Ya falta poquito

 Ya estamos casi listos, espero que antes de pascua mi querida suegra reciba su regalo de navidad como corresponde: la nueva cocina. Pero demos un vistazo primero a como era antes

En lugar de cocina se debería haber llamado cochina, muchos años de deterioro cocinando en un lugar estrecho y con poca luz fueron agregando incomodidades de todo tipo para cocinar, había que entrar haciendo contorsiones. 

Y en la parte de atrás, en lo que debía ser un baño que nunca construí, estaba la "despensa" es decir un montón de armarios entre otro montón de cachureos inútiles que se fueron amontonando. Era urgente empezar de una vez por todas con la nueva cocina. Y como siempre, el chico Alfredo fue el que empezó mi proyecto de bajísimo presupuesto: había que ahorrar hasta en los tornillos. Así fue como empezamos a parar el metalcom en el espacio de 4x3 que tenía reservado hace años para esto 

¡Partimos!. Así estaba al principio

No se imaginan el drama de instalar una puerta cuando el piso y los pilares no están completamente perpendiculares, dimos la hora un día completo tratando de que quedara cuadrada. Al final la dejamos y al otro día abría y cerraba perfectamente ¡Se arregló sola!

Seguimos con los anclajes de arriba

Ahora vamos con el primer tabique, colocando los pilares de metalcon

Y yo disfrazado con guantes y gafas de seguridad, para que crean que estoy ayudando en algo "vamos arando dijo la mosca, sentada en el cacho del buey"

Mientras tanto el chico se fuma un cigarrito y contempla absorto su obra de arte

Seguimos con el metalcon

Los paneles de yeso cartón van para los revestimientos interiores

Tapar las juntas con pasta de muro y empastar

Para el exterior el tabique fue forrado con Internit (placa de fibro-cemento que antiguamente conocíamos como "Pizarreño"), horizontales fueron unas tiras de metalcon y dentro -como en un sandwich- lo  rellenamos con polipropileno aislante (Plumavit). Así quedó al final el exterior con el fibrocemento

Si se fijan bien, los fierros están llenos de óxido, me disloqué las manos limpiando el fierro de la cocina, con disco de circonio y con "chascón" de alambre. También tuve que raspar todo el cielo de la cocina que tenía la pintura desprendida y en mal estado, esa fue mi contribución al trabajo. Los costados del techo también estaban horribles y estaba muy peligroso para subirse y pasar chascón. En lugar de eso, después los forré con fibrocemento

Por casualidad encontré tres galones de marmolina que estaban en la bodega guardados hace casi diez años, los destapé sin mucha fe y ¡estaban buenos! Así es que aproveché de colocar marmolina sobre el fibrocemento

En ese punto el chico encontró un trabajo mejor y lo perdí de vista, tal como con el piso rodante, me acordé de mi amigo el Coco Ayala, que con su hijo en cuatro o cinco días hizo todo el trabajo restante: construyó las puertas correderas con ventanas de policarbonato, pintó el cielo raso, pintó los fierros que ya estaban limpios con pintura Duo (antióxido y pintura, todo en uno), hizo las instalaciones de agua, nos vendió en instaló el lavaplatos con mueble, colocó el fibrocemento a los costados... en fin, en la foto vemos cómo el Tomás Jr comprueba asombrado los avances de la obra. Y así es como va la nueva cocina. Me falta cambiar la cocina, repintarlo todo porque el blanco es muy sucio, limpiar y pintar los fierros que van para el lado y hacer una mesa

Encontré una mesa vieja botada en la bodega que me serviría muy bien para la cocina, con algo de lija, pintura y cambio de cubierta, así es que mañana voy a buscar una cubierta bonita, por mientras la estoy preparando

En fin, Tomás el constructor, que se quedó pato haciendo la cocina, pero fue salvado por la generosa Fundación Mi Billetera, pasaré unas buenas fiestas después de todo

Cuando esté todo listo publicaré las fotos, para completar la triste historia de mi cocina...