pegar rápidamente en las esquinas más discretas de la ciudad. Era difícil tomar este anuncio como prueba de que las autoridades miraban la situación cara a cara. Las medidas no eran draconianas y parecían haber sacrificado mucho al deseo de no inquietar a la opinión pública. El exordio anunciaba, en efecto, que unos cuantos casos de cierta fiebre maligna, de la que todavía no se podía decir si era contagiosa, habían hecho su aparición en la ciudad de Oran. Estos casos no eran aún bastante característicos para resultar realmente alarmantes y nadie dudaba que la población sabría conservar su sangre fría. Sin embargo, y con un propósito de prudencia que debía ser comprendido por todo el mundo, el prefecto tomaba algunas medidas preventivas. En consecuencia, el prefecto no dudaba un instante de la adhesión con que el vecindario colaboraría en su esfuerzo personal.

El cartel anunciaba después medidas de conjunto, entre ellas una desratización científica por  inyección de gases tóxicos en las alcantarillas y una vigilancia estrecha de los alimentos en contacto con el agua. Recomendaba a los habitantes la limpieza más extremada e invitaba, en fin, a los que tuvieran parásitos a presentarse en los dispensarios municipales. Además, las familias deberían declarar los casos diagnosticados por el médico y consentir que sus enfermos fueran aislados en las salas especiales del hospital. Estas salas, por otra parte, estaban equipadas para cuidar a los enfermos en un mínimum de tiempo posible y con el máximum de probabilidades de curación. Algunos artículos suplementarios sometían a la desinfección obligatoria el cuarto del enfermo y el vehículo de transporte. En cuanto al resto se limitaban a recomendar a los que rodeaban al enfermo que se sometieran a una vigilancia sanitaria". 

Este es un extracto de "La Peste" de Albert Camus. Que entretenido es estar viviendo el argumento de una novela que nos gustó mucho leer. Claro que el Covid-19 no es la peste bubónica ni mucho menos, pero Arica se parece bastante a Oran, como la describe Camus, también estamos n cuarentena y ya se sabe que los chinos, cuando conocieron el brote, actuaron de manera parecida a lo que se describe en la novela..

No se trata de que sea gente mala ni nada de eso, simplemente todo burócrata, no es solo responsable de las enfermedades, sino de muchos otros efectos que pueden ocurrir como efecto de sus decisiones, se juegan mucho en cada cosa que deciden y en condiciones normales no están acostumbrados a tomar riesgos, la vida de un burócrata estatal es casi siempre plácida y muy próspera .. hasta que aparece una epidemia. Debe ser de las pocas ocasiones en que estos zanganos se ven obligados a trabajar.

Teletrabajo
De las cosas malas siempre salen cosas buenas, porque toda moneda tiene dos caras. La paranoia causada por la epidemia ha resucitado ideas que dormían en algún arrugado papel en el fondo del canasto de la basura del presidente o de los ministros. Es lo que ha pasado con. dos iniciativas que nadie las pescaba y que ahora se han puesto de moda, una es la Ley de Teletrabajo, la otra es la educación online.

Ambas ideas han sido resistidas por muchos años, como pasa con cualquier idea nueva que pone en riesgo a monopolios o amenaza a gremios o sindicatos. La Ley de Teletrabajo estaba presentada hace mucho tiempo pero nadie le daba bola, decían que era un sueño, un asunto inútil sin importancia, que el trabajo siempre ha consistido en ir a la oficina, sentarse en un escritorio y ponerse a ver Internet mientras -muy de cuando en cuando- se hace algún trabajo mayormente inútil, o se simula que se está "trabajando" (perdonen que use palabras groseras, es solo que quiero que el vulgo me entienda), todo esto mientras esperan que llegue la ansiada hora de salida..

De hecho hay algo que prueba más allá de toda duda que el trabajo presencial es lo más improductivo que existe: en los 15 años que llevo publicando prácticamente todos los días en este Templo del Ocio, donde reviso cuidadosamente el registro de visitantes, siempre, sin excepción, las visitas disminuyen a la mitad el fin de semana, nunca, en todos estos años ha ocurrido una sola excepción, por eso escribo los "refritos del sábado" y los domingos escribo cualquier cosa sin importancia, porque se que casi nadie me lee. Más aún, estoy bastante seguro que la inmensa mayoría de mis queridos regulares, leen este Templo del Ocio desde su confortable escritorio mientras hacen como que trabajan.

El teletrabajo es anatema para la izquierda y para que hablar de sus sicarios, los sindicalistas. "Precariza" el trabajo, esa es la palabra que usan, también dicen que "elimina las conquistas" de los trabajadores, que son los históricos chantajes que permiten a los dirigente sindicales ganar sueldos sin hacer nada, extorsionando a su empresa y viviendo como pequeños reyezuelos.

Esta ley, que es una necesidad impuesta por la realidad de los cambios tecnológicos, nació mal, es un híbrido que pretende traspasar todas las ventajas y privilegios del trabajo presencial a los asalariaos mientras que los empleadores deberían pagar todos los costos, eso no va a funcionar y el teletrabajo seguirá creciendo de manera informal, a espaldas de toda ley.

Yo conozco bastante de eso porque -Dios me perdone- hice como que trabajaba durante muchos años, ganando como 800 dólares al mes más Internet y los gastos cuando había que hacer algo presencial, era un trabajo estupendo, de los mejores que he tenido porque lo hacía cuando me daba la gana y se adaptaba a mis bizarros horarios de altas horas de la madrugada con un par de cervezas al lado, jamás firmé un contrato y el pago era cash, como un reloj durante varios años. Hace tiempo que espero alguna oferta parecida, pero no pasa nada. Que hacer, no siempre se puede tener lo que se quiere.

17 comentarios:

  1. Venimos trabajando en la oficina hace unos días en modo exclusivo "teletrabajo". La gente no viene a charlar; las consultas son rápidas por telefono, watsap o mail. No vamos a reunirnos con nadie todo es por comunicaciones; las reparticiones que seguían exigiendo papeles presentados y sellados y firmados aceptaron copias electrónicas de todo: nada de viajes, nada de colas. Es una maravilla. Como 100% de ganancia en eficiencia. Si no levantan la cuarentena pronto la mitad de los oficinistas serán despedidos. Uls

    ResponderBorrar
  2. Así es Ulschmidt, lo que pasa es que arrastramos un modelo de trabajo Fordiano que está en vías de extinción, mucha de la gente ue va a trabajar es inútil y no agrega valor, tarde o temprano se tienen que ir y buscar otra forma de ganarse la vida, es la realidad y la tecnología, los luditas no sacaron nada con destruir las máquinas de vapor

    ResponderBorrar
  3. Don Tomas
    No solo el teletrabajo:
    La educación on line
    La medicina on line
    El futuro nos supera
    Y los políticos en las cavernas

    ResponderBorrar
  4. Si GRC, yo veo todo esto muy bueno, al final todo será más fácil y más barato, más eficiencia solo tiene que traer beneficios en mediano y largo plazo. En el corto plazo van a haber problemas de ajuste, claro.

    ResponderBorrar
  5. Off topic o casi.
    Mencionaste a Oran por el libro de Camus. Como estos temas sé que te gustan, te cuento. Un quinto tatarabuelo mio ( o por ahí), nació en Oran, en tiempos del imperio español. Luego vino a America y fundó en la actual Argentina, la ciudad de Nueva Oran. Una ciudad chiquita, y aunque no soy muy aficionado a la genealogía, me dio mucho gusto visitar esa ciudad y el museo donde se cuenta su historia. La Peste, es un tremendo libro y cuando lo leí por primera vez, me atrapó de inmediato porque transcurría en Oran. Tiene su gracia el leer sobre un lugar y saber que por allí transitaron tus antepasados. A la Orán original, nunca he ido, aunque estuve cerca en Melilla, pero no era fácil ese tramo.

    ResponderBorrar
  6. Lo positivo de todo es que con esto, las empresas se tienen que reinventar, reestructurar y entender que esto llegó para quedarse por un buen tiempo. Eso si hay actividades en las que el teletrabajo es inutil (al menos por ahora) como en el caso de Salud (desde el inicio de la cuarentena que hemos estado trabajando sin parar) porque si bien las máquinas han mejorado su nivel en la atención de pacientes, no se puede dejar de lado el factor humano cercano, en caso de emergencia real.

    Quizás la parte administrativa podría hacerse desde casa.

    ResponderBorrar
  7. cuando estaba en trabajo formal yo hacía teletrabajo. no tomaba café, no conversaba con nadie, llegaba temprano, me iba a la hora con todo terminado, almorzaba en 30 min y no me quedaba un par de horas tomando café y fumando, era profundamente antipopular

    ResponderBorrar
  8. Jorquera, desciende usted de Ramón García de León y Pizarro, el fundador de San Ramón de la Nueva Orán, en Salta ?
    Es el único lugar de la Argentina donde se producen bananas o café. En plenas yungas salteñas.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Así es Ulschmidt. En mi familia ha sido siempre motivo de orgullo. Incluso mi abuelo conservaba un retrato de su ilustre antepasado que no sé dónde quedaría despues de su muerte. A mi la verdad, es que nunca me ha importado mucho, pero me dio un gustito estar por allí sabiendo eso.

      Borrar
  9. ¿EL tele trabajo hara mas facil reemplazarlo por maquinas?
    ¿La educacion on line cesanteara a inumerables profes pencas?
    Soy mejor pronosticando el pasado que el futuro...

    ResponderBorrar
  10. Marcelo ¡que pedazo de historia! Lo bonito de la genealogía es conocer la historia asociada a las personas, que a veces se conecta con historias familiares que escuchamos cuando chicos, es como volver a armar las piezas de un rompecabezas. A mi me habría encantado conocer Argelia, lo mismo que Alejandría, en buena parte porque se han escrito libros muy buenos sobre esas ciudades. O tal vez mejor no conocerlas y mantenerlas en el imaginario nomas.

    José, en todas las áreas la tecnología va a ir reemplazando tareas repetitivas. Siempre se van a necesitar personas, pero cada vez menos para hacer una misma tarea. Antes para levantar un palacio se necesitaban miles de obreros y años de trabajo, ahora se arma un rascacielos con algunoscientos en meses.

    Anónimo, ¡la envidia de la oficina jaja1 Yo hice lgo parecido durante un breve tiempo que estuve dedicado a las actividades pecaminosas: despachaba el trabajo del día en menos de una hora y luego salía "a terreno", es decir a un restaurant o un iber donde pasaba el resto de la jornada laboral. Otros compañeros no lo hacían porque les gustaba estar en la oficina chateando, yo prefería el ciber, más tranquilo, y rendía igual o más que todos. porque evitaba como el diablo las inútiles "reuniones" ¡eso si que lo detestaba!

    Ulschmidt, no tenía idea que en Salta habían Yungas, nunca se termina de aprender, tal vez algún día pueda darme una vuelta por esos lados.

    Wilson, lo único que se puede pronosticar con seguridad son los cuernos y la muerte, todo lo demás es incierto. Lo que si la tecnología normalmente aumenta la eficiencia: hacer lo mismo o más con menos recursos, y la eficiencia de las empresas y la educación anda por el suelo hace años.

    ResponderBorrar
  11. Ayer tuve mis primeras clases online en toda mi vida y he de decir que me ha encantado la experiencia. Quizás soy el único que está celebrando la modalidad porque igual algunas profes estaban en la parada de "que triste hacer esto, ojalá la cuarentena termine la próxima semana" y yo como "no, esto es demasiado genial como para dejarlo botado tras la crisis" jajajaja. Ahora poniéndonos serios, esto de las carreras online se le puede sacar mucho provecho como por ejemplo, permitir estudiar carreras exclusivas de Santiago al resto del país. La gente debería aceptar esto en vez de verlo como una mera medida de emergencia, pero por otro lado, prueba que a lo nuevo siempre se le teme.

    ResponderBorrar
  12. las clases online, las empecé a hacer gracias a Tomás y el meterme a coursera. ahora todas las capacitaciones que haré por curriculo laboral (puntaje para ascensos) serán a través de este sistema y creanme que he aprendido más por este medio que por via presencial.

    Es la verdadera educación del futuro, gratuita y de la calidad que quieras.

    ResponderBorrar
  13. Cabe mencionar también que dado a un problema con la pantalla de mi notebook, tuve que reacomodar el escritorio y algunos muebles de tal modo que me quedaran frente a la pantalla del televisor y con ésta sustituir la de mi computador. El resultado quedó de maravilla, pues me dejó el escritorio súper libre y también puedo dibujar cómodamente. Todo un espacio de trabajo ideal (perdon Tomás por la palabra sacrílega XD).

    ResponderBorrar
  14. Las clases online son un gran tema, mañana escribiré sobre eso
    Jose, busca las del BID en https://www.edx.org/es son especiales paragente que trabaja en los gobiernos y las credenciales que dan son las mejor consideradas para ascensos

    ResponderBorrar
  15. La principal razón por la que los sindicatos se oponen al teletrabajo no son los "beneficios", sino que no tendrían cómo hacer huelgas o paros.
    Pasó en Talcahuano con la implementación de la digitalización de los procesos aduaneros: de repente los paros de los funcionarios de Aduanas no tenían ningún efecto porque la carga pasaba sin su interacción. Acto seguido, comenzaron a atacar el sistema porque "no se ejerce un control efectivo"...

    Saludos,
    El triministro.

    ResponderBorrar
  16. jajaja, que buen observación ¡muy cierto triministro!

    ResponderBorrar

"Send me a postcard, drop me a line
Stating point of view
Indicate precisely what you mean to say
Yours sincerely, wasting away
Give me your answer, fill in a form
Mine for evermore
Will you still need me, will you still feed me
When I'm sixty-four"