"La historia es un arte, no una ciencia. Es algo construido y aceptado como una explicación más o menos satisfactoria de acontecimientos que, en realidad, no tienen ninguna explicación. La mayor parte de lo sucedido en la historia es completamente irracional, pero la gente siempre piensa que tiene que encontrarle un sentido, un significado". (Alan Watts)
Estoy releyendo La vida como juego, del genial Alan Watts, que tipo más agudo y entretenido, para mí vale por unos quinientos filósofos famosos, apilados uno encima del otro. "Piensa como Alan Watts" me recomendaba mi buen amigo y tocayo Tom Wilke ¿Qué habrá sido de él? Hace años que le perdí la pista, lo último que supe era que estaba viviendo en Cusco, espero que se encuentre bien escondido de los vacunadores, conociéndolo sé que no se vacunaría ni bajo amenaza de muerte.
En verdad yo tampoco creo que la historia nos enseñe nada, ese cliché de "los que no conocen la historia están condenados a repetirla" es una majadería, una de esas frases sonoras que no significan nada porque los seres humanos son totalmente incapaces de "aprender de sus errores", principalmente porque los errores son siempre ex-post.
La cultura y la humanidad no evolucionan, es cierto que el fruto del intelecto humano se hace cada vez más abundante y complejo, pero un hombre moderno no se diferencia en nada importante de un babilonio que vivió 1500 años antes de Cristo. Sigamos leyendo a don Alan:
Alguien sugirió en una ocasión que el pensamiento es una forma de ocultar la verdad. A pesar del hecho de que es una facultad extraordinariamente útil, existe un asombroso número de ejemplos que muestran cómo la humanidad puede llegar a ser embaucada por el pensamiento.
En fin, tendría que copiarles el capítulo completo porque no tiene ni una palabra de más, pero no quiero alargarme y prefiero llegar rápido a la conclusión. El libro es buenísimo y se lee de un tirón, pero en realidad no me gusta el final. En los últimos capítulos Watts se dedica a hacer propaganda al Taoismo y al Budismo Zen, cosa que yo creo innecesaria, hacia el final se convierte un poco en el predicador del que reniega durante todo el libro.
Pero leyendo un poco entre líneas creo que lo más interesante del libro es la idea que la vida no tiene ningún sentido ni propósito, aparte de la inevitable aniquilación. Y que da lo mismo lo que hagamos o dejemos de hacer, porque siempre llegaremos donde mismo. Mejor dejarse llevar por las cosas que pasan, y si tenemos algún propósito debemos entender que no es importante sino solo un juego, de sllí el título "La vida como un juego". Nada es importante en realidad. A propósito esa es una idea sumamente taoista.
La historia la escriben los vencedores.
ResponderBorrarE
Hola Ernesto! Claro es más que nada un cuento para justificarse. Siempre ha sido así. ¡Saludos!
ResponderBorrarEn economía solemos decir que la realidad no es más que un caso particular. El devenir histórico tiene infinitas posibilidades, pero eso no significa que sea incomprensible. De hecho prefiero creer que podemos ponernos en los hombros de gigantes...Hawking usa esa expresión en un libro, se le atribuye a Newton, pero el sentido es evidente, la realidad no es obvia, y toma generaciones de personas entenderla.
ResponderBorrarAh Fernando, es que tu vienes de la Escuela Francesa que cree en el progreso de la humanidad. Yo creo que vivimos en un mundo más cómodo y confortable gracias a la tecnología, pero un ser humano contemporáneo promedio, no es más bueno, más moral, más inteligente ni en nada se distimgue de un romano o un egipcio promedio de la época de los faraones. Bueno, se distinguen en la ropa, pero no mucho más que eso.
ResponderBorrar¡Un gran saludo amigo y chas gracias por comentar!