Australia es uno de los países más ricos del mundo. Mi primo Mario -al que quiero como hermano ya que nos criamos juntos- emigró a ese país en los años setenta, debe haber tenido unos veinte o veintitantos años, llegó allá sin saber una palabra de inglés y enseguida encontró su primer trabajo, me contaba que empezó moviendo contenedores con basura.
Hace como un año se jubiló, hoy vive en un estupendo departamento frente a una de las playas más lindas del mundo, tiene un fastuoso BMW, una motorhome y todo eso. Claro que tuvo que trabajar duro muchos años, pero llegó a ser empresario y a juntar buena plata. Empezó igual de pobre que yo, eso si que adquirió la fea costumbre de trabajar desde joven.
Me dio gusto recibir una foto de él, bien echado para atrás en su lindo departamento, fue a la tierra de oportunidades y consiguió lo que soñaba, igual como yo conseguí lo mío acá en Arica, tierra de leche y miel. Sin billete eso si.
¿Por qué les cuento esta historia? Porque creo que es la mejor introducción al tema de hoy que es el milagro australiano: cómo una desolada colonia penal llegó a convertirse en una especie de paraíso de oportunidades para los que tuvieron el esfuerzo y perseverancia para conseguirlo. En Australia desde hace varios años llueve la plata, claro que no todos la recogen, como siempre.
Lo que les conté una anécdota personal, pero no es un caso raro o aislado, basta ver las estadísticas para darse cuenta que es uno de los lugares donde la gente tiene de los más altos niveles de vida, y todo esto sin ser mendigos de la beneficencia del gobierno.
Australia y Nueva Zelanda son los tapabocas definitivos para los genios que todavía defienden las estupideces cepalianas de los años sesenta. "Nos sacan el cobre para vendernos las ollas" nos enseñaba un resentido profesor de ciencias sociales del Liceo de Ancud el año 1972, y nosotros los estúpidos lo veíamos como evidente, lo creíamos a pie juntillas y lo repetíamos como loros.
¡Que estupidez más grande! Pensar que todavía hay gente que cree eso de que exportar materias primas en lugar de artículos con "valor agregado" es el camino a la pobreza y la dependencia. Sepan -idiotas- que no solo Australia y Nueva Zelanda, sino también Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania y prácticamente todos los países que hoy son del "primer mundo" construyeron su riqueza en base a explotar sus recursos naturales, y como para eso se requieren enormes capitales de riesgo, todos esos países fomentaron la entrada masiva de inversión extranjera.
Resulta hilarante escuchar acá en Chile a los que siguen repitiendo los clichés desarrollistas de la Cepal y al mismo tiempo hablan maravillas de Nueva Zelanda y la ponen como ejemplo. No entienden nada, que brutos.
¿De donde viene la riqueza de Australia? Más del 50% viene de la exportación de recursos naturales, especialmente la minería y obviamente, las empresas mineras son mayoritariamente de propiedad privada e incorporan capital extranjero. El que tenga ojos que vea.
Como les decía, esto no es una idea que se me haya ocurrido a mi mientras paladeaba una piscola, es pura y verdadera historia. Todos los países del primer mundo se han enriquecido explotando sus recursos naturales y trayendo inversión extranjera. Todos. Y no es que Australia sea especialmente rica en recursos, Chile tiene más cobre, Bolivia tiene más hierro y Perú probablemente tiene mucho más oro, pero los australianos explotan más y mejor sus riquezas porque tienen gobiernos estables y políticas muy ventajosas para el inversor extranjero.
Esto también se puede ver desde el otro lado. Si queremos ver malos ejemplos de explotación de los recursos naturales veamos la historia del Perú. El guano y el salitre fueron en su momento lo que es hoy el petróleo o el oro. Sin embargo Perú jamás creció como Dubai con sus enormes riquezas, porque primero entregaron concesiones de guano casi regaladas a Quiroz, después el presidente Castilla se fue al otro extremo cobrando regalías leoninas que lo llevaron a un gasto público descontrolado (en extravagancias como los ferrocarriles y otras) hasta que el asunto dejó de ser negocio para los inversores. Finalmente el gobierno -endeudado hasta el cuello- suscribió el contrato Dreyfuss que terminó por arruinar el negocio y de paso al país.
Con el salitre repitieron más o menos el mismo ciclo, solo que esta vez no pasaron por regalar concesiones a precio de huevo, pero tuvieron una idea infinitamente peor: expropiaron las salitreras que explotaba la compañía Gibbs e Hijos, justo cuando el negocio empezaba a tambalear por similares razones a la caída del guano -regalías y gasto público excesivo- los ingleses de Gibbs las entregaron encantados a cambio de convertirse en comercializadores exclusivos en Europa, siguieron ganando plata por algunos años mientras el gobierno se fue a pique con el negocio. Todo agravado con la entrada del Perú a la guerra con Chile.
Tenemos un ejemplo muy bueno y otro pésimo ¿Cuál irán a seguir los políticos en Chile? Sospecho que el del Perú porque está en nuestro ADN latinoamericano. En la década de 1980 una serie de reformas -audaces y visionarias- de José Piñera nos llevaron por el camino de Australia: explotó el crecimiento de la inversión extranjera en Chile y pasamos de las 500 mil toneladas de cobre con Allende a las casi 6 millones actuales. Para que se ubiquen ¡el sueño de Allende era que Chile alcanzara a producir 1 millón de toneladas al año! esa era su meta soñada.
¿Cómo lo hicimos? Súper fácil: buenas condiciones para la entrada de capital extranjero, bajos impuestos, bajo gasto público, armar la reputación de un gobierno serio que cumple sus compromisos, un país estable y respetuoso de las leyes. Eso es exactamente lo mismo que hicieron Australia y todos los demás países desarrollados, así se enriquecieron. Y los resultados en Chile fueron los mismos: 10 años de crecimiento continuo a tasas muy altas, crecimiento sano, basado en la productividad y no en gasto público, como lo que vino a partir de 1990.
No hace falta ser Einstein para darnos cuenta que modelo debemos seguir ¿Australia o Perú? Casi me fui de espaldas cuando ví este gráfico de la inversión extranjera como porcentaje del PIB, solo miren al Perú ¡y eso fue años antes que eligieran a Castillo, imaginen como será en adelante!
Sigamos los buenos ejemplos, no seamos idiotas. Una vez lo hicimos, no hace mucho y podemos demás volver a hacerlo, solo hay que contener a la chusma resentida y aplicar con firmeza las políticas que se necesitan, haciendo los sacrificios que habrá que hacer. Y/ hay uno solo con el carácter, la visión clara y sobre todo los cojones para hacer esto, ya saben quien pues...
Si, los estúpidos de siempre se vanaglorian de dos de sus estupideces mas grandes. La industrialización, como si aun no se enteran para que se creo la China moderna. Y la "maldición de los recursos naturales", aunque la maldición son ellos mismos. Decir que encontrar una mina de oro es una maldición, es lo mas estúpido que he escuchado en mi vida.
ResponderBorrarExactamente Maximo, la maldición de los recursos naturales debería renombrarse como "la maldición de los políticos imbéciles" y la "enfermedad holandesa" debería llamarse "la enfermedad del malgasto"
ResponderBorrarPara nadie debería ser malo enriquecerse, excepto para los idiotas
P.D. me acuerdo del "maestro Cárdenas" que se ganó la Polla-Gol o algo así y se chupó no se cuantos millones en un par de meses. Bueno, la verdad es que la mayor parte de la plata se la robaron, por bruto
Hay complejo de inferioridad por la explotación de los recursos minerales o naturales.
ResponderBorrarAhora los australianos están luchando por su libertad y contra las medidas sanitarias y el pase verde al revés de los chilenos que le creen todo lo que dice la autoridad sanitaria y política.
Ayer estuve viendo algunos videos del comediante australiano Paul Hogan conocido la película "Cocodrilo Dan Dee".
Claro que es un complejo de inferioridad y hay resentimiento también detrás de eso. Nuestro regular Wilson lo expresó muy bien cuando dijo -en broma obviamente- que éramos subdesarrollados porque exportábamos celulosa en lugar de violines Stradivarius. Esa es la clase de estupidez que todavía existe y no faltan los que escuchan eso y le encuentran toda la razón jaja
ResponderBorrarEstando en acuerdo completo con este post, permitanme compartir una sonrisa de oreja a oreja con el bochorno de la Lista del Sueldo y su candidato Ancalao que logro que el espiritu del notario sumamente muerto le autorizara las firmas. Entreparentesis quiza cuanto trucheria adicional encierra la dichosa lista.
ResponderBorrarBoric esta de fiesta. A proposito esta bastante callado, ¿enfermito?
Haz que el chileno vuelva a sentir orgullo de ser chileno y vergüenza de ser latino o indígena y verás como se endereza todo.
ResponderBorrar..y cuando algo anda bien en manos extranjeras, pero notoriamente bien, el argumento es que "nos roban, se llevan una tajada enorme, etc..."
ResponderBorrarAquì en los noventa concesionaron el dragado del rìo Paranà a una empresa belga, Jan de Nul. Cobraba un modesto peaje a los buque y mantenìa el calado a 32 pies hasta 500 km. tierra adentro, y a 28 hasta mil. La antigua dirección de vias navegables no tenía dragas en forma para hacer el trabajo. En una década el embarque aumentó diez veces en volùmen, en algunos puertos hasta 20 veces. Cuando entró el kirchnerismo de nuevo empezaron con la "soberanía", "el poder extranjero en nuestros ríos", bla, bla, la cantinela de siempre. Ya le sacaron el cobro del peaje, crearon una entidad nueva - mas empleados, burocracia, amigos nombrados - y le pagarán los trabajos a la dragadora mientras ellos recaudan. Luego le pagarán con retraso a la empresa, luego se irá una empresa seria y vendrá una chanta, luego no se cumplirán las metas de dragado, etc.. etc.. Uls
Wilson, una completa verguenza. Aunque mejor ni hablo, no vaya a haber algún buen amigo en el asunto jaja ¡calla tomasito, calla!
ResponderBorrarAnónimo, es que los actuales pungas todavía se creen superiores, es un problemón.
Ulschmidt, el impulso de robar a alguien que le está yendo bien usando la fuerza del gobierno es irresistible para algunos. Las nacionalizaciones y expropiaciones son el sello más característico del tercermundismo... para lo que les sirve al final. "Lo mal habido nunca es bien aprovechado"
¿A que idiota se le ocurre destruir algo que marcha bien? al manipulado mental y emotivamente por otro cuya unica meta es llegar al poder.
ResponderBorrarExcelente y aclaratoria columna Tomás.
Jose, justamente. Solo a un tonto o un sinvergüenza puede pensar así
ResponderBorrarAdemás dicen que Australia y Nueva Zelanda son países socialistas. El nivel de ignorancia de la gente sobrepasa cualquier parodia.
ResponderBorrarSi esos son países socialistas entonces yo soy un trabajador ejemplar
ResponderBorrarLA gente viaja y no ve, esta pegada con mirar reinos con esquema germanico y tratar de alcanzar ese estatus haciendo copias de republiquetas centroamericanas.
ResponderBorrarYa lli reza... el doctorado no quita lo tarado.
atte
Nervio
La inversión extranjera directa del Perú en mención, es del período 2016-2021 período en donde Keiko Fujimori tuvo mayoría en el congreso: 73 y se dedicó a obstruir el avance de la economía peruana que se levantaba con el gobierno de Humala, esos 5 años fueron de caos, ingobernabilidad, se tiraron abajo presidentes, gabinetes, ministros se paralizaron grandes Obras de Infraestructuras acordadas con empresas extranjeras y solo por despecho político y por ser mala perdedora Keiko Fujimori, con su aliado fiel el APRA hicieron del congreso un circo y vergüenza nacional; este caos generaron la situación de tener 5 presidentes en 5 años, vergüenza internacional: PPK, Vizcarra, Manuel Merino de Lamas, Mercedes Araoz, y Francisco Sagasti. 5 años de ingobernabilidad, sin continuidad en los cargos en los ministerios (más el Covid) las inversiones públicas se paralizaron o se hizo lenta, y muchas empresas extranjeras enjuiciaron al Estado peruano por no respetar el contrato que dejó Humala el gobierno anterior, perdiendo los juicios y perdida para el Estado. La orgía política de esos 5 años es fruto del Fujimorismo y su fiel compañera el APRA.
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